Narra: (Melina)

Intentando adecuarme a mi realidad.

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"Sombríos son los días en los que viví la realidad de mi vida y también atrayentes, dos polos opuestos naciendo en mi corazón, atracción fatal e ilógica y también razón y lógica; lógica que me hace saber que debo alejarme de lo sombrío, atracción fatal e ilógica que hace acercarme a las estrellas brillantes por fuera y oscuras por dentro"

"Estrellas sombrías"

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Pasaron varios días desde que empecé a estudiar en la universidad, intenté alejarme lo más que pude de Michael, hubo un solo día que lo seguí a la biblioteca porque ví otra vez a Scarlett dándole un sobre muy pequeño, me dió curiosidad saber que es porque cuando ella le entregó el sobrecito ambos actuarón de forma sospechosa como si no quisieran ser vistos por nadie, después de que Scarlett le dió el sobre a Michael él se fue al baño de inmediato, en ese momento sentí curiosidad y lo seguí, me quedé afuera del baño y noté que se demoró mucho, no es que lo siga a donde él vaya es solo que supe que había algo anormal en él por la forma en la que actuaba, noté que demoró más de lo normal en el baño y cuando salió estaba diferente, me escondí tras un armario para verlo más de cerca, ví que él sonreía sin motivo, actuaba muy extraño, quise asegurarme de cómo se veía asi que salí de mi escondite y me cruze en su camino cuando estaba a punto de entrar al salón, nos cruzamos en la puerta, él me miró, en ese momento pensé que me iba a decir algo, que me iba a tratar mal pero no lo hizo, yo aproveché y lo miré apenas por unos segundos, segundos que fuerón suficientes para darme cuenta que estaba raro, sus ojos estaban rojos, estaba diferente, me miró como ido.

Solo me dijo: —¡Sal de mi camino!

No dijo nada más y entró, se sentó en su lugar, aún no llegaban más alumnos solo estaba Maxwell, un chico que casi nunca es notado por nadie, Kyoko que siempre se queda en el salón a la hora del break a estudiar y yo, ellos dos no significaban nada para Michael, a mí me ignora asi que solo inclinó su cabeza hacía atrás y cerró los ojos, sonreía sin motivo, sabía que estaba actuando raro y lo peor de todo es que a mí me importaba lo que le pasaba no sé por qué, en ese momento me preguntaba: ¿qué le pasa? ¿por qué actúa de esa manera tan rara?, tenía preguntas sin respuesta en mi mente, solo quería saber qué le pasaba, algo en mí se interesaba por él.

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Como todos los días hice mis oraciones antes de levantarme, me sentí mal la única que vez que no lo hice por el apuro de llegar a tiempo a la universidad y dejar limpio y ordenado todo en la cafetería, le pedí perdón a Dios muchas veces y él me hizo sentir que me perdonó y que entendió que estaba muy apurada.

Mientras me baño pienso en lo que he vivido a varios días de haber empezado a estudiar en la universidad y sobretodo en Michael, no sé por qué cuando lo recuerdo algo le pasa a mi corazón que se acelera, soy tonta lo sé pero Dios sabe que no lo puedo evitar, menos mal Michael no puede leer mis pensamientos si no hasta que piense en él le molestaría.

Salgo del baño, mientras me visto pienso en muchas cosas... no sé pero después de mucho tiempo me siento con ganas de vivir, con ganas de salir adelante, soy feliz, Dios me hace feliz sin necesitar de nada ni nadie para serlo, amo estudiar, trabajar en la cafetería de mi tía no me gusta mucho que digamos pero gano dinero que me hace falta para costear parte de mis estudios, mis libros y mi alimentación, ropa es algo que dejo para el último ya que estar a la moda no es prioridad para mí ,con que me sirva y no este muy gastada es más que suficiente.

Perdí uno de mis libros, lo busco por toda mi habitación, es necio pero lo buscaré en los últimos cajones de mi cómoda, no creo que lo haya guardado ahí pero ya que no lo encuentro en otro lugar lo buscaré en la cómoda. Veo cosas que guardé hace mucho tiempo, como una chompa que tejí en el colegio, en la clase de habilidades útiles, tiene el clásico olor a ropa guardada, es muy bonita, la miro, no sé como dejé de usarla, la tejí cuando tenía doce años y la usé hasta que tuve dieciocho, la dejé de usar porque me apretaba un poco, me la pruebo, me queda muy bién, tal vez bajé de peso por eso no me aprieta, la usaré de todas formas ya que en unos meses llegará el invierno.

Sigo buscando, veo los dibujos que hacía cuando era niña, dibujé el cielo oscuro y una niña que esta parada en medio de la nada como si esperara a alguien, mira fijamente el cielo como si esperara que algo cayera de él, algo que cambiaría su vida, tenía nueve años cuando lo dibujé, no sé exactamente por qué dibujé eso, solo sé que esa niña soy yo; aquella pequeña que ha crecido sola, que siempre ha estado sola, que solo tuvo a Dios como su mayor fortaleza y compañía y que aprendió a no necesitar de más personas para vivir en armonía con el mundo, amo a Dios por sobretodo y eso me es suficiente, sé que pasaré por dificultades pero eso no me hará perder mi amor y fé en mi amado Dios.

Ahora que lo pienso y veo el dibujo que hice me pregunto: ¿por qué miraba al cielo?, ¿qué se supone que esperaba de parte de Dios que llegue a mi vida?... imagino que es algo que aún no ha llegado o algo que llegará, al menos así lo creo; sigo buscando, veo que guardé cosas que solía usar cuando era niña como una cinta color perla que adornaba mi cabello, también veo mis zapatos de ballet gastados como todo lo que uso, intenté aprender a bailar ballet pero nunca pude mantenerme tanto tiempo en puntillas, tal vez por eso dejé de usarlas; 《es inútil, nunca guardaría mi libro en un cajón donde guardo cosas que dejé de usar hace años》Hablo en voz alta, lo que si haré es ordenarlas y limpiar un poco el polvo que traen, veo que también guardé mi uniforme de la escuela, también veo a mis ositos de peluche, sonrío al mirarlos, recuerdo que dormía abrazándolos como para sentir que alguien recibe mi cariño, los limpiaré y volveré a dormir con ellos, son dos ositos de peluche que amé cuando era niña, significan mucho para mí, los abrazo, ahora dormirán conmigo de nuevo, 《¡mis amores!》Les digo abrazándolos.

Sigo buscando más cosas y atrás en el fondo del cajón veo una cajita, 《¿qué será?》Pregunto en voz alta abriendo la cajita...

Mi corazón sobresaltó cuando ví que es mi portaretratos en miñatura lo abro, veo la foto en miñatura de mi perrita en un lado del portaretratos, lloro al recordar cuanto amé a Luly, asi se llamaba mi perrita, una perrita raza mestiza, recuerdo el día que la encontré abandonada en medio de la calle, su mirada estaba perdida no sabía a dónde ir, había una señora barriendo cerca, le pregunté por ella y me dijo que su vecino de al lado la había echado a la calle porque creció y no tenía espacio para ella y que su casa era muy pequeña, la miré fijamente, miraba a todos lados, me sentí tan identificada con ella, sé muy bien lo que se siente que no te quieran, que se aburran de ti y que te vean como una carga y que se quieran deshacer de ti, eso, justo eso es lo que me hizo sentir mi tía desde que mi madre me abandonó cuando tenía cinco años dejándome en su poder; no lo pensé dos veces y adopté a Luly, tenía trece años y a esa edad asumí la responsabilidad que no tuvo su dueño a una edad adulta.

Hice todo lo que mi tía me pedía que hiciera para que me deje críarla como lavar su ropa a mano, aunque tenía lavadora decía que asi ahorraría energía y no pagaría mucho por el servicio de electricidad, también me hacía cargar las pesadas bolsas de compras cuando íbamos al mercado, ella siempre me ha considerado como su esclava, el amor por mi perrita me daba fuerzas para soportarlo todo, lo que entendí es que el amor nos hace soportarlo todo, por amor uno es capaz de hacer cualquier cosa.

No sé cómo pude dejar de usar mi portaretratos ya que tiene un gran significado para mí, recuerdo que tiempo después que adopté a Luly fuí a una feria, ahí le ayudé a una señora a vender refrescos, como era niña no me pagó mucho dinero más que apenas una pequeña propina, pero en vez de eso me regaló el pequeño portaretratos y me dijo...

《Esto tiene un gran significado, lo compré hace mucho tiempo en una tienda de antigüedades y me dijerón que no es un portaretratos como cualquier otro si no que tiene dos lugares uno al lado del otro para poner la foto de las dos personas más importantes para nosotros, personas a las cuales amemos más que a nadie, es como si al llevar siempre su foto contigo llevarías parte de su alma y asi nunca los olvidarás y ellos nunca te olvidarán a ti》

Así que ahí supe que era un gran regalo de parte de Dios para mí y como no tenía a ninguna persona a la cúal yo ame y me ame, coloqué la foto de mi amada perrita, ella fue la única que me dió amor y supo valorar el amor que yo le daba, solo quedó el otro espacio vacío ya que no había ninguna persona a la cual amaba y me ame, aunque siempre he tenido un destello de esperanza de que algún día esa persona llegará a mi vida, a veces siento que esa persona ya ha llegado solo espero que no sea quién estoy pensando.

No sé por qué dejé de usar mi pequeño portaretratos, creo que lo hice porque quería olvidar el gran dolor que mi tía me causó cuando envenenó a mi perrita para castigarme, pensó que le había robado dinero, si, ya lo recuerdo bien, mi tía solía llevar a casa a un hombre menor que ella, era su amante, ese hombre no era muy íntegro que digamos ya que siempre le pedía dinero, más tarde entendí que se aprovechaba de ella.

Un día mi tía no estaba en casa cuando ese hombre llego, Liam creo que era su nombre, entró con llave, yo sentí miedo y me escondí tras de un sofá, el más grande de todos y ví que ese hombre buscaba y buscaba algo, buscaba en los cajones, tras de los recuadros hasta que encontró un florero con flores artificiales, sacó las flores y encontró el dinero que mi tía solía usar para compras pequeñas, lo sacó todo, lo guardó y cuando estaba por irse llegó mi tía, ella al entrar vió las cosas de la sala desordenadas, yo tenía miedo, seguía escondida hasta que me vió tras del sofá y me preguntó que qué hago ahí escondida, recuerdo que temblaba de miedo, me dijo que ordenara lo que había desordenado, de inmediato ví a Liam acercarse a ella y decirle algo, cuando terminó de decírselo mi tía volteó y me jaló del cabello muy fuerte, me dolía mucho, recuerdo que me dijo que le devolviera el dinero que le había robado, yo lo negué, por supuesto que no me creyó y me golpeó cuando le dije que no le podía devolver algo que no tenía, asi que ella me amenazó diciéndome que me va a dar donde más me duele, lo que nunca imaginé era que hablaba en serio.

Un día llegué de la escuela y ví a mi perrita agonizando, murió en mis brazos, mi tía estaba detrás mío mirando cuanto lloraba y me dijo que eso me sirva de lección para no volver a robarle, fue ahí que me escapé de su casa, tenía quince años, sabia que ya era momento de independizarme; tiempo después la bodega donde trabajaba dejó de funcionar y perdí la habitación de atrás que me habían dado para vivir, no sé como mi tía lo supo y me dijo que volviera a vivir con ella y que trabaje en la cafetería que recién habia ignagurado y como no tenía elección regresé a vivir en su casa y a trabajar sin un sueldo, solo para tener un techo donde vivir.

Después de recordar algo tan doloroso decidí volver a usar mi portaretratos, lo limpié del polvo y me lo colgué en el cuello, desde ahora no lo dejaré de usar nunca más, Luly significa mucho para mí, nunca la olvidaré, asi que si llevo conmigo el portaretratos llevaré parte de su alma siempre.

Busqué y busqué mi libro hasta que por fin lo encontré bajo la cama, no sé en qué momento se me cayó y llegó hasta ahí.

Arreglaré mis cosas lo más rápido posible ya que estoy super atrasada.

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Después de dejar todo limpio y ordenado en la cafetería voy de prisa a la universidad, ya son las 8:40, se me hizo tarde por buscar mi libro, pero sé que Dios por algo permite las cosas ya que valió la pena tanto buscar y buscar porque gracias a eso ahora llevo puesto mi pequeño portaretratos.

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Llegué tarde a la universidad, el salón ya está cerrado, toco la puerta despacio, segundos después sale el profesor.

—Llegas tarde Melina —el profesor me regañó.

—Perdón es que tuve mucho trabajo en la cafetería antes de venir, le juro que no volverá a pasar —me disculpé.

—Te disculpo, dejaré que ingreses a las clases porque es la primera vez que pasa, pero sé que alguien tan puntual y aplicada como tú no lo volverá a hacer —me dejó entrar.

No sé por qué instintivamente volteo a mirar a Michael, lo veo por unos segundos, ojalá no haya notado que lo miré, menos mal estaba distraído leyendo un libro, asi leyendo, tranquilo y calmado se ve como un ángel, juro que nunca antes había visto a un chico tan hermoso como él, solo que por dentro es sombrío, es una estrella sombría que tal vez un día brillará plenamente.

Me siento en mi lugar, veo que hay tareas que el profesor dejó en el pizarrón, menos mal entiendo muy bien los ejercicios matématicos, tratan sobre cálculos y porcentajes, imagino que asi aprenderemos a invertir la cantidad de dinero correctos en un negocio o empresa.

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La clase está por terminar, fue fácil entenderlo todo, no es por jactarme pero yo fuí la primera en termimar las fórmulas matemáticas que dejó el profesor, después de mi terminó Kyoko a quién también se le hace fácil resolver estas fórmulas, lo que noté fue que Michael no podía resolver las fórmulas, rascaba su cabeza todo el tiempo, pensaba y pensaba, pobre, si no fuera tan distante conmigo le ayudaría a resolver estos difíciles ejercicios matemáticos; la clase terminó

—¡Por fin terminó este martirio! — exclamó Michael tirando sus libros a la carpeta.

Estábamos por salir cuando el profesor dijo que nos quedemos por un momento más.

—Veo que hay dos señoritas muy aplicadas en el salón, ellas son Kyoko y Melina, ellas guiarán a la mitad de estudiantes, les ayudarán a resolver estas díficiles fórmulas, fórmulas que hice adrede para probar como va su cálculo para invertir en un buen negocio, por eso he decidido que ellas se harán cargo de un proyecto grupal en el cual investigarán todo acerca de esta carrera, esta investigación les servirá como entrenamiento para su vida futura como administradores, es necesario que trabajen junto a empresarios y ejecutivos en sus compañías para que así sepan como manejar una empresa y aprendan a trabajar en equipo —el profesor nos dijo a todos.

Todos miran a Kyoko y a mí, Michael me mira asombrado, no sé por qué pero me gusta ver como me está mirando ahora, me mira asombrado.

—¿Y cómo será esto? —preguntó Mike.

—Dividiremos a los veinte alumnos en dos partes, diez de ellos trabajarán en grupo, un grupo con Melina y el otro con Kyoko; investigarán como se inicia un negocio, como se inicia una empresa, una pequeña empresa y una gran empresa, irán a las grandes constructoras de la ciudad, a las grandes industrias, a las fábricas y canales de televisión, a las cadenas de hoteles y también a los pequeños negocios, Melina y Kyoko dirigirán este gran proyecto; con lo investigado harán un proyecto de negocio en el que ustedes serán los administradores, ellas dos los ayudarán con sus conocimientos sobre fórmulas y cálculos, también dirigirán el proyecto y guiarán a cada uno de ustedes a hacer su mejor trabajo —nos explicó el profesor Brown.

—¿Y qué ganaremos nosotras con eso? —preguntó Kyoko.

—Ganarán las mas exelente nota en conducta y cincuenta puntos más en los próximos exámenes —respondió el profesor.

—A mí me parece muy bien, mi pregunta es: ¿cómo sabremos quienes estarán en mi grupo y el de Kyoko? —le pregunté al profesor.

—Haremos un sorteo, cada uno de los chicos ecepto Kyoko y tú colocarán sus nombres en una caja, ustedes escojerán al azar diez nombres asi sabrán quienes forman parte de sus equipos, Kyoko escogerá primero luego tú Melina, sacarán un papel con un nombre de la caja hasta llegar a diez —el profesor nos explicó.

Primero le tocó a Kyoko, luego a mí, primero leyó ella los nombres de los compañeros de su equipo y llego hasta el diez y no estaba Michael ni Scartlett, eso significa que... ambos estarán en mi equipo.

《¡Esto no puede estar pasando!》 Exclamé dentro de mí.

Ví como Michael se alteraba cuando supo que era parte de mi equipo tanto que se fue a rogarle al profesor que lo cambiara al equipo de Kyoko, pude oír como intentaba convencerlo, lo ví desesperado, sé que no quiere que pasemos estos días juntos, confieso que tengo sentimientos opuestos, me gusta la idea de estar al lado de Michael varios días y por otro lado no quiero porque sé que solo me va a maltratar y humillar, soy muy tonta lo sé, pero no puedo evitar sentir eso.

El profesor dijo que después de la clase nos juntemos con nuestros grupos para empezar a entendernos, eso a Michael no le importó ya que se fue con Scarlett ni bien llegó la hora de salida, sé que esto no será nada fácil, no sé que va a pasar.

Nota: Asi es el pequeño portaretratos de Melina.