capitulo 37
El desayunar con ellos dos nunca se había sentido tan bien como lo es ahora para Rossi, de por si ya, se sentía cómodo. Agrable el desayunar con Ciel y Kostya pero ahora que sabe la verdad, de que Ciel es su pequeña ardilla esa comodidad, alegría, se intensifico el triple.
‹Le diré a Jes que investigue a fondo el intento de secuestro de Ciel de cuando nos conocimos, eso sigue siendo extraño que hasta el momento Axel no haya encontrado nada quizás Troy este involucrado.› Antes quería involucrarse en ese asunto pero el mostrarse tan insiste podría traer malos entendidos, por ello guardo su distancia pero ahora eso ya no puede ser posible.
-¿Quieres otro panqueque?-Pregunte, limpiando las migajas de las esquinas de boca.
‹Cada vez que lo veo con sus mejillas bien abultadas con comida, es difícil no imaginarlo como un pequeño y tan adorable ardilla.› Le encantaría tomarle unas cuantas fotografías, crear uno o dos álbumes.
-La mitad.-Sonríe, sosteniendo el vaso de jugo en sus manos mientras mueve de aquí allá sus pies bajo la mesa.
Todas las mañanas han sido geniales pero si duda está es la mejor, siento que mi corazón se saldrá de mi pecho ante las genuinas muestras de afecto de Rossi no solo eso, siento que él y yo nos hemos acercado mucho más. Ya no está esa línea que percibía anteriormente, esa que Rossi marcó y no quería cruzar ni que yo la cruzara. Desapareció.
-Solo la mitad.-Expreso nuevamente.
-Bien.-Lo parte en dos.-¿Quiere o gusta un pedazo de pechuga a la plancha?-Esta vez le pregunto a Kostya.
Nadie lo sabia pero los últimos días o mas bien desde la primera vez que Rossi conoció a Kostya desde entonces, cuando nadie lo ve suele estudiar en línea arduamente la lengua de señas. Le cuesta un poco pero lo está intentando, se propuso a estudiar por dos razones primeramente, para poder comunicarse con Kostya ya que estaban viviendo juntos.
La segunda razón es; porque no quería ser el único sin saber lo que Axel hablaba con Kostya, tenía la sensación que era importante y también de que hablaban de él y ni enterado.
-¿Pechuga?-Kostya solo asintió.-Aquí esta.-Sirvió la porción en el plato.-Comerse los pimientos, brócoli.
-A mi padre no le gustan los pimientos.-Menciona Ciel.-Si él no las come yo tampoco.-Deja saber su postura mientras saborea su panqueque.
-Con que esas tenemos.-Apoya sus codos en la mesa, sosteniendo su rostro. Viendo fijamente a Kostya el que suda frío.-¿Ya le gustan?-Sonríe.-Y mucho, ¿verdad?
«¡sí! ¡Me encantan las verduras sobre todo el brócoli!» Respondió inmediatamente dejando sin palabras a Ciel, dándose un pequeño regaño asimismo por ver dicho que no comería si su padre no los comía. Dirigiendo su mirada brillante directo a Rossi.
-Puedo..
-Es un rotundo no.-Tiene que comer saludable y de vez en cuando comida chatarra.-Si quieres ser tan alto como tu padre tienes que comer muchas verduras.
-Pero si padre solo come una minoría de verduras... No seré quisquilloso.
-Aprenderé a cocinar lo que no te gusta de una manera que te sea agradable.
-¡Lo estaré esperando!-Confío que así será.
-Sí.-Ve discretamente a kostya pero resulta que este ya lo estaba mirando desde antes, entrelazando sus miradas.-Para usted también.-Comento mirando a otra dirección.
‹Estoy tan feliz de convivir con mi pequeño, prepararle su comida favorita, darle de comer. Ayudarle a vestirlo entre otras cosa, no estuve para cambiarlo de bebé, bañarlo y despertarme a media noche a darle de comer pero podré ayudar a partir de ahora, en lo que necesite. Eso también incluye a Kostya, estará incluido en nuestras vidas.› Ligero es el sonrojo en sus mejillas al recodar el beso que se dieron antes de descubrir que Ciel es su hijo.
No tenía el control de sus extremidades por lo que la comisura de sus labios no dejaban de levantarse hacia arriba, formando una sonría la que logró ocultar tras la taza de café con leche que alzó rápidamente. No quería que los presentes pensara que esta loco, o que lucede algo aunque no podía ocultarlo de Kostya.
El de ojos con heterocromia tenía una ligera sospecha de lo que estaba sucediendo, presiente que Rossi ya sabía de su parentesco con Ciel. Eso le explicaría del porque el día de ayer cuando lo estuvo buscando lo encontró abrazando a Ciel, mientra los dos sollozaban.
‹Me fue sorpresivo que de la nada el me jalara del brazo, llevándome a unirme a ellos dos en ese cálido abrazo. En la manera que veía a Ciel y de como su mirada que anteriormente solo veías esas sed de sangre, se volvió intensamente brillante. Él ya no tenía pensado morir, sus ganas de vivir ardieron pero sí, la sed de venganza no ha disminuido ni un segundo. Lo cual es bueno pero al mismo tiempo destructivo.
Es verdaderamente frustrante el no poder decirle nada acusa del trato con Bariel. Nsé que quiere realmente ese extraño demonio, entiendo las condiciones que puso para traer a la vida a Rossi. Han vivido por tantos años que su única diversión es ver esta clase de situaciones aunque nadie me obligó, acepte por mi propia cuenta porque al final si todo falla el que desaparecerá para siempre ese soy yo.›
Kostya al estar inmenso en sus pensamientos no se percató de la mirada fija en su rostro, esos ojos lilas se percataron de la rareza en Kostya. Así no fuera expresivo y su semblante es serios como si nada pasará, a los ojos perzpicas de Rossi no se les pasó nada y noto esa rareza que no le dio buena espina. Como si Kostya estuviera resignado a desaparecer.
-Tenemos que mantenernos siempre saludables, no enfermar.-Expreso sin levantar su mirada pero Kostya se dio cuenta, de que esas palabras iban dirigidas principalmente a su persona.-Y mucho menos rendirnos ante una dificultad que a nuestro ver es imposible de superar.
Buscaré un buen momento para hablar con Kostya de lo que sucedió luego de mi muerte, del porqué accedió a aceptar está responsabilidad de cuidar a Ciel. Tengo tantas cosas que preguntarle pero no sé por dónde empezar ni sé cómo decirle que soy el papá Ciel sin quedar como loco a sus ojos. ¿Quién en su nado juicio creería que renací en otro cuerpo? Me enviaran directamente al psiquiátrico.
Mientras buscó una manera de hablar sobre eso con Kostya, también me estado prepandado para darle el primer golpe a la familia Medrano, sacudir las aguas para sacar a mente maestra de mi muerte porque el bastardo de Jordin y su familia solo son piezas moviéndose al antojo del verdadero culpable. Sin embargo, podrán ser piezas lo que quieran de igual manera obtendrá su castigo.
-Si ya terminaron de comer vayan a cepillar sus dientes.-Recoge los platos.-Luego por sus cosas para ir al... ¡¿Unh?!-Se contrae al frotar sus manos con las del contrario.
Lentamente levantó su rostro hasta que su mirada se volvió una con ese brillante par de ojos, mirándole nerviosamente y el leve sonrojo en las orejas de Kostya no pasó desapercibido para Rossi, quien consideró lindo tal timidez cuando anteriormente le había dado un beso francés. "¿Dónde quedó esa timidez o pudor cuando delizo con ímpetu su lengua en mi boca al besarnos?" Se preguntó Rossi, sintiendo ahora él tal vergüenza.
-¿Sí?-Vuelve en sí.-¿Sucede algo?
Kostya quería ser el quien recoja y lave los platos, aunque a Rossi lo tocaba eso ya que Kostya es el que preparo el desayuno aún así, quería hacerlo de igual manera por eso al sostener los platos también lo hizo con las manos de Rossi.
Ciel desde una esquina comía sandia mientras los observa con ojos brillantes, no quería interrumpir por lo que no tradujo lo que su padre quería hacerle saber a Rossi. Pensando en una solución en las que terminen haciéndolo junto.
-¿Ya terminaron de desayunar?-Preguntó la visita inesperada.-¿Qué están haciendo?
-Tío, en serio eres tan inoportuno.-Lo fulmina con la mirada.-Si quieres comida gratis entonces lava los platos primero.-Se los entrega.-Ellos tienen que prepararse para llevarme al jardín de infantes.-Sostiene las manos de sus padres, dejando ahí a Axel con los platos en las manos.
-¡La comida sigue caliente puedes desayunar y después lavar los platos!-Comentó Rossi desde la sala.
Sonrió discretamente al imaginarse la expresión de Axel, sabía cuanto detesta Axel el lavar platos entre ellas las cacerolas a eso le huye. No le agradaba el aceite impregnado en ellas porque en ocasiones le costaba quitarle eso.
-Joven maestro.-Jes llama la atención de Rossi.-Ya preparé lo que me pidió con respeto a lo que usará en su primer día de trabajo.
-Gracias.-Ve tanto al padre como el hijo.-Pueden adelantarse, los alcanzaré en un segundo.
Ellos dos solo sintieron obedientes, respetan la privacidad de Rossi y tampoco tenían curiosidad por saber así confían en Rossi sin estar consciente o tal vez si.
-¿Lo otro ya está listo?-Preguntó bajito.
-Sí, ya fue subido a la red con dirección IP desde diez diferentes países no podrán dar con el correcto.-Informa.-Tampoco lo podrán bajar hasta después de cinco horas, lo mas comprometedor lo deje de último como pidió.-Sin cuestionar nada Jes solo siguió las ordenes de Rossi.
-Bien, lo hiciste bien.-Su infierno está empezando.-Ve a preparar el auto, saldremos en unos minutos.
-Si.-Hace una reverencia.-Con permiso.
-Una lastima que no podré ver sus reacciones.-Tararea.
‹Espero que a la familia Medrano le guste mi regalo, me desvele junto a Jes la mayor parte de noche y la madrugada preparando tal obsequio principalmente para el padre de Jordin, ese bastardo infiel al igual que su hijo. De tal palo tal astilla, veremos si logra seguir teniendo esa fachada de esposo ejemplar.
Es inaudito que una persona como esa se estuviera postulando para el gabinete de estado, prometiendo un sinfín de cosas y aparentando ser un santo. Por ello espere justamente este momento para subir tales videos, fotos, para dañar su campaña y matenerlo ocupado en limpiar su imagen mientras me preparo para el siguiente ataque.
Quiero mostrarles a todas esas personas que los creen una familia integra, se de cuenta la clase de personas que son. Porque a pesar de estar en una situación económica no tan estable quieren seguir aparentando lo que no tienen, arrogantes hasta la médula creyéndose mejor siempre.>
El primero en ver tal noticia en primera plana no fue otra que la madre de Jordin, justo lo que esperaba Rossi porque basándose en su investigación lo primero que hacía la señora Medrano al despertar, era buscar en la sección de chismes. Le encantaba criticar a las y los protagonistas de esa sección que ver y leer sobre su esposo le dará una embolia.
-Jordin, ¿sabes que ayer fue el cumpleaños de tu hijo y la muerte de Rossi?-Pregunta con cautela Risto, ayudándole a Jordin a ponerse el saco.
-Sí, lo sé. ¿Como podría olvidarlo? Ese es imposible de olvidar.-Negra era es su expresión.-Una vez mas no tuve la oportunidad de ir a visitar a tumba, ese día ese maldito incrementa la seguridad de ese lugar.-Chasquea la lengua.
-Pero también sabes que es el cumpleaños del hijo de Kostya.
-¡¿Qué?!-Detuvo todo movimiento.
Soy consiente de que Kostya tiene un hijo del cuál no estoy interesado, me da lo mismo su existencia porque no es querido por mis abuelos, es un bastardo y ellos odian los bastardos. Sin embargo, no sabía que cumplía el mismo día que mi pequeña ardilla.
-Es una coincidencia, ¿verdad?-Sonríe rígido.-Si, nada más eso.-Vuelve a tener su expresión habitual.-¿Cómo te enteraste?
-Fuí con la intención de pedirles que por lo menos dejarán mi ramo de flores en sus tumbas, como si fuera de mi parte pero en realidad era tuya...
-¡Yo no te pedí eso!
-Lo sé, pero no logré mi cometido porque había demasiado seguridad pero si logre ver la decoración de cumpleaños. Había juegos inflables para niños y todo te indicaba que era un cumpleaños para un niño.
-¿Qué buscas al decirme esto?-Lo sospechaba pero se hizo el tonto.
-Nada, simplemente no sé si es solo una casualidad...
-¡Él está muerto junto a su papá!-Exclamó.-¡Tú lo vistes y yo también lo vi!
-Solo olvídalo...
-¡Aaaahhh!-Ese exagerado gritó se escuchó en cada rincón de la propiedad.
-¡Mamá!-Salió corriendo a su dirección.
-¡Esto tiene que ser calumnias!... ¿Verdad? Mi marido no puedo hacerme algo así.-Se niega a creerlo.
Podría tolerar una o que otra cosa de su esposo, pero el ser infiel no estaba entre ellas y lo peor de todo cuando ni siquiera logró ocultar las pruebas de ese hecho. Ahora le tocaría vivir en vergüenza eso era peor que la muerte para ella.
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