Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

capitulo 8

Esos grandes y muy tiernos ojos seguían mirando a Rossi, analizando cada movimiento sospechoso por el adulto. Sin embargo sus ojos se abrieron en grande al mirar ese color de ojos de Rossi.

—¿Estás con ellos?—Preguntó fríamente, habla demasiado bien como para ser un niño de cinco entre seis años.—Si se mueve no pronto no haberle daño.

Tenía toda la intención de lastimarte cualquier parte de su cuerpo, sin embargo me quedé inmóvil al ver sus ojos. Esos ojos son del mismo color que los de papá, es por eso que mis manos dejaron de moverse.

—No estoy con ellos.

¿Quién demonios le da algo como esto a un niño pequeño? ¿Quieren daña su inocencia de está manera? ¿Que clase de tío loco ese tipo?

—¿Qué pudo hacer para que me creas?—Tenemos que movernos de aquí, esos tipos tienen pensado entrar.

—Dejarme tomarle una fota.—Se la enviaré a mi padre y al tío, de esa manera ellos sabrán a quien buscar por si me llevan lejos.

—Lo que quieras pero tenemos que salir de aquí.—Extiende sus manos.—¿Está bien si te sostengo?

Su corazón se estrujó al darse cuenta que en sus brazos sostendrá a alguien mas, algo que no logró hacer con su pequeño.

—Está bien.—Vuelve a esconder el objeto corto punzante en su peluche de ardilla.

Él es muy liviano, su temperatura es calidad y en momento en que sus pequeños bracitos abrazaron mi cuello, sentí una extraña sensación. Cómo si mi corazón muerto estuviera mostrando señales de vida.

—Si se desvía a la derecha encontraremos una puerta de emergencia, sí ellos vienen por mí entonces no hay preocupación de que lastimen a los demás.—Expresó.

—¿Cómo estás seguro que vienen por ti?—Es un niño inteligente.

—Porque soy el único que proviene de una familia adinerada y mi tío, mi padre estarían dispuestos a todo por mí...

—¡Los encontré!—Uno de los secuestradores llamaron a sus compañeros.

En ese momento Rossi puso en práctica su rendimiento físico, corriendo por todo el lugar mientras le cubría los oídos al pequeño niño y le decía que cerrar sus ojos.

En está vez Rossi no tenía pensado perderlo, ya no es el mismo de antes. Su yo actual no le importará quitarle la vida a otra persona, de todas maneras ya se encuentra en el infierno, ¿que diferencia habría entre este infierno y a dónde van los pecadores? Ninguna.

Para él no había ninguna diferencia, porque ya se le estaba castigando sin siquiera haber echo algo imperdonable cómo para merecer tal castigo.

—¿Que darte aquí?—Esconde al pequeño.

—¿A dónde va?—Su manita sostiene la mano de Rossi.—Hay suficiente espacio, podemos entrar los dos.—¡Puedes morir!

No quiero que vaya, estoy consciente sobré no confiar en desconocidos. Mi padre y mi tío me lo dicen a diario, sin embargo cuando lo miró y me abrazo con protección algo en mi se sintió tan bien, completo.

Cómo si hubiera encontrado lo que estuve buscando, ¿por qué? ¿Por qué él me hace sentir así? ¿Acaso se debe a que tiene la mismos ojos de mi papá e inconcientemente lo estoy confundiendo? No puedo confundirlo, mi papá está descansando y nadie puede remplazar su lugar en mi corazón...

—Regresaré en seguida.—Acaricia con suavidad las mejillas regordetas y muy adorables del pequeño.—Todavia no puedo morir, no sin antes de castigar a...

Rossi cerró rápidamente la puerta donde se encuentra el pequeño, los pasos de esas personas y los disparos se escuchan cada vez mas cerca. Por lo que salió a otra dirección, se usaría de carnada.

—¡Ahí está!

Rossi logró cruzar el pasillo antes de que esas balas rozaran su hombro, nunca había estado en una situación como está pero la adrenalina en su cuerpo y su deseó de proteger a ese niño era mucho mas fuerte que todo.

‹Puedo escuchar sus pisadas a si traten de ser lo más silencioso, según el ritmo se acerca dos personas uno a la derecha y otro a la izquierda, si salgo para acabar con uno de ellos, el otro aprovechará para atacarme.›

Él busco un objeto el cual tirar para desviar su atención, al encontrar un basurero lo tomo y lo tiro. Solo eso basto para que lo agarran dejarán como colador, Rossi aprovecho eso.

Salió y en sus ojos no había perturbación, su mano nunca tembló al momento de jalar el gatillo una y otra vez con aquella frialdad congelado todo lo que su mirada veía o tocaba.

Los dos sujetos solo podían gritar de dolor, Rossi tenía tan buena puntería que solo bastaba un disparó, para infringir daño. No los mató porque son necesarios, de esa manera sabrán quién demonios querría lastimar o llevarse al pequeño niño.

—¿Quién...Quién eres?—Preguntan con sus bocas cubiertas de sangre.

Nadie nos advirtió que ese niño tenía un guardaespaldas, ¡Nos traicionaron! Fue mentira cuando dijeron que la tendríamos fáciles porque ese mundo estaría retenido en el tráfico.

—No te interesa saber.—Le dejo ir una tremenda patada en la mandíbula de cada uno.

Solo eso basto para que se quedarán inconciente por un buen rato, no es para menos si los zapatos de Rossi, eran unas botas de cuero estilo militar.

Pero no podía dejarlos solo tirados, él buscó una cuerda o algo que fuera lo suficientemente fuerte para atarlos. Dejarlo solo así no le garantizaba que no despertarían. Cuando ya estuvo listo, Rossi volvió por el niño mientras contaba las balas que le quedaban.

—¡Mierda, no tengo mas balas!—Estaba pensando regresar por las armar de aquellos dos, pero en ese mismo instante sintió la punta de una arma en su nuca.

Esa persona había sido tan silenciosa que ni siquiera logró sentir su presencia, aun estando en esa posición peligrosa Rossi no se estremeció. Le dejo de temer a la muerte desde hace mucho, pero no por eso se iba a quedar quitó.

Él todavía tiene cosas que hacer, dolor que repartir, hacerles llorar de sangre a todos su enemigos y los que se interpongan en su camino.

—Como ya dije, no morí sin antes llevarme conmigo todo aquel que me quitó todo.—Cerro sus ojos.—Pero no puedo decir lo mismos de ti.—Se agachó al mismo tiempo que le metió un codazo en el estómago de esa persona. Fue sorprendentemente veloz.—Ahora mueres.

Quiso derribarlo golpeado sus rodillas pero ese árbol de ceiba era duró, en ese instante el desconocido se recuperó del asombró y tomó de los brazos a Rossi, tenía toda la intención de romperlos pero su mirada heterocromia se encontró con ese hermoso color lila.

—¡Qué alto!

‹Sus ojos tienen dos colores diferentes, dorado el derecho y ámbar miel el izquierdo› pensó Rossi, sintiendo que ya había dicho eso en una ocasión y situación diferente a está.

—¿Qué?

El joven se desconcertó al ver esos colores de ojos temblar, como si hubiesen visto un fantasma, Kostya abrí su boca queriendo decirle algo, sosteniendo con fuerza los brazos de Rossi, para que no se fuera de su alcance.

—Soltarme...¿Uh?—Rossi sostiene su cabeza, esa repentina punzada trajo consigo un dolor de cabeza terrible.

"Solo mírame a mí, todo estará bien. Usted y su pequeña ardilla estarán bien, solo quedarse aquí." ¿Qué son esos recuerdos? ¿Llegué al hospital en ese entonces? ¿De quien era esa voz que me hablaba con tanta amabilidad y seguridad?

—¡Padre!

Rossi salió del trance y sus tantas preguntas tras escucharla la voz de ese niño. Alejándose rápidamente de Kostya.

—Le hagas nada—El pequeño venía corriendo, Kostya dejo de mirar a Rossi. Yendo por su hijo.—Él no está con ellos, él me protegió.

Salí a tiempo o hubiese ocurrido una tragedia, me siento aliviado y muy alegre de que ese joven se encuentren bien. De que no haya resultado herido por mi culpa.

—¿Él es tu padre?—Podra tener su ojos pero no se parecen en nada, tal vez salga a su mamá.

No es momento para estar analizando a una persona desconocida, tengo que irme. Si sigo perdiendo mi tiempo aquí esas personas que oído, se encuentra respirando sin preocupaciones y tengo que darles preocupaciones.

—Sí. Él es mi padre.

—Pues que mal educado, ¿cómo puede apuntarme sin siquiera preguntar si estoy e involucrado o no?—Reclamo.

¿Dije algo malo? La atmósfera se volvió melancolía tal como la expresión del pequeño se volvió extrañamente triste.

—Mi padre no puede hablar.—Expresó.—Pero su escucha bien.

—No me voy a disculpar.—Mira directamente a Kostya.— Tampoco voy a sentir lástima o mal por haber dicho algo como eso.—Fue sincero.—Estamos a mano por lo sucedido hace unos minutos.

Vi como ese hombre mueve sus manos haciendo diferentes señas, su hijo lo veía sin pestañar. ¿Qué le estará dicho?

—Padre dice que; Gracias por protegerme y que lo siente por verlo asustado de esa manera.

—No estaba asustado.—Vuelve a ver a Kostya.—Y no es necesario que me agradezca, solo lo hice porque me enteré de pura casualidad de que eres el sobrino del presidente Volkon.—Les hizo saber.— Él es amigo de mi padre.

—¿Conoces al tío Axel?

—¡¿A-Axel?!

En lo primero que Rossi pensó al escuchar ese nombre fue en su gran amigo Axel, de ese mejor amigo del cual no pudo despedirse y alejó por sus decisiones estúpidas.

‹¡No son la misma persona! ¿Verdad que no? Él no tenía hermanos, no que yo sepa. Sí cabe la mínima posibilidad de que sea él, ¿cómo lo veré sin querer darle un abrazo y pedirle perdón? He querido decirle eso desde hace mucho tiempo, verlo y decirle cuando lo extrañe.

Es la única persona que estába conmigo y me ayudó cuando mas lo necesitaba, sin embargo mi yo egoísta, ciego por amor, lo a orille ha irse.

No tengo el derecho de si quiera verlo a la cara, es mejor que siga creyendo que estoy muerto, ¿verdad? No puedo e involucrarlo en mi venganza. Es mejor estar solo.›

Rossi no se percató de que está siendo observando, Kostya no dejo de ver en todo momento a Rossi, es como si supiera algo.

—No lo conozco.—Incrusta sus uñas en la palma de su mano.—Mi padre y mí tío son quienes lo conocen.—¿Cómo es que Axel conoce a personas tan influyentes?

En estos últimos casi seis años han pasado muchas cosas por lo visto, mi mejor amigo el que dejaba de comer su comida para darmela a mí, ahora es un gran Ceo. Si es la misma persona que conozco entonces me alegro mucho por él.

Cumplir sus sueños, siempre decía que un día sería alguien e intocable que eliminaría todo aquél que hiciera sufrir a su hermanito, ese era yo.

—Si me disculpan tengo que irme, mi guardaespaldas debe de estar preocupado...¿Sí?—Mi brazo fue sostenido por esas grandes manos, ¿por qué están temblando de esa manera? Su hijo ya está a salvo.

—Mi padre quiere que vaya con nosotros.—Nunca había visto a mi padre tan nervioso.—Nosotros vivimos a cinco minutos donde vive Axel.—El niño estába interpretando las señas realizadas por su padre.—Podemos llevarlo.

—Bien.—De todas maneras vamos para la misma dirección.—¿Puedes cubrirte los oídos, pequeño?—Asi lo hizo.—¿Quién vendrá por los cuerpos de allá?—Apunto por los pasillos.—Él levantó su mano en señal de que espere, empezó a escribir en el celular.

"Ya se están encargado de eso, no tiene porque preocuparse. Todo esté lugar quedará como nuevo luego de que limpien todo." Fue lo que había escrito.

—Ya veo.—Se ve demasiado sano y no creó haya nacido con esa condición, cuando me vio en ese momento.

Él abrió su boca queriendo decir algo y logré ver su lengua como se movía...¿Por qué le estoy prestando atención a un desconocido que no tiene nada que ver conmigo.

—Entonces vámonos.

Si no me doy prisa Jos les llamará a mis padres, si eso pasa ellos estarán aquí en menos de una hora. No puedo permitir que vengan pronto porque me tendrán muy vigilado.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro