Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 12


Narra: (Melina)

Un nuevo desafío por vivir.

**********

Fue efímero el momento que te tuve entre mis brazos y eterna la sensación de tu piel en mí, mi estrella sombría brillaba, su destello fue infinito y maravilloso, la oscuridad encontró su luz, luz como la de la aurora que aumenta cada vez más alimentada por el amor y su poder.

***

Efímero destello de luz

*******

Despierto lentamente, aún entre sueños siento que ese destello de luz en mi corazón sigue vivo, recuerdo lo que viví ayer, sonrío, aún tengo la sensación de la piel de Michael en mí, también su exquisito aroma, incluso estoy con la ropa que fuí al funeral, la huelo, no sé como se impregnó el aroma de su perfume en ella si solo nos abrazamos por unos instantes nada más, nunca lavaré esta ropa, ya veré como me las arreglo con mi tía porque no pienso devolverle la ropa que me prestó, es más dormiré abrazando esta ropa todos los días, asi tendré la sensación de Michael en mí, lo pienso y no sé ni como pasó, no sé cómo fue que Michael se acercó tanto a mí, fue por eso que pude abrazarlo, fue él quién se acerco a mí, nunca olvidaré ese detalle, ayer fue el mejor día de mi vida, no solo porque abracé a Michael, si no porque descubrí que estoy enamorada de él, que lo amo, nunca antes sentí algo asi por alguien, él es mi primer amor y sin duda mi único amor, es tan lindo, amo mirarlo, él fue sin duda un regalo de parte de Dios para mí y aunque sé que no será fácil este amor, es un gran y maravilloso motivo que tengo para vivir, no soy la misma desde que lo conocí, el sentir esto por él me hace sentir viva, me hace tener un motivo por el que luchar, y le dió sentido a mi vida, una gran motivación que hace que florezca una nueva ilusión en mí, un destello de luz en mi corazón que nunca se apagará.

Me levanto, veo la hora, ya son casi las siete de la mañana, me quedé dormida desde anoche que me acosté a las siete, no puedo creer que haya dormido por doce horas seguidas, nunca ántes me ha pasado algo asi, yo me levanto todos los días a las cinco de la mañana, ni un minuto más tarde, creo que fue por el exceso de trabajo que tuve esta semana, hoy es sábado y desde el lunes no descansé más de cinco horas por día, me saco la ropa y la dejo debajo de mi almohada, asi dormiré con ella todas las noches, me iré bañar, será un día difícil ya que tengo mucho trabajo en la cafetería.

Después de bañarme, me seco el cuerpo, pienso en Michael, no puedo creer que nos hayamos abrazado, sin duda ese momento fue mágico, lindo, tierno, este amor que nace en mí es el mayor regalo de Dios para mi vida, es doloroso también por la actitud de Michael pero si él cambia y sigue así de lindo conmigo este amor será perfecto. 《Dios mío, mi Dios amado, te pido que obres en el corazón de Michael para que él cambie de actitud conmigo, que me dé la oportunidad de ser su amiga y así él me conozca mejor y deje ese perjuicio de creerse superior por ser rico, te lo ruego padre precioso, obra en su corazón, para ti nada es imposible, te lo ruego en el nombre de Jesús, amén.》Hice una oración.

Me vestí lo más rápido que pude, ahora voy de prisa a la cafetería, ojalá no pasen los buses llenos, no quiero tener problemas con mi tía, tengo miedo, sé que ella me debe estar esperando en la cafetería desde las cinco y media de la mañana, llegaré con dos horas de retraso, me va a matar, tengo mucho miedo, no puedo creer que haya pasado de la alegría y la felicidad por haber abrazado a Michael al miedo y la tensión por haberme retrasado para ir a la cafetería, espero que pronto pueda cambiar de vida y no tener que soportar los maltratos y abusos de mi tía.

*******

Subo rápido al autobús, está lleno, iré de pie todo el camino, reviso mi celular ¡no puede ser!, olvidé cargarlo y se apagó, mi tía debió hacerme mil llamadas, nunca he sentido tanto miedo como ahora.

