
Capítulo 14
Narra: (Michael)
Melina en mi casa.
**********
Como Scarlett vendrá en cualquier momento de la tarde y sé que vamos a coger (porque tenemos que hacerlo si o si) quise estar más fresco para ella, así que me bañé y me cambié de ropa. Me ruge la barriga de hambre, iré a la cocina a urgar un poco a ver qué preparó Dévora hoy de almuerzo.
Justo cuando estaba por entrar a la cocina, mi papá me detiene.
—Ven conmigo Michael! debes disculparte con tu compañera —me dice mi papá jalándome de la mano; ¿con quién tengo que disculparme?
—¿Qué compañera? ¡yo no le debo una disculpa a nadie papá! ¡déjame tranquilo! —levanto la voz, soltando mi mano de la suya, estoy empezando a hervir de rabia.
—Melina, hablo de ella, Andrew me dijo que fuiste grosero con ella y encima que te niegas a participar en su equipo para el proyecto de la universidad —mi papá me habla enojado; ¡mierda! ¿qué hace la horrorosa en mi casa? ¿no estaba enferma? ¡odio este día! ¿por qué siempre la horrorosa arruina todo?
—¿Para qué vino a la casa papá? ¡yo no tengo nada con Melina! ¡no iré a decirle nada! ¡y menos a disculparme con ella!
—¡Irás a disculparte con ella lo quieras o no! ¡me deshonras Michael! yo nunca te enseñé a ser grosero y maleducado con una mujer ¡nunca! —mi papá me exige gritándome. Lo que más me duele es que me grite por culpa de Melina, ahora más que nunca la detesto.
—¡No iré papá! ¡déjame en paz!
—¡No Michael! ¡no permitiré que me desobedezcas asi! ¡ve a pedirle una disculpa a tu compañera! — me sigue exigiendo que me disculpe con Melina. Iré pero a decirle lo que merece oír.
—¡Está bien! ¡iré a disculparme con Melina! —le digo caminando hacía la sala.
Veo a Melina sentada en el sofá a su lado está el profesor Andrew, esta horrorosa va a saber quién soy, mi papá está loco si cree que me voy a humillar pidiéndole una disculpa, eso nunca, mi papá se presenta a la horrorosa y ella también se presenta a él, ella se hace la amable y la educada... la detesto, ¿qué diablos hace aquí en mi casa?... ya verá lo que le espera...
—¡¿Qué haces en mi casa?! — grito de rabia, Melina se va a arrepentir de haber tenido el atrevimiento de venir a mi casa.
—Primero saluda hijo ¿acaso no te enseñé a ser educado? —mi papá me corrige, ¿saludar a Melina? ¿yo? ¡eso nunca!
—¡Buenas tardes profesor Andrew! —saludo al profesor.
—¿No vas a saludar a tu compañera Michael? —mi papá me exige saludar a Melina, yo no la saludaré, no la invité a mi casa ¿por qué tendría que saludarla?
—¡No, no lo haré, yo no la invité a mi casa! —le aclaro a mi papá que no pienso darle la bienvenida a Melina a mi casa ni con el saludo.
—Yo no quise venir Michael, por si no lo sabes fue tu padre quién quiso que viniera a tu casa —Melina me habla algo alterada, nunca la ví asi, tan enojada; para lo que me importa, lo que me molesta es que mi papá la haya invitado ¿por qué se empeña en arruinarme la vida?
—¿Por qué la invitaste papá? ¿estás loco? ¿alguien como ella en mi casa?
Odio ver a la horrorosa en mi casa, alguien tan fea y corriente como ella aquí es inaceptable, creo que estoy viviendo una pesadilla, de hecho Melina se ha vuelto una pesadilla en mi vida, no solo le bastó con haber ido a mi casa de campo, si no también tenía que venir a mi casa en la ciudad, a mi núcleo familiar, eso es lo que más me molesta, creo que mi papá se ha propuesto joderme la vida.
—¿A qué te refieres a alguien como ella? —mi papá me pregunta indignado, ¿acaso no entendió a lo que me refiero?
—Sabes muy bien a lo que me refiero papá, ella no es parte de nosotros ¿por qué la invitaste a la casa?
No sé si mi papá es o se hace, ¿cómo no va a notar la diferencia entre las personas decentes de nuestro entorno y la horrorosa y corriente de Melina? ¿cómo?, creo que solo busca castigarme.
—¡Ya basta Michael! ¡no quiero seguir escuchando tonterias! —mi papá me grita, me duele tanto que me haya gritado por culpa de Melina, ahora la desprecio más todavía.
—¿Acaso me gritaste por culpa de Melina papá? —le pregunto a mi papá reteniendo mis lágrimas.
—No es culpa de Melina, es culpa tuya, te dije que seas educado con tu compañera además, ¿qué te ha hecho esta jovencita para que la trates asi?—mi papá me pregunta en tono de indignación.
¿Que qué me ha hecho la horrorosa?... ¡me ha arruinado la vida con el solo hecho de estudiar en la misma universidad que yo!
—¡Solo no quiero nada con ella papá!—le dejo en claro que no quiero nada con Melina, no soporto más el tenerla tan cerca, iré a mi habitación, ya se me quitó el hambre.
—¡Michael! ¡Michael! ¡ven aca! ¡no te he dado permiso de que te retires! —oí los gritos de mi papá mientras yo subo a mi habitación.
No pienso quedarme ni un segundo más al lado de la horrorosa esa, esta situación me pone de mal humor, me estresa; necesito mis delicias para relajarme y no sentir que Melina vino a mi casa.
Entro a mi habitación, voy a mi tocador, abro el tubo con pastillas de éxtasis, tomo unas cuantas pastillas, asi tal vez me sienta mejor y no sienta lo malo de mi vida: "Melina y mi papá"
—¡Michael ven aca! ¡ven si no quieres que vaya por ti! ¡deja de actuar como niño caprichoso! —oí la voz de mi papá desde abajo, ¿por qué me llama niño? ¡odio que me digan niño!, no pienso dejar que mi papá me humille llamándome niño y menos delante de Melina.
Me voy al baño, me mojo el cabello, trato de relajarme, espero que el éxtasis haga efecto pronto, solo asi soportaré a Melina en esta casa.
Bajo a la sala, no pienso permitir que mi papá ni nadie me vuelvan a llamar niño.
—¿Qué dijiste? ¡yo no soy un niño papá! —soy tajante, espero que mi papá no me vuelva a llamar niño y menos delante de Melina... aunque...
¿por qué me tendría que importar lo que esa horrorosa piense de mí?
—Entonces deja de actuar como si lo fueras y discúlpate con tu compañera—mi papá me exige disculparme con Melina, yo no pienso humillarme pidiéndole disculpas a la horrorosa.
—¿Enserio papá? —le pregunto frotando mi frente intentando relajarme.
—Si hijo, nunca he hablado tan enserio en mi vida —mi papá me empuja hacía Melina.
¿Por qué me exige algo que no quiero hacer?
—¡Esto no puede ser! —exclamé lo que pienso en voz alta; me disculparé con Melina solo para que me deje en paz mi papá, nada más, solo por eso.
—Discúlpame Melina, no volverá a pasar —me disculpé y le dí un beso en su mejilla para que mi papá se convenza de que soy educado.
¡Mierda la besé! ¿por qué me nació besarla?, creo que me estoy volviendo loco; espero que Melina olvide lo que acabo de hacer y no piense que por ese beso la considero mi amiga. ¡Ay mierda!, no entiendo por que la besé, creo que no soy el mismo últimamente.
Veo que Melina se ha quedado muda, espero que no signifique nada para ella ese beso que le dí como para mí no significa nada, nada de nada.
—Está bien Michael te disculpo —Melina me dice mirándome, como si me importara que ella me disculpe, yo hago todo esto para demostrarle a mi papá que soy educado con una mujer, nada más, ahora si me voy a mi habitación, no pienso pasar ni un segundo más al lado de la horrorosa insoportable esta.
—¿Ya me puedo ir papá? —le pregunto caminando hacia las escaleras.
—No, aún no —mi papá me detuvo.
—Andrew y Melina, pasen al comedor por favor, ahora son mis invitados de honor —mi papá los invitó.
¿Qué?... ¿también los invitó a almorzar? ¡mierda! ¡esto no puede estar pasando!
—¿Qué papá? ¿también se quedarán a almorzar? —le pregunto desesperado, no pienso compartir la mesa con Melina.
—Si, ¿por qué? ¿tienes alguna objeción? —mi papá me pregunta en tono desafiante mirándome muy enojado, no pienso almorzar con Melina, de solo imaginarlo hasta el hambre se me quitó.
—¡Ya se me quitó el hambre! —fuí claro con mi papá iré a mi habitación, almorzaré después.
—¡Si no vienes a la mesa con nosotros no comerás nada después ni el resto del día Michael! —mi papá me amenazó.
Me pregunto: ¿cómo me puede amar mi papá si me niega que coma solo por alguien tan insignificante como Melina?; solo por que sé que durante el resto del día tendré hambre aceptaré almorzar con Melina.
Entro al comedor 《¡esto es una mierda!》 Exclamo en voz baja.
—¡Adelante! ¡esta es su casa! —mi papá les dice al profesor Andrew y a Melina.
Me siento en mi lugar de siempre en la mesa, este sin duda será un almuerzo desagradable, si acepté almorzar en la misma mesa con la horrorosa es porque tengo hambre, lo bueno es que poco a poco voy sintiendo una agradable sensación en mi mente, creo que el éxtasis está haciendo un buen efecto.
No sé como no noté antes que Melina está sentada justo frente a mí, si no fuera por mis delicias esto sería mucho peor, no entiendo por qué tenía que sentarse frente a mí, esto es lo peor que me ha pasado.
—Dévora por favor sirve el almuerzo a mis invitados primero y luego a mi hijo y a mí —mi papá le ordena a Dévora—. Hoy Dévora preparó un platillo especial para ustedes, camarones al olivo de entrada y de plato principal fetuchinnis en salsa blanca o mejor conocida como salsa alfredo y de postre tarta de moras —mi papá les mencionó lo que Dévora preparó, lo bueno de todo es que preparó mi platillo favorito ¡FETUCHINNIS! ¡QUE RICO!; esto si que me hace feliz ¡mi plato favorito!
—¡Bien! ¡fetuchinnis! ¡bien! —exclamo de gusto por mi plato favorito... mmm ¡QUE RICO! esto si que me hace feliz, amo los fetuchinnis en salsa blanca.
—Le pedí a Dévora que prepare tu plato favorito Michael, asi te sentirás más a gusto con nuestros invitados —mi papá me dice palmeando mi espalda, sé que quiere animarme a sentirme más a gusto con el profesor Andrew y Melina, amo tanto los fetuchinnis que ni siquiera el tenerla en mi mesa me arruina el hambre que tengo.
—Me hubiera gustado que mi esposa esté aquí con nosotros pero tuvo que viajar de urgencia a Italia a ver a su hermano que enfermó hace unos días—mi papá les contó al profesor y a Melina que mi mamá viajó, ¿por qué tenía que hacerlo?, a ellos que les importa nuestra vida privada, y menos a Melina, a veces mi papá es...¡mejor ni siquiera lo pienso!
—No sabía que la señora Teresa viajó—comenta el profesor.
—Su hermano enfermó hace unos días y como está divorciado y sus hijos viven lejos de él mi esposa lo está atendiendo —le explicó mi papá al profesor.
—Ha, hablando de tu madre Michael, dijo que quiere verte por videollamada mañana tempraño.
Si recuerdo que mi papá me dijo que en esta semana mi mamá me iba a llamar, ojalá no quiera llamarme temprano, odio madrugar, lo bueno es que aprovecharé en pedirle dinero ya que mi papá no me quiso dar la cantidad que le pedí.
—¿Qué? ¿qué tan temprano tiene que ser? —le pregunto a mi papá para asegurarme de que no me llame temprano.
—No sé hijo, solo me dijo que sea lo más temprano posible, tú sabes la diferencia de hora entre Europa y América.
Ojalá no sea muy temprano, no me gusta madrugar, que todo sea por mi dinero.
—Al propósito Melina ¿por qué no viniste con tus padres?, me hubiera gustado felicitarlos por tener una hija tan inteligente como tú —mi papá le preguntó a Melina por sus padres.
Me molesta que le diga que es inteligente mientras que a mí solo me resondra por todo, no sé qué de bueno le ve mi papá a Melina; me pregunto si vive con sus padres, nunca la veo con ellos, creo que vive con su tía, al menos es lo que sé.
Después de todo a mí que me importa si Melina tiene padres o no.
—¿Qué no sabes? —el profesor le pregunta a mi papá.
—¿Saber que?
—Melina vive con su tía ya que sus padres... mmm... sus padres... haa... ¿cómo lo digo? —titubea el profesor, ¿por qué se incomoda cuando le preguntarón por los padres de Melina?
—Mis padres se fueron cuando era niña —Melina le dice a mi papá, noté que al responderle se incomodó mucho, no sabía que era huérfana, con razón se viste asi, me da algo de lástima, ¡pobre! debe ser terrible el hecho de ser abandonado por nuestros padres cuando somos niños, pobre Melina.
—¡Entiendo! ¡entiendo! no te preocupes por explicar más Melina, sé muy bien a lo que te refieres —mi papá le habla a Melina muy incómodo.
Me pregunto: ¿por qué hay padres que abandonan a sus hijos? ,yo no puedo imaginar la vida sin mis papás, debe ser triste el hecho de crecer sin padres; ahora entiendo por qué Melina es tan rara, por qué se viste asi, por qué es tan diferente a mí. Imagino que su tía debe ser como una madre para ella... mejor ya no pienso más en eso, ya no más, ¿qué me puede importar la vida privada de Melina?, ¿qué me importa si tiene papás o no?, tengo hambre, quiero mis fetuchinnis.
—¿Por qué demora tanto Dévora? tengo hambre —le pregunté a mi papá, no entiendo por qué no ha servido el almuerzo todavía.
—Espera un poco más, sabes que la ensalada se prepara del momento ¿por qué no bebes algo? —mi papá me sirve agua, ¡mierda! ¡yo no quiero agua! ¿por qué me sirve agua otra vez? ¿acaso no entiende que me gusta acompañar mi comida con coca cola de cereza?
No pienso permitir que me den agua otra vez, estoy asteado de acompañar mi comida con agua, y lo peor, no soporto más que mi papá me trate como a un niño y que controle hasta lo que bebo, soy un adulto, puedo hacer lo que quiera ya que soy responsable de mis actos.
—¿Agua? ¿agua otra vez? ¡papá! ¡sabes que no me gusta acompañar el almuerzo con agua!, prefiero coca cola de cereza — rechazé el agua, le pediré a Dévora que me traiga coca cola de cereza.
—¡Por favor Michael! sabes que tu madre te prohibió beber soda, no es saludable.
Si es saludable o no es lo que menos me importa, no entiendo por qué mi mamá me prohibe beber soda, a mí nadie me puede prohibir beber nada, yo soy un adulto.
—¡No soy un niño papá! ¡no me pueden prohibir nada!
Espero que entienda que no soy un niño al que le puedan prohibir algo.
—Compórtate bien hijo, tenemos invitados.
—¡Esto no puede ser! ¡prohibirme a mí! —exclamo indignado.
Al fin viene Dévora con la comida, trae la ensalada; se acerca a la mesa, no sé por qué Melina se para de su silla y le empieza a ayudar, le pide los platos pequeños para la ensalada, me pone mi plato a mí primero... ¿por qué puso el plato frente a mí primero?... ¿acaso soy especial para ella?... ¿será eso?... 《¡no seas imbécil Michael! ¡qué te importa eso a ti!》Me dije a mí mismo.
Melina sigue ayudando a Dévora, ¿qué quiere demostrar? ¿que es atenta?... ¡ay si! ¡la mujer ejemplar! odio las mujeres como ella que quieren demostrar que son las mujeres perfectas ¡esta tiene alma de sirvienta! ¡eso es lo que es! ¡una simple sirvienta!, juro que me molestó que me haya puesto el plato a mí primero.
¡No la soporto!
—No tienes que hacer esto Melina, Dévora se encargará de servir el almuerzo, tú eres nuestra invitada, no tienes que hacer nada —mi papá le dice quitándole los platos que tiene en sus manos, me molesta tanto que mi papá caíga en su juego, si ella está de sirvienta es porque quiere ¡ay la odio! ¡no la soporto!
—No se preocupe yo quiero ayudar a la señora Dévora ¿qué no ve que vino con la fuente llena de platos y el pirex de ensalada? uno siempre tiene que ayudar y considerar a las personas que nos sirven.
¡Ay si, como no! ¡la mujer ejemplar!, ¡me molesta tanto que quiera demostrarle a mi papá que es la chica ejemplar!, río de la impotencia que siento ahora, mi papá debe estar pensando que es la hija ejemplar.
—¡Está bien! ¡está bien hija! tienes razón.
Lo sabía... ¿cómo mi papá puede humillarse sirviendo él la ensalada? para eso tenemos sirvienta, debe estar pensando que Melina es la hija ejemplar ¡que mal me cae la horrorosa!, ¡y encima la llamó hija!
—¡Muchas gracias señorita! —Dévora le agradece a Melina, otra que cree que la horrorosa es la mujer ejemplar, quizás hace todo esto par ganar algo a cambio, sé cómo son las mujeres de su clase; ¡se aprovechan de todo!
Estaba empezando a comer hasta que ví que Melina inclina su cabeza y junta las manos ¿qué está haciendo?, juro que es rara y hace cosas raras.
—¿Qué haces Melina? —pregunto incómodo, quiero saber que es lo que hace, no sé por qué hace cosas raras en mi casa, solo sé que todo lo que hace me molesta.
—Le agradezco a Dios por los alimentos ya que gracias a él es que todos tenemos alimento a diario en nuestras mesas.
¡Lo último que faltaba! ¡ahora la horrorosa es la religiosa ejemplar!,¿quién se cree?
—¿Eres cristiana Melina? —el profesor Andrew le pregunta, puedo notar que él también se incomodó por lo que ella hizo, ¿qué es un cristiano? ¿será una religión?... enserio Melina es super rara, definitivamente es todo lo opuesto al tipo de mujer que me atrae.
—Si, soy cristiana, le entregué mi vida a Cristo cuando era niña, tenía nueve años cuando lo hice, fue la mejor decisión que he tomado en toda mi vida.
¿Cristo? ¿quién es Cristo?... ¿no es el mismo a quién llaman Jesús? ... no sabía que también se llamaba Cristo, imagino que es su segundo nombre, recuerdo que cuando era niño en navidad solía pedirle al niño Jesús que me libre del castigo de mi papá; sabía que había hecho muchas travesuras y que no me iba a regalar nada en castigo a mi mala conducta
Tenía fe en Jesús a mi manera siendo un niño, de ahí no recuerdo más sobre temas de religión.
—Me parece bien, yo creo en Dios y voy a la iglesia siempre con mis hijos y mi esposa pero no llego a ser fanático ni nada de eso —el profesor le dice a Melina sonriendo, no sabía que el profesor es religioso y menos que va a la iglesia, creo que yo nunca fuí a una iglesia y si fuí fue con mis padres en navidad y por temas familiares.
—Yo creo en Dios pero no vamos a la iglesia, solo vamos cuando hay fechas especiales como misas fúnebres o bautizos, cosas asi —le dice mi papá a Melina, yo no sé si creer en Dios, no sé si él en verdad existe, me aterra la idea de volverme religioso.
—Yo amo y creo en Dios y todos los días le agradezco por mi vida y por los alimentos ya que solo gracias a él tenemos vida y alimento —dice Melina sonriendo, ¡ay no la soporto!
¡Para colmo la horrorosa es religiosa!, ahora si que estoy convencido que es totalmente lo opuesto al tipo de mujer que me gusta, debe ser horrible tener a una fea y religiosa de pareja, debe ser como tener a una especie de monja por novia ¡que terrible debe ser eso!
—Entiendo hija, reconozco que no agradecemos a Dios por los alimentos pero desde ahora lo vamos a hacer, no sé por qué siento que debo hacerlo —mi papá le dijo a Melina inclinando su cabeza para... ¿rezar?
Creo que asi rezan los religiosos, yo no pienso agradecer nada, si tengo comida es porque mis padres trabajan y ganan dinero no por Cristo o Dios o el dios que sea, Melina si que es rara, yo no pienso volverme religioso, si mi papá quiere volverse religioso es su problema.
—¿No agradecerás tú también Michael? —me pregunta el profesor inclinando su cabeza, después cerró los ojos, yo no pienso hacer lo que Melina hace.
Miro a Melina, quisiera decirle que no la soporto, miro a mi papá y al profesor que han inclinado su cabeza y han juntado sus manos para agradecer, ¿por qué lo hacen? ¿por qué le siguen el juego a Melina?... no sé como ella los convenció de hacer ese tonto ritual; me incomoda ser el único que no agradece los alimentos, de seguro mi papá pensará que soy el malo de la película por no seguir los rituales que hace Melina, sin que sea mi voluntad inclino mi cabeza y cierro los ojos también, no sé ni como se hace esto ¿qué se supone que tengo que hacer?
—Mejor haz tú una oración Melina dice mi papá, lo veo abrir sus ojos, él al igual que yo no sabe como se hacen estas cosas.
—Si claro con mucho gusto, juntemos nuestras manos, iclinemos la cabeza y cerremos los ojos.
Melina reza, dice cosas extrañas como eso de que el santo Espíritu de Dios more aquí, no comprendo eso.
Melina termina de rezar, me siento extraño, nunca hice una oración así en mi vida, tampoco sabía que hay personas que no tienen comida, yo nunca he pasado hambre, al contrario he tenido y tengo de sobra, saber eso me incomoda.
—Muchas gracias hija, desde ahora siempre agradecerémos por los alimentos —mi papá le dice a Melina, él agradecerá, yo no pienso volverme una persona religiosa.
Empiezo a comer, todo está muy rico.
—Bueno Melina, te diré por qué es que te invité a mi casa, hay algo muy importante que te quiero decir.
¿Qué tiene que decirle?, espero que no me joda más la vida.
—Pensé que solo me invitó para que Michael se disculpe conmigo —Melina le dice a mi papá dejando de comer.
¿Disculparme con la horrorosa? ¿de qué?
—Supe que mi hijo está en tu grupo para un proyecto de la universidad ¿no es asi Andrew? —dice mi papá, ¡diablos! ¡mi papá ya sabe lo del proyecto!, espero no le diga a Melina lo que estoy pensando.
—Si claro, hicimos una especie de sorteo, Melina y Kyoko que son las dos jovencitas más aplicadas del salón resolvieron unas fórmulas matemáticas incluso mejor que yo cuando estudiaba en la universidad, sobretodo Melina, resolvió una fórmula muy rápido y sin errores por eso creí conveniente que ellas dos ayuden a sus compañeros a calcular el presupuesto y como iniciar bien un negocio o empresa, es vital que los chicos aprendan a calcular bien cuanto invertirán y no fallar, además Melina y Kyoko ayudarán a sus compañeros a saber como trabajar en equipo y compañerismo algo vital para tener buenas relaciones en una empresa, negocio o lo que sea que ellos quieran administrar o emprender —el profesor le explica a mi papá, me molesta que siempre el profesor alague a Melina.
—Entiendo, entiendo Andrew por eso quiero que mi hijo se una al grupo de Melina mañana mismo.
Ahora si que puedo jurar que mi papá me odia, no sé como puede decidir por mí, yo no pienso unirme al grupo de Melina, ¡eso nunca!
—¿Qué? ¡papá nunca me uniré a ese grupo! ¡lo sabes! —le aclaro lo que decidí, no me importa ni el grupo, ni las fórmulas, me aterra la sola idea de estar al lado de Melina.
—No se trata de lo que quieras si no de lo que es Michael, hablé con Andrew, él me dijo que ha bajado tu rendimiento últimamente, necesitas aprender y si es con la ayuda de tu compañera mejor, es mas, hay algo más que te quiero pedir Melina.
¿Le va a pedir algo a Melina? ¿mi papá está loco o qué?
—Si, dígame.
—El profesor Andrew me dijo que tus calificaciones son excelentes y que resuelves fórmulas difíciles en poco tiempo, por eso te quiero contratar para que le enseñes a mi hijo a resolver las fórmulas como lo haces tú, que lo ayudes a estudiar también, quiero que le enseñes a estudiar y aprender lo que él no puede hacer por si mismo, solo a él muy aparte del proyecto, necesito tu apoyo por favor.
Por supuesto que yo no aceptaré, no pienso permitir tenerla en mi vida aún más. No sé por qué cuando Melina escuchó lo que le dijo mi papá se ahogó con el agua que estaba bebiendo ¿acaso le molesta tenerme más tiempo a su lado igual que a mí? espero haber escuchado mal lo que dijo mi papá.
—¿Qué? ¡creo que escuché mal papá! ¡que Melina! ¡¿qué?! —le pido a mi papá una aclaración, espero que esto sea una pesadilla.
—Si hijo, Melina te va a enseñar todo lo que no entiendes sobre tus estudios, será como tu maestra—mi papá me dice en tono desafiante.
¿Qué? ¿mi maestra? ¿la horrorosa mi maestra?, creo que mi papá está loco.
—Muy buena decisión Harry, Melina le ayudará mucho a tu hijo —dice el profesor.
¿Por qué el profesor se mete en mi vida?
—¿Aceptas Melina? —el profesor le pregunta a Melina, espero que si ella en verdad es inteligente no acepte enseñarme nada, ni ayudarme, esto tiene que ser una pesadilla.
—Yooo... la verdad no sé que decir, me gustaría saber lo que piensa Michael —Melina respondió dudosa, al menos ella considera lo que yo pienso.
—Al menos piensas bien Melina, ya que nadie se ha puesto a pensar en lo que yo quiero, si acepto o no.
—Tú no tienes que querer ni aceptar nada Michael, si sigues asi no pasarás este ciclo, a mi me cuesta mucho dinero costear tus estudios y no pienso permitir que vuelvas a reprobar —mi papá me habla en tono desafiante, ¿por qué se empeña en malograrme la vida? ¡si que me odia! yo no quiero nada con Melina, es más mientras menos la tenga en mi vida mejor.
—¡Yo no quiero nada con Melina papá! ¡no quiero! —me hice imponer, no pienso permitir que Melina me ayude, eso nunca.
—No se trata de si lo quieres o no, es una decisión tomada —mi papá me grita, ¿quién se cree para decidir por mí? ¡esto será terrible!
—Pero todavía Melina no ha aceptado enseñarle a Michael —el profesor le dice a mi papá, espero que ella no acepte, no, no creo que lo haga.
—Oh perdón Melina, espero que aceptes, no será gratis, te pagaré por cada clase que le des a mi hijo.
No sabía que ahora hacerle la vida imposible a alguien tiene precio.
—Yoo... bueno por mí no hay problema, con gusto le enseñaré todo lo que su hijo no entienda, solo que no le voy a cobrar nada, lo hago porque... bueno porque deseo que él sea un buen estudiante —Melina aceptó enseñarme, yo no pienso permitir que me enseñe, ni me ayude, ni nada, me voy de aquí, no pienso soportar un segundo más al lado de Melina.
—¡Esto no puede ser! ¡me voy de aquí! —exclamo parándome de mi silla, no me importa quedarme de hambre, no quiero seguir aquí.
Subo a mi habitación, cierro la puerta, me siento en mi cama, intento relajarme, no sé qué le he hecho a mi papá para que me exija hacer algo que no quiero, me aterra la idea de tener a Melina cerca a mí, ya una vez estuve cerca a ella e hice estupideces como abrazarla y recibirle su carta, no entiendo por qué lo hice en vez de echarla de mi casa y tirarle su carta a la cara, ya cometí el error de dejarla acercarse a mí una vez, no volveré a permitirlo una vez más, eso nunca.
*******
Ahora que me acuerdo Scarlett prometió venir hoy, espero que no falle esta vez, la extraño mucho, si no fuera por ella ahora mismo me largo de esta casa hasta que la horrorosa esa se haya ido; en lo que espero a mi nena veré el concierto de Green Day del año pasado, he querido ver ese concierto desde hace días, tal vez no está bien que escuche música o vea conciertos ya que estoy de luto por mi abuelita es solo que sé que nada la traerá a la vida, no tiene sentido que me prive de hacer cosas que me gustan y divertirme, recuerdo que guardé cocaína que Scarlett me compró, me pregunto: ¿cómo se sentirá si mezclo éxtasis y cocaína?, tal vez sea una euforia total.
Tomo pastillas de éxtasis, voy a sacar cocaína, me muero por saber que se siente la combinación de esas dos sustancias, saco de mi mesa de noche el sobre con cocaína que escondí dentro de mi cofre.
Justo cuando estaba por consumir escucho que mi papá toca la puerta 《¡mierda! ¡espero no me joda esta vez! Exclamo en voz baja. Al instante escondo el sobre en mi cofre, voy a abrir la puerta.
—¿Qué esperas hijo? ve a la sala de estar, tu compañera te está esperando—dice entrando a mi habitación, creí que Melina se había ido, solo que mi vida no podía ser tan perfecta para que eso suceda.
—No iré papá, no quiero que nadie me enseñe ¡no iré!
—¡Ya te dije que no me importa si quieres o no! ¡solo haz lo que te ordeno Michael!
—¡No papá! ¡no iré!
—Entonces dile adiós a ese concierto, a tus salidas los fines de semana, a tus tarjetas y incluso a tu auto, no pienso permitir que repruebes el ciclo otra vez Michael —mi papá me amenazó.
Tenía que hacerlo, me tiene amedrentado con eso de castigarme con no dejarme ir al concierto y quitándome las tarjetas, lo único que no esperaba era que me quite mi auto, juro que mi papá me odia tanto que me obliga a intimar con la horrorosa esa.
—¿Serías capaz papá? ¡¿serías capaz de quitarme mi auto?! ¡sabes cuanto amo a mi auto! —le reclamé.
—Si lo sé y porque sé cuanto vale para ti tu auto, el concierto y tus tarjetas, quiero que te esfuerzes por ser un buen estudiante ¿acaso quieres reprobar el ciclo otra vez? ¡dime hijo! ¿quieres que eso suceda?—mi papá me pregunta cogiendo mis hombros, me sacude suavemente, claro que no quiero reprobar el ciclo otra vez es solo que no al precio de tener a Melina todo el tiempo a mi lado.
—No, no quiero papá.
—Entonces ve y acepta que esa chica te enseñe y que te ayude a aprender lo que tú no entiendes, ella es muy inteligente, ¿acaso no quieres ser como ella?
¿Ser como Melina? ¿feo, apariencia de mendigo y corriente?, ¡no! ¡claro que no quiero ser como ella!, ni de loco, creo que mi papá no ha sabido notar como es Melina en realidad.
—No papá, como ella nunca ¿qué no has notado lo desagradable que es?
—¿Desagradable? ¿por qué piensas eso de tu compañera Michael?
—¡Ay papá! ¡¿qué estás ciego?!
—Ciego estás tú hijo, esa jovencita es muy inteligente además de ser educada y hasta es cristiana, quisiera tanto que seas como ella.
—¿Quieres que sea como Melina? ¡enserio me odias papá!
—¿Qué tienes en contra de ella hijo? ¿qué te ha hecho?
—Ser como es, ser quién es.
—¿A qué te refieres Michael?
—¡A nada papá! ¡a nada! ¡nunca entenderás a qué me refiero!
—Mira hijo no sé los problemas que tengas con Melina, a mí me interesa que aprendas todo lo que no entiendes ¡nada más!, los problemas que tengas con ella no me importan, solo te digo que de ahora en adelante respetes a tu compañera, sabes que a una mujer se le respeta y considera como tal, no quiero que me deshonres siendo grosero con una mujer, yo nunca te he enseñado a serlo, asi que ve ahora mismo a la sala de estar y deja que Melina te explique y te enseñe lo que no entiendes.
Él nunca entenderá a qué me refiero y menos a quién me recuerda Melina, aceptaré ir solo porque no quiero que me quite mi auto y menos no ir al concierto de Green Day.
—¡Está bien papá! ¡está bien! ¡ahora mismo iré!, solo espero que cuando pase este ciclo me des todo lo que yo quiera.
—¡Claro hijo como no! ¡tendrás todo lo que desees! —mi papá me dice palmeando mi espalda.
Solo porque mi papá me dé todo lo que yo le pida acepté que Melina me enseñe, solo por eso, le demostraré que soy capaz de pasar este ciclo con las más exelentes notas, mi papá se sentirá orgulloso de mí.
Saco mi cuaderno, ahí están todas las fórmulas que no entiendo, mi papá viene conmigo a la sala de estar, me acompaña hasta la puerta.
—Entra hijo, yo iré a hablar de unos asuntos importantes con Andrew.
Entro a la sala de estar, veo a Melina parada delante del escritorio, me mira fijamente, no soporto esa mirada suya, me molesta que trate de engañarme haciéndose la inocente.
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