Como una hermosa pradera de lirios amarillos era ver sus lacios cabellos rubios, sacudidos por el violento viento. Largo hasta por la nuca y corto de los lados como de enfrente es el corte de cabello que lleva ese hombre de unos treinta y algo aunque no es la edad que aparenta tener. El aparenta tener 28 años.

Su rostro ovalado e inmaculado es toda una obra de arte, tiene unos bellos rasgos fáciles distintivos. Es un hombre sumamente guapo.

Con su mirada almendra, verde, mirado el cielo se encuentra ahí de pie con su magnífica figura imponente e intimidate de anchos hombros, una fuerte y muy amplia espalda. Cintura de sirena, más unas largas y muy sensuales piernas al igual que su mirada que en estos momentos tienen una profunda melancolía como frialdad.

No muy lejos de ese hombre cabello rubio, se encuentra otra persona que desde la distancia ese escultura cuerpo con musculosos definidos, se le podía ver decaído.

Dos hombre de 1.96 y 1.93 metros de altura con ese porte e imponencia también podían verse así de frágiles al parecer, pero no es porque quiera sentirse así. La razón por la que se encuentran melancólico es por la lápida frente a sus ojos. Siempre que suelen está desocupados ellos viene a dejarle flores a esa tumba.

—Llegue tardé y eso nunca me lo perdonaré.—Expresó con su voz tan grave y seductora tenía ese algo que al escucharla de hace emocionar.

Se arrepentirá toda la vida el no haber podido volver a tiempo, sacarlo de ese lugar así terminara siendo odiado para siempre, eso hubiera sido mejor a mirar en lo que su amigo se convirtió, en una fría tumba.

—Traje una vez más tus flores favoritas, las lilas.—Paso de estar de pie a sentarse en el suelo.—Están frescas y olorosas como te gustan.

Al estar en enero los últimos restos del invierno suelen cubrir el lugar de blanco, es por eso que él y esa otra persona no muy lejos de él, viene a quitar toda la nieve y a cambiar las flores por unas más alegres.

—Rossi...—Esconde su adolorido rostro en sus piernas.—Te lo advertí, te advertí que no confiaras en ese maldito.—Sus largos y gruesos dedos se aferran a la tierra bajo sus manos.

Todavía tiene pesadillas de ese día, cuando vio el cadáver de su mejor amigo, sin vida y mucho menos sus órganos. Le había sacado completamente todo dejado un solo cascarón vacío.

—Pero también soy culpable por haberte dejado solo, cuando se suponía que los amigos siempre están juntos sin importar nada.

Lentamente levantó su rostro quedado con la vista a ese cielo azul gris, estába avisando que se acerca una fría tormenta.

—No sabes cuántas veces he intentado matarlo, sin embargo si lo hago, ¿qué ganaría? Solo le daría un descanso y eso no puedo permitirlo mucho menos que vaya por ti a dónde sea que te encuentres.

Torturarlo es mucho mejor que matarlo, alguien como él tiene que pagar lo que hizo en vida. Ahora que tengo el poder suficiente es momento de iniciar mi venganza contra esa maldita familia, les quitaré de lo que más se enorgullecen, su fortuna. Los volveré clase humilde.

—Tu vive feliz en ese nuevo lugar aunque lo dudó, dudó que seas feliz si tú pequeño bebé, se encuentra en este mundo.—Mira a esa persona con ojos heterocromia.—Este hombre junto a mí logró salvar y rescatar a la ardilla, mi sobrino.—Expresó con una sonrisa.

Aunque en el proceso perdió lo que más amaba hacer, por desobedecer las órdenes de su primo Jordin, Kostya fue privado de volver a ejercer su profesión médica. Su mano derecha fue severamente lastimada, le llevo casi dos años el tener movilidad en ella.

—Le he preguntado varías veces del porque fue tan lejos por alguien que no conocía, pero hasta el día de ahora sigue sin responder y solo sonríe con pesar.—Creo que todavía se culpa por no poder salvarte, Rossi.