*******

Después de veinte minutos llego a la cafetería, está abierta, entro, veo gente en las mesas, imagino que mi tía está atendiendo, de seguro me va a gritar, no llegué a tiempo para abrir la cafetería y dejar todo limpio.

Entro a la cocina, veo a mi tía friendo huevos, todo está desordenado, voltea, me mira furiosa, trago saliva, tengo mucho miedo.

—¿Se puede saber por qué llegas tan tarde? ¡respóndeme! ¡¿acaso yo te he dado permiso de llegar a esta hora?!  —me gritó acercándose a mí.

—Me quedé dormida, lo siento —me disculpé.

—¿Lo sientes? ¿crees que un lo siento es suficiente?, en primer lugar ayer yo no te di permiso para que te tomes toda la tarde, solo te di permiso de ir al funeral nada más, después tenías que haber venido y cumplir con tu horario normal de trabajo hasta las nueve de la noche —me reclamó.

—Pensé que me podía tomar el resto de la tarde y la noche, lo siento de verdad, no volverá a pasar —me disculpé de nuevo.

—¡Claro que no volverá a pasar! —me gritó dándome una bofetada, dolió mucho, sabía que mi tía se iba a molestar pero nunca imaginé que me iba a golpear—. ¿Sabes por qué no volverá a pasar?  —me preguntó jalándo mi cabello muy fuerte—. ¡Dime! ¡¿sabes por qué?!, ¡porque de ahora en adelante no te daré permiso para ninguna tontería a la que tengas que ir!, no me importa si murió alguien o si tienes que hacer trabajos de la universidad, no volverás a tomarte ni una sola hora de tu trabajo para otra cosa que tengas que hacer ¡¿entendiste?! —me gritó furiosa.

—Esta bien tía, no volverá a pasar.

—Eso espero, porque el mal será para ti si tan solo intentas salir en tus horas de trabajo, ¡yo te pago un sueldo por tu trabajo! ¡no soy tu madre para considerarte y concederte caprichos!, ¡conmigo si no trabajas no comes! ¡¿entendiste?! —me preguntó gritándome y jala mi cabello más fuerte, duele mucho, juro que esto se acabará pronto.

—Si tía entendí, sé que nada es gratis, yo siempre he trabajado muy duro para ganarme mi comida y donde vivir, no tiene que recordármelo, sé muy bien mis obligaciones, no volverá a pasar, lo prometo —le hablé aguantando las ganas de llorar de dolor y rabia, esta mujer es abusiva, pero sé que todo se va a acabar pronto, Dios un día le dará su merecido.

—No basta con una promesa, esto te costará un mes más de sueldo, ya no serán dos meses si no tres meses de tu sueldo a cambio de ese permiso que te dí y agradéceme que no te quite el trabajo, vamos a ver si consigues uno donde te permitan ir a funerales o cosas asi — me gritó, ¿como viviré sin tres meses de sueldo?

—No tía por favor, un mes más no, sabe que necesito el dinero —le rogué.

—Eso lo debiste de pensar antes de ir a ese funeral y encima de faltar a tus horas de trabajo, tenías que venir a trabajar anoche y ahora desde las cinco y media de la mañana.

—Me quedé dormida, no fue mi intención llegar tarde, no sé por qué no me despertó como lo hace siempre  —le dije a mi tía llorando

Son tres meses sin sueldo ¿qué voy a hacer?, no entiendo por qué mi tía no fue a despertarme a mi habitación como lo hace siempre, si lo hubiera hecho no me quedaba dormida.

—No pasé la noche en la casa —me dijo incómoda.

—Perdón, no lo sabía.

—No pasé la noche en la casa, esta mañana llegué a la cafetería, no fui a la casa desde ayer en la tarde, por eso te aprovechaste e hiciste lo que quisiste —me gritó otra vez—. Imagino que no debes estar esperando que te de una explicación ¿verdad? —me pregunto gritándome.

—No, claro que no —le respondí.

