capitulo 35
La fiestas estaba yendo de lo mejor no había sucedido nigún percatandose y en todo momento los de seguridad, estaban alerta a cualquier peligro. Procurando que la felicidad y la paz sigue tal cual esta porque este día tener que ser inolvidable para el pequeño Ciel.
Ese pequeño que no aparado de moverse por nigún segundo, mostrándole su casa a sus compañeros, subiendo a los juegos inflables a los cuáles invitó a sus padres. Los demás niños al ver y sentir un poco de envidia por como se divertían en familia, también llamaron a sus padres. Eso los llevo a realizar juegos diferentes entre ellos, el ganador se estaría llevando un premio lo que hizo mas divertida convivencia entre ellos.
Kostya y Rossi era muy competitivos al igual que los demás padres, no podían quedarse atrás mientras sus hijos los observan con ojos brillantes, tenían que llenar o superar las espectativas de sus pequeños hijos.
—¿No debería ser usted el que esté ahí con el maestro Kostya?—Preguntó con cautela, sirviendo un poco de juego en el vaso.—Usted es su tío, como tal es el más adecuado para ejercer el rol de...
—Ya basta de tus insinuaciones, Troy.—Paro su charla con doble intención.
En serio Troy ha sido un amigo y empleado tan excelente, uno en el cual puedo apoyarme con finanza cuando tengo algún problema, tanto en la empresa como en vida privada. Sin embargo, desde que Rossi apareció ha estado cambiado espontáneamente.
Y no es como que no lo supiera que está enamorado de Kostya, he intentando el hacerme que no se para no avergonzarlo. También lo hice para que su relación con Kostya no se vuelva incómoda porque; a los ojos de Kostya anteriormente no podía existir nadie más que no fuera mi mejor amigo. No obstante, eso cambio con la llegada de este joven con el mismo nombre de la persona que tanto hemos extrañado.
Fue entonces que Kostya volvió a tener ese brillo en sus ojos, la vida volvió a tomar sentido para él y ya no estaba perdido en la oscuridad en los recuerdos como arrepentimiento.
—No creas que no sé lo que en realidad estás pensando.
—No quería darme entender de esa manera, jefe.—Agarra con fuerza el vaso en sus manos.
Va de nuevo a interceder por Rossi solo porque tiene el mismo nombre que su mejor amigo, ¿dónde está el jefe que odia el apellido Petrov? No sé porque cada vez que escucha el nombre "Akim" o, el apellido "Petrov" se pone de malas y empieza a usar la fotografía del señor Petrov cómo tiro al blanco, tanto es su odio que acierta a la primera; dándole en los ojos y boca con el dardo.
—Tampoco es mi intención ofender a nadie mucho menos malinterpretado.
Desde ese día que Rossi se lastimó el mismo el pie y me hizo ver cómo culpable, mi jefe ha mostrado cierto descontó hacia mi persona, y me lo advirtio en ese instante; que dejara de meterme con Rossi.
Entiendo su postura y del porque lo hace, sé que no quiere tener problemas con el viejo Petrov ya que, es una potencia muy poderosa en el bajo mundo tanto como en lo legal, según los informes en tan sólo una semanas barrió por completo a los culpables fugitivos, esos que se había aliado con los enemigo y mandaron a su hijo al hospital. Se convierte en demonio cuando se trata de su hijo, lo quiere y mima tanto que por eso es como es.
—Solo que, el joven Petrov recién conoce al pequeño Ciel. No debería de tener un papel tan importante en su vida, no cuando se irá pronto del país.—Expuso sus preocupaciones.
Cuando le muestre el altar tan hermoso y cuidado donde guardan todas las cosas del difunto joven Rossi, entonces se dará cuenta que no lo aprecian solo porque sí, sino por lo que les recuerda.
—¿Cómo se sentirá Ciel cuando eso suceda?
—No sentirá nada porque Rossi no se marchará a nigún lado, y si vuelve a Rusia es bastante problema que ese par se vayan con él.—Dijo con firmeza y seguridad.
Troy creé que Kostya y Ciel ven a Rossi cómo un reemplazo o recuerdo de mi difunto amigo, pero no es así. Ellos dos al igual que yo, nunca usaríamos a otra persona solo para manter la falsa ilusión de que Rossi está vivo. Eso sería ser demasiado vil y repugnante el jugar con un ser vivo de esa forma solo por nuestros deseos egoístas. Por lo que puedo decir con certeza que tanto Ciel cómo Kostya, ellos sienten una conexión y amor genuino por este Rossi.
—Kostya ya está acostumbrado a ese clima, vivió unos cuantos años en Rusia. Y, según sé, tiene una casa propia en ese país.
Aunque no quiero ir a Rusia de visita si un día se marchan, ver la cara de ese maldito es lo menos que quiero. Me hierve la sangre el solo recordar lo maldito que fue mientras yo tenía amnesia en ese entonces, aprovechó para ser de las suyas al no recordar lo que sucedió entre nosotros en Rumania. Sin embargo, el mismo día en que recupere mis recuerdos ese mismo día le atravesé el hombro y pierna con una bala. Me fuí sin mirar atrás y sin importarme si vivía o moriría.
—Con respecto a Ciel que puedo decir, el estará encantando de ir a vivir ahí si es con Rossi...
—¡¿Qué?!—El vaso casi cae al suelo ante la repentina y tan sorpresivas palabras.
¿Cómo podrían irse cuando la tumba y todo lo que le recuerda al joven Rossi está aquí? ¿Tendría el valor para dejar a mi jefe en este lugar? Eso no puede pasar, ellos no pueden irse a Rusia.
—¿Qué hay de usted?—Guarda la calma.—También es su familia, su tío.—Enfatiza.—¿No creó que esté dispuesto irse a Rusia?
—No iría, alguien tiene que quedarse a cuidar de las tumbas.
—Pero...
—Sin pero, Troy.—Suspira profundamente.—Por tu bien te aconsejó que no hagas nada estúpido.—Lo ve directamente a los ojos.—Yo, no soy alguien que perdona sin importar si esa persona ha sido leal conmigo.—Advierte.—No hagas que te atraviese con una bala todo por dejarte llevar por tus celos, amor no correspondió por Kostya.
—¡C-Como es que...!
—Eres tonto al pensar que no lo sabía, que estás enamorado de Kostya.—Siempre lo he sabido, no fue nada bueno en ocultar dichos sentimientos si cuando ve a Kostya sus ojos brillan tan frenéticos.
‹También sé que se esmera mucho por cuidar a Ciel únicamente para obtener puntos, quise impedir que siguiera visitando a Ciel e Incluso hablé con mi sobrino al respecto, si le incomodaba la presencia de Troy y dijo que no. Que sabía de porque era así como él pero que no sentía intenciones malas hacia el por lo que le daba igual si estaba cerca suyo o no.› En ese entonces Troy no estaba tan desesperado como lo está ahora que según; tiene competencia.
Mas bien, siempre tuvo esos pensamientos retorcidos cómo celoso solo que antes podía ocultarlos bien, también porque estaba confiado de que nadie podría arrebatarle a Kostya ya que, su corazón tenía dueño uno que Troy se esmeró por reemplazar pero sin tener buenos resultados.
—Por tu bien te digo que superes esos sentimientos y mires a otras direcciones, tal vez en una de ellas logres encontrar alguien que pueda verte únicamente a ti.—Pone sus manos en los hombros de Troy.—En serio no tires tu vida a la basura por una persona.—Era una sutil advertencia.—No digo que está mal amar pero cuando no se puede está bien soltar, sanar y emprender otros caminos.
Si con esto no entiendes que lo que haces está mal y no te das por vencido, entonces espero y no me culpes por ser despiadado. Cómo amigo y jefe le estoy dando una última oportunidad para que recapacite pero si al final elige lo que estoy pensando; tendrá que descansar en paz de esa manera sus celos no alcanzarán ni harán sufrir a nadie.
—Meditarlo.—Se pone de pie.—Ire a jugar un rato con mi sobrino y sus amiguitos.
—Como si eso fuera tan fácil.—Susurró, Troy. Mirándo a lo lejos a la persona que tanto le gustaba, sonriéndole a alguien más.
‹No es justo, nada de esto es justo. ¿Si tuviera el nombre de Rossi y sus ojos entonces Kostya si me miraría? Porque aunque mi jefe diga que no lo están viendo como un remplazo es simplemente mentira. Si lo miran por lo que es, un sustituto.› Apretó sus dientes.
Troy estaba por levantarse cuando vió esa llave cerca de sus pies, sus ojos brillaron al darse cuenta que es nada menos la que abre esa habitación a la cual nadie aparte de Kostya, Ciel, Axel, tienen acceso. Sonrió ampliamente, alegré que la suerte este de su lado ya que, no tendría que ir a robar la llave porque a Axel se le cayó. Sin ponerse a pensar que eso podría ser una prueba para decidir su destino.
Sin embargo, estaba estaban tan desesperado por sacar a Rossi de sus vidas que no contempló esa posibilidad y, mientras planeaba como arrastrar a Rossi sin que los demás lo siguieran, el nombrado se encuentra con sed tras correr mucho en las competencias de padres.
—Estos niños si que tienen energía.—Comenta Rossi, con sed. Tanto andar de aquí allá le ha dejado sin aliento y quería tomar asiento por unos segundos.
‹Es como si la azúcar los volviera todavía más imperativos de lo que ya son, pero el solo ver la sonrisa brillante de Ciel es suficiente para decir que lo vale. No hay nada mas tierno que ver ese brillo en sus ojitos, feliz de poder hacer tantas cosas junto a sus compañeros como padre, conmigo también.› Discretamente mira a Kostya sin esperarse que también lo estuviera viendo.
—¿Quiere un poco?—Preguntó, liberándose de la vergüenza de ser atrapado viéndolo a escondidas.—¿Quiere jugo de naranja o manzana?—Señala los vasos pero Kostya apunto el vaso sostenido por Rossi.—¿Este?—El mayor solo asistió.
Rossi creyó que se refería a la bebida dentro del vaso pero para su sorpresa eso no era así, se dió cuenta de ello cuando sobre sus labios cayeron con gentileza los de Kostya.
‹No podía resistirme el no besar sus labios cuando se veía tan apetitosos, el jugo al humedecer sus labios los convirtió en caramelo jugoso y tan brillantes que los míos solo querían acariciarlos asi como mi lengua saborear su dulzura.›
Kostya espera que un buen golpe se impactará en su cara por ser abusivo pero fue todo lo contrario, fue él, quién se estremecio al sentir las manos de Rossi rodeando su cintura, atrayendolo mas cerca de su cuerpo. Profundizando el beso.
—Si lo va hacer entonces hago sin miedo.—Expreso, viéndose serio pero con sus orejas todas rojas.—Volvere en momento.—A lo lejos observó que Troy lo estaba llamando.—No estoy huyendo.—Se vio en la necesidad de aclarar.
‹¿Qué estará planeando este loco ahora? En serio que, quiere ser eliminado más antes que tarde. Cuándo nadie ve lo meteré en un costal y lo llevaré al desierto.› Rossi no era confiando, le hizo una seña discreta a su guardaespaldas para que lo siga.
—¿Qué quieres?—Preguntó directamente.—No sé que estás planeando pero sea lo que sea el único perdedor aquí, ese será tu.
—Ya veremos.—No le da importancia a las advertencia de Rossi.—Dicen que el que ríe de último ríe mejor.—Sube la escalera.—No te quedes ahí, sígueme. Te mostraré el motivo por el cual les caes tan bien a Kostya y a Ciel.—Comunica.
—¿Qué?—No puedo negar que esas palabras si me generaron curiosidad, ansiedad... Yo, solo lo seguí.
—Ya lo sabes, ¿verdad?—Suben otras escaleras a mano izquierda.—Que la persona que dió a luz a Ciel es un hombre.
—¿Qué hay de malo en eso?—No sé porque pero cada vez que subía un escalón sentía mi corazón agitarse, la incertidumbre me estaba sofocando.
—No estoy diciendo que haya algo malo con que haya sido un hombre. Pero, ¿qué pensarías si ese hombre se llamaba igual qué usted?—Se detienen en la puerta.
—¿I-Igual que yo?—Ya no podía manterse inexpresivo y ni fingir que no le importaba lo que estaba diciendo Troy.
Para este punto tanto la respiración como temblor inundó cada rincón de su ser, pensado; "¿de cuenta porciento es la posibilidad de que ese Rossi sea mi antiguo yo?" Rossi tuvo que arañar sus piernas para no caer, había mucho temblor en sus pies.
—Sí, el otro papá de Ciel es nada menos que él.—La puerta se abrí de par en par y aquellos ojos lilas de la fotografía de un metro, se encontró con los lilas de Rossi. Quedándose sin respiración y con los latidos del corazón al cien.
—¡¿E-Ese es Rossi?!—Soy... Yo... Esa es mi foto.
—Así es.—Sonríe fríamente al ver ese altar.—Te lo muestro porque no quiero que te hagas falsas ilusiones.
Esperó que con ésto comprenda que nunca podrá ocupar el lugar del Rossi muerto, si yo no puedo competir con él. Esta persona tampoco lo hará.
—Ahora que ya lo sabes que solo eres un...
—¡E-Esta vivo!—Susurró entre lágrimas.
‹Mi hijo, mi pequeña ardilla... ¡Mi hijo está vivo! No murió. Todo esté tiempo ha estado viviendo bien y protegido gracias al cuidado de Kostya, Axel.›
Todo se puso de cabeza ante la mirada desorienta, consternada de Rossi, pálido. El shock de saber que su hijo ha estado a su lado todo este tiempo sin saberlo lo hizo desfallecer, cayendo de rodillas mientras las gotas de agua mojan el piso.
—¿Qué le sucede?—¿Tanto le afectó?
—Jajajajaja.—Dejo salir tal carcajada mientras golpeaba el piso, estaba feliz y tenía que presumirlo.
‹Despues de todo el que se compadeció de mí y me dio otra oportunidad no me dejó solo en este mundo, permitió que mi pequeño también viviera para poder encontrarme con él.›
Troy se quedó inmóvil sin saber que demonios estaba pasando, preguntándose si Rossi perdió la razón ante tal reacción tan desgarradora.
—¿Cuántas personas saben de esto?—Preguntó, limpiando sus lágrimas.
—¿Qué?
—¿Qué cuentas personas saben al respecto de que Ciel es hijo de Rossi?—Cuestiono una vez más, con esa mirada tan despejada pero peligrosa que al verla te hace sentir insignificante.
—No sé porque pregunta es eso pero nadie mas aparté de mis jefes y, pequeño joven maestro Ciel.
—Comprendo.—Se puso de pie para luego salir de esa habitación, ponerle seguro.—¿Qué pensabas obtener al mostrarme esto?
—¿No es obvio?—Se quita por completo la máscara.—Quiero que te vayas y te des cuenta de tu lugar porque aquí no tendrás uno.—Soltó todo lo que había guardado sin darse cuenta de la expresión negra en Rossi.
—En pocas palabras; quieres quedarte con Kostya y Ciel.
—Sí, soy la persona más adecuada para ser su otro papá...¡¿Ugh?!—Abre sus ojos en grande al ser agarrado por el cuello y levantado del suelo mientras su cuerpos esta contra la pared.
—Ya escuché mucho de tus estupideces y es momento de hacerte callar.—Puso más presión.—Asi yo no existiera, tú nunca seras digno de ser "papá" de mi pequeña ardilla.—Su voz era filosos pedazos de hielo lastimando a Troy.—Un hombre que le dice cosas feas e hirientes a un niño solo por celosos, jamás será digno de ser tan si quiera el esclavo de mi hijo.—Azoto contra la pared el cuerpo de Troy.
Este se confundió aún más y el dolor en su cuerpo no lo dejó pensar correctamente, en lo único que podía pensar es; "sus ojos son tan espeluznante." No quería seguir haciendo contacto visual con Rossi para no ver esa mirada sanguinaria.
—En ningún momento te vi como un rival, a mis ojos eras un simple humano existiendo pero tú, te encargaste de volverte una molestia con celos y resentimiento irracional. Así que, no me culpes por ser despiadado. Te metiste con la persona equivocada y sobre todo; hicistes sentir mal a mi pequeña ardilla, eso si que no te lo voy a perdonar.
Antes de Troy dijera algo el contrario lo termino noqueado de un solo puñetazo en el abdomen, soltando su agarré en el cuello y con su mirada inexpresiva solo vio caer a Troy, inconsciente.
—Jes.
—¿Sí, joven maestro?
—Llevarlo a la casa de seguridad de mi padre.
No puedo dejar que camine libremente sabiendo que Ciel, es mi hijo. En un ataque de celos podría aliarse con mis enemigos, contarle al bastardo de Jordin de su relación con mi hijo. Eso nunca.
—Sacarlo sin que nadie te vea y antes de regresar dejarlo bien asegurado para que no escape, también revisa que no lleve algún rastreador.
—Como ordene.
—Hazlo rápido pero antes elimina los videos de vigilancia.—Jes solo asintió.
Rossi le dejó todo ese tedioso trabajo a Jes mientras él iba en busca de su hijo, bajando las escaleras tan rápido sin prestarle atención al temblor en sus piernas y que podía caer en cualquier momento pero no lo hizo. Al menos no rodo por las escaleras sin embargo si en el piso plano, raspando sus rodillas de igual manera se volvió a levantar.
—No mintió, si estabas aquí.—Susurró al ver a Rossi.
—¡M-Mi pequeña ardilla!—Lo arrulla en sus brazos.
—¿R-Rossi?—Se asustó al sentir la humedad en su cuerpo, esas lágrimas mojan su cuello.
Creí que ese niño extraño que vi en mi habitación, y volvió aparecer de la nada me estaba mintiendo cuando dijo que Rossi estaba en problemas.
-—¿Por qué lloras?—Sus ojitos se cristalizan.
—Solo estoy feliz.—Mi pequeño siempre ha estado cerca mío, Sintiendo tu calor y dándome tu cariño que no quería aceptar por miedo a tener que dejarlo cuando todo terminará.
—Lloro de felicidad mi ardilla.—Bese todo su rostro, ahora entiendo del porque se ve así, tuvieron que ocultarlo de la vista de esa maldita escoria.
Ciel estaba confuso por el comportamiento tan cariñoso de Rossi, sin embargo no le prestó atención a eso sino que. "Mi ardilla." Eso es lo único que llamo la atención del pequeño, sintiendo nuevamente ese sentimiento inexplicable. Optando únicamente abrazar a su papá.
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