La mirada intensa de Orias en cualquier instante perforara el rostro de Bariel, esperando que su hermanito le comenté del porque anda deambulando con esa apariencia marchita, con grandes ojeras y una expresión de alguien que a pasado por tiempos duros, que ha sido golpeado mas de una vez por vida.

Sin embargo como respuesta únicamente tuvo el silencio de su hermanito, optando por seguir saboreando lo que quedaba de su hamburguesa antes de entablar una conversación con Orias. Porque sabía que el mayor no se quedará quitó hasta que Bariel le diera una respuesta concreta y concisa.

—Bariel.—Sigue esperando la respuesta a su anterior pregunta, ya se había cansado de esperar.—Sabes bien que no me quedaré con las dudas.—Le hizo saber.—Si no dices nada no me quedará de otra que hacerte hablar por la fuerza.—Advierte.

‹Le advertí a padre que el hecho de que Bariel tenga tanto poder no era del todo bueno, teníamos que sellarlo hasta cuando fuera un adulto. No es que me enojé o que le tenga envidia, no. Él es mi hermanito, nuestra adorable y perversa oscuridad que debemos proteger siempre sin importar que él pueda cuidarse solo.

Le sugerí eso a padre y a mis dos hermanos para evitar justamente esto, no quería que anduviera vagando por este lugar. Aunque no lo parezca los humanos son criaturas perversas, así como hay personas tan puras también hay maquiavélicas. Los demonios no somos la única raza malvada como nos llaman, en todo el universo existe tal cosa.›

Pese a sus advertencias nada en broma el menor siguió ignorando a su hermano mayor, eso sí dejo salir su afilada aura que por mas imposible que fuera con ella podía cortar, herir a cualquier que entrará en contacto con tal aura.

—¡Te estoy hablando!—Tiene la personalidad de nuestros padres, es como hablar con una piedra.—No te quedes callado.

—Si la otra persona no te responden es porque no quiere hablar contigo, es una obvia señal para que te calles.

Si hubiese sido mi primer hermano, él desde un principio me hubiese atacado. No esperaría mi explicación para llevarme al reino como si fuera un costal de verduras, por eso debería ser más considerado con mi tercer hermano pero de los tres es el más hablador, persistente, cabeza de nuez.

—Sigues sin ponerte camisa, eso aquí se le llama exhibicionismo y está mal visto.—Ignoro todas las anteriores pregunta de su tercer hermano.

‹No iba hacer tonto en hacerle saber sobre mi verdadera identidad a Kostya, tampoco es que importará. Él solo quería que le diera otra oportunidad a la persona que amaba a cambio de su propia vida, pero eso no sería divertido. Yo estaba aburrido y quería diversión por eso le ofrecí un mejor trato, en el proceso ayudé al alma de ese cuerpo que ahora posee Rossi.

También estoy siendo un poco e indulgente con Kostya, eso es porque no fue él la persona que me invocó, fui yo el que apareció enfrente de Kostya. El que aceptará el tracto ya fue por su deseó de poder encontrarse una vez mas con Rossi, acosta de perder tres de las cosas que más apreciaba, una de ellas es el hablar.

Tenía que callarlo de alguna para que no hablara demás, de igual manera en el contrato se le prohibía el hecho de hablar sobre el renacimiento de Rossi. Nadie tenía que saberlo ni siquiera su propio hijo, así como ni él sabía en que cuerpo renacerá Rossi y eso era para ver cuan grande es su amor, si podría reconocerlo pese a que habita en otro cuerpo de diferentes características y rasgos físicos.

Aunque por las prisas siento que cometí un error en meter su alma en un joven que se llamaba igual que él, o tal vez solo fui un poco perverso en hacer eso, no lo sé y no me importa.

Soy un demonio pero no por ello soy capaz de torcer el destino de alguien así como si nada. Bueno, si puedo. Sin embargo, no iba hacer cosas de a gratis o por lástima. Soy un demonio después de todo, y traer un alma del purgatorio es complicado por lo que se tiene que pagar un precio por ello. Y en está ocasión Kostya pagó y sigue pagando el precio porque el trató entre los dos es mucho mas complejo que todo esto que está pasando.› Sonríe maliciosamente.

Bariel con todo esto solo está buscando ver algo aunque no sé sabe que, quiere que Rossi se lo demuestre porque de él depende que el contrato con Kostya quedé absuelto y el ya mencionado vuelva a como era antes, solo que Kostya no sabe de esto.

—Como sí me importara lo que piensen tales insectos.—Su voz es tán gruesa y fuerte como su figura.—Aparte, no pueden verme de todas maneras. Ni siquiera se imaginan que dos demonios los están observando en estos instantes.—Añade.

De igual manera tampoco le podemos hacer algo para eso se necesita un contrato, por eso mismo no puedo permanecer en este lugar por más de tres horas, sería estar violando la ley impuesta por los cielos.

—Dejando eso de lado, ¿desde cuándo te percataste que estába aquí?—Pregunta, mirándo fijamente la espalda de su hermano menor.

Orias es un hombre con rasgos fáciles bien definidos, entre finos pero también feroces. Es como si sus padres cuando lo concibieron y antes de tenerlo lo hubiesen tallado primero como la bella porcelana que es.

—Desde el momento en que llegaste.—Respondí, ¿qué hizo para descubrir que estaba aquí ya que no es muy bueno usando el cerebro? Orias lo único que disfruta son las peleas, pelas, peleas. No por nada siempre anda con esa aparecía de bárbaro sin clase.

Estuve esperando por esto desde hace un par de años atrás, sabía que tarde o temprano alguien se daría cuenta que suelo venir aquí e ir a nuestro reino, que la persona que dejó para encubrir mi desapareció y se encuentra sentado en esa silla de mi hogar, no es mi verdadero yo.

Solo que no me esperaba que fuera Orias el que se diera cuenta primero, si ya regresó a casa significa que ya terminaron de inspeccionar los disturbios que estaban haciendo en la frontera. Entonces; padre también ya debería de estar en camino o ya se encuentra en su palacio, pero no ha ido a verme por lo cual debe de seguir en la frontera.

Me queda tiempo de volver porque de solo imaginar mirándome con esa mirada enojada todo por subir al mundo humano, los músculos de mi cuerpo se tensa. Me quiere mucho pero lo desobedecí con la única cosa que me había prohibido, por lo que me castigará ferozmente si se entera de esto.

.—¿Qué haces aquí?—Tendre que ir a explicarle esto a mi padre... esperemos que me de esa oportunidad.

—Como sino lo supieras, Bariel.—Entrecierra sus ojos.

Tengo que llevarlo de vuelta antes de que padre se entere que su bebé revoltoso, mal portado, mimado, volvió hacer otra de sus travesuras, una muy grande. Solo que en está ocasión una que lo hará enfurecer y mucho.

—Tenemos que volver antes de que nuestros hermanos mayores y padre se den cuenta de que no estás.

También está eso otro con respecto a nuestro tío, desde hace un buen tiempo anda con los nervios de punta. Enojado de que su trato con cierto humano se sigue prolongando cuando debió de terminar hace un tiempo, comentó que le preguntaría a padre sobre esto cuando regresará de la frontera...

—¡Bariel...tú...!—Señala a su hermanito.

Abría y cerraba la boca repetidamente sin poder creer lo que había descubierto, para empezar ni siquiera tenía la intención de profundizar sus pensamientos cuando una suposición vino a él, de lo que había hecho Bariel en este lugar.

—¿Yo, qué?—Tuvo el atrevimiento de ver a su hermano mayor como si fuera un loco.

‹Solo han pasado unos años desde que no nos hemos visto, ¿pero como es que Orias se volvió tan inteligente? ¿Comería algo extraño otra vez para lograr tal cosa cómo obtener inteligencia? Eso explicaría su comportamiento, ya que es alguien que vive comiendo cualquier cosa sin importarle que sea veneno.›

Bariel se dió cuenta que su hermano mayor lo descubrió, tenía pensado darle una explicación entre verdad y mentiras pero ya no era posible. Orias lo había descubierto y cuando algo así pasa es imposible engañarle.

—¡¿Hiciste un trata con un humano?!—Preguntó a pesar de que ya lo sabía, pero de igual manera quería una confirmación.

¡Esto es muy grave! Ya no solo padre estará enojado, mamá también lo estará y querrá colgarnos por ser demasiado indulgentes con Bariel, por permitir que haga de las suyas sin castigarlo...padre tendrá que ir a dormir a los establos con los caballos demoníacos.

—Si ya lo sabes dejá de gritar, no puedes hablar normalmente. Sin gritar.—Cubre sus oídos.—Tu voz es tan fuerte y molesta que me están dando ganas de atravesar tu garganta.—Amenazo y Orias ni le importó.

—¡Nuestro padre estará furioso!—Agarra con fuerza su cabeza.

De todas las cosas Bariel hizo lo que padre le viene prohibiendo desde años atrás, él no quería que ninguno de sus hijos hiciera un trato con los humanos. Lo podrían hacer su gente pero no sus hijos. Ya que, un trato la mayoría de veces trae complicaciones, justamente con las que está teniendo mi tío en estos momentos.

—¡Solo tienes 9 años maldición!—Deja caer sus manos sobre los hombros de Bariel.¡Nueve años!—Vuelve a repetir.—¡¿Por qué hiciste algo así?—Interroga.—¡Es por eso que llevás esa apariencia falsa de demonio adulto que odia la vida, con grandes ojeras bajo los ojos!

‹Padre querrá subir a mundo humano solo para matar al desgraciado que ató a nuestro pequeño Bariel, yo también quiero ir ahora mismo a eliminarlo. ¡¿Cómo se atreve a invocar al pequeño y amado príncipe del reino demoníaco?!› Sus ojos brillan con intensión asesina.

—Deja el escandalo.—De un manotazo hizo que esas manos en sus hombros fueran retiradas.

Su reacción es muy exagerada no es como si estuviera atado de por vida a un humano, y aunque lo estuviera la vida humana es corta por lo que no hay ninguna problema, pero no estoy atado. Puedo venir e ir a donde quiera sin problema alguno. Kostya y yo no tenemos un trato de esclavitud.

—Ess humano es alguien decente.—Su alma también era cristalina antes de que se oscureciera.—No me ha pedido nada irracional como por ejemplo; dominar el mundo o la paz mundial.

—Ese no es el problema aquí.—Toma asiento en el suelo.—El problema es que haya tenido la fuerza para invocar al tercer príncipe...

—No me invocó.—Aclara.—No hay nadie con esa fuerza o buen sacrificio como para invocarme.

—¿Qué?—No estaba entendiendo.—¿Entonces por qué estás aquí si no fue así?

—De todas maneras ya es inútil ocultarlo si eventualmente te enterarás.—Lo mira directamente a los ojos.—Fuí yo el que le ofreció el trato a él.—Confesó.—Me pareció interesante y curioso el verlo tan desesperado por revivir un cuerpo frío, uno que había estado dejando latir por más de tres horas...

"El cansancio quedaba en evidencia con solo ver su rostro, pero así sus manos estuvieran entumecidas él siguió presionando repetidamente sus manos sobre el pecho del joven palido.

—Por favor...—Suplicó al borde del llanto.—Rossi tienes que abrir tus ojos.—Gota tras gotas caín de sus ojos directamente al rostro sin vida de ese joven.—Despertar, por favor vuelve conmigo.—Los dientes apresado sus labios solo causa que se desangre.—¡Ahora que te encontré no me vuelvas a dejar solo!—Con un llanto y ahogándose en el dolor sigue suplicado que despierte.—Ciel te está esperando...yo también te estoy esperando... entonces solo abre los ojos.—Cayo de rodillas.

Su llanto y súplicas no se detenían así como empezó a resentir a su Dios, preguntándole del porque una persona tan buena tuvo que pasar por eso, no podía entenderlo y tampoco quería hacerlo no después de que se lo quitará." Eso había ocurrido después de que el corazón de Rossi se detuvo, Kostya no se rindió pero por más que buscará reanimar es corazón no lo logró.

—¿Solo por eso?—Mueve su cabeza hacía un lado.—Los humanos son así pero un tiempo después ya han olvidado eso, construyendo su vida con alguien más.

—Exactamente, eso lo sé muy bien.—Se para el soporte de la terraza lo que evita que te caigas si andas por ahí.—Sin embargo, Kostya es un humano extraño y Rossi es lo es aún más.—Sonríe.—Quiero seguír viendo lo que haran acontinuación, es divertido ver como sus almas se van oscureciendo.

—Esto no es un juego, todo esto es peligroso, Bariel.—Lleva sus manos a su rostro.—...¿Sabías que nuestro tío tiene un contrato con un humano también?

—Lo sé.

—¿Qué?—Sus ojos se abren en grande.—¿Sabes quién ese humano?

—Sí.—Sus ojos sonríen perversos al igual que la sonrisa en sus labios.—Le quité el alma que le fue entregada como sacrificio si cumplía el deseó de ese humano.

—¡¿Qué?!—Se exalta.—¿Entonces eso significa que el alma que trajiste a la vida comparte sangre con quién lo dio como sacrificio?

Para ser un trató y ofrecer una ofrenda ya sea un alma, o algo que de verdad aprecies, ames, tiene que estar ligado al contratista de manera muy íntima. Así como el alma a sacrificar tiene que compartir sangre con el invocador.

—Sí, son parientes consanguíneos.—Confirma.

—¡Maldición, Bariel!—Lanza una patada a la pared.—Te metiste con la presa de nuestro tío.

—A mi que me importa eso.—Camina por los aires.—Eso le pasa por hacer tratos cuestionables, nadie lo mando a aceptar eso cuando desde un principio el sacrificado ni siquiera conocía que esa persona es pariente de él y que lo ofreció como ofrenda.

‹Ya quiero ver la reacción de Rossi cuando se enteré que tras su muerte se esconde algo más, que las personas a castigar ha incrementado. Qué él y Kostya tienen un pasado mucho mas profundo de lo que ellos piensan...la diversión a penas está empezando.› Deja salir una carcajada.

Orias solo podía suspirar una y otra vez al verlo actuar así, mientras tanto a Rossi le estado picando su odió desde hace ratos sin imaginar que se debe a esos dos demonios que estaban hablando de él.