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capitulo 40

Sus ojos con heterocromia se abren engrande mientras que sus manos se vuelven un tensó puño, controlando sus ganas de ir al frente y plantar unos cuantos besos en el joven de ojos lilas. Decirles a los presentes que Rossi es suyo, pero no tenía tal derecho y mucho menos le iba poner las cosas difíciles e incómodas al más joven.

Solo le tocaba mantenerse al margen mientras ve, vestido de esa forma tan sexy a la persona que quiere monopolizar únicamente para él. El que le roba la respiración sin tener que hacer nada mientras que su acelerado corazón quería salir de su pecho, atravesar el de Rossi y reunirse con el otro corazón latente.

‹"Quiero ocultarlo de todos y sacarles los ojos a cada una de las personas presenté." Fue mi primer pensamiento al instante en que lo vi llevando ese traje, no hay la mínima duda que a él le queda bien cualquier look. Sin embargo, hay mucha exposición de clavícula y pecho con los botones sueltos de ese blazer.

Ese pantalón es tan ajustado pero a la vez cómodo permitiendo redondear y moldear sus caderas, no sabía que usaría algo así por eso cuando lo vi entrado por esas puertas me quedé perplejo. Mirándole y tragando saliva en repetidas ocasiones en menos de dos segundos... Si yo estoy viendo toda su esplenditu, ¿los demás presentes también?› Kostya con una negra expresión miro a su alrededor y sí, todos parecían mirar únicamente un lugar y ese era Rossi.

No era para menos cuando su ropa fue diseñada muy  meticulosa, querían que Rossi detuviera los corazones de los televidentes con solo encontrarse con sus ojos, lila. Sin embargo, también tenía que lucir tan sexy como fuera posible pero al misma vez cautivador, misterioso.

Con un cabello medio húmedo cayendo en ondas sobre su frente, dándole a su apariencia un toque de joven nostálgico bajo la lluvia y un traje de tres pieza, un blazer tipo chaleco sin mangas, ninguna camisa bajo de el mas que únicamente la tensa y expuesta piel de Rossi. Sobre sus hombros estaría llevando un abrigo que terminará empapado de agua ya que, la primera grabación sera de dos minutos bajo la lluvia.

La segundo será cuando pase la tormenta y como si el celular que estará modelando fuera su arcoiris, lo tomará y caminará entre las lirios morados con blanco. Sonriendo ligeramente mientras sensualmente mirara hacia la cámara, diciendo las líneas que se le pidió que se aprendiera.

Si no le comentaron a Kostya que Rossi estaría usando una ropa como esa era porque lo sabían, que no querría que la persona en la que está interesado sea vista por medio mundo porque algunos no estaban ciegos, ellos si veían claramente que a su jefe le gustaba el nuevo modelo de la empresa.

—¿En serio es un principalmente?—Preguntó el director.

«Sí, es su primera vez. Él nunca a estudiado nada relacionado con el modelaje mucho menos la actuación.» Respondió Kostya sin dejar mirar al frente.

—Bien dicen que hay personas que simplemente nacen para brillar en cualquier ámbito.—Viendo como Kostya lo mirada eso quiere decir que los rumores no son del todo equivocado, nuestro director es el que está interesado en ese joven de radiantes ojos, lilas. Un color de ojos que no es nada común.

«Definitivamente el nació para brillar siempre sin importar cuan difícil sea la vida, se volverá a levantar y su brillo se intensificara.» El director solo se le quedó mirando a Kostya mientras que el ya nombrado veia a Rossi.

Para ser el primer día en su trabajo posando para la cámara en un estudio con unas cuantas personas, Rossi lo estaba haciendo muy bien. Primeramente se tomarían las fotografías, luego el anuncio publicitario y Rossi está siguiendo al pie de la letra las sugerencias del fotógrafo de como posar, al igual él agregaba su toque a cada una de ellas. Solo que, esos ojos con heterocromia se encuentra absorto en Rossi y se dió cuenta de ello.

‹Su mirada sigue estando fijamente en mí y en vez de ponerme nervioso e incómodo es todo lo contrario, es como si estuviera haciendo una seción de fotos privadas únicamente para él, porque es extraño que en este estudio con tantas personas únicamente pueda verlo a él... ¿Qué me está pasando exactamente? Me desconozco al igual que mis deseos, impulsos...› Sus corazones se sobresaltan al encontrarse con la mirada de él otro, comunicándose a traves de sus brillantes ojos.

Si Ciel los viera mirándose de tal manera se podría muy feliz, pensaría que la relación de ambos sigue avanzando para bien y que pronto el título de "familia" se volvería uno genuino. Tendría dos papás de los cuales presumiría todavía más de lo que lo hace.

—Tomarse un descanso.—Aplaude.—Retoquen el maquillaje de Rossi.—Aunque en realidad no lleva tal cosa, su piel sin imperfecciones ya es lo suficientemente sorprendente.—Comenzaremos a grabar después de unos minutos.

—Sí.—Responden todos yendo por un poco de agua o alguna golosina.

‹No creí que estar de pie, sentando y en ocasiones acostado sería tan agotador. Mantener una sonrisa o una expresión sería como coqueta no pensaba que fuera complicado. Siento rígida mi boca pero lo gracioso es que me parece divertido, no sé si lo estoy haciendo bien pero me está gustando hacerlo.

Oh solo estoy de buen humor luego de prender un pequeño mecha en la familia Medrano, una mecha que terminó creando un incendio forestal. Ha siso muy divertido leer los comentarios y ver las acciones caer de esa empresa, lo más divertido es imaginarse a la madre de Jordin dándole una paliza a su “fiel” esposo.

Cuando me encontré a Rakiel frente a la puerta estaba preparado para golpear a Jordin por si vino con él, pero no lo había acompañado seguramente no tuvo el tiempo si estaba tratando de arreglar lo que provoqué.

Al ser su prometido Rakiel se encontraba bastante preocupado por Jordin, se le notaba en la mirada esas ganas de querer ayudarle y cuando vió a Kostya quiso hablarle pero se contuvo, es muy probable que quería pedirle ayuda. Que ayude al bastardo de Jordin. Sin embargo, eso no pasará.

Kostya odia a la familia Medrano puedo verlo cuando interectua con Jordin, ¿pero precisamente por que razón? No creo que la causa principal sea por Ciel, y, ¿es muy arrogante de mi parte decir que por mí también?›

Rossi todavía no sabe que Kostya y Jordin son primos, ¿cómo reaccionará cuando se enteré y puede que se lo terminé diciendo Rakiel, en algún momento de deshago al ya no poder seguir soportando tantas cosas. Alejándolo aún mas de ese día en que Jordin le diga que se casen. Sigue esperando ese día con mucha ilusión.

—Como sea solo disfrutemos de las desgracias de quienes se lo merecen.—Susurra para simismo.

‹Cada día estoy mas cerca de poder vivir junto a mi pequeña ardilla, sin temor a que el bastardo de Jordin quiera actuar como un buen padre. Lo mataré antes de que eso pasé porque Ciel ni siquiera debe de enterarse que lamentable lleva sangre de ese malnacido.› De oscuridad se tiñeron sus ojos mientras sonríe maliciosamente, yéndo en dirección a Jes por una botella de agua pero Kostya lo interceptó.

—¿Kostya?—Ahora que lo tengo cerca el que me siga mirando tan fijamente genera ese ligero pero intenso hormigueo, en mi corazón.—¿Necesita algo?

Rossi no lo aparenta pero repentinamente el nerviosismo se apoderó de él, era extrano porque no dejaba de pensar o mirar los labios ligeramente entreabiertos del contrario, como si lo estuvieran invitando acercarse y plantar los suyos sobre los otros.

«No miento ni lo digo solo por decirlo o porque convivimos juntos, en la misma casa. Sin embargo, en verdad lo hizo muy bien tanto así que no podía mirar a otro lado que no fuera usted... Quería cubrirlo con mi saco y ocultarlo de todos para que nadie lo viera, sacarle los ojos a los que se atrevieron verlo por tanto tiempo.» Hizo fuertes declaraciones hasta la punta de sus orejas se volvieron todas rojas.

Rossi tampoco se quedó atrás al escuchar tal confesión, no lo asustó ni lo perturbó al contrario su rostro se tiño de rosa principalmente sus mejillas. Ardían entre mas tiempo pasaba y sus miradas seguían conectadas, viéndose con ese deseó de probar los labios del otro al punto en que miraron a su alrededor esperando que nadie los estuviera viendo.

Ambos estaban pensando lo mismo y fue Rossi el que jalo del brazo a Kostya, yendo a una esquina bien apartada y oculta donde le dieron rienda suelta a sus desbordantes deseos. Estremeciendose al sentir las manos del mayor rodeando su cintura, ese blazer le queda un poco corto por lo que las manos de Kostya se frotaron en la piel desnuda de dicha cintura.

‹La frialdad que se sentía en las partes expuestas de mi cuerpo pronto empezaron arder, no dolía ni mucho menos incómodo al contrario, es una sensación tan extraña pero al mismo tiempo tan familiar como si sus manos hubiesen tocado incontables de veces mi cuerpo, al grado de grabar su calor, sensación trasmitida por él en cada rincón de mi piel.

¿Qué significa esto? ¿Por qué hay ese tiempo de sentimiento y el cual crece cada vez que entro en contacto íntimo con Kostya?... ¿De que más me he olvidado?› Pronto dejó de pensar en otra cosas que no fuera sobre el apasionado beso que se están dando, Kostya lo levantó del suelo y Rossi enredó sus piernas en la cintura del contrario mientras su espalda se apoya en la pared detrás de él.

—Nmh~—Dejo expuesto un suave gemido tras la invasión de esa lengua que no tardó en bailar con la suya, produciendo otros ligeros ruidos obscenos que solo encienden la fogata dentro de sus pantalones.

—Kostya... Anhg~—Susurró entre lascivos gemidos el nombre del contrario, al sentir la embestida del contrario sobre su trasero.

Erizado y electrocutado el corazón del ya nombrado al escucharlo llamarle con esa voz, mientras traga grueso al conectar con los hermosos ojos, lilas. Suavemente nublados.

—Aquí no.—Detiene los movimientos de las manos traviesas de Kostya.

¡¿Como se me ocurre hacer algo como esto en mi lugar de trabajo?! No seré nada profesional si dejó todo a medias pero lo mas loco es que quiero, quiero ser sostenido de diferente manera por Kostya... ¡Me he vuelto loco!

—Continuemos cuando estemos en la casa.—Expreso sin poder ver el rostro de Kostya, está muy avergonzado en estos momentos.—¿Qué dice?—Esconde su avergonzado rostro en el cuello del contrario, aferrándose fuertemente de esa confiable y tan amplia espalda.

Con sus dedos en la espalda del joven escribió un "sí" que continúen cuándo estén en casa, sintiendo que su corazón explotaría tal cual escucha los juegos artificiales explotando en sus oídos cada vez que la respiración de Rossi respinga en su oído.

—Volvamos discretamente.—Baja de los brazos de Kostya no quería saltar a Rossi pero siempre si lo hizo.—¿Me sigo viendo bien?—Pregunta acomodando su ropa.

«Radiante, se ve demasiado radiante tanto que me gustaría ser cegado pero entonces no podré verlo más.» mueve unos mechones de cabello en la frente de Rossi, volviendo nuevamente al estudio sin llamar la atención ni levantar sospecha.

—Tan cursil.—Dije que no le gusta escuchar eso pero pequeña sonrisa en sus labios lo es todo, de como eso le hace sentir.—Solo darme la botella de agua que se suponía que me iba a dar.—Extiende su mano.

El mayor le pasó una botella de agua mucho antes de que Jes lo hiciera, el guardaespaldas al ver eso solo retrocedió dos pasos hacia atrás. Chocando su espalda contra la cara de la otra persona.

—Oh, me disculpo... ¡Tú!

—¡Yo, qué!—Alza la voz.

¿No se me rompió la frente, verdad? Tal impacto se sintió como golpear una piedra, ¿qué ejercicios hace para tener una espalda tan dura?

—Fijate por dónde vas, jirafa.—Frota su frente.—Si se me hace un chichón me las pagarás.—Piso con fuerza el pie de Jes.

—¡¿Agh?!—¿Usa zapatos o ladrillos? Es la primer pisada que me ha generado tal incomodidad.—Crees que por usar zapatillas de suela alta te quitará lo pequeñín.—Lo mirá de arriba a bajo.

—¡¿Qué estás viendo?!—Se abraza a simismo.

—No es como si hubiera mucho que ver.—Lo ve con desdén.

—¿Quieres ver si también tengo pequeño esto?

El asistente de Kostya tenía pensado en hacer una seña obscena, pero se contuvo al ver que las demás personas estaban volviendo y algunas ya estaban viendo en su dirección. Por lo que solo fulminó con la mirada a Jes, diciéndole que se las pagará en cualquier otro momento, día.

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