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Capítulo 25

[narrado por mí]

Jungkook bajo de la camioneta color negro, donde le siguieron los demás chicos.

─ ¿Es aquí? ─ miró la mansión frente a él, parecía que estaba sola.

─Lo es, me dedique a verificar casa información que tenía, no hay seguridad para no llamar la atención ─ dijo Namjoon mirando una pequeña pantalla en su muñeca que pasaba más bien como si fuese un reloj.

─No es la primera vez que caemos en una trampa, ¿quién nos garantiza que esta no lo es? ─ YoonGi había estado de mal humor desde que habían salido de la casa, no, desde mucho antes.

Jungkook no dijo nada más, solo miraba todo a su alrededor, la tarde estaba cayendo y haciendo que el ambiente se hiciera más serio. No había puesta de sol, el cielo estaba nublado, tal parecía que estaba por soltarse una tormenta.

─Entraremos, teniendo cuidado de donde pisamos, tenemos que encontrarlos a como dé lugar ─

Todos asintieron, los siete venían vestidos de color negro, un color que ayudaba a camuflajear muy bien en la oscuridad. Chalecos antibalas y armas en sus caderas, Jungkook verificó las balas en el cargador de su arma, mirándola por segundos y después volviendo a cargarla. Estaba más que listo, quería encontrar a su hija a como diera lugar.

Por otra parte, dentro de esa mansión. Un hombre alto con cabellos canosos miraba hacia las diez cámaras que tenía frente a él, chaqueo la lengua al ver un grupo de chicos vestidos de negro entrar a su propiedad. Si bien, había dado la orden de no tener mucha seguridad en la casa, había dejado al menos veinte guardias de seguridad esparcidos por el lugar.

─Enciérrate en mi habitación con la mocosa, no salgas hasta que te de la orden ─ su voz grave y firme mandó a la mujer.

El padre de Chanyeol estaba ahí mirando las cámaras, y la madre de Yuni, quien era su cómplice y amante, había salido apresurada hacia la habitación donde estaba su nieta.

La miró, la pequeña dormía, una sensación extraña llegó a su pecho al ver el parecido de su nieta a su hija, recuerdos llegaron a ella. Pero, así como llegaron, se esfumaron, no era momento de sentimentalismos, y lo sabía, y aunque sintiera algo de culpa, era más fuerte el odio hacia el hombre que le arrebató todo, su familia, su preciada hija, su felicidad.

Se encerró tal y como el hombre le había dicho, escuchando a los minutos diferentes disparos.

Cerró ventanas y puerta con seguro, aunque es imposible que llegarán hasta donde estaban, pues el padre de Chanyeol los detendría, ¿no?

[...]

─ ¡Viene por detrás! ─ gritó Jimin protegiendo la espada de Seokjin y disparando al hombre que venía por él.

─ ¡¿Cuántos son?! ─ Hoseok también hacia lo que podía.

Los siete chicos se defendían como podían, pero esos hombres que entraban en el salón principal parecían estar muy bien entrenados, cuando parecía que habían derrotado a uno, dos de los que habían dejado tirados se volvían a levantar.

─ ¡¿Pero qué mierda son?! ─ YoonGi tiró una patada hacia uno de ellos, haciendo que se tambaleara, aprovechó ese momento y disparó en dos ocasiones al cráneo del hombre, sangre salpicó en su cara. ─Bien merecido te lo tienes, hijo de perra ─ escupió al cuerpo.

─ ¡YoonGi! ─ gritó Jimin al ver que iban por él, YoonGi frunció el entrecejo, no lo lograría.

Dos disiparon sonaron cerca, miró hacia atrás de él.

─No bajes la guardia, aún hay más ─ Jungkook pasó por su lado.

Jungkook era el único que no hablaba, se defendía y defendía a los demás, pero no hablaba, parecía estar tan concentrado en llegar al premio mayor.

Seokjin encajó dos cuchillos en la garganta de uno de los tipos, Taehyung peleo con su arma y con sus puños. Hoseok tenía su escopeta disparando a los tipos, los cuales parecían tener chalecos antibalas también. Namjoon y YoonGi disparan también, Jimin se dependía con esa agilidad que lo caracterizaba.

─ ¡Vete, nosotros nos encargaremos de este lugar! ─ le grito Taehyung mientras disparaba a un tipo que estaba preparando una granada.

─ ¡Sí, nosotros terminaremos aquí! ─ Jimin se acercó a Jungkook. ─Encuentra a tu pequeña ─

Jungkook no se pudo sentir más agradecido, salió en búsqueda de su hija, uno de los hombres vio a Jungkook salir y quiso ir tras él.

─Tú eres mi oponente ─ sonrió YoonGi de esa manera que te hacia helar la sangre.

