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PERFECCIÓN

04

Se sentía extraña.

Nerviosa.

Ni siquiera recordaba el número de veces que los tres habían compartido una comida, un silencio, una habitación e incluso una cama. Pero esta vez era diferente.

Los músculos de sus piernas se sentían tensos, luchando por mantenerse en su lugar mientras sus dedos mantenían firmes los palillos para poder llevar las verduras hasta su boca. El plato frente a ella parecía ser lo mas interesante, aunque los dos hombres podían sentir la mirada verde ir de uno a otro bajo el mechón de cabello rosa.

―No tienes que sentirte nerviosa, Sakura-chan. ― le dijo Naruto, sentado a izquierda en la pequeña mesa cuadrada, Sasuke estaba a su derecha.

―Tenias razón. ―inició la pelirosa después de un largo suspiro. Si bien tenia edad suficiente para que su experiencia romántica y sexual no fuera nula, tampoco era una gran conocedora, ni que decir en algo más allá de la monogamia. ―Siempre he estado enamorada de Sasuke.

―hmnp... ― soltó Sasuke, llenando el dilencio que se formaba después de cada oración de la Haruno, casi podía ver los engranes de su cabeza trabajando rápidamente para buscar las palabras que necesitaba.

―Y en estos años también aprendí a valorar a Naruto, ver todas esas cualidades hermosas que tienes como persona. No mentí cuando dije que te amaba, no mentí nunca cuando se las dije a ambos. ―dejó los palillos en la mesa para voltear a verlos a los ojos.

―Y nosotros te amamos a ti. ― dijo Naruto, sintiendo como su corazón se derretia al escuchar esas palabras.

Porque ahora tenía más de lo que siempre soñó. Más de lo que alguna vez creyó que podía conseguir. Y era real, Sasuke y Sakura eran reales y eran suyos.

―Pero mi privacidad sigue siendo algo fuera de discusión. ―le dijo, apuntándolo directamente con su dedo índice.

―Siempre y cuando eso sea algo bilateral, esta bien para mi. ―aceptó el Uchiha, levantándose para poner más pollo frito en los tres platos servidos.

―Y... ¿Cómo funciona esto? ― preguntó Sakura, sin poder evitar tener las mejillas sonrojadas por el hilo de sus pensamientos.

―¿Cómo funciona qué? ― regresó la pregunta Naruto, sin saber a qué se referia.

―Pues esta... relación.

―Ahhh... a eso te referias. ―rio el Uzumaki, llevándose comida a la boca.

―Como cualquier otra relación, Sakura. ― explicó el Uchiha como si fuera lo más obvio. ― comemos juntos la mayoría de las veces, salimos por ahí y tenemos sexo.

―Ahhh...

―No te asustes Sakura-chan. ― se levantó para darle unos golpecitos en la espalda y evitar que el pollo siguiera atorado en su garganta. Escuchar hablar a Sasuke sobre sexo era algo surreal.

―Sakura, ¿Tu eres...?

―¿Quéé? ¡Noo! Por supuesto que no... pero...

―¿Entonces? Es lo mismo, pero con tres personas. ― le dijo Sasuke, rindiéndose con la comida, Sakura parecía bastante nueva en ciertos asuntos, aunque estaba seguro que Naruto disfrutaría mucho ese aspecto.

―¡Ya sé! ― soltó el rubio, y eso estuvo cerca de ser un grito. Cuando estuvo seguro de que la vía aérea de Sakura no seria un problema en los próximos minutos, corrió hasta perderse en por una de las puertas del departamento del Uchiha.

―¿Qué va a hacer? ― quiso saber Sakura, intentando adivinar a dónde fue su compañero.

―No quieres saberlo. ―le aseguró el Uchiha.

―Mira Sakura... ― volvió, con cuatro libros en las manos. Sakura los reconoció al instante.

―No.

―¿Porqué no? ― preguntó. ―Mira, el libro tres y cuatro te ayudaran mucho, pero si vas a ocupar leer el uno y dos.

―Esos son los libros de Jiraya-sama...

―Exacto. ―sonrió. ―te daremos tiempo, léelos con calma, y cuando termines, nos veremos de nuevo.