Jes tuvo el presentimiento que esos dos no tardarían irse a los golpes, con eso en mente optó por llevarse a Ciel lejos de esos dos. Yéndo a la cocina a preparar el desayuno de los dos tórtolos que aún seguían en la habitación, en eso Jes también aprovecho de enviarle varios mensajes a Rossi por si no había escuchado el escandalo que se armó en la sala.

Porque sí, los presentimientos de Jes se volvieron reales cuando Axel agarró la mano del señor Petrov y la giro, quería romperla pero Petrov es un hueso duro. Ágilmente se liberó del agarré.

De aquel Axel razonable y serio no quedaba absolutamente nada, la furia se apoderó de él ante la desvergüenza del señor Petrov. Akim Petrov. No pudo solo quedarse viendo esa sonrisa socarrona por lo que, Axel se la borro de un solo puñetazo mientras lo lanzó al suelo.

Akim no se lo esperaba pero cuando vino a reaccionar también se llevó consigo al contrario, Axel cayó encima de Akim este último aprovecho la oportunidad dada, manoseando el trasero del mas joven. ¿Para qué fue eso? Para que Axel se enfureciera, yéndose contó contra la persona que tanto desprecia.

Sin embargo, Akim no se dejó golpear solo porque esa persona es Axel, no. Akim regresaba los golpes igual o el doblé de fuerte que Axel. Ambos rodaban por el piso mientras se mataban a golpes.

Aunque el señor Petrov tuvo la audacia de tomar por el cabello a Axel y empujarlo cerca de su boca, uniendo sus labios pero hasta para besarse eran feroz má Axel, su intención eran arrancarle un pedazo de labio.

Esa ferocidad solo encendió a Akim queriendo sentir un poco mas el trasero de Axel así sea solo sobre la tela de sus pantalones, pero cuando el mas joven sintió tal dureza se levantó y se dejó caer con toda su fuerza "tal vez así dejá de estar estorbando" expresó, sonriente al ver la expresión lamentable de Akim por en verdad había dolido tal sentó sobre la virilidad del mayor.

—¡Tío, puedes venir a la cocina!

Ciel llama a Axel por pedido de Jes, no quería que Rossi vea a su padre en un estado tan vergonzoso porque para todos Akim es un hombre serio, intachable e imponente. Sin embargo, en estos momentos está lejos de ser eso cuando a recibido una paliza.

—De lo que te haz salvado, maldito.—Limpia la sangre de sus labios rotos, se lastimaron mientras eran besados bruscamente.

—¿Dónde vas?—Al igual que Axel se terminó limpiando sus labios aue también están lastimados, aún mas que los del contrario. Hasta mechones de su cabello hay esparcidos en el suelo.—Aún no hemos hablado... ¿Dónde está mi bebé?—Frunce el ceño.

—No estoy interesado en hablar y sobre Rossi, el debe de estar durmiendo y es mejor que no vayas a levantarlo o te echará a patadas.—No permite que lo toque.

Tengo ese presentimiento que la escena podría ser comprometedora, es mejor evitar que eso pasé o será vergonzoso.

—Mi sobrino me llama y él es más importante que cualquier otra cosa.—El odio y desagradó por él se lo dejó saber a través de su mirada.—Quiero vomitar.—Expreso antes de dirigirse a la cocina.

Akim solo se quedó ahí mirando su mano la que no puedo alcanzar a Axel, acto seguido la empuño y solo suspiro tras dejarse caer en el sofá. Recordando lo estúpido que fue al hacer esa dichosa apuestas sin saber que desde ese instante; su perdida ya estaba asegurada porque no fue ganar si al final se ganó el oído y repudió de Axel.

—Va estar difícil el volver a obtener un poco de su confianza.—Murmuró.—¿Por qué lo escuchó? Solo debería ir a despertar con un abrazo y beso a mi hijo.—Camina hacia las escaleras, pero en eso recibí una llamada.—¿Kael?

—¡¿Papá, cuando llegaste?!—Pregunta, poniendo su mano en el rostro de Kostya, empujándolo suavemente. Este último le estaba dejando besos en los hombros de Rossi.

—Ya estás despierto, entonces iré a tu habitación.

—¡Espera!—Siento que el corazón se me saldrá y es lógico, si mi padre nos encuentra de esta manera el que no saldrá ileso es Kostya.—Ya bajo, solo me cepillare los dientes.

—Pero...

—Padre, estás en casa ajena.—Le recuerda.—No puedes entrar y hacer lo que quieras solo porque sí, respeta el hogar que no es tuyo.

—¿Desde cuándo eres tan educado y te importa ese tipo de cosas?—Da la vuelta.—Pero tienes razón, hay que respetar.—¿Es esta la casa de Axel? Tengo esa sensación de que se han comido el lirio que he criado, cuidado como el tesoro que es.—Solo esperaré cinco minutos si no baja entonces subiré.

—¡Sí!—Finaliza la llamada.

Akim no sospechaba nada o tal vez se estaba haciendo el que no sabía, porque era imposible que no haya enviando a alguien más aparté de Jes a cuidar de su hijo.

‹Que Axel haya aceptado que mi hijo se quedará a su cargo no quiere decir que es porque le caiga bien, no. Axel lo hizo únicamente por la promesa que le hizo al anciano antes de morir, que cuando tuviera alguna dificultad me ayudara y con esto esa promesa estará cumplida.

¿Hubiera pensado igual si Axel le hubiese contado nuestro pasado? Es posible que ahí mismo me metía un tiro en mi entrepierna. ¿Cuando volvere a ver esa sonrisa que con solo verla hace vibrar mi viejo corazón?

Recuerdos...

Un Mercedes se estacionó cerca de la fuente congelada de una extensa pero hermosa Villa, las puertas de ese mismo auto se abrieron y lo primero visible fueron las piernas largas de ese hombre cabello azul plata y fríos ojos azules.

—¿Qué querrá ese viejo?—Se preguntó, soltando una bocanada de humo para luego volver a llevar ese cigarro a sus labios.

Una acción que le hizo ver muy sexy como si estuviera modelando los guantes de cuero, negros, mientras te incitaba a fumar pero del mismo cigarro que apresa con sus carnosos labios, rojos.

—Tal vez para presentarle su sucesor.—Responde uno de los guardaespaldas, acomodando el abrigo sobre los hombros de su jefe.—Como ya sabe, desde hace mucho que ha estado buscando uno que sea lo suficientemente bueno para volverse el jefe cuando el ya no esté...

—Ese viejo tiene mucho por vivir, es más probable que me muera primero yo.

—No diga eso, jefe.

—Es la verdad... ¿Eh?—El cigarro cayó al suelo al no poder sostenerlo, se exaltado cuando se encontró con aquel joven que no había visto desde aquella desastrosa despedida.—¡¿A-Axel?!—Solo dio cinco pasos y ya estaba cerca del joven.—¡Axel, con aquí estabas!—Lo abrazo.

Lo estuve buscando por tanto tiempo y él siempre estuvo a mi alcance, ese fue mi error el no buscar en este mismo país. Ahora que estamos nuevamente de frente hay que ser las cosas...

—¡Agh!—Sostiene su estómago.—Joder.—Se me olvidó que la última vez que nos vimos casi me arranca la lengua mientras nos besamos.

—¡Oye, jovencito!—Los guardaespaldas lo rodean.—No nos culpes pero tenemos que darte una lección por tocar a nuestro jefe...

—¡Ese viejo me tocó primero!—Se defiende

¿Quién es? ¿Por qué me llama o me mirá de esa mirada? Es extraño, mi corazón se agita pero la furia también a parece... Mi cerebro y corazón no se ponen de acuerdo, uno me grita que lo abrace y otro que le rompa la cara.

.—¡A los ojos de cualquier eso es evidentemente acosó!—Entre más lo miró más me hierve la sangre.—Solo miren.——Se señala.—Soy un joven atractivo de casi 22 años y él posiblemente ya un viejo treiton.—Aunque no creo porque su apariencia es la de hombre en sus veintitantos, muy masculino todo el exuda masculinidad.—Es evidente que quiere algo conmigo.—Declara muy arrogante.—Pero, es una lastima porque no me gustan los ancianos.

—Niño, tú...

—Ya basta.—Akim detuvo a sus guardaespaldas.—Axel, sé que estás enojado y es mi culpa pero, ¿no crees que es demasiado fingir que no me conoces?—Algo no se siente bien.

—No estoy fingiendo.—Frunce el ceño.—Viejo, no te conozco.—Mgh... ¿Por qué mi cabeza duele tan repentinamente?—Solo sigan su camino.—Necesito tomar una pastilla para la migraña.

—Axel...

—No sé cómo conoces mi nombre, pero en verdad no lo conozco... Ni siquiera se nada de mí mas allá de mi nombre.—"Solo presiento que me olvidado de algo más importante que de mi mismo." Ese algo era su mejor amigo Rossi.

—¡¿Haz perdido la memoria?!—¿Qué le pasó estos últimos años que lo llevó a terminar en ese estado?

—Eso parece.—Este hombre me conoce, ¿hay un pasado entre nosotros?—El señor Andreas encontró mi cuerpo flotando en el océano.—¿Por qué le estoy contando esto a un desconocido?—Como sea, no es importante...

—Yo si te conozco.—Lo agarre del brazo, no pienso dejarlo ir otra vez y que haya perdido la memoria tal vez sea algo bueno. Podemos empezar desde cero, ¿verdad?—Nos conocimos cuando participabas en una competencia de esgrima.

—¿De verdad?—Si me llamó y me vió con esa mirada era por eso, porque me conocía y no era una especie de coqueteo.

—Sí, en verdad te conozco.—Sonrío maliciosamente.—Te aseguro que somos buenos amigos.—Muy buenos amigos tanto que compartimos la cama, desnudos. Es algo que no puedo decirle.

—¡En serio!—Sonrío ampliamente.

—S-Si—Akim, empuña sus manos. Quería pasar sus dedos sobre esos finos labios pero se contuvo.

—"Entonces me podría ayudar a recuperar mis memorias, se lo agradecería mucho" creé que te diría algo así.—Sonrío fríamente.—Pues no.—Le metió otro puñetazo.—Dudo que seamos amigos si cuando veo su cara solo quiero impactar mi puño en ella.—Saco el dedo de enmedio antes de marcharse.

—Jefe, ¿por qué permitió tal falta del respeto?

—No importar si es protegido del señor Andreas...

—Jajajajaja.—Los guardaespaldas no entendían del porque se reía su jefe luego de ser golpeado dos veces.—Pueda que haya perdido la memoria pero el odió y la desconfianza sigue bastante arraigada en su alma.—Lascivamente pasa su lengua por sus labios.—Sera difícil acercarse a él pero también será divertido.

Actualidad...

Cuando logré volver a enamorarlo me espere demasiado para contarle nuestro anterior pasado, temía que me volviera a dejar y de solo pensarlo me aterraba que siempre decía "mañana se lo confesaré" el mañana llegaba pero lo volvía a posponer. Estúpidamente no aprendí de mi primer error cuando nos conocimos por primera vez y lo volví a comerte, solo que lo terminé pagado peor que la primera vez.

Cada vez que nos veíamos terminábamos en este estado, golpeados o con agujeros de balas. Tengo una el hombro como regaló de cumpleaños, yo le dispare una en la pierna cuando me enteré que iba a dormir con alguien más. Nadie puede sostener ni ser sostenido por Axel a menos que esa persona sea yo.

—Antes le rompo esa cosa entre sus piernas.—Expreso vicioso, con esos ojos azules tan sanguinarios.

—Papá, ¿a quién le vas a romper las piernas?—Preguntó, protegiendo detrás de su espalda a kostya.

Rossi tenía que ser un buen esfuerzo al estar de pie sin que sus piernas tiemble, si hubiese sabido que su padre venía no hubiera seducido a Kostya para que lo hicieran en la buena mañana, en la cama y la ducha del baño.

El hacerlo por mas de tres veces la noche de ayer no les fue suficiente. Sin embargo, por ser así de insaciables, Rossi siente que su espalda se romperá con cada paso.

—¿Qué te han dicho?—¡Lo sabe! ¿Es por eso qué vino sorpresivamente al país para atraparme en la movida?—Sea lo que te hayan contado primero escúchame...

—¡Mi bebé!—Lo levantó en sus brazos.—¡Dios, estás tan grande!—Besa las mejillas y frente de Rossi como su fuera un bebé. Bueno, a sus ojos su hijo siempre será un bebé.

—¡Papá!—Esto es vergonzoso, ¿qué pensará Kostya de esto?—No soy un niño y no he crecido nada.

El de ojos con heterocromia solo veía con ojos brillantes el rostro sonriente de Rossi, agradecido de en está nueva vida tenga uno padre tan cariñoso.

—Eres mi niño.—Abraza con protección a Rossi mientras sus ojos conecta con los de Kostya.—Le cortaré la salchicha a todo que...

—Nadie le cortará nada a nadie.—Hace que su padre le miré a los ojos.—¿Qué te paso?—Su mirada se oscurece al ver los golpes en la cara de su padre.

—Sobre eso.—No puedo decirle que moleste a Axel, ¿cómo me veré a lo ojos de mi hijo?—Fue tu tío, Yarik.—Le hecho las culpas a su hermano.—Tenia trabajo que hacer por lo que me quiso retener pero...

—Abuelo, mentir es malo.—Expreso el pequeño Ciel.

Tenía la sensación que ese hombre grande como un oso venía por Rossi, ahora que sé que es su papá estoy mas seguro de ello. No quiero que Rossi se vaya y nos deje atrás.

—Dile lo que en verdad paso a mi papá.—Corrió a los brazos de Rossi.—Mentir es malo, ¿Verdad, papá?—Rossi solo pudo asistir mientras sus ojos ojos se cristalizan, abrazando con fuerza a su pequeño hijo. Su corazón podría explotar de felicidad.

—¿A-Abuelo?

—¿P-papá?

Expresan al mismo tiempo Axel y Akim con expresiones que son todo un poema, ellos dos son lo únicos en no entender que está pasando exactamente y lo peor, Axel no quería ser familia de Akim Petrov.