Kostya es tan diferente a su primo en tantos aspectos, al principio estaba decidido a darle su merecido por ser familia de ese malnacido, sin embargo luego de que me contacto y te mantuvo protegido par que nadie fuera por tu cuerpo, decidí no hacerle nada. Es por eso y por otras cosas que lo dejé como el responsable de Ciel.

Yo estába en una lucha de poder horrible por lo que no podía hacerme cargo de Ciel, no iba a ponerlo en peligro y es por eso que Kostya me fue la mejor opción. De igual manera lo he mantenido protegido junto a mi sobrino aunque en ocasiones él se siente inútil.

—¿Quieres que te dejé a solas con él?—Preguntó.

«Sí, solo será unos momentos.» Hablo con señas. {👉«»👈 eso es lo que usaré para cuando Kostya este hablado en lengua de señas.

‹Sigo sin entender cómo demonios perdió el habla, de un momento para otro Kostya no pudo hablar. Lo cual es raro porque en su momento hablé con él por un largo tiempo mientras me explicaba todo lo que sabía, sin embargo a los minutos después su boca no dejaba de vomitar sangre.› Expreso para simismo Axel, mejor amigo de Rossi.

—Bien, tomarte tu tiempo.—Dejo a Kostya ahí a solas.

‹Hola, la ardilla sigue creciendo sano y muy saludable.› Con cuidado dejo unas orquídeas blancas. ‹Tiene sus hermosos ojos, es la pequeña copia de usted. No hay día que no le hable de lo valiente que fue, también le hago saber y entender que su muerte no tiene nada que ver con su nacimiento. Qué no se culpe y también se agobie por nada porque a usted, no le gustaría eso.›

Kostya sonríe melancólico mientras mira la fotografía de Rossi, no lo entendía pero cada vez que veía esa sonrisa en ese papel, su pecho se estrujaba.

‹Lo llamé como quería, "Ciel" ese el nombre de la ardilla. Es un niño muy inteligente y muy pronto cumplirá seis años, hasta entonces vendrá a visitarle por tercera vez, es lo que me pidió como regaló de cumpleaños. Poder verlo ahora que tiene entendimiento y uso de razón.›

Su mirada se fue al cielo, e imaginándose el rostro de Rossi. Desde ese día Kostya no ha podido olvidar la sonrisa de Rossi mientras sostenía a Ciel en sus brazos.

Se culpa de no poder salvarlo y dejar a un pequeño sin papá, todo por no haber sido lo suficientemente fuerte, por ser cobarde cuando se trataba de su familia. Qué Como doctor debió de impedirle el paso a Jordi desde el momento en que empezó hablar de esa manera tan jodidamente desagradable.

Kostya se despidió con una sonrisa que no llegaba a sus ojos, diciéndole a la nada que vendría en otro momento a dejar otras lindas flores.

A paso lento y precisos salió de ese lugar, a fuera un séquito de cinco personas de traje y corbatas, tan grandes como un oso, estaban esperando al que vendría siendo su maestro.

Eran altos pero su maestro les seguía ganado por cinco centímetros. Ellos al ver venir a Kostya, corrieron a darle un nuevo abrigo y un vaso de café caliente para apagar un poco el frío.

—Dile a Ciel que llegaré en la noche.

«Bien, le diré. Nos vemos...»

—Ya deja de culparte, a Rossi no le hubiese gustado eso.

«Todo fue mi culpa, si le hubiera roto las manos a Jordin desde un principio nada de esto estaría pasando. Por mi negligencia y permitir que el entrara a la sala fue que Rossi terminó en ese estado. No trates de hacerme sentir mejor, es molesto y muy desagradable.» subió al auto.

—Ni el mismo se da cuenta de lo que siente. ¿Quién es el desagradable?—Nego con la cabeza.—Vamonos.

—Sí.—Cerraron la puerta antes de ponerse en marcha.

‹Cada vez que viene a este lugar entra con una expresión y sale con un semblante lúgubre, una aura abrumadora e espeluznante. Es lo mismo con el maestro Kostya. Solo cuando vienen a este lugar o cuando está presente el pequeño maestro Ciel, ellos dos se comportan civilizados.› Pensó el guardaespaldas y asistente de Axel.

—Timur, mira al frente.

—¡Sí!—¿Cómo lo hace si no me estaba viendo?—Recibió una llamada.—Cambia de tema.—Fue del señor Akim Petrov.

Timur, él es un hombre de cabello plateado trenzado, ojos hundidos color turquesa. Robusto y alto como un oso de las montaña en Nebraska.

—¿Ese viejo?—Frunció el ceño.—¿Qué quería?

Ya le dejé en claro desde hace años que no pienso permitir que expanda su negocio en este país, este lugar es mío y sin mi permiso nadie tiene permitido negociar con sustancias ilícitas.

Cualquier que desobedezca y quiso llevarme la contraria, hasta el día de ahora esas personas no se encuentra respirando mi mismo aire.

—No dejo ningún mensaje importante, solo que llamaría luego...

—Hablando del rey de Roma, ¿por qué no sea muerto todavía?—No quería contestar pero al final si lo hizo.

Si no tomaba la llamada el señor Petrov seguiría insistiendo hasta que él se dignara a responder y eso no resultaba, pasaría a llamar a cada uno de los subordinados de la persona que quería contactar.

—¿Qué quieres?—Cruza las piernas.—No pienso cambiar de opinión con respecto...

—No te llamaba para eso maldito mal educado.—Bufo.—Axel, ¿no ibas a responder, Verdad?—Rechino los dientes.

—Si lo sabes para que preguntas.—Ese verde de sus ojos parece un espléndido lago congelado.

—Sigo sin entender porque ese maldito vejestorio te escogió como heredero.—Chasqueo su lengua.—Eres tan malditamente molesto.

—Si solo llamabas para hablar sobre esa mierda, colgaré. Debés de ser un buen perdedor hasta cuándo vas a seguir llorando.

—¡Oye, no perdí! No olvides que quedamos empate.— Quería tenerlo cerca y luchar una vez más como hace casi seis años.—Como sea no te llamé para discutir sobre esa pelea.

—¿Entonces?

—Quiero pedirte un favor.

—¿Tú a mí?—Sonrió burlón.—El gran Akim Petrov necesita un favor de alguien como yo, muy irónico, ¿no?

—A pesar de que me caes mal reconozco que eres al único que puedo pedirle este favor, ¿vas a escucharme?

—¿Te vas a rendir si digo que no?

Axel sintió un extraño presentimiento algo que había dejado de sentir hace mucho tiempo, es por eso que siguió en la llamada e inconcientemente.

—Estas en lo correcto, tu opinión en realidad no me importa.

Su ceño se frunció horriblemente al escuchar la sonrisa de Akim, el nombrado se estaba burlando o siendo descaradamente arrogante.

—Solo quería comentarte que mi hijo llegará muy pronto a ese país.—Suspira con pesar.

—¡Ya despertó ese irritante hijo tuyo!

A pesar que se expresaba de esa manera de Rossi Kael, en su voz se percibió ese "me alegro por ti? Axel no conocía a Rossi, tampoco que lleva el nombre de su mejor amigo, [solo sabía que se llamaba Kael] pero eso no le impidió sentirse alegre por Akim, este había sufriendo mucho por ver a su hijo en ese estado de coma.

—Sí, despertó hace una semanas.—Su felicidades queda al descubierto cada vez que habla.

Una semana a pasado desde que Rossi despertó y esos días para él han sido extremadamente duros, cada mañana al despertar suele llorar porque las pesadillas suelen apoderarse de él. Esa pesadilla donde cae y trata de proteger a su bebé.

Su padre y tío al escuchar los horribles gritos y llantos de su amado kael, decidieron que sería bueno si para su recuperación se encontraba en un entorno completamente diferente.

—No sé encuentra del todo bien, mi hermano y yo pensamos que lo mejor sería estár en un lugar diferente a lo que es Rusia. ¿Puede quedarse en tu casa solo por unos días mientras solucionamos unos problemas aquí?

No es de mi agrado pedirle favores a un tipo como Axel, es una persona con varios secretos. Él, el vejestorio y yo nos conocimos en situaciones extrañas. Sin embargo, puede ser de sangre fría y llevar siempre esa cara de culo pero es una persona confiable.

—Mi padre adoptivo comentó en su momento que ese mocoso no se queda quitó.—No quería lidiar con algo como eso.—¿No me va obedecer y yo no estoy para estar lidiando con alguien así?

—¡Ese maldito bastador hablando de su ahijado!—Vociferó.—Ire a tirar sus cenizas al charco más sucio.—Sigue gritado.—Como sea, mi pequeño...ya no es ese mismo adolescente.

—¿Tan grave es?

Despertar luego de tantos años tirado en una camilla de hospital, más de algún efecto debe de quedar con él, en sus día a día. Empezado por la movilidad tiene que recibir terapia dos o tres semanas.

—Sus recuerdos se encuentran fragmentados por decirlo asi...

—Está bien.—Seguir indagado en un asunto tan familiar y delicado no es lo correcto, tampoco quiero saber.

Es más complicado que la movilidad, la familia Petrov deben de estar pasándola mal el tener que ser vistos como desconocidos no es nada grato.

—Si no obedece te lo volveré ha enviar a Rusia por paquetería.

No estaba hablando por hablar o una especie de broma para hacer enojar a Akim, no. En verdad tenía planeado enviarlo de esa forma si Rossi se comportaba como adolescente de 15 años cuando ya tiene 25.

Aunque estaría válido porque para él no había pasado los años estado en coma, sin embargo el alma ya no es la misma es una más madura y dañada mentalmente. No había tal cosa de actuar como un niño, no estaba para eso cuando tiene mucho que realizar.

—Lo haces y te lanzó al estanque de mis preciosas serpientes.—Amenaza.—Te llamaré un día antes de que parta para que vayas por él, estará yendo para allí la próxima semana.—Finaliza la llamada.

—¿Yo soy el mal educado?—Bufo.—Ni siquiera dió un gracias el muy bastardo, ¿le cuesta tanto?—Guarda su celular.

No me quedaré en el mismo lugar que ese niño, no estoy para jugar con él. Solo le daré su espacio cuando lo necesite poniendo unas cuantas personas cuidándolo para que nada le pase.

—Dile a Troy que se encargue de la limpieza de la habitación de huéspedes.—Cierra sus ojos, apoyado su nuca en el respaldo del asiento.—Que el color para pintar las paredes las elija él, es un joven de 25 años con mentalidad de 15. Investigue que les gusta a los adolescentes de esa edad.

—Enseguida.

Tal vez la llegada de ese joven vuelva un poco más alegré el entorno del jefe, por lo poco que se ese joven es un rebelde sin causa esperemos que haya madurado un poco luego de ese trágico accidente.

—No solo mi nariz pica mis oídos también, ¿alguien me está maldiciendo?—Seca su cabello recién lavado, después de una semana el caminar ya no le es tan angustiante, apuesto mucho esfuerzo en las terapias.

Creí que adaptarme a está vida sería fácil si solo tenía que fingir, fingir que soy Rossi Kael Petrov. Sin embargo, esa solo fue una ilusión mía, mintiéndome para tratar de avanzar con seguridad. Pero, es más difícil de lo que creí y cada día que pasa es como estar pegado al suelo con púas en los pies.

El caminar se siente explorar un hermoso y frío bosque con la maleza cubrido tu visión mientras las espinas de las lianas se van incrustando en tu cuerpo y así ahogándome con mi propia sangre.

No sé puede olvidar de un día para otro lo que fuiste mucho menos cuando para ti solo han sido unos días, pero para las personas que me conocen ya pasaron cinco años. Mi existencia ya fue complemento olvidada y es de ahí donde me agarraré con fuerza.

A todas esas personas que fueron crueles conmigos y me convirtieron en lo que soy ahora, les haré recordar una vez más mi existencia torturando lentamente y muy dolorosamente. Ya lo verán, solo esperen.