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Perdona

Minutos contaba, las horas no llegaban y las ganas en los ojos estaban latentes, no de lágrimas, sino de esperanza en la cual los anhelos de que ocurra era realmente enorme pese a lo lejos que había llegado para encontrarse en esa situación, si tan solo pudiera ser más sencillo de hacer las cosas todo estaría en orden, pero no... Siempre ha estado ahí, tratando de hacer las cosas a su manera y casi todas le salieron mal e incluso le remediaban algo fuerte a veces, lo que le salió bien lo deja como está sin tener que mejorar las cosas ¿acaso es conformista?, Pero es un caballero, ¿Un Novato?, Sigue siendo caballero... Entonces seguirá siendo un secreto sobre qué era lo que pensaba aquel que mucha intriga le llega.

Todos los días en la reunión con el patriarca llegaba tarde, era entendible que vivía algo lejos pero tampoco era para tanto si después de todo puede usar teletransportación para llegar rápido, pero decide ir a pie y le remedian por llegar tarde, y los demás no dicen nada, puede que no quieren hacer un desastre o discusión tan temprano y solo escuchar las instrucciones del Patriarca para el día de hoy, como siempre eran misiones simples y sencillas para ellos, se supone que cada uno debe de cuidar algunos animales de un grupo de cazadores que quieren tomarlos pero el riesgo era que eran los últimos y esa manada era lo único que podía salvar la especie, no es mucha labor que se diga así que no hubo problema alguno.

Sin hablar de más cayendo la tarde todos estaban metiendo a los animales asignados en el granero lo más rápido que pudieron, como eran variados tamaños era obvio que los más grandes entraban de último.

¡Dense prisa! Ya casi es de noche y todos deben estar adentro.

Dijo un joven caballero quien arreaba algunas vacas al granero junto a un caballo que no estaba montando pero si guiando hacia el grupo de jóvenes.

Kardia: para ti es fácil decirlo.

Dijo aquel peliazul tratando de mover un ternero adentro del granero sin que le vaya a patear la cara o en otra parte

Degel: ¿no puedes cargarlo?

Dijo el peliverde llevando los conejos a su corral y cerrar el dicho con seguro.

Kardia: como si se pudiera dejar este mocoso...

Trato de inmovilizar al ternero hasta dificultosamente lograrlo, finalizando así con las ovejas que estaban trayendo los demás y cerrar finalmente el granero antes de que el sol haya bajado completamente fueron caminando bajo la luz de la luna de regreso al santuario aunque iban a paso lento porque estaban algo cansados y aprovecharían el tiempo charlando de varias cosas aunque nuevamente la intriga se le hizo presente al caballero que iba a casi en la cabeza cuando al voltear encontró a ese mismo ser que nuevamente estaba casi al último como si fuese algo normal mientras que los demás se agrupaban en pequeños grupos para conversar y así pasar el rato entonces aprovechando la distracción de todos para retroceder el paso y quedar alado de él.

Pensé que no podrías con las ovejas.

Aquel rubio de ojos carmín/fucsia giró sutilmente la mirada para encontrar la ajena escuchando las palabras que salían de sus cuerdas vocales

-cada una podría tropezar con las pezuñas de la otra-

¿Enserio puede pasar eso?

-sí, cada una debe ir en fila para evitar eso-

Curioso, pensé que solo las guiabas y ya

-no es como los caballos que puedes hacerlo, algunas de ellas son un poco más delicadas que otras-

Lo imagino... Oye, ¿qué harás el fin de semana?

-no lo sé, puede que ayude al maestro en algo-

Tal como lo sospechaba, siempre era igual para el incluso cuando hay tiempo libre suele buscar que hacer para ayudar a Hakurei en algunas labores que son menores y por eso al momento de hacer misiones más acorde a su nivel no esta tan enérgico como esas veces, si aún son jóvenes casi llegando a los 18 años pronto van a tener misiones realmente críticas pero estaba seguro que pueden cumplirlas como caballeros, a pesar de que no todas salgan bien...

Los días siguieron igual y las cosas iban bien iniciando las misiones en grupos comenzando en parejas, la mayoría casi fueron las mismas y otras veces variadas, y en esas variaciones tocaban el caballero castaño junto al rubio y la diferencia entre los dos era bastante obvia, era algo relajado, serio cuando se lo proponía, fuerte si y algo curioso, sus poderes de telequinensis y psicoquinensis son casi perfectas a pesar de que algunas veces casi le llegaba a dar en el momento de romper las rocas o al oponente, pero podría decirse lo mismo cuando el castaño lanzaba sus flechas... Así que estaban como en las mismas.

De algo si estaba seguro era que no dejaba de causarle intriga, no sabía por qué simplemente de tener que verle y hablarle tratando de tener un tema largo que conversar sin éxito alguno, sin embargo, lo extraño era que al parecer todos les pasaba igual solo le venían a hablar cuando querían o necesitaban algo, solamente el caballero de libra era el que más se la pasaba con el rubio haciéndose la pregunta ¿Cómo lo hizo? Muchos le preguntaron e igual no entendieron sus palabras "haces una amistad" esa frase la repetían una y otra vez en sus cabezas, al menos en el castaño eso pasaba pues las veces que intenta hablar duraderamente con el caballero de Aries solo quedaron a medias por no saber que más decir o por interrupción de terceros, seguramente es quien ha intentado mantenerle una conversación más seguido que los otros por extraño que suene.

Ya hace un par de días que siguen en lo mismo, las conversaciones eran cortas y las misiones un poco largas, pero mantenían el mismo silencio incómodo pese a su corta distancia pero el joven de Sagitario quería más, quería saber más sobre ese caballero que de origen extraño causaba tanta intriga por alguna extraña razón que no logra entender del todo, ni del porque algunas veces sentía que debería quedarse más tiempo con él, algunos rumores decían que era un comelón puesto que su torso era algo hinchado, puede que sea cierto ya que mayormente la comida desaparece pero solo en la casa de Aries porque cada tarde el caballero venía con sacos llenos, por eso el resto ocultaba sus alimentos de su vista, otros decían que gustaba de dormir mucho, pero seguramente es falso porque hasta ellos mismos dejan de dormir por razones personales, también comentaban que robaba algunas cosas para ir a comer en lugares privados... Esa no la puede descartar ni tampoco confirmar.

La semana iba algo rápido y ya estaba perdiendo esperanzas de entablar conversaciones serias con el Aries y algunas cosas que comprobó lo llevaban a entender que no era como pensaba, era algo cerrado, aparentemente glotón, nada concentrado, aduras penas puede completar sus promesas, y también es algo lento para casi todo, entonces se fue alejando más y más de esa idea incluso de olvidarse de que alguna vez se conocieron pese a que algunas misiones les tocaba ir en conjunto.

La otra semana todo era paz, extrañamente el silencio era agradable... Demasiado al decir verdad, cualquier sonido se puede escuchar desde afuera y lo que irrumpía era unos pasos que venían subiendo apresuradamente, como estaba afuera observo que era el caballero de libra que venía con una mirada de felicidad y ¿tristeza? Raro en su persona, por lo que supo que algo sucedía y sin dudarlo bajo a preguntar.

Dohko, ¿Qué ocurre?

Dohko: ¿eh? Ah hola Sísifo. No nada.

¿Estás seguro? Pues esa cara que traes es larga.

El castaño menor guardó silencio para desviar la mirada unos segundos hasta volver a ver los ojos del mayor (en estatura)

Dohko: lo que pasa es que el cumpleaños de Shion ya está por terminar y nadie vino.

¿Qué dices?

Vaya sorpresa que se dio con la noticia ¿desde cuándo los invito a todos? Nunca le había llegado la noticia, siquiera una carta.

Dohko: anda no me digas que no lo sabías, si lo ha estado diciendo toda la semana hasta ayer.

Hasta ayer...

En ello un recuerdo vino a su mente, era un día soleado y fresco lleno de tranquilidad todos estaban regresando de una visita al pueblo de rodorio con algunas provisiones para el día siguiente y la cena y algunas cosas personales, estaban todos conversando típicamente hasta que una específicamente estaba cerca de sus oídos con un trío de dorados, Regulus, Shion y Albafica, era un conversación como las otras nada fuera de lo común hasta que una frase resalto entre sus oídos: "espero la próxima semana pueda verlos a primera hora" en un principio se extrañó, luego no le dio importancia y siguieron hasta llegar a sus casas.

Dohko: así es.

Y... ¿Por qué nadie vino?

Dohko: ni idea, es así desde siempre, supongo que tienen otros planes.

Los ojos no dejaron de abrirse de par en par por la sorpresa, miro de reojo la casa de Aires súper abajo y luego al librano que ya estaba por irse, lo detuvo con una mano en su hombro.

Disculpa, pero ¿aún no termina?

Dohko: ¿estás de broma no? Es obvio que termina a la media noche jajaja, todavía hay tiempo.

¿Y tú a dónde vas?

Dohko: iré a hacer unos arroces para esta noche, nos vemos.

Y así es como el viento movía los pensamientos, su ceño se juntó mutuamente y gira para elevar las alas y emprender el vuelo hacia abajo aterrizando con fuerza al frente de Aries, sin previo permiso entro observando a su protector acomodar los platos para cuando ya reaccionó tenía la mano del Sagitario en el cuello elevándolo un poco del suelo, realmente sorprendido.

¡¿Por qué lo hiciste?!

-¿hacer que?-

¡Lo que hace una semana hiciste! No debiste invitarnos a todos.

-¿por qué no debería?-

No me digas que no lo sabes, las cosas están algo difíciles y bien sabes que a muchos de aquí no tienen para tanto. Luego nos enteramos que nos invitas sin razón alguna a una fiesta con el riesgo de que nos dejes sin nada. Aparte de que casi no eres útil para nosotros.

El rubio ladeó la cabeza por la confusión y sorpresa soltándose para estar en tierra y ver a los ojos al castaño.

-Sísifo, no es eso lo que parece-

¿Ah no? Y que dices sobre tu desarrollo, esto es enserio, recuerda que tenemos el régimen de guardar para mejorar el santuario y los pueblos afectados no tenemos tiempo para festejar un día.

A pesar de que el maestro Hakurei había dicho y aclarado que tienen el derecho de celebrar sus cumpleaños con la condición de no salir del santuario, para el rubio le extraño ese comportamiento, ¿ahora que hiso mal? De tantas cosas que hiso mal y arreglo ¿por qué ahora?

-¿es enserio? Si hubiese sabido que te molesta me hubieras dicho que me detuviera para no repetir cada día que solamente quería compañía para ese momento... No les pedí que trajeran algo al respecto.-

Esto estaba mal, estaba realmente mal, el sagitario soltó al aries antes de darse la vuelta y marcharse azotando la puerta con fuerza, quedando el rubio más confundido que nunca pero bajando la mirada limpia los escombros que se cayeron con el azote. Sin responder a las preguntas de los otros que escucharon el raro sonido de afuera aunque se quedaron mejor con la duda...

Otra semana transcurrió y las cosas cambiaron un poco pues por sorpresa el ariano ayudaba a todos sin pedir algo a cambio, más bien era como favores, y todos con la sorpresa al principio se negaron pero la insistencia les convencían, este día no era la excepción, Degel y Kardia debían unos vagones de mercancía de un puerto a otro con un recorrido de 10 mil kilómetros, para ello la ayuda de Sísifo y la voluntaria de Shion para llevarlos.

Kardia: bueno, tenemos que iniciar de una vez y llevar estas cosas a su hogar.

Degel: a ver cuánto puedes aguantar en el camino.

Kardia: ¡lo mismo para ti cubito!

Degel: ... No me llames así...

Kardia: ¡Si te cansas te llevo en mis brazos!

Vámonos ya muchachos, el tiempo no espera.

Los dos se prepararon y partieron a la primera estación, luego la siguiente y la que vino después de esa, un total de 9 paradas para un resultado de 15 vagones enormes de mercancía y la última parada estaba con los otros 10 dando igual a 25 vagones, pesados para ellos tres.

-Veo que necesitan ayuda.-

Dijo nada más y nada menos que el rubio, bajando la colina hacia ellos.

Kardia: hasta que llegas borrego, ¿te has caído de la cama?

Reía mientras que recibió una mirada relajada y se acercaba.

-esos vagones son demasiado pesados, será mejor si los llevamos juntos.-

¿Piensas que es una buena idea? No necesitamos ayuda, nosotros podemos.

-¿Estás seguro? Solo faltan 8 mil kilómetros para llegar.-

Degel: por esta vez estoy de acuerdo con Shion, a este paso no podremos tener energías para el resto del camino y no sabemos a dónde ir.

-¿a dónde van exactamente?-

Kardia: vamos a un tal lugar llamado Jiami o Tiamo, eeeh, tiniami?

-uhmm... ¿Hablas de Jamir?-

Kardia: ese mismo.

-yo les puedo ayudar, sé dónde está.-

Kardia: ¡fantástico, vámonos ahora!

Esperen los vagones no están enganchados

-Aparte de eso, sería menos esfuerzo si enganchamos los vagones en una sola fila para que dos jalen y dos empujen-

Degel: suena mejor, suerte adelante Kardia.

Kardia: ¡No se vale! 7n7

Bueno, hagamos esto rápido.

Y así lo hicieron, engancharon los vagones de tal forma y la formación les ayudó a proseguir con más fluidez durante el camino, aunque solamente Kardia y Degel hablaban para ir matando el tiempo mientras que los otros dos estaban en silencio.

Kardia: oigan ¿y ustedes que dicen?

¿Sobre qué?

Kardia: de algo, andan mudos otra vez.

Mmmh... Pues no tengo algo para decir

Degel: ¿Qué les parece hacer algo para matar el tiempo?

Kardia: ¡sí! ¿Cómo es ese Jamir?

¿No se te ocurrió otra pregunta?

Kardia: no :v pero me da curiosidad, ¿tantos vagones así?

-Es que Jamir es un país de Lemuria o el continente Mu.-

Kardia: ah :v gracias :3

Degel: creí que había desaparecido.

-no del todo, una pequeña porción sobrevivió al desastre, por eso encargan tantos vagones que van hacia allá como ayuda hasta que los lemurianos se establezcan formalmente.-

Pensé que eran más rápidos en eso.

-no cuando se tiene poca gente...-

El castaño rodó los ojos, no le parecía muy buena "escusa" cuando sabían que los alquimistas de ese continente son expertos en reparar y construir cosas, con tiempo de sobra, entonces a mitad del camino hartos del silencio deciden interrumpir los otros dos.

Kardia: oigan, ¿Por qué no hacemos este viaje más interesante?

Todos voltearon la mirada a verlo.

Kardia: ¿Qué tal si hacemos una carrera?

Degel: no estarás bromeando ¿verdad?

Kardia: ¡Esto se pone aburrido! >:v además así entregaríamos las cosas más rápido

-no lo sé chicos, no me parece buena idea.-

Kardia: ¡ja! ¿Por qué? ¿No quieres perder? >:3

-no, es solo que con tantos vagones y lo que nos queda de energías nos pueda afectar a todos.-

Kardia: ash, está bien.

Degel: hablando de energías... ¿Todavía tenemos agua?

Todos revisaron sus calderas... ¡Estaban vacías! Y no era por culpa del Aries estaba claro ya que fue quien llego con unos tanques extras para todos pero igual estaban por acabarse.

Genial y no hay torres de agua a la distancia, te dije que debíamos detenernos en esa torre.

Degel: disculpa, pero no estaba en disposición de soportar ese gritón por tanto tiempo...

Bien, ahora tendremos que de alguna manera... Detenernos...

Ya se estaban aflojando el paso, las energías ya no dieron a más necesitaban humedecerse y descansar antes de seguir pero no tenían ni idea de cómo llenar sus tanques con agua, preocupados buscaron alternativas, y solo una fue la gota que llenó el vaso

-hojas...-

Todos voltearon a verle, ¿hojas?

-Si, en Jamir tomamos una costumbre que nos enseñaron desde África, usamos las hojas para construir cosas, juguetes, ropa y hasta casas, podemos usar estas hojas grandes que están en el bosque para llenarlos con agua de lluvia.-

La idea sonaba simple y curiosa pero no perdieron el tiempo y pusieron manos a la obra cortando y atando las hojas en un cilindro capaz de atrapar las gotas de lluvia y dirigirlas con suavidad total hacia el fondo para llenarlos por completo mostrando una sonrisa en los rostros de cada uno, taparon los tanques con el corcho correspondiente.

Kardia: borrego tu idea funcionó.

-gracias-

Degel: solo nos quedan los 4 mil kilómetros y llegamos al fin, sin embargo el sol nos podrá afectar un poco.

Si, necesitaríamos algo para cubrirnos

-las hojas sirven para cubrirnos, podemos hacer sombrillas para cubrirnos del sol.-

¿Siempre quieres resaltar no?

-solo quiero ayudar, no es para llamar la atención.-

¿Desde cuándo decides cambiar? No te quiero quedar mal pero...

Miró a los otros dos y llevó al rubio lejos de ellos para hablar más a gusto.

¿Por qué haces esto?

-¿está mal ahora tener que ayudarlos cuando estás presente?-

Esto no se trata de mi Shion, se trata de cómo después de años de una noche a la mañana cambias tus decisiones que apenas puedes cumplir, no solo eso sino que también te metes en cosas ajenas con el riesgo de que te repriman por eso.

-soy consciente de mis acciones, entiendo que a todos les molesta mi forma de ser por eso intento corregir lo que he hecho mal, sé que eso a veces sale peor aunque intento hacer lo mejor que pueda sin embargo... Todo lo que sé actualmente es causar más dolor del que intente eliminar aun sin darme cuenta que lo hice o no... No es mi culpa que quisieran traerme al santuario.-

Un silencio aterrador invadió el lugar, pero ya no se quedaría más callado.

¿Sabes? Es la verdad, desde que llegaste solo causas algo de confusión, pensé que podríamos ser buenos compañeros de armas pero siempre te estabas alejando de todos, incluso en los entrenamientos y casi no hablabas con nadie y entenderte era una odisea, sobre todo cuando te equivocabas casi cobras muchas heridas.

Se alejó un poco, no dejo hablar al rubio.

Además, tu fama por ser el "sucesor" de Hakurei ha convertido los rumores en positivos que todos se lo creen y tú los dejas pasar como si nada, como que no te importara y encima ayudas a los que te dan la espalda, ¿Qué acaso no tienes dignidad?

El rubio miro hacia abajo unos segundos antes de levantar la mirada.

-un mundo egoísta no puede triunfar, los rumores son suposiciones de no saber cómo realmente son o eres, no es necesario tomarlos a serio si no te conviene, si ayudando a tu "enemigo" te hace ser el villano entonces las leyendas del héroe de ayudar a los que necesitan y a los que están en problemas están mal... Tú mismo lo sabes... Como caballeros de la paz es nuestro deber ayudar al que lo necesita, aun si se trata de tu enemigo.-

Sísifo callo sus palabras un rato, quizás sea verdad lo que dijo sobre el deber de caballeros de la paz era su deber ayudar al que está en problemas, aunque aún estaba con más dudas que respuestas, su respiración se vio interrumpida por la sorpresa de ver la cercanía del ajeno mirándole fijo.

-¿sucede algo? O ¿sigues enojado por lo de aquella vez?-

¿Qué? Claro que no... Es solo que... Realmente no entiendo tu concepto...

-descuida, no es necesario que lo entiendas, simplemente... Déjate llevar por tu corazón y eso es todo.-

Nunca lo había pensado de esa forma...

Susurró para sí mismo antes de escuchar el llamado de los otros dos para iniciar el retomo del camino y llegar a tiempo, pero las nubes dejaron pasar a unos rayos de sol algo fuertes, deberán apresurarse para no quemarse.

-hará mucho calor, mejor debemos ir armando las sombrillas.-

Pero ya se acabaron las hojas

-iré a buscar más, no tardo.-

Y tal como dijo entró de nuevo al bosque a buscar más hojas, el castaño lo miró hasta perderlo de vista, regreso a decir la noticia a los dos y se quedaron a esperarlo pero estaban apurados entonces antes de reaccionar, él tuvo una idea.

Oigan chicos, ¿y si nos adelantamos en el camino?

Degel: ¿no deberíamos esperar a Shion?

Kardia: si, es parte de nuestro equipo.

El estará bien, sabe cómo pelear solo le haremos un pequeño engaño.

Kardia: ¿Qué clase de engaño?

Una broma mejor dicho, nada pasará y todo estará bien, después de todo el conoce estos lugares ¿no? Podemos confiar en él.

Los dos caballeros se miraron mutuamente confundidos al tope de aquella "idea" del sagitario, nunca supieron que alguien como él tuviese planes de ese calibre, sin embargo el tiempo no les ayuda en nada y no tuvieron otro plan que seguir sus instrucciones. Ya para cuando el rubio llegó al mini campamento no encontró nada de nada, entonces confundido busco y nada que los encontró... Estaban ya lejos...

Los muchachos se habían desviado del camino aparentemente para encontrar un atajo, pero ante las observaciones del peliverde no estaban en un buen camino y el castaño también se dio cuenta peor tarde fue para frenar, una bajada hizo que arrastrara a los 3 caballeros cuesta abajo como montaña rusa con el riesgo que la mercancía se saliera, de ello se encargaron de inmediato en cada movimiento sin separarse de esos vagones a toda fuerza que pudiese costarles, entre piruetas y maromas finalmente llegaron a entregar lo que han solicitado y marcharse de una vez, aunque tanto el peliazul como el peliverde se extrañaron al no ver al pelilimón ahí, como colmo sellaron solamente esos 3 como que hicieron el trabajo y nadie más, algo que por unos minutos ellos dos lo tomaron normal pero un pensamiento en cómo el Ariano debe estar solo al saber que se fueron sin el después de su ayuda... Lo cambió...

Cayendo la noche los tres llegaron cansados casi arrastrándose en el suelo por el cansancio todos se fueron a su ayuda sin dudarlo llevándolos a sus templos para sanar, y al día siguiente se relajaban por estar de regreso pero dándose cuenta de algo... Los caballeros entraban fácilmente a la casa de Tauro y el ruido de las palabras estaban evidentes, pero esto no fue solo una vez. Tras pasar los días notaban algo no muy común y era que el silencio de la casa de Aries era perturbador, no vieron a su dueño por esos días y se comenzaron a preocupar, ni siquiera el maestro hakurei sabía la razón, su cosmos no se notaba pues estaba lejos y ni una ubicación existía para iniciar la búsqueda. A lo cual la pequeña Sasha empezó a preocuparse levemente y no le quedó más de otra que rogar que lo buscaran, a lo que nadie se opuso.

Varios días sucedieron y ni rastro del caballero de Aries a donde iban preguntaban por el dicho antes de seguir la búsqueda llamándolo a su nombre sin respuesta alguna, no pegaban el ojo por las noches ni se detenían en ninguna parte buscando su paradero haciendo suposiciones de los lugares donde podría estar y fueron buscando personalmente sin encontrar rastros. Sumamente preocupados optaron por separarse y buscarlo a donde sea sin importar qué retos se le deparan, y el primero es llevarse al castaño con ellos sin que les mirara con una cara de extrañado y confundido.

Hablando del dicho tampoco se ha escapado de la sorpresa, desde el día que supo que no estaba muy raro se le hizo y ayudó a buscarlo en los posibles lugares que pudo haber estado hasta recibir un llamado de hakurei para una reunión a último minuto, con algo de molestia acudieron al llamado llegando al lugar encontrándose a uno de los caballeros de Bronce hablando con nerviosismo que casi ni se le entendía.

Dohko: Tenma... ¿Qué ha pasado?

Tenma: m-ma-maestro dohko... Y-yo... N-no fue mi intención!!

Dohko: calma, calma... Respira hondo y relájate.

El menor hizo lo que dijo.

Dohko: muy bien, ahora ¿Qué está pasando?

Tenma: e-es que... S-s-s-e-sé cuál camino tomó...

Todos quedaron a cuadros con las palabras ajenas hasta que los mayores decidieron interrumpir y aclararle la situación.

Hakurei: lo que Tenma quiere decir es que sabe el camino que tomó Shion

Dorados: ¡¿enserio?!

Sage: así es, solo dinos donde fue que lo viste y nosotros iremos a buscarlo.

Tenma: eeeh b-bueno... L-la primera vez que le vi fue cuando cruzaba el bosque... A unos... 4mil kilómetros...

Kardia: un momento niño, ¿Qué tipo de bosque?

Tenma: u-uno que iba conectando a un continente extraño, pero la gente no tenía cejas sino... Alguna especie de punto.

Todos callaron ante la sorpresa y más aún ciertos caballeros que por experiencia estuvieron ahí por unos minutos, no pudiendo resistir el de la uña roja tomo el pequeño del deshueso elevándolo como cachorro y verlo a los ojos

Kardia: ¡Explícate bien mocoso! ¡¿Cómo lograste verlo?!

Tenma: e-estaba con los muchachos practicando y de casualidad me lo encontré caminando en dirección Este.

Respondió al borde de tener un nuevo ataque de nerviosismo hasta que fue bajado de golpe por parte del peliazul.

Dohko: bien, no tenemos tiempo para perder, debemos ir a buscarlo rápido. Tenma ¿puedes guiarnos hasta ese lugar?

Tenma: s-si maestro dohko

Dohko: gracias

Todos comenzaron a seguirlo en todo el camino aunque ahora uno de ellos iba callado y casi de último con la mirada baja hundido en sus pensamientos hasta que dos voces le interrumpieron.

Degel: ¿ya puedes oírnos?

¿Eh? Ah, lo siento no los escuche

Degel: no importa... Igual no era muy importante...

¿De qué estaban hablando?

Degel: sobre aquel día.

El castaño ladeó la cabeza durante unos minutos hasta que....
[No eres útil para nosotros.]

[Desde que llegaste solo causas algo de confusión.]

[No es mi culpa que quisieran traerme al santuario.]

[Entiendo que a todos les molesta mi forma de ser por eso intento corregir.]

[Todo lo que sé actualmente es causar más dolor del que intente eliminar.]

Entonces en un parpadeo reaccionó antes de suspirar un poco y tocarse la cabeza con suavidad

Degel: ¿recuerdas?

Si, si... Lo sé.

Degel: ¿hasta cuándo piensas seguir ocultándolo?

No lo sé aún...

Kardia: pues espero que sea rápido, porque si algo le sucede o le sucedió en el camino el culpable vas a ser tú.

¿Yo?

Kardia: oh vamos, no te hagas el santito idiota.

Degel: kardia, ya cálmate por favor.

Kardia: ¡Es que ya estoy harto! ¡¿Hasta cuándo vas a asumir tu responsabilidad que TÚ mismo en ese día propusiste en "broma" cuando lo que fue una traición?!

Dijo exaltadamente, casi llegado a gritar fuerte mientras miraba con enojo al castaño y éste le miraba en gran sorpresa, mientras que su corazón...

Asmita: ¿Qué dices?

Aspros: ¿traición? ¿De quién?

Todos al escuchar el escándalo comenzaron ya a rodear la escena curiosos de saber que estaba pasando, mientras que el castaño estaba observándolos con nervios y timidez, demostrándose cuando se acortó de hombros apenas notable.

Kardia: ¡¿y bien?!

Interrumpió con un tic al ojo sobresaltando al castaño quien les miro a todos, estaban preocupados lo sabía, de hecho por extraño que parezca él también desde que...

E-está bien... Les diré...

Hasgard: ¿Qué nos dirás?

Dohko: tenemos prisa, mejor hazlo de una vez o después de la búsqueda.

¡A eso voy!

Tomo aire mientras que sus nervios no se iban.

Creo que sé la razón... Por la cual se ha ido...

Todos quedaron con los ojos abiertos, su atención se centró en esas palabras.

Verán... Hace unos meses atrás yo, kardia y degel teníamos encargado llevar unos vagones de mercancía con destino al continente de Lemuria, todo iba bien hasta que se acumularon demasiados vagones y nosotros tres no podíamos llevarlos...

Sin saber la razón, bueno si la sabía, su voz comenzaba a cambiar.

Llegamos a la última estación y fue ahí donde llegamos a necesitar ayuda, entonces Shion vino y nos ofreció su ayuda para moverlos los siguientes 8 mil kilómetros, nos dividimos en 4 para llevarlos y...

Cid: ¿y?

Trago en seco

Y-ya faltando 4 mil kilómetros... Nos faltaba agua... No sabíamos que hacer y estábamos cansados... Entonces Shion tuvo la idea de inventar los conductos para agua de lluvia y así llenar los tanques... Para no dejarle... Todo el trabajo... Quisimos ayudarle y terminamos rápido... Descansamos un rato y...

Un incómodo silencio se presentó por el ambiente, todos seguían mirando al castaño quien bajando la mirada al suelo trataba de calmarse pero inútilmente no lo conseguía, sus pensamientos eran un lío, no sabía que pensar, solo recordaba ese momento, como si hubiese sido ayer... Esa mirada que por un tiempo le pudo invadir... Nuevamente se sentía confundido más que antes.

Él y yo nos quedamos hablando un rato... Fueron cosas personales... Entonces cuando el sol se asomaba... Se propuso a buscar más hojas para hacer sombrillas para todos a pesar de que el tiempo no era muy bueno... Y entonces... Yo...

Kardia: diles la verdad.

Yo... R-regrese con ellos y... Nos preparamos...

Manigoldo: ¿Qué hicieron?

Le esperamos unos segundos... Y... Y-y...

Albafica: ¿estas nervioso?

Cid: hasta yo no me lo creo.

Dohko: vamos Sísifo cuéntanos que le paso.

Yo... Y-yo...

Su voz empezaba a sonar más temblorosa.

Regulus: tío...

¡Bien, bien! ¡Fui yo quien dijo que le haríamos una broma pero en realidad solo quería que llegáramos rápido si no sería demasiado tarde entonces les dije a Degel y a Kardia que continuáramos y dejamos a Shion en el bosque! ¡Se supone que el plan era que cuando llegáramos le esperábamos a que viniera pero no fue así entonces por la noche me puse a buscarlo y cuando llegue no estaba!

Dorados: ¡¿TÚ QUE?!

Busque por todas partes y nada, pensé que estaría en el santuario pero tampoco, por un momento pensé que aparte de ayudarnos tenía una misión no pensé que duraría tanto tiempo fuera...

Todos quedaron en shock, nadie se pudo imaginar que el mismo caballero de sagitario cuyas acciones y sentimientos primeros eran tan leales como su palabra pudiera haber hecho tal crueldad, ni siquiera el joven Pegaso. Los ojos comenzaron a brillarle ante el recuerdo ahora asumido.

Aspros: vaya... Esto... No lo creo... Que yo lo haya hecho es normal en mí... Pero tú...

Lo sé, estará seguramen-...

No pudo terminar de formular la frase cuando fue tomando del cuello con suma fuerza y elevado del suelo por el caballero de Cáncer.

Manigoldo: ¡¿por qué demonios lo hiciste?!

Claramente estaba enojado, a lo trago un poco de saliva.

Manigoldo: ¡Dinos! ¡¿En qué demonios estabas pensando?!

Albafica: Mani, basta ya.

Manigoldo: ¡No claro que no! ¡Este desgraciado lo abandono y por su culpa no sabemos dónde está!

Asmita: culpando a otros no nos ayudará.

Manigoldo: ¡¿a no?! ¡Pues esto calmará mi ira!

Empuño una de sus manos que iba directamente al rostro del sagitario que no pudo ser impactado porque otra fuerza se lo estaba impidiendo.

Regulus: déjalo ya en paz ¿sí?

Manigoldo: ¡¿por qué debería?! Ya escuchaste lo que hizo.

Regulus: si lo escuche pero... Es mi tío... Por favor suéltalo.

Manigoldo: tsk.

Y lo hizo, solo que lo arrojó al suelo con fuerza y le dio la espalda antes de cruzarse de brazos, el resto solo callo sus palabras mientras que el castaño solo observaba desde el suelo como se empezaron a alejar para seguir el camino entonces lo pudo comprender... La tarde iba cayendo y era momento de parar a acampar con lo que encontraron y tenían, la fogata rugía y los sonidos de la noche dominaban todo lugar, todos fueron a descansar menos el castaño, el recordar lo que pasó ese día le atormentaba y no podía dormir... De nuevo...

Dohko: ¿no puedes dormir?

Parpadeó saliendo de su mundo para mirar cómo se acercaba el librano

No... Aunque pensé que ya estabas dormido...

Dohko: no pues, a muchos les cuesta dormir cuando tenemos a alguien prácticamente escapado o desaparecido a causa ajena.

El castaño suspiro desviando la mirada, a un lugar del cielo.

Dohko: yo también estoy preocupado por el, puede estar en alguna parte lejos de aquí.

Nuevamente un silencio, el libra se sentó alado del sagitario quien aún no decía nada.

Dohko: ¿Por qué lo has hecho?

Eso... También quiero saber... No sé qué me paso solo... Sucedió...

Dohko:......

Aaah, ya que... Todos están enojados conmigo por eso...

Dohko: puede que sí, pensábamos que era tu amigo.

Ese es el punto... Hace tiempo estuve buscando como ganarme su amistad, pero a veces no lo entendía...

Dohko: así que ¿querías hacer una amistad?

Si... Pero todo fue tan... Diferente... No conseguíamos temas en común, su accionar no era como aparentaba, y su dedicación... Todo era tan diferente...

Dohko: que sea diferente no significa que no pueda ser posible.

He intentado tantas estrategias por varios años y creo que no lo logré...

Dohko: ¿a no?

¿Cómo le hiciste para que los dos fueran tan unidos?

Dohko: es una larga historia... Pero tenía que ver primeramente con eso.

¿Ah?

Dohko: primero éramos como ustedes, ninguno de los dos podía concebir algo coherente y tuvimos muchas discusiones por casi todo, sin embargo no era excusa para no seguir hablándonos y poco a poco que fuimos insistiendo y... Creo que fue un milagro jajaja

Formó una sonrisa en sus labios ante el recuerdo mientras el castaño mayor le observaba

Dohko: entiendo que sus diferencias son muchas, sin embargo... Desde estos días me sorprendió que decidiera hacer más labores y cuando le pregunté solo me dijo que quería hacerle sentir bien

Eso de verdad le sorprendió, ¿a quién quería hacerle sentir bien?

Dohko: jajajajaja así mismo quede yo cuando me lo dijo, de ahí pensé que sería como un favor pero no tengo ni la más remota idea.

¿Y que más notaste?

Dohko: pues... Se veía algo perdido... Como si estuviera pensando en alguien, o algo así.

Eso dejo al castaño pensando mientras se incorporaba para quedar sentado en el pasto verde y mirar las estrellas

Entonces... ¿Así te hiciste su amigo?

Dohko: no, luego de eso pues... Nos hacíamos mutuos favores demostrando ser de confianza.

Nuevamente un silencio se apoderó del momento hasta que el castaño le pasó algo por la cabeza.

Debo disculparme.

Dohko: ¿lo vas a hacer?

Tengo que hacerlo, no debí haberle engañado de esa forma... Y quiero conocerlo mejor...

Dohko: ¡Bien! En la madrugada partiremos, así que prepárate.

Una vez que le dejó solo el castaño se levantó a preparar todo para la madrugada y partir, aunque tantas fueron esas ganas de verlo de nuevo que simplemente se adelantó unos pasos del campamento mientras las estrellas aún estaban brillantes guiando el camino dentro de la oscuridad sin bajar la guardia en todo caso llevaba su armadura en su espalda en todo caso de necesitar usarla, cosa que así fue porque por sí solo caminando para buscar a una persona pro tierra era como buscar una aguja en un pajar entonces solo usaría las alas de sagitario para ayudarse.

//insertando canción con la voz de Sísifo//

"Haces una amistad, la que a tu lado irá... Haces una amistad pero eres tu quien partirá. Serás, al final, quien no será leal, y sin pensar... Algo hiciste mal y arrepentido vas a estar~..."

El castaño mirada a todas partes en silencio mientras que pensaba en donde pueda estar, rezando para poder encontrarlo lo más pronto posible a pesar de que el camino aún era largo estaba dispuesto a caminar hasta donde sus pies le dejaban, mientras que recordaba aquel momento donde por meros celos hizo aquella crueldad, bajo las estrellas dibujaba en sus ojos la figura ajena caminando a su lado en ese rumbo, justamente cuando quería tocarle el hombro esa imagen se desaparecía frente a sus ojos haciendo bajar los dichos dejando las manos en los bolsillos mientras caminaba a paso lento.

Pensamiento alternativo

**se encontraba partiendo de la estación junto a los demás, era extraño, nunca en su vida dejaba a un compañero atrás por algo no tan enorme como esto, quizás haya sido celos porque puede llevarse mucha atención de sus amigos aun cuando desde hace tiempo quería ser el primero, suponiendo que solo fue por cuestión de suerte que debía tener para lograrlo. **

**mirando cómo se alejaba en cada paso perdiéndose de la vista del otro, sin embargo cuando lo pensó se detuvo para dar la marcha atrás, de la misma forma que podría haber pasado y así poder observar como regresaba el pelilimón hacia ellos formando una sonrisa de alegría y amabilidad.**

Fin pensamiento alternativo

"Perdona, perdona yo no puedo creer aún... Que muy lejos estés."

Alzando la mirada hacia el cielo para encontrarse la constelación de Aries, pero fueron por pocos minutos antes de desaparecer.

"Perdona, perdona y en tanto no estés tú... Lo repetiré una y otra vez~...
Perdona... Tu amigo quiero ser, te fuiste y hoy nada va bien..."

A medio camino seguía con la mirada baja y las manos en los bolsillos pateaba una piedra en el camino, a mañana ya había llegado y algunos bostezos no se hicieron esperar por ende se detuvo para descansar un poco los ojos por unos minutos antes de volver a abrirlos y encontrarse con una gran sorpresa.

¿Chicos?

Albafica: sigues vivo, que alivio.

¿Qué hacen aquí?

Regulus: te nos perdiste de vista y pensábamos que te habían secuestrado.

Cid: luego vimos huellas y decidimos seguirlas.

Hasgard: y luego de un rato te encontramos aquí, pensamos que te habías deshidratado.

De apoco el castaño se fue levantando con un pequeño dolor de cabeza antes de observar a los demás compañeros junto a él

G-gracias amigos.

Regulus: ¿por qué?

Por haberme ayudado... A pesar de lo que les dije...

Dohko: todos merecen ayuda, nadie está solo.

Manigoldo: por más que te desprecie ahora, no vale la pena gastar tiempo en eso.

Y nunca dejamos a los nuestros

Una sonrisa se le formó en el rostro, estiro sus brazos y así es como inicia la caminata el resto de los kilómetros que faltaron antes de seguir con la búsqueda, solo faltaron pocos minutos para ir empezando a ver algunas floras y faunas alrededor de todos, no encontraron aun al pelilimón sin detenerse aceleraron el camino.

"Haces una amistad, como querías tener... La quieres ver contenta mas no siempre has de poder."

Cerca del rio que encontraron supusieron que conectaría a uno de los pueblos en restauración y seguro estaría allí, aunque el castaño no evitaba seguir viendo el reflejo del pelilimón antes de que los peces llegaran

"Y serás, al final, quien muy correcto no va a ser... La vas a lastimar... No sabrás ni que decir o hacer~..."

En todo el camino no apartaron la vista de ningún lugar o gente que pueda haber dentro del lugar, a pesar de que todos saludaban en su típico idioma ellos respondían con el propio así no les hayan entendido, más adelante el castaño por unos segundos poso la mirada sobre una silueta que estaba delante de ellos, cabello pelilimón y tamaño similar al de Aries, una sonrisa se formó de inmediato acelerando el paso acercándose cada segundo dispuesto a saludarle... Cuando llegó su sonrisa fue borrada de inmediato, era una falsa alarma, con mirada baja siguió de largo.

"Perdona, perdona..."

Llegaron a la estación de recepción, lugar donde actualmente recibían los vagones que eran encargados de distintas partes y donde vinieron aquel día, tomaron un breve descanso sentándose lejos de los rieles escuchando como maquinas individuales van y vienen, una mirada fija en el suelo buscando algún plan para seguir la búsqueda, sin percatarse que uno se fue acercando lentamente pero sonriente entre saludos, empujaba un vagón sacado de una mina.

X: ¡Que tal!

Cuando vio la compañía no dudo en dejarse llevar por la curiosidad y tras ello se acercó más extendiendo la sonrisa al verles.

X: ¡Hola! ¿No son ustedes los caballeros del santuario? Los conocí cuando vinieron de visita con la entrega.

Los mencionados levantaron la cabeza cuando escucharon una voz hablarles encontrando a un joven de cabellera larga azabache, piel blanca y ojos del mismo color, tres de ellos sonrieron un poco.

Kardia: ¡Hola! Te recordamos, eres Joung Bhaung

Joung: así es, ¿pero qué están haciendo de nuevo por aquí?

Degel: estamos buscando a un amigo.

Joung: ¿un amigo del santuario?

Si, especialmente de aquí.

Joung: ¿de verdad? Mmmhh... ¿Cuál era su nombre?

Regulus: Shion, ¿lo conoces?

Joung: conocemos a casi todos los que viven aquí, otros están muy lejos de las aldeas. Aunque ese nombre nunca lo escuche.

Hasgard: ¿sabes de alguien que lo conozca?

Joung: creo que sí, ¿puedo preguntar cómo es?

Manigoldo: aaah, aburrido, es algo alto, sin cejas, y algo pachoncito.

Dohko: es algo reservado y tranquilo.

Albafica: cabello largo limón.

Y sus ojos son de color fucsia.

Guardaron silencio para que el azabache piense unos minutos con la información dada, sus gestos les dejaban deducir con facilidad.

Joung: jmph, ¡lo tengo!

Todos prestaron atención cuando se acercó.

Joung: si conocí a Shion esta mañana.

Asmita: ¿enserio?

Joung: si, se dirige a Tibet.

Dorados: ¿Tibet?

Joung: si, lugar donde se encontraba oculta la armadura de Aries. Prácticamente proviene de ahí de nacimiento.

La armadura de Aries... ¡Por supuesto! ¡Gracias, gracias!

Sin tiempo a perder se levantaron y fueron corriendo lo más rápido que sus piernas les pueda llegar a dar saliendo de la estación.

Joung: si van a las montañas... ¡¡Necesitaran cuidarse de las rocas!!

No llegaron a escuchar nada de las palabras ajenas alejándose más y más sin detenerse ni cruzar a otra parte con el destino de llegar a las montañas donde la armadura de Aries estaba atrapada en una grieta entre el espacio y tiempo junto a sus recuerdos y seres cercanos, con suerte Manigoldo conocía el trayecto así que las horas que pasaron corriendo llegaba a su final cuando por fin penetraron en el lugar manteniendo una sonrisa de oreja a oreja con una mirada fijamente concentrada en buscar su objetivo.

"La esperanza nació voy a intentar, corregir lo que hice mal. Te voy a encontrar, y da igual, ¡tardar una eternidad~!"

De apoco se separaron y tres direcciones diferentes, Norte, Este y Oeste, cada uno portaba la armadura en caso de ser necesario y el primero en utilizarla fue Sagitario quien les brindaba el apoyo aéreo mientras que los otros buscaban en todas las partes cercanas del inmenso lugar, no había más vida que solo rocas, cuevas vacías, un sol grande y mucho más terreno del que pesaron, la ciudad que estaba perdida ahí ya no está desde hace mucho, lo que significa posiblemente tardarán más en recorrer todo el terreno.

"Perdona, perdona, yo no puedo creer aún... Que muy lejos estés...
Perdona, perdona, y en tanto no estés tú... Lo repetiré una y otra vez~...
...Perdona... Tu amigo quiero ser... Te fuiste y hoy nada va bien..."

Pasaron horas buscando en todas partes sin perder la concentración en cada detalle tanto lejos como de cerca esperando encontrarlo hasta que conciliando en un punto específico todos se reunían despacio mirando a todos lados hasta detenerse a contemplar el paisaje desierto que les deparaba por delante. Guardaron silencio respirando agitados antes de bajar la mirada y caminar despacio por el sendero que había, el único que había mejor dicho.

Pasaron horas y nada que lo encontraron en el camino, sus sonrisas se borraron suspiros andaban rompiendo el silencio y miradas abajo recordarán el camino de ida y regreso, sin embargo sus palpitantes pechos no descansaban de seguir insistiendo hasta caer el atardecer en sus crepúsculos se mostraba hermoso el ambiente y el último en volver a bajar era el castaño, dando una mirada hacia el horizonte entre suspiros leves y mirada baja hacia la arenosa cumbre de montañas que estaban enfrente de todos.

Mientras bajaba la cumbre en donde estaba un extraño ruido de caída de rocas a no muy lejos de ahí, entonces por cuestión de segundos una chispa brilló a sus ojos así que todos miraron a la misma dirección.

Ahí está.

Sin pensar ni dudar fueron corriendo donde estaban aquellas rocas flotantes que casi chocan entre sí mismas o entre otras como balas cayendo a un oponente aplastándolo en el instante, los ruidos daban eco en toda pared cercana, más rocas caían desde las cumbres casi rebotando cuesta abajo hacia aquellos que estaban al piedemonte los cuales esquivaban o rompían pero sin afectar a otros, era increíble ver como meteoros contra la tierra a grandes cantidades, por suerte pudieron lograr llegar al punto en donde el pelilimón se ve rodeado de "enemigos" de piedra en los cuales "disparaba" en modo de ataque aquellas grandes rocas rompiendo todo a su paso.

Manigoldo: vaya que si así recibe a los enemigos, no me quiero imaginar a los amigos.

Quiso decir a modo de broma mientras que se iban acercando a distancia hasta tener una cercanía justificable, entonces vieron como el Aries fue bajando rayas a su técnica y callado observar el ambiente sin voltear atrás. Los tres caballeros; Escorpio, Acuario y Sagitario se decidieron acercar un poco, aunque el pelilimón fue avanzando los mismos pasos lejos de ellos.

Kardia; hey Shion.

No recibió respuesta.

Degel: queremos hablar contigo.

Tampoco hubo respuesta, solamente un alejamiento más severo sin palabra alguna, estaba claro que estaba enojado con ellos al grado de no quererles hablar eso incluye el que sus puntitos estén lo más juntos posible mostrando esa clara señal, entonces los tres aceleraron el paso.

Shion por favor escucha, no fue mi intención engañarte...

Kardia: ni siquiera se nos ocurrió hacer eso.

Degel: tampoco fue idea de los tres engañarte.

Es verdad, todo fue culpa mía... No pensé que lo tomarías tan enserio, pero en realidad quería hacerlo solo y no pensé que te dolería bastante...

Nuevamente no recibió respuesta alguna, de hecho solo recibió un rechazo con la mirada antes de seguir avanzando a un paso poco acelerado de él.

Sé que estás enojado conmigo por lo que te hice, lo siento...

Bajando la mirada con levedad ahora era quien continuaba siguiendo literalmente su sombra un poco más cerca.

Si hay algo que pueda hacer para que me perdones dímelo, y de inmediato lo haré.

De repente se detuvo, el castaño no sabía que diría ni que hará en cuestión de su propuesta, pero estará dispuesto a aceptarlo sea lo que sea, su pecho se aceleró constantemente cuando finalmente sobre su hombro cruzaron miradas en silencio como expectante de los movimientos ajenos a pesar de que finalmente se escuchó.

-preséntate esta noche, olvida tu armadura...-

Lentamente fue desapareciendo en el oriente a causa de su teletransportación dejando solo detrás un sendero de silencio que ninguno sabia como romper, sin embargo, era la oportunidad perfecta para entender que si lo quería ver no sabe para qué pero no le fallaría esa vez así que sin perder el tiempo de la tarde buscaba con la mirada donde dejar la armadura de sagitario.

Manigoldo: jmph, y ni un saludo dio.

Albafica: ¿y que querías, que nos diera una sonrisa?

Manigoldo: normalmente suele hacerlo una sola vez incluso cuando está enojado.

Hasgard: pues ahora si estaba hablando en serio, ¿no vieron en sus ojos?

Regulus: ¿sus ojos?

Hasgard: sí.

Regulus: mmm no vi nada...

Hasgard: pues yo sí, estaban algo vacíos.

¿Vacíos?

Hasgard: seguramente fue por el tiempo que fueron perdiendo su brillo, suele suceder cuando alguien está dolido.

Kardia: eso explica porque algunos se quejan.

Dohko: lo bueno es que vas a arreglar las cosas con él.

Eso espero, de verdad quiero disculparme... Con todos...

Dohko: tú no te preocupes, todo va a salir bien.

Así llego la noche y con ella las estrellas, suaves siluetas se iban acercando con lentitud a diferente y gran distancia al mismo tiempo hasta que concluyendo esa distancia con una mirada fija frente a frente uniendo miradas profundas acompañadas por el viento que removía a gusto sus cabellos libres ahora sin las armaduras puestas.

-¿estás listo?-

Para lo que sea, sí.

-de acuerdo.-

El castaño apretó los puños cuando el pelilimón se le fue acercando unos pasos más hasta quedar más cerca, demasiado, de lo normal.

-lo único que te puedo pedir a cambio de tus disculpas es...-

El castaño trago un poco, estaba bien que le pueda odiar tiene todo el derecho de hacerlo, pero el silencio de ese momento le parecía eterno y ni se diga que después de tocarle el hombro con ¿suavidad? Se sorprendió.

-Que me digas ¿por qué?-

Ni el propio contrario se lo podía creer, ¿solo eso? Aunque sonaba sencillo no lo era así que tragando saliva aflojo sus músculos para suspirar levemente.

Si eso es lo que quieres... Pues la verdad es que solo quería que pudiéramos ser amigos, pero como nos enredábamos mucho no encontraba como arreglar ese lío entre los dos pero solo conseguía más distancia... Lo que sucedía días siguientes tampoco me lo quiero creer pero así pasaba, te tenía algo de envidia porque no solamente estabas tan cerca de los maestros Sage y Hakurei por ser su alumno personal podías estar más informado que otros sobre varias cosas, algo que a la mayoría de nosotros nos cuesta a veces obtener.

Un silencio incómodo se ha presenciado en el momento, algo que hizo que sus pupilas no se alejaran de la figura ajena.

-¿nada más?-

Seguía sin entender el cómo le tenía inquieto, tal vez sea por el hecho de que ambos eran del mismo elemento ¿o simplemente es su mente jugándole una broma pesada?

Pues desde un principio buscaba como seguir las conversaciones, hablábamos muy poco y quería saber más de ti pero no sé nada de dónde vienes, no sé qué puede gustarte o no, nada de nada... Cuando te preguntaba respondías poco o desviabas el tema... O nos interrumpían...

Se rascó la nuca ante aquella confesión, por alguna razón se sentía un poco más ligero con ello.

-estaba en algunas labores para esos entonces.-

Para sorpresa fue respondido con tranquilidad.

¿Ocupado?

-en tiempo libre reparo armaduras casi todos los días.-

Eso le dio curiosidad al castaño ¿así que era alquimista? Eso fue un poco sorpresa, supo un poco sobre ellos pero tener uno al frente era distinto.

¿De verdad?

-sí, pero algunas veces pasan a mayores.-

¿A qué te refieres? Perdona pero es que no escuche mucho sobre los alquimistas.

-algunas armaduras estaban tan dañadas que estaban a punto de morir, por eso necesitaba revivirlas y eso tardaba unas horas.-

Más curiosidad le dio al castaño.

No tenía idea que las armaduras podían morir...

-al igual que nosotros, las armaduras por ser regalo de los dioses poseen vida dentro de su cosmos, solo que al morir deben aceptar la sangre de Athena para regresar a la vida y recuperarse totalmente pero cuando están a medio morir deben repararse y sanarse con otro tipo de sangre.-

Vaya... No sabía que se podía hacer eso... ¿Qué tipo de sangre especialmente?

-mayormente es la de nosotros, pero algunos caballeros dorados pueden ofrecer su sangre para repararlas y así sanarlas... Por ejemplo el cosmos que rodea tu sangre puede reparar la armadura de Sagitario, que por cierto está algo rota.-

Los ojos demostraron la sorpresa que tenía el castaño ¿cómo puede saberlo?, ¿Acaso tiene una visión de rayos X para ver heridas? Entonces se acercó un poco más para verle.

Sinceramente es sorprendente... No tenía idea de que estuvieses ocupado...

-ven, te mostrare.-

Dijo de repente levantándose y caminar a una dirección junto al castaño hasta llegar a un lugar donde el mismo Buda de piedra estaba meditando y alrededor variadas y un gran país de armaduras de todo tipo, plateadas, bronces, diamantes, etc... Con cuidado pasaba entre todas con un silencio algo abrumador de esos que te hacen pensar que escuchas voces en tu cabeza, en un espacio libre estaban un destornillador y martillo de oro rodeados de sangre...

Entonces... ¿Aquí trabajas?

-es mi lugar privado, aquí reparo con tranquilidad las armaduras que llegan después de una batalla o entrenamiento.-

El pelilimón se sentó en dicho lugar para ver a las armaduras.

-también me sirve para la historia...-

El castaño se quedó en su lugar, pero sentado sobre sus propias piernas.

-las vidas pasadas de los antiguos portadores eran totalmente distintas a la que nosotros tenemos ahora, algunos más felices que otros...-

Entonces era cierto....Tu don especial de ver las vidas de las armaduras...

-.....

Nuevamente se formó un silencio.

¿Qué pasa? ¿Dije algo malo?

-no... Es solo...-

¿Sí?

-¿cómo sabes sobre lo que tengo?-

Aah... Lo escuché cuando Manigoldo estaba hablando con los maestros, estaba guardando los libros y lo escuche... Al principio no creí que fuese cierto sino después de portar a Sagitario...

Sonrió un poco antes de verle.

Es maravilloso ese don.

-¿lo es?-

Dijo un poco sorprendido.

No sé si lo ves como condena, sé que las armaduras a veces pueden seducir y llevar a un camino lleno de depresión y desesperanza como lo vio Aries en algunos tiempos pasados... Pero... Eso significa que pudiste estar de alguna forma omnipresente en esas batallas, contemplar cosas que nunca hemos visto y anhelamos ver algún día... Sinceramente el hecho de que cuentes con la bendición de ver que pasó en ese momento es grandioso...

Con una sonrisa se dirigió al pelilimón hasta sentarse a su lado.

Puede que aún no tenga el perdón, pero a veces te he llegado a envidiar por cosas que simplemente no tienen sentido, aunque ahora mismo veo que tienen más importancia de lo que pensaba.

La cara que puso el pelilimón le hiso dar una pequeña risa, luego le despeinó con una mano.

Me disculpo por todos estos años en lo que no di mi esfuerzo por caerte bien, tienes todo el derecho de regañarme y de reclamarme lo que quieras.

-eeeh... ¿Esta bien?-

Y cambiando de tema ¿puedo preguntarte algo?

-dime.-

¿Es cierto que comes mucho? Es que los rumores nunca paran.

-Tengo una razón para ello...-

¿Así? Pues aún es imposible de creer que después de todo eso que comes sigas pesando 77Kg

-¿cómo sabes eso?-

Eehh... T-también lo escuche de los maestros...

Desvió un poco la mirada antes de que el contrario ladeara la cabeza confundido, pero después suspiro.

-es que cuando uso mi sangre las proteínas se acaban rápido... Llego a adelgazar levemente cuando pierdo demasiada sangre...-

En ello mira las cicatrices que eran recientes de sus cortaduras debajo de las vendas, lo que hizo al sagitario verlas y tomar una de sus manos.

Así que eso explica por qué tenma come tanto... No tenía idea de ello.

-normal que no lo sepas... No es un tema para tratar de todos modos.-

A mí me parece que si lo es.

Y así se quedaron a hablar por unas horas hasta que el alba decía su presencia, los se levantaron peor primero el castaño le tomo de la muñeca suavemente al pelilimón.

Oye Shion.

-Dime Sísifo.-

Este apenas volteo y abrió tanto sus ojos que sus puntos se ocultaron en sus flequillos... Aquel abrazo lo dejó totalmente paralizado.

Espero que cuando lleguemos al santuario, podamos compartir una mañana con un café. ¿Te parece?

Para más sorpresa la cercanía de ambos era evidente, pero solo sus pupilas se posaron en las del ajeno fijamente.

No le diré a nadie sobre tu secreto.

Por primera vez el corazón del Sagitario latía con gran fuerza, no quería soltarlo pero sabe que al volver esta vez sería el segundo que le acompañe en las mañanas... Quizás todos los días hasta la noche.

¿Qué dices? Quiero recuperar el tiempo perdido... Si me lo permites claro...

Un silencio de pocos minutos se formó en el momento, paso un poco de saliva antes de relajarse, por sorpresa dio una suave risa junto a una sonrisa, suavemente le palmeo el hombro.

-bien, pero primero debemos ir con los demás y avisarles.-

Más que contento asintió con la cabeza y tan pronto como salieron de ese lugar le tomo la mano sonrojando al Aries antes de correr con los demás y regresar al santuario. Como lo dijo en su palabra recuperaba el tiempo perdido entre cada conversación que daba, descubriendo más secretos de su origen y personalidad, al igual que cuando la pasaban en cada día juntos ese sentimiento que creyó perdido aumentaba cada vez más hasta estar seguro de ello, entonces en ese mismo día que decidió decirle ¡sorpresa!.

Shion de Aries... Tu... Quieres... Ser mi acompañante de vida?

El silencio le hacía poner pelos de punta al castaño, ni siquiera los otros dorados que estaban detrás de la puerta escuchando específicamente todo lo que decían y estando al margen de ver qué era lo que pasaba entre los dos por si necesitaban apoyo o el momento indicado para cantarles canciones de desdicha hasta que viendo movimiento de parte del pelilimón, el cual era dirigir su mano hacia la mejilla ajