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capitulo 24

Aquella cautivadora mirada de hermosos diferentes colores se reflejan las figuras de esas dos personas que no podía dejar de mirar, no cuando hacen los mismo gestos, sonrisas mientras disfrutan de sus deliciosos panqueques.

Kostya solo podía tener en su mirada a papá e hijo que no se percató de la expresión en Troy, estaba rojo del coraje y dejaba de mesa sus uñas rasga sus muslos.

‹¿Por qué lo mirá de esa manera? ¿Por qué sus ojos brillan de esa forma cada vez que ve ha ese tipo que solamente lleva el nombre de esa persona muerta? Desde que escucho que se llama Rossi tanto la actitud de mi jefe como la de Kostya cambio, más Kostya por que anteriormente esa mirada vacía no se podía llenar de vida con nadie que no fuera su hijo.

Intenté muchas veces el poder también hacer billar esa mirada pero no lo logre, a menos que habla de Rossi o de Ciel entonces si esos ojos apagados mostraban vida. De igual manera no me importa hablar de un muerto, no era una compra para mi y si ser su terapeuta era de ayuda para que dejara los recuerdos como recuerdos mejor aún pensé en aquel entonces.

Solo no esperaba que de un día para otro apareciera una nueva competencia, no un muerto si no que un ser vivo con el mismo nombre y color de ojos de ese difunto joven. Sigo pensando que no se parecen en nada entonces; ¿Por qué pone esa expresión de enamorado? ¿Tan rápido olvidó ese joven por el cual todavía lloraba no hace mucho?

Tal vez solo estoy sobre pesando las cosas y Kostya solo está siendo amable porque salvó al pequeño Ciel, después de todo Ciel es su todo. Que alguien lo salve es estar endeuda de por vida con esa persona es lo mismo para mi jefe, pero si es así entonces también debería de ponerme en su mirada. Ciel y yo nos llevamos muy bien, compartimos mucho tiempo juntos cuando él y mi jefe salían a reuniones de negocios.

Ciel me quiere mucho me lo ha dicho en varías ocasiones, que soy una persona importante para él, ¿entonces por qué Kostya sigue sin mirarme como la persona más preciosa como lo hace con ese mocoso de ojos lilas? No lo entiendo, no entiendo que tiene de bueno aparté del hombre.› Aprieta sus dientes.

Troy se ha esmerado mejor dicho se sigue esmerandosé para captar la atención de Kostya, una que no sea de amigos ni mucho menos conocidos o compañeros de trabajo, no. Él quiere que Kostya lo vea de manera romántica. Sin embargo, han pasado tantos años y Kostya en ningún momento lo llamo en privado y cada vez que preguntaba por Ciel tenía que estar alguien mas presenté para evitar los malos entendidos en la empresa.

—Padre, ¿no quieres un poco?—Pregunta Ciel.—Estan muy deliciosos. Mucho mas deliciosos cuando es Rossi el que corta mis panqueques en pequeñas porciones, dándome bocaditos en la boca.

Eso me hace sentir como una ardilla recién nacida, sin pelaje siendo alimentado y calentando en los brazos amorosamente por mi mamá. No puedo explicar del todo ese sentimiento pero solo diré que mi corazón se siente cálido, protegido.

«¿Me darás si digo qué?» Pregunta, sabía que su hijo solo había preguntado por amabilidad. Ciel es de esos niños que cuando le encanta algo es difícil que comparta, eso incluía a su padre o tío.

—No, solo era un gesto amable de mi parte.—Cierra su ojitos al mismo tiempo que abre su boca, esperando ser alimentado.

‹Ciel se encuentra mas emocionado de lo normal, en los últimos días se emocionada al comer los tres juntos solo que hoy, esa emoción es mucho mas hasta sus ojitos parecen tener estrellitas...muy adorable.› Rossi solo podía sonreír y morir de ternura viendo esas mejillas regordetas, pellizcando suavemente de vez en cuando.

—¿No quieres compartir?—Pregunté, dándome cuenta que es otra cosa que tenemos en común Ciel y yo.

Soy de las personas que cuando me encanta algo ya sea comida o objeto, no quiero compartirlo con nadie más. ¿Cuántas cosas más iré descubriendo que tenemos en común?

—No.

—Ni con tu padre.

—Mi padre lo entiende.—Lleva su mirada directamente a Kostya.—¿Verdad?—Su padre solo asintió.—Puede hacerse unos él si quiere.—Sostiene el vaso de leche.

Me gustaría que Rossi también le diera de comer pero presiento que a Rossi tampoco le gusta compartir, somos iguales en muchos aspectos y eso me pone muy feliz. Espero seguir teniendo muchas cosas en común.

—Coma un poco.—Dejo una pequeña porción en el plato de un sorprendido Kostya, bajando su mirada al plato eso le ayudo a esconder su sonrisa plasmada tanto en sus ojos como mirada.

‹Que dichoso me siento al tener tal privilegio de poder disfrutar de esto, para que Rossi me ofrezca una posición significa que le agrado...tal vez solo sintió lástima por mi...›

—No entregó algo que me gusta a nadie y mucho menos por lástima.—No sé porque pero tuve la necesidad de aclarar ese punto.—Tampoco es un sobornó por haberlo mordido.—Susurró muy bajito. Recodar eso fue para que el cuello y punta de sus orejas se sonroje, avergonzado.

—Al maestro Kostya no le gustan las cosas dulces.—Troy quien anteriormente estuvo callado por fin se animó hablar.

—¿Todavía sigue aquí?—Gira su mirada a su lado izquierdo.—Creí que ya se había ido.

Entre más lo escucho y veo sus expresiones de enojo, celos, mas confirmó que Troy me ve como una especie de rival, ¿por qué o qué? le interesa románticamente Axel o Kostya como para verme de esa forma. Algo que no entiendo del porque con Axel no interactuado tanto solo con Kostya y Ciel...¿entonces Troy siente algo por Kostya?

Pero sigo sin entender porque desde un principio a tenido una especie de disgusto por mi, desde que nos vimos en el aeropuerto y ese momento ni siquiera había cruzado palabra, mirada con Kostya.

—Me disculpo por seguir aquí.

—No tiene porque hacer algo como eso.—Sonríe.—Solo me expresé de esa manera ya que es tan silencioso, si no hubiera hablado no nos hubiéramos dado cuenta de que seguía aquí.—Extiende su mano hacia el plato de Kostya.—Si no le gustan los dulces me lo hubiera dicho.

‹Tanto que me costó animarme a darle un pedazo de mi panqueque y todo para nada, ahora entiendo del porque Ciel solo pregunto por educación.› Rossi levantó ligeramente su mirada encontrándose con la heterocromia, sintiendo un leve hormigueo en su corazón tras sentir los dedos del contrario enredándose con los suyos.

Tocarse o conectar miradas era como si una especie de magnetismo se activará en ellos dos, sin darse cuenta se van acercado un poco más queriendo seguir sintiendo el suave tacto o calidez de sus manos al rozarse levemente. Queriendo que ese roce se vuelva un entrelazado de sus dedos o manos.

—Voy a disfrutar mucho de esto.—Señala la porción de panqueques.—"Gracias por compartir conmigo" es lo que dijo mi padre.

—Pero...—Troy no dijo nada mas al ver la mirada de hielo en Kostya, eso le hizo sentir tan miserable mucho mas al ver la expresión del ya último mencionado.

—Pff...lo siento solo que su expresión es un poco...jajajaja.—Rossi soltó una hermosa carcajada que resonó en cada rincón del comedor.

Rossi no se aguantó la risa y solo la dejo salir al ver las expresiones extrañas en el rostro de Kostya, de frío e inexpresivo paso a ser un lindo gatito muy expresivo todo acausa de saborear algo con mucha azúcar que era como estar comiendo algo verdaderamente desagradable para Kostya.

‹Asi que él también puede ser expresivo, era en serio cuando ese tipo dijo que a Kostya no le gusta lo dulce. Lo trato de ocultar pero su expresión lo delató.› Pensó Rossi aun sonriendo pero ya no tan fuerte como el principio.

El de ojos heterocromia en todo momento estuvo absorto mirando ese radiante ser, no podía parpadear por temor a perderse la genuina sonrisa en los labios de Rossi.

Una sonrisa así es algo que no se puede ver todos los días por lo tanto; tenía que aprovechar el grabarla en su mente, al igual que está sintiendo los desbordante latidos golpeando su pecho mientras el eco de esa sonrisa se graba en su mente y alma.

—¿Cuál es la gracia?—Preguntó Troy.

No sabe lo horrible que se siente el comer algo que no es de tu gusto, es como si estuvieras comiendo ya sea algo severamente amargo o he echado a perder así de asqueroso se siente lo sé porque me pasa lo mismo con las cosas saladas.

—No le veo la gracias el burlarse de una persona que come algo que no le gusta y todo por obligación, para no quedar mal con su gesto de amabilidad.—Lo dijo en un tono neutral pero expresión corporal te dejaba ver su enojo.

Troy quería hacerle saber a Rossi que su gestó de buena voluntad solo había sido un disgusto para Kostya, que reírse solo demuestra el mocoso mimado e inmaduro que es.

—Tal vez estuvo mal o tal vez no todo depende de lo que diga la persona involucrada.—Con una mirada sería y cero emoción en su rostro volteo a ver al contrario.—Tengo algo que aclarar.—Cubre los oídos de Ciel.—Yo no le apunté con una pistola para que comería, lo hizo por decisión propia.

«¿Qué crees que estás haciendo? Te estás volviendo muy audaz, está es mi casa no la de Axel. No sé si él te ha dado alguna clase poder de interferir en ciertas cosas relacionadas con la empresa, pero déjame recordarte que este lugar no es tu aré de trabajo y la persona frente a ti no es alguien a quién le puedas hablar tan casual, mucho menos ofender.»

—No era esa mi intención y tal vez me exprese mal solo que...

«Nada, sea cual sea lo que haga no deberías de meterte si no te he estado ese permiso. Y él tiene razón no me obligó a comer algo que me gusta, lo hice porque quise.»

Había enojó en cada movimiento de manos y una frialdad en su mirada mientras veía a Troy, lo bueno que Rossi cubrió los ojos de Ciel para que no viera eso. Y pese a que no había nadie que le dijera que estaba diciendo Kostya, el joven de ojos lilas entendió parte de las palabras con solo ver la expresión corporal de Kostya. Principalmente la mirada de impotencia en Troy.

—Ciel, ve ha cepillar tus dientes y luego la mochila.—No iba a gastar su energía en cosas innecesarias.—Tu padre y yo te llevaremos al jardín.—Levanto ligeramente su mirada la cual no tardó mucho en conectar con la de Troy.—¿Están de acuerdo en que los acompañe, verdad?—Padre e hijo asiente muy emocionados.

—Bajare enseguida.—Ciel fue a cepillarse los dientes.

Rossi sonrió ampliamente aun mirando a Troy, "vez, no tengo que hacer comentarios tontos ni señalar los errores de nadie para obtener su atención." Troy solo pudo empuñar sus manos hasta que las uñas se empezaron a incrustar en su piel.

‹¿Qué rayos estoy haciendo? No tengo porque estar dándole importancia a este tipo, ni mucho menos importarme lo que pasa por su cabeza hueca pero... siempre tiene que haber un pero.› Aunque no se de cuenta aun a Rossi no le había gustado ver el descaro disfrazado de Troy al intentara agarrar en dos ocasiones el brazo de Kostya.

—Maestro Kostya podemos hablar un momento.—No se iba a quedar con los brazos cruzados mucho menos dejarse ganar.—¿Por favor?—Trata de agarrar el brazo de Kostya.—Tengo algo importante que decirle...

—Ay.—Maldición.

Ha Rossi se le olvidó que todavía le era incómodo poner mucha presión en su tobillo lastimado por lo que, mientras recogía los platos para llevarlos al lavado dio un paso en falso eso lo llevó a tirar un vaso.

"No se mueva los vidrios esparcidos podrían traspasar su pantunfla." Es lo que Kostya escribió velozmente en una libreta de notas. "Lo llevaré a la silla." Lo levantó en sus brazos.

—¡No es necesario puedo caminar solo puse mal mi pie en el suelo eso es todo!—Pero Kostya no me hizo caso y solo siguió haciendo lo que el quería... tampoco me molesta.

—¡Joven maestro!—Jes llegó corriendo al comedor.

—¿Qué pasa?—Le entrega un vaso de agua.—Recupera tu aliento y luego humedece tu garganta.

Se encuentra tan agitado como si hubiera corrido unos cuantos kilómetros, ¿no creo que venga llegando de trota? Es poco probable ya que Jes suele hacer cardio pero a las cinco de la mañana, y ya casi son las ocho.

—¿Por qué lo está Sosteniéndo de esa manera?—Frunce el ceño.—¿Se volvió a lastimar?—Pregunto mientras fulmina con la mirada a Troy.

—Hablamos de eso después primero dime que te trae en ese estado.

—Cierto.—Aclara su garganta.—Me acaban de llamar una de las asistentes del vicepresidente de la compañía.—Sonríe.—¡Usted a sido el candidato ganador!—Exclamo emocionado.—Tiene que presentarse a las nueve en la oficina, se hablara sobre sobre cuanto tiempo será el contrato y de lo que estará ganando.—Comunicó.

—¿En serio soy el ganador?—Estaba incrédulo.

La verdad es que no tenía altas espectativas, no creí que ganaría entre tanta persona con gran trayectoria en esa industria.

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