Jungkook corrió por los pasillos, sintiendo su corazón latir tan rápido como el de un colibrí. Con cuidado miraba dentro de todas las habitaciones de la mansión, todas encontrándolas vacías, tal vez era porque todos se estaban concentrando en el salón donde estaban los chicos.

Llegó a una habitación que era diferente a las demás la puerta era de un color azul marino y tenía una cámara en la esquina superior izquierda.

Abrió la puerta sin pensar.

─Pensé que serias más inteligente, Jeon ─ el padre de Chanyeol estaba apuntándole a Jungkook con un arma, por inercia también lo hizo Jungkook.

─ ¿Dónde está mi hija? ─ las cejas de Jungkook amenazaban ya con juntarse, arrugas en su frente por el enfado y el arma siendo empuñada a la perfección.

─No sé de qué me hablas ─ el hombre sonrió con cinismo.

─No lo volveré a decir, ¡dónde está mi hija! ─ levantó la voz perdiendo la compostura, ¿y como no? Habían arrebatado a su hija de la seguridad de su casa, de los brazos de su madre.

─Está lejos de aquí ─ el hombre dio un paso adelante, Jungkook también. ─Pero ya que estamos aquí, será mejor terminar esto de una buena vez ─

─Sí, en este mundo no podemos coexistir los dos, o mueres tú o muero yo ─

─Es definitivo, no seré yo quien muera aquí ─

─Eso lo veremos ─

Y ambos soltaron las armas para enfrentarse cuerpo a cuerpo, aunque el hombre era mucho mayor que Jungkook, tenía muy buena condición física. Se podría decir que estaban parejos. Pero Jungkook tenía una muy buena ventaja, él había sido entrenado en las fuerzas armadas, había sido preparado para un combate cuerpo a cuerpo, lo habían hecho con la excusa de que un día lo necesitarían en algún momento para enfrentar a los malos.

Pero aquí estaba, haciendo algo para lo que lo habían preparado y tanto había estado en contra, haciendo lo que jamás pensó. Pero él lo sabe, era el momento de ponerle fin a todo esto.

Golpe tras golpe, ambos estaban sangrando. Jungkook estaba tomando una buena ventaja.

─ ¡Donde está mi hija! ─ preguntó dándole un puñetazo en la cara al hombre que tenía debajo suyo.

─No te lo diré, jamás la encontrarás ─rió, a pesar de que estaba sangrando de la boca y la nariz. Sus dientes estaban manchados de sangre.

El hombre le dio un cabezazo a Jungkook, haciendo que perdiera un poco su fuerza. Lo aventó a un lado, Jungkook sacudió un poco su cabeza, tratando de recobrar la cordura.

El hombre estiro su brazo para poder alcanzar su arma.

─Hasta aquí llegaste, Jeon ─ sonrió altanero, cargando el arma. ─He de admitir que fuiste un buen contrincante, eso es admirable ─

─Cállate, maldito hijo de perra ─ siseo Jungkook, escupiendo un poco de la sangre que estaba juntándose en su boca con su saliva.

─No te preocupes, pronto te alcanzarán la zorra de tu noviecita ─

─ ¡A ella déjala fuera de esto! ─ grito enfurecido Jungkook.

El hombre río, disfrutando de ver a Jungkook perder la cabeza, eso era lo que quería, ver como se arrastraba ese chico, ese maldito que le había arruinado sus negocios en más de una ocasión.

─Di tus últimas palabras ─ apunto con el arma.

─Te veré en el infierno ─ los ojos de Jungkook eran fríos, tan oscuros por el enojo que estaba sintiendo en ese momento.

Todo fue tan rápido, un disparo sonando en la habitación, un cuerpo cayendo al suelo, sin vida.

Después, todo silencio...

─Dijiste que no bajara la guardia, y mira quien no hace caso ─ Jungkook miró detrás de él encontrándose a YoonGi, parado en la puerta y aun apuntando con el arma al cuerpo inerte.

─Gracias ─ Jungkook suspiró con pesadez, había visto la muerte frente a él, pensó que en verdad iba a morir.

─No me las des, mejor terminemos todo esto, tenemos que llevar a Jimin y Taehyung a que los curen, están heridos ─

─ ¿Los demás? ─ preguntó Jungkook levantándose del suelo con ayuda de YoonGi.

─Todos bien, ninguna baja de nuestra parte ─

─Tengo que encontrar a mi hija ─

─No tardarás mucho ─ YoonGi señaló con su cabeza las pantallas, en una de ellas estaba la mujer que se había llevado a su hija.

─Esa puta perra ─

Jungkook no pudo evitarlo, sentía bilis subir por su esófago, la rabia lo estaba consumiendo. Todo pronto terminaría, y no de la mejor manera...

Solo un capítulo más y el Epílogo y se termina todo, ¿quieren que mañana suba el capítulo? Ustedes mandan, sino, pues lo subiré hasta el sábado.

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