—Yo soy libre de hacer lo que quiera tú no, asi que ponte a trabajar y rápido, hoy no tienes que ir a la universidad asi que trabajarás corrido hasta las nueve de la noche.

—No por favor, tengo que investigar para un proyecto, por favor solo deme tres horas en la tarde de descanso para investigar ¡por favor!

—¡No!, ¡he dicho que no!, ¡ya deja de molestarme Melina!, si sigues insistiendo te haré trabajar gratis toda tu vida —me gritó saliendo de la cocina.

Sabía que me tía se iba a molestar conmigo, solo que nunca imaginé que el quedarme dormida me costaría otro mes de sueldo.

Ahora solo me queda trabajar, hasta la noche e ir al mercado en vez de ir a la iglesia, mi tía es muy abusiva últimamente conmigo.

Sé que debo estar triste pero no lo estoy, al contrario, estoy feliz, solo recuerdo que Michael y yo nos abrazamos y olvido todo, al final, todo lo que me hace mi tía vale la pena, todo a cambio de ese maravilloso abrazo.

Un día después.

*******

Es lunes ya, como siempre llegué temprano a la cafetería, dejé todo ordenado y limpio, ahora estoy camino a la universidad, estoy ansiosa por ver a Michael, después del abrazo que nos dimos, de haber estado tan cerca de él y descubrir que lo amo no soy la misma, no lo veré de la misma manera que antes, nada será igual, me pregunto si habra leído mi carta.

Llego a la universidad, confieso que me siento ansiosa, muero por ver a Michael y abrazarlo, sentir ese mágico aroma suyo de nuevo; camino hacia el ascensor, respiro profundo.

Subí por las escaleras ya que el ascensor estaba ocupado y no quiero llegar tarde a clases, busco a Michael, lo miro por todos lados, creo que no ha llegado todavía, muero por verlo; voy al locker a sacar algunos libros, no sé por qué me siento nerviosa.

—¡Ni creas que he leído tu carta! ¡la tiré a la basura! —escuché la voz de Michael detrás mío, me quedé helada al oir eso, si él se acercó a mí, aceptó mi carta, incluso nos abrazamos...

¿Por qué tiene esta actitud conmigo ahora? ¿qué le pasa?, espero haber oído mal.

—¿Qué? —le pregunté con la voz ahogada volteando a mirarlo, si es verdad lo que me dijo todas mis ilusiones se destruirán.

—¡Lo que oíste! ¡no leí tu carta! ¡la boté! ¡¿acaso crees que me interesa lo que tú pienses de la muerte de mi abuela?! — gritó furioso, ¿qué le pasa? ¿por qué cambió de actitud?... y yo pensando en que al fin seremos amigos, me duele el alma ahora, él fue tan lindo conmigo, aceptó mi carta, ¡incluso me abrazó!

—Pero si tú me recibiste la carta y la guardaste en tu bolsillo —le hablé casi llorando.

No sé por qué Michael es asi conmigo, no entiendo para qué aceptó mi carta, la guardó y dejó que lo abrace si después iba a actuar así de agresivo e incluso iba a botar mi carta a la basura... aunque... siempre supe que él haría eso, no sé cómo pude pensar en lo contrario, solo que me confunde su cambio repentino de actitud, siento un dolor anormal en mi pecho.

—¡Te aprovechaste de mi dolor! ¡estaba llorando y drogado! ¡no sabía lo que hacía! —me respondió muy alterado, debí imaginar que las drogas lo harían actuar distinto conmigo, ahora me pregunto si habrá significado algo el abrazo que nos dimos.

—¿Qué? pensé que significó algo para ti el abrazo que nos dimos — le dije llorando, me arrepiento de haberle dicho eso, me dejé llevar por la duda,  presiento lo que me va a responder.

—¿Abrazo? ¿qué abrazo? ¡tú y yo no nos dimos ningún abrazo! —lo neguó gritándome

¿Acaso lo olvidó?, que tonta fuí al pensar que ese abrazo significó algo para él, siento mis lágrimas correr por mis mejillas, no puedo evitar llorar, siento que me duele lo más profundo de mi corazón y alma.

—¡Tú y yo nos abrazamos Michael! estábamos en el jardín ¿no lo recuerdas? —le pregunté acercándome a él, quiero asegurarme de que en verdad no recuerda el abrazo y no pensar que no significó nada para él.

—No, no recuerdo nada y si por error yo te hubiera abrazado a ti, ese abrazo no significaría nada para mí ¿entiendes? ¡te dije que te alejaras de mí!, no sé por qué tuviste el atrevimiento de ir hasta mi casa de campo, yo no necesitaba de tu pésame —me gritó furioso.

Que tonta fuí al pensar que ese abrazo significó algo para él, no sé como pude engañarme a mí misma, de seguro las drogas lo confundieron y pensó que yo era otra persona.

—Perdón si tuve el atrevimiento de ir a tu casa, yo solo fuí porque el profesor Brown nos sugirió ir al funeral y apoyarte en un momento difícil —le respondí secando mis lágrimas, no quiero que piense que fuí porque quise hacerlo, ojalá no sospeche que siento algo por él al verme llorar, es solo que el dolor que me ha causado esta desilusión me hizo llorar sin que sea mi voluntad.

—Si, lo sé, fue solo que el profesor sugirió que fueran solo amigos míos, no que fueras tú ¿entiendes? ¡tu no eres mi amiga! ¡no significas nada para mí! —me gritó otra vez.

Cada palabra suya lacera mi corazón, todas mis ilusiones se han esfumado, la nube color rosa que había formado en mi mente en la que Michael y yo caminábamos se ha destruido, ¿cómo pude pensar que él había cambiado conmigo? ¿cómo pude?, ¡soy tan tonta!; sabía que no debí de ir a su casa de campo, sabía que eso a Michael le molestaría, ahora sé que me abrazó porque estaba drogado, sé que yo nunca significaré algo para él, no sé como pude pensar que ese abrazo significó algo para él, no sé como, ahora duele más saberlo, mejor no hubiera ido.

—¡Solo aléjate de mí Melina! —Michael me gritó, me empujó, se fue furioso.

No puedo evitar llorar, siento que estuve en una nube flotando y que caí de golpe al saber que ese abrazo no significó nada para Michael y encima saber que botó mi carta a la basura, yo sabía que no la leería, no sé como pude pensar lo contrario, si yo no significo nada para él, menos iba a leer mi carta, yo lo sabía, solo que me ilusioné como tonta, ahora duele más, siento un dolor horrible en mi corazón, me quiero morir, veo que algunos estudiantes me miran asombrados, debe ser porque estoy llorando, iré al baño, asi nadie me verá.

Entro al baño, voy al sanitario, cierro la puerta, me tiro al suelo, lloro de tanto dolor, ¿por qué fuí a ese funeral?, siempre supe que Michael se iba a molestar si me veía ahí, lo que nunca imaginé fue que ese abrazo no significó nada para él, ahora sé que me desprecia tanto que botó mi carta a la basura, yo sabía que no la leería, no sé como pude imaginar que lo iba a hacer, me siento el ser humano más tonto del mundo, duele mucho, duele el alma, cada palabra que Michael me dijo me lastima como cuchillos que se clavan en mi corazón, siento que voy morir de dolor, siento que voy perdiendo las fuerzas, solo recuerdo que ese abrazo no significó nada para él y duele más, ni el llanto calma este dolor que crece más y más en mí, siento que hasta para llorar me faltan fuerzas, todo se apaga, ya no hay más luz, no hay más dolor.


*******

Abro los ojos, no sé donde estoy, miro a mi alrededor, veo que hay una camilla a mi lado, me siento cansada, estoy acostada en una camilla, me levanto lentamente, veo que estoy en la enfermería de la universidad ¿qué me pasó? ¿por qué estoy aquí?

Sigo caminando, veo una cortina frente a mí, la abro, veo a la profesora Ana, ella me mira como con lástima.

—¿Qué me pasó? ¿por qué estoy aquí?  —le pregunté a la profesora, estoy muy confundida, voy recordando lo que me pasó...todo viene a mi mente... ¡Michael una vez más me lastimó!

—Te desmayaste en el baño, la señora de limpieza te encontró inconciente en el suelo —la profesora Ana me contó lo que me había pasado, no sé por qué me desmayé, creo que perdí las fuerzas de tanto llorar.

—Yo solo recuerdo que todo se volvía oscuro, perdía poco a poco las fuerzas, no recuerdo más hasta que desperté aquí —le dije arreglando mi cabello—. ¿Dónde estamos? —pregunté por si las dudas.

—En la enfermería de la universidad, ya te revisó el doctor y sugirió que es necesario que te hagan algunas pruebas de sangre, es posible que tengas anemia —me explicó la profesora.

—¿Anemia? no, no creo que sea anemia el motivo por el que me desmayé, estaba cansada es todo, además no tengo dinero para esas pruebas de sangre costosas.

Estoy segura que no es anemia la causa de mi desmayo, creo que algo en mi quería escapar de tanto dolor en el alma y el corazón, por eso algo en mi subconciente provocó que me desmaye.

—No te preocupes, las pruebas de sangre y la revisión del doctor corren por mi cuenta —me dijo la profesora tomando mi mano.

¿Acaso me aprecia?, nunca nadie había sido tan delicado conmigo, solo que no está bien aprovecharse del buen corazón de la gente, por eso no aceptaré que ella page las pruebas de sangre.

—Perdón profesora Ana pero no aceptaré que usted pague las pruebas, soy yo quién las necesita y yo debo pagarlas.

—No hija, no tienes que gastar dinero que te hace falta, yo en verdad deseo verte bien, me preocupé mucho por ti, cuando te trajerón a la enfermería estabas muy pálida.

¿Acaso se preocupa por mí?... no, no lo creo, nadie se ha preocupado por mi ántes y no creo que una persona extraña lo haga.

—¡Agradezco su gentileza profesora Ana! pero sé que estaré bien, solo necesito descansar.

—Por favor Melina, quiero verte bien y la verdad es que ahora traes un semblante muy decaído, me preocupa que estés enferma —insistió.

No entiendo cómo es que alguien que no me conoce bien se preocupe por mí, no lo entiendo, solo pienso que como dijo el pastor de la iglesia, Dios siempre pone a las personas correctas en nuestra vida justo cuando más las necesitamos y tal vez esa persona sea la profesora Ana, es solo que no quiero parecer aprovechada de su gentileza, aunque  la verdad es que me siento muy cansada ahora, tal vez si esté enferma y no lo he notado.

—Esta bien, que me saquen esas pruebas, pero por favor acepte que yo le devuelva el dinero que va a gastar, si quiere puedo ir a su casa y hacer limpieza, asi pagaré lo que usted hace por mí —le propuse. Asi será mejor, le pagaré a la profesora limpiando su casa.

—¿Por qué sientes que debes de pagar todo lo que hacen por ti? —me preguntó sorprendida.

—Porque eso es lo que aprendí, que no debo de aprovecharme de nadie —le respondí lo que siempre supe.

—No te estás aprovechando, soy yo quién quiere ayudarte y verte bien, es por tu salud, sabes que si enfermas no podrás estudiar —la profesora Ana trata de convencerme.

La verdad es que no había pensado en eso, si enfermo no voy a poder estudiar.

—Solo déjeme ir a su casa, ahí veré en que le puedo ayudar, tal vez a hacer limpieza, lavar trastos o lo que usted necesite.

—Esta bien Melina, uno de estos días irás a mi casa y me ayudarás a limpiar, ahora iremos a la clínica a que te revise un doctor.

—¡Muchas gracias profesora Ana!,
¡Dios la bendiga! ¡usted es muy buena! —le agradecí abrazándola.

No sé por qué sentí el impulso de abrazar a la profesora Ana, siento algo agradable al sentir su aroma, el calor de sus brazos es raro y a la vez lindo, siento que estoy abrazando a alguien especial, es algo que nunca antes he sentido ya que pocas veces he abrazado a alguien, solo abracé a la chica que se para en la puerta de la iglesia, nunca me ha gustado hacerme cercana a nadie, incluso en la iglesia he sigo retraída y tímida, por eso siempre me siento en la última banqueta y trato de que no me noten. Sigo abrazando a la profesora, siento algo tan especial, es como si estuviera abrazando a... ¿mi madre?... mejor olvido eso.



*******

La profesora Ana y yo fuimos a una clínica, me sacarón pruebas de sangre y esperamos unas horas, mientras tanto ella me invitó un helado, luego fuimos a un parque temático de ánimes, cosa que no sabía que existe, fue bonito, solo que perdí varias horas de clase y lo peor es que otra vez llegaré tarde a la cafetería y mi tía se va a molestar mucho, no puedo evitar sentir miedo, lo único bueno de todo esto es que ir a la clínica y salir a pasear hizo que olvide lo que Michael me dijo, tan solo de recordar sus palabras y de saber que no leyó mi carta cuando pensé que lo había hecho y que ese abrazo que nos dimos no significó nada para él hace que me duela el corazón, siento que quiero escapar de mis sentimientos ya que he llegado a amar tanto a Michael que mientras más es asi conmigo más me lastima y ni eso sirve para que mi tonto corazón entienda que él nunca me va a amar.

*******

Fuimos al doctor, el leyó el resultado de las pruebas de sangre que me sacarón y como dijo la profesora, tengo anemia, me quedé helada cuando lo supe, no puedo darme el lujo de enfermarme a estas alturas de mi vida, no sé lo que haré.

Después de salir de la clínca la profesora Ana me compró unas vitaminas que el doctor me recetó y se fue.

Aún me da tiempo de ir a la universidad, le pediré al profesor Brown que me explique todo lo que me perdí de clases, ojalá se encuentre ahí, a veces él se queda a preparar las clases para el día siguiente.

*******

Llego a la universidad, voy hacía la oficina del profesor Brown, toco la puerta de su oficina.

El profesor abre la puerta, se queda mirándome, por esa mirada sé que él también siente que estoy sufriendo y que estoy enferma.

—Buenas tardes Melina, no pensé verte aquí hoy, justo tengo que decirte algo muy importante, aunque deberías estar descansando ya que estás enferma.

—Buenas tardes profesor, quiero pedirle un favor... ¿cómo supo que estoy enferma?

¿Qué será eso importante que me quiere decir?

—La profesora Ana me llamó por teléfono y me contó lo que te pasa, ahora entiendo por qué siempre tienes ese aspecto, por qué te ves tan demacrada y decaída, esos son síntomas de la anemia, entra, siéntate ahí —el profesor me señaló el sillón que está frente a su escritorio.

—Nunca imaginé que padezco de anemia, lo peor de todo es que no me puedo dar el lujo de descansar, tengo que estudiar y trabajar, este...¿qué me tiene qué decir?

—Luego te lo diré, ahora debes escucharme, tu salud es primero Melina, tienes que descansar más y trabajar menos.

—Sé que eso es lo ideal es solo que tengo que cumplir con mis obligaciones.

—Entiendo eso pero si te exiges más de lo debido no podrás trabajar y menos estudiar, no vas a rendir adecuadamente, prioriza tu salud.

La verdad es que el profesor Brown tiene razón, si sigo trabajando y estudiando sin descansar adecuadamente no podré rendir para nada y todo será peor, debo de descansar más, es solo que mi tía nunca va a entender eso y más si me ha castigado, en fin, trataré de descansar más y alimentarme mejor.

—Tiene razón, voy a  descansar más y me alimentaré mejor, ahora le quiero pedir que me explique todo lo que me perdí de las clases hoy.

—Con gusto lo haré, es tan bueno de tu parte que te preocupes por tus estudios, eso habla muy buen de ti.

—Gracias profesor, usted sabe muy bien que siempre priorizo mis estudios, sabe que sueño con ser profesional; este, aún no me ha dicho eso tan importante que me quería decir.

—Ha si, claro, lo que pasa es que el padre de Michael quiere que te lleve a su casa para disculparse por lo que su hijo te hizo.

¿Acaso el padre de Michael sabe que su hijo me maltrata? espero que no;  me quedé helada al saber que iré a la casa de Michael, como siempre él me hace tener sentimientos opuestos, una parte de mí quiere ir a su casa y la otra no, sé que a él no le gustará verme en su casa, no sé qué hacer, mejor no iré y aunque quiera ir no puedo ya que tengo mucho trabajo en la cafetería, aunque si me gustaría saber de qué quiere disculparse conmigo ese señor.

—¿Disculparse de qué? —le pregunté al profesor.

—De que Michael no aceptó trabajar en el proyecto contigo.

Menos mal era eso, pensé que sabía todo lo que su hijo me hizo.

—Es que no puedo faltar a la cafetería, tengo mucho trabajo.

—Melina no te exijas más de lo que debes, si tienes anemia debes descansar un poco más.

—Le agradezco su consideración pero es mi trabajo, de todas maneras ya me siento mejor —le mentí, no me siento nada bien.

—Solo espero que te cuides y en cuanto a lo que te pido, el padre de Michael quiere hablar contigo, no puedes rechazarlo asi Melina, no estaría bien —el profesor insistió.

La verdad es que no quiero ser maleducada con el padre de Michael es solo que tengo miedo de como su hijo va a reaccionar cuando me vea en su casa, confieso que por otro lado si me gustaría conocer a los padres  de Michael y también su casa, es solo que debo trabajar, aunque... ¿no será que Michael se arrepintió de haberme tratado así y quiere disculparse?, tal vez por eso le dijo a su padre que vaya a su casa, a lo mejor su papá y él quieren disculparse conmigo, ¿y si es eso?... creo que me arriesgaré e iré a esa casa, también lo haré porque no quiero ser malcriada con el padre de Michael.

—Esta bien profesor, iré a casa de Michael —acepté.

—Te llevaré en mi auto.

—Gracias, entonces ¿como haríamos para que me explique todo lo que me perdí de clases?

—Solo espera un momento mientras termino de ordenar mis cosas, luego te daré apuntado en un cuaderno cada curso que se dictó hoy, será fácil para ti ponerte al día, no te preocupes.

—Claro, tómese el tiempo que desee, gracias.

La verdad es que acepté ir a casa de Michael porque siento que él quiere disculparse conmigo y también porque no quiero parecer malcriada con su papá, ahora solo tengo miedo de lo que me vaya a hacer mi tía, ella me amenazó con dejarme sin empleo, le pido a Dios que me ayude y que haga que todo me salga bien.

Esta tensión que siento ahora me está sofocando, mientras el profesor ordena sus cosas iré a lavarme la cara y a tomar un poco de aire fresco.

—Iré a lavarme la cara y a tomar un poco de aire, lo espero en la salida profesor.

—Claro hija, ve tranquila, nos encontramos en la salida.

Camino al baño, a lo lejos veo a alguien conocido, creo que es Kyoko, me acerco más, si, es ella, viene hacia mí.

—¡Hola Melina! —me saludó, me mira de pies a cebeza—. ¿Es verdad que te desmayaste en el baño?

—¿Cómo lo supiste?

Me preocupa que ella sepa que me desmayé porque si ella lo sabe tal vez Michael también lo sepa y yo no quiero que tan solo sospeche que me desmayé en el baño, él se alegraría de eso, o... ¿quizás no?, no sé por qué siempre Michael me confunde, es como si algo en mí esperara algo bueno de él.

—Todos lo saben, te encontró la señora de limpieza, yo sospeché que te había pasado algo ya que había empezado la clase y tú no llegabas, tú siempre eres puntual por eso me pareció extraño no verte en el salón a esa hora.

Dijo "todos lo saben" significa que Michael también lo sabe, siento pena de que él sepa que me desmayé.

—¿Michael también lo sabe? —le pregunté preocupada, no me pude controlar, no debí de ser tan directa y preguntarle eso a Kyoko, no quiero que sospeche que Michael me interesa.

—Si claro, él lo sabe, es más, noté que cuando el profesor nos dijo que te habían encontrado tendida en el baño él se preocupó.

¿Qué? ¿Michael se preocupó? ¿por qué a él le importaría lo que me pase?. Mil preguntas se forman en mi mente, tal vez se sintió mal de haberme tratado de esa manera, si eso debe ser, su conciencia, tal vez eso significa que no es tan malo y cruél como parece... entonces... ¿por que no leyó mi carta y la tiró a la basura?... estoy demasiado confundida.

—¿En qué piensas Melina? ¿te sientes bien? —Kyoko me preguntó mirádome asombrada.

—En nada —mentí.

—Y dime ¿te revisó un doctor?

—Si, dice que tengo anemia, que por eso estaba débil y me desmayé.

—Menos mal que es anemia yo imaginé otra cosa.

—¿Otra cosa? ¿como qué?

—Que estás embarazada.

—¿Embarazada? ¿yo?, perdón Kyoko pero tu imaginación llega a donde no debe de llegar —le dije molesta.

¿Cómo puede pensar que estoy embarazada si yo no tengo novio, ni nunca lo he tenido?

—¡Perdón! es que es lo más común a nuestra edad—Kyoko se disculpó algo apenada.

—Quizás sea lo más común pero yo soy diferente, no tengo novio, nunca lo he tenido, es imposible que esté embarazada.

—Una vez más te pido disculpas, no debí se pensar eso sin saber como es tu vida privada, bueno, me tengo que ir, solo vine porque quedé encontrarme aquí con Melany, iremos al gym juntas, nos vemos Melina, cuídate.

No sé como Kyoko pudo pensar eso de mí, ojalá no haya hablado de eso con nadie porque podría llegar a oídos de Michael y él pensará que estoy embarazada, en fin, ahora debo concentrarme en ir a la casa de Michael, eso es demasiado para mí.


*******

Llegamos a la casa de Michael, por lo que veo esta es una zona exclusiva de Los Ángeles, es una zona muy hermosa, hay casas preciosas y lujosas, nunca ántes había visto casas asi; el profesor toca el timbre, siento que mi corazón se acelera, trago saliva, no sé como voy a soportar esto, el estar en la casa de Michael ahora es demasiado estresante para mí.

Pasarón como dos minutos, una señora abre la puerta, está uniformada, supongo que es la sirvienta, tiene como unos sesenta años o quizás más.

—Profesor Brown, ¿como está?, no ha venido a casa en varios meses.

—Estuve muy ocupado, ser docente universitario no es fácil; ella es Melina, compañera de Michael de la universidad —me presentó el profesor a la señora.

—Pasen, el señor Harry los está esperando —la señora nos hizo pasar.

—Buenas tardes señora —saludé a la señora, a la sirvienta.

—Buenas tardes señorita, soy Dévora, la ama de llaves y empleada principal—se presentó.

—Un gusto conocerla señora Dévora —sonreí amablemente, por dentro estoy más que nerviosa.

Miro todo a mi alrededor, la casa de Michael es muy hermosa, tiene adornos que nunca ántes ví, es muy grande, tiene una escalera que va desde el primer piso hasta el tercero cruzando por el segundo piso, miro todo a mi alrededor, esta casa es muy grande.

—Por favor tomen asiento, ahora mismo llamo al señor Harry —nos dijo la señora Dévora dirigiéndose al segundo piso.

Me siento ansiosa, cuento los minutos en mi mente... pasa el tiempo...

Veo acercarse a Michael, a su lado viene un señor alto, como de unos cincuenta años y más, es muy parecido a él, elegante hasta para caminar.

Mi corazón se acelera al ver que Michael viene hacía mí, tengo miedo de lo que él me vaya a decir y de que me va a pasar.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro