Narra: (Melina)

Una parte de mí que desconocía

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Me miro al espejo, es como si fuera otra, no me reconozco, nunca he usado este tipo de vestuario, ni me han maquillado, incluso me han pintado las uñas, confieso que el color del vestido que elegí me gusta mucho, creo que es mi color favorito, el modelo del vestido también me gusta,  espero poder caminar bien con tacones, ¿quién soy ahora?...

—Te ves bellísima —me dijo la modista.

Me miro en el espejo de nuevo, me pierdo en mi reflejo, nunca imaginé estar vestida así, siempre tuve la percepción de que soy fea y poco agraciada y ahora...

—Nunca me he vestido así, es como si estaría soñando —le dije a la modista tocando el sedoso vestido, el cual me encanta.

—Siempre hay una primera vez, mírate, estás preciosa, he visto a muchas chicas, incluso a novias pero nunca a una chica tan bella como tú —la modista me habla mirando mi reflejo en el espejo.

—Siento como si estuviera dentro de un cuento de hadas, ni siquiera se nota la cicatriz en mi rostro.

—Te han maquillado muy bien, por eso no se nota.

Todo esto me hace sentir incómoda y extraña, me siento nerviosa y agitada, voy a sentarme, bebo agua de una botella, ¡no puede ser!, veo que mi portaretratos esta sobre la mesita de centro, no me lo pondré hoy porque este vestido tiene un escote y no quiero que nadie lo vea ya que es algo muy especial y delicado para mí, yo siempre lo escondo bajo mi ropa, pero ahora no podré por el gran escote del vestido, lo guardo en mi mochila donde dejé la ropa que estaba puesta, llevaré todo eso al auto de Joseph para poder llevarlo luego a mi apartamento.

Veo la hora, ya son casi las ocho de la noche, Joseph no demora en llegar, arreglo mi cabello, respiro profundo, voy a la salida del salón de belleza a esperarlo.

—¿El chico que te compró el vestido es tu prometido? —me preguntó la modista.

—No, él es mi mejor amigo, es como mi propio hermano.

—Ha, entiendo, por la forma en la que te miraba...

—¿Qué?

—No, nada, trata de relajarte, puedo notar que estás nerviosa.

—Si, lo estoy, nunca me he vestido así, ni me he maquillado ni nada por el estilo, me siento extraña, como si estuviera soñando.

—Debes sentirte feliz, te ves muy hermosa.

Mejor me regreso al sofá a sentarme a esperar allí a que Joseph llegue.

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Ya son más de las ocho, iré a esperar a Joseph a la entrada.

Ahí está Joseph, se queda mirándome fijamente, me mira de pies a cabeza, se acerca lentamente a mí.

—Te ves preciosa, en verdad te ves muy hermosa —Joseph me dijo mirándome a la cara fijamente, no hace ningún gesto, se ha quedado así, mirándome, creo que él al igual que yo se extraña de que luzca así de diferente.

—Gracias amigo, siento como si fuera otra.

—No, no eres otra, solo que has sacado a relucir lo que siempre has sido.

—¿Cómo así?

—Eres como un diamante que solo faltaba pulirlo.

—Me siento muy extraña con este vestido, me encanta, solo que me siento rara.

—Como te he dicho, debes irte acostumbrando a vestir así, eres la presidenta de directorio de la constructora, vas a asistir a muchos eventos así de ahora en adelante.

—Solo soy la presidenta mientras tú estés de viaje.

—Si, pero igual eres alguien muy importante, siempre lo fuiste, solo que ahora estás donde mereces estar.

—Gracias Joseph.

—Vamos ya Meli —estira su brazo, tomo su mano, él me mira y sonríe—. Eres una princesa.

—Gracias, espera voy por mi mochila con mi ropa y mis cosas —dije caminando hacia el sofá donde dejé mi mochila.

Reviso que todo esté, mi ropa, mis zapatos y mi portaretratos.

—Toma esto, ¿lo puedes guardar en tu auto?, es mi ropa y mis objetos personales, al terminar la fiesta te lo pido.

—Si claro Meli, solo que después del cóctel estaré saliendo de viaje, le ordené a mi chófer que te lleve a tu apartamento en mi auto.

—Está bien, gracias.

Joseph y yo caminamos de la mano hacia el estacionamiento del mall, veo que todos se quedan mirándome, me estoy empezando a arrepentir de esto, sus miradas me incomodan mucho.

Llegamos al estacionamiento, Joseph abre la puerta de atrás.

—Entre mi reina —Joseph me dijo sonriendo, sus bromas me hacen sentir más incómoda, yo no soy reina, ni princesa, ni nada de eso. Entro al auto, Joseph entra también— .Nos están esperando, no veo la hora de que todos te conozcan —dijo prendiendo el auto.

—Si claro —le hablo con la voz ahogada, me siento muy incómoda—. Disculpa no puedo hablar bien, siento que me falta el aire, intentaré no hablar mucho, espero no te moleste.

—No, tranquila princesa.

Eso es justo lo que me incomoda, que me llame así. Me relajo, respiro profundo, intento poner mi mente en blanco; a la única conclusión que puedo llegar es que ahora he conocido una parte de mí que desconocía, es como si esa parte hubiera estado escondida y ahora se ha revelado.

《Relájate Melina, todo va a estar bien》Me digo a mí misma en mis pensamientos.

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Llegamos al Sheraton, automáticamente mi corazón empieza a latir muy rápido y fuerte, trago saliva, Joseph baja del auto, abre la puerta para que yo salga, me da la mano, salgo del auto.

—Te ves bellísima Meli —me dijo sonriendo, me mira fijamente, ¿por qué hace eso?, me incomoda mucho.

No puedo hablar, me siento agitada, caminamos tomados de la mano por una alfombra roja, todos me miran, escucho los flashes de las cámaras, me están tomando fotos, saber eso me hace sentir muy incómoda, trato de relajarme, sigo caminando, intento caminar lo más normal posible ya que estoy puesta tacones.

Entramos a la recepción del hotel, automáticamente se vienen a mi mente los recuerdos de la primera vez que vine a este lugar, todo era tan diferente, Michael me lastimó tanto al decirme que mi ropa parece de pordiosero y ahora estoy puesta un vestido hermoso, es como si estuviera viviendo en otro mundo, todos me miran, algunos murmuran entre ellos. 《Fuiste humillada y menospreciada y ahora yo te estoy exaltando, nunca más nadie te hará sentir mal ni te va menospreciar》 Escuché una voz en mi interior, siento que me quema el pecho... ¿acaso es la voz de Dios?... esta sensación la he sentido antes... ¿acaso Dios ha querido que viva esto?...

Joseph y yo caminamos de la mano, entramos al ascensor ya que el cóctel es en el piso quince.

Llegamos al salón uno, el segundo salón de convenciones, todos nos miran; se acercan a nosotros unos hombres muy elegantes, ambos me miran, me incomodan mucho.

—Imagino que ella es la joven genio de la que nos hablaste —uno de ellos le dijo a Joseph mirándome de pies a cabeza, su forma de mirarme me incomoda mucho.

—Si, ella es Melina —dijo Joseph.

—Aparte de ser inteligente eres muy bella —me dijo el otro hombre.

—Ella es Melina Rogers, como ya saben gracias a ella es que se ha hecho posible todo esto.

—Un gusto Melina, soy Timothy Carls —uno de ellos tomó mi mano para besarla, ¡ay no!, no soporto esto, ¿por qué me miran así?

—Yo soy Axel Meier —el otro hombre me besó en la mejilla, ya no soporto más su forma de mirarme de ambos, mejor me iré a otro lado, al menos hasta que me relaje, es por esto que este tipo de eventos no me agradan.

—Un gusto conocerlos —les dije a esos hombres—. Iré un momento al baño, ya vuelvo —le dije a Joseph.

—Ve, no tardes que te están esperando los jeques árabes, ellos también quieren conocerte —Joseph me dijo.

Asentí, no le dije nada más, camino rápido hacia algún lugar donde haya más aire, me siento demasiado sofocada.

Busco con la mirada algún lugar donde no haya nadie, camino hacia otro salón, ¿por qué todos se quedan mirándome?, entro a un salón donde hay pocas personas, conozco este lugar, al fondo hay un balcón, quiero ir allí para respirar aire fresco.

¡Ahí está Michael! ¡no puede ser!, está junto con Scarlett, Joe y Ben, debí suponer que él y Scarlett vendrían ya que son hijos de los miembros del directorio.

Siento que Michael solo me va a ocasionar problemas... no puedo negar que se ve muy atractivo, ahora más que nunca parece una estrella de rock, trago saliva, la única vez que él me impactó así fue el primer día en la universidad, siento que todo mi ser se estremece dentro de mí, una punzada helada traspasa mi corazón, Michael tiene el poder de hacerme sentir que me desvanezco toda, respiro profundo, 《contrólate Melina, ignóralo》Me digo a mí misma en voz baja.

Salgo del salón, ¿qué hago ahora?, en vez de sentirme mejor, me siento más agitada, muy tensa, ¿para qué vine?

Voy al baño, hay varias mujeres que se están arreglando frente al espejo, me miran, las ignoro, abro el grifo, bebo agua, intento relajarme.

Salgo del baño, busco a Joseph entre tantas personas, todos me miran, sobretodo los hombres, ¿por qué lo hacen?, juro que esto me está afectando demasiado y encima tendré que en algún momento enfrentarme a Michael y eso es lo que menos quiero.

Me siento en un sofá, respiro profundo, veo que el señor Harry se acerca a mí, tengo que relajarme y actuar lo más normal posible.

—¿Melina? — el señor Harry menciona mi nombre en forma de pregunta, imagino que no esperaba que me vea así.

—Buenas noches señor Harry —lo saludo sonriendo amablemente.

—Buenas noches hija.

—¿Sabe dónde está Joseph?, lo he estado buscando y no lo veo por ningún lado.

—Si, él está en el salón de convenciones junto con mi hermano y los jeques.

—Gracias, ahora iré a allí.

—Puedo llevarte, te noto preocupada.

—La verdad es que no estoy acostumbrada a este tipo de eventos, me siento incómoda.

—Entiendo.

Me paro del sofá, ¡ay no! ¡ahí viene Michael!, en cuestión de segundos me hace sentir muchas emociones y sentimientos opuestos, me gusta mucho como luce, no lo puedo negar, me desvanece aún, al mismo tiempo me incomoda mucho y me intimida, si hubiera sabido que él iba a estar aquí no hubiera venido.

Michael se acerca a mí, me mira fijamente, mira mi vestido, me mira de pies a cabeza igual que el día que me vio por primera vez solo que sin ese desprecio que tanto me lastimó.

—¿Quién eres?, siento que te conozco —Michael me preguntó acercándose a mí.

—¿Qué pregunta es esa hijo?, ella es Melina, ¿no la reconoces? —le dijo el señor Harry a Michael.

—¡No puedo creerlo! —Michael exclamó mirándome fijamente, se nota que está asombrado, lo único que quiero es irme ya de este lugar.

—Buenas noches Michael —lo saludo, siento que no puedo estar de pie, a estas alturas ya debo de haber superado a Michael y en vez de eso me siento... igual de enamorada y flechada que el primer día que lo conocí, definitivamente tengo que estar lo más lejos posible de él si quiero vivir tranquila.

—Buenas noches —Michael me saludó, me besa en la mejilla...

Al sentir sus labios húmedos en mi piel algo dentro de mí se estremece, es una sensación que solo él me hace sentir, es la misma sensación que sentí cuando lo abracé y cuando me besó en la mejilla la primera vez cuando estábamos en su casa, trago saliva, mis manos tiemblan, tengo que controlarme, no quiero que Michael se dé cuenta de que me estremece al besarme.

—Me tengo que ir ya —dije caminando hacia la salida del salón, no soporto un segundo más, estar así de cerca a Michael no me hace nada bien.

Mejor me iré ya, no quiero seguir aquí. ¿Dónde estás Joseph?

A lo lejos veo al señor Jamie, él me dirá dónde está Joseph, me acerco a él.

—Buenas noches Melina —el señor Jamie me saludó.

—Buenas noches señor Jamie, ¿sabe dónde está Joseph?

—Justo él me estuvo preguntando por ti, te estamos esperando, el emir Malih y el emir Hakim quieren conocerte.

¡Ay no!, ¿qué hago ahora?... lo peor de todo es que no puedo fallarle a Joseph.

—¿Me puede llevar?

—Si claro, vamos ya, te están esperando.

Camino a la par del señor Jamie, vamos hacia el salón principal.

Entramos al salón, veo una especie de escenario, imagino que va a presentarse alguna banda o algún artista, el lugar está lleno de gente, veo a Joseph, me acerco a él.

—Te estamos esperando, ¿dónde has estado? —Joseph me preguntó.

—Te perdí de vista, es todo.

Veo que esos jeques árabes me están mirando, sobretodo uno de ellos.

—Ellos son los jeques árabes, el emir Malih Abdullah y el emir Hakim Ahmed —Joseph los presentó.

—Es un gusto conocerte bella dama —el emir Malih me saludó besando mi mano, me siento cada segundo más incómoda.

—Para mí es un honor conocer a una señorita tan talentosa como usted —el emir Hakim me saludó, me mira de una manera muy extraña.

—Es un gusto conocerlos señores —los saludé fingiendo una sonrisa, por dentro me siento fatal.

—En nuestro país usted podría alcanzar el lugar de reina por su belleza natural, tendría un palacio y las más grandes riquezas, allí valoramos mucho la belleza de una dama —me dijo el emir Hakim, el que me mira tan raro.

—Es verdad, Melina merece el lugar de una reina, no solo por su belleza si no también por su inteligencia —Joseph les dijo a los emires.

—Por supuesto, la señorita merece honores por su talento e inteligencia, espero un día nos haga el honor de visitar nuestro país, Abu Dabi es un lugar hermoso y lujoso, digno de alguien como usted —me dijo el emir Hakim.

—Si claro, espero un día visitar su país —dije arreglando mi cabello, me siento muy sofocada.

Para colmo Michael se acerca a nosotros, siento que de un momento a otro me voy a desmayar, no puedo con tanto.

—Buenas noches —Michael saludó mirándome, algo me dice que ha venido solo a molestarme.

—Buenas noches joven —los emires saludaron a Michael a la vez.

—Él es mi primo Michael —Joseph les dijo a los emires.

—¿Puedo ser parte de la conversación? —preguntó Michael.

—Si claro —dijo el emir Malih.

Veo que Joseph se incomoda al ver a Michael aquí, lo entiendo, Michael sólo busca molestarnos.

—Aquí los jeques estaban comentando que Melina merece un lugar de reina por su inteligencia y belleza, en su país ella sería una reina ¿no es así Hakim? —dijo Joseph.

—¿A si?, ¡que bien! —dijo Michael.

—Todos sabemos que Melina es una chica muy especial, solo los tontos no lo reconocen, ¿verdad primo? —Joseph le dijo a Michael.

Michael al oír a Joseph decirle eso lo miró de una manera terrible, eso me hace sentir peor todavía.

—Si, no lo niego, es solo que la ropa y el maquillaje no dan clase y mucho menos decencia, como tú dices solo los tontos no reconocen algo así —Michael le dijo a Joseph, sé que se refiere a mí, para él a si yo esté vestida con ropa de oro siempre seré una horrorosa y de una categoría inferior a la suya.

—O las personas que tienen clase y decencia actúan como ignorantes y salvajes, ¿no es así?, actúan cómo viles delincuentes, y lo peor, actúan de la manera más cobarde olvidando su clase y su decencia —Joseph le dijo a Michael, lo que dijo es verdad, hay personas como Michael y Scarlett que tienen clase, decencia, dinero y actúan como delincuentes.

—Espero que les hayas dicho a los señores todo lo que tuviste que hacer para llegar hasta aquí, ¿o lo has olvidado? —Michael me preguntó mirándome de forma desafiante, conozco esa mirada, sé que da a entender que soy una ladrona.

Veo que Joseph le dice algo al oído a Michael, él al oírlo lo mira lleno de rabia, luego se ríe de forma maliciosa.

—¿Podemos empezar ya la ceremonia? —dijo el emir Malih.

—Si claro —dijo Joseph.

—¿Nos acompaña señorita? —el emir Hakim me dijo tomando mi mano...¿qué? ¿a dónde me quiere llevar de la mano?, miro a Michael, él me está mirando de una forma terrible, trago saliva, intento relajarme, espero poder mantenerme en pie, esta situación me está incomodando mucho, me arrepiento de haber venido.

—Disculpe, ¿a dónde quiere que vayamos? —le pregunté soltando mi mano de la suya, no me agrada para nada que me toque.

—Al escenario, quiero que todos la conozcan y que les cuente como es que ha logrado a tan temprana edad ganar un concurso tan complejo.

¿Qué? ¿quiere que suba al escenario?, mis manos tiemblan... ¿qué hago ahora?, si me niego pensaran que soy mal educada.

—Vamos Meli, tú eres lo más importante aquí, recuerda que todo esto se está dando gracias a ti —Joseph me dijo.

—Está bien —acepté.

Los emires caminan delante mío, Joseph camina a la par conmigo y Michael está a unos pasos atrás, ¿para qué nos sigue?...

Los emires se suben al escenario, uno de ellos, el emir Hakim acomoda el micrófono, Joseph sube, me da la mano para que yo suba, ambos nos paramos cerca a los emires.

《Su atención por favor, daremos inicio a este cóctel, en primer lugar quiero agradecerle a Alah por permitirnos estar reunidos hoy aquí, segundamente quiero agradecerle a la constructora "Ward y Asociados" por ser nuestros cómplices en la ejecución de lo que un día fue un sueño para nosotros, les contaré como empezó todo...

Mi socio y mejor amigo Malih y yo siempre hemos amado las grandes y más imponentes edificaciones, es por eso que nuestro sueño era que las mismas edificaciones maravillosas que hay en nuestro país se repliquen en cada país que amamos, hasta el momento hemos construido centros comerciales y hoteles en países como Israel, Dubai, Egipto, Marruecos e incluso en Inglaterra y Alemania, pero siempre soñamos con construir una imponente edificacion en América, es por eso que elegimos la ciudad de las estrellas y celebridades en donde construir un mall incluso más bello y elegante que el que hay en Dubai, pero para eso necesitábamos la colaboración de una compañía prestigiosa, como supimos que hay varias de ellas en el país, decidimos darle una oportunidad a todas y así decidimos organizar un concurso, el cual lo ganaría la constructora que tenga la mejor propuesta de ejecución de construcción, la compañía ganadora
es la constructora "Ward y Asociados", esta importante compañía propuso una forma ingeniosa de construcción, considerando los recursos sostenibles y sin afectar el medio ambiente, es por eso que fue la ganadora, por su excelente propuesta, pero ¿quién estaba detrás de todo ese ingenio?, nada más y nada menos que una joven becaria de diecinueve años, algo increíble pero cierto, ella es la señorita Melina Rogers》El emir me miró al terminar de dar su discurso.

—Te quieren conocer Meli, ve —Joseph me dijo empujándome suavemente.

Siento mucha pena de que todos me vean, lentamente me acerco al micrófono, allí abajo está Michael, en primera fila, me mira fijamente, a su lado está Scarlett y el señor Harry.

¿Qué voy a decir ahora?... espero superar este momento, nunca imaginé vivir situaciones como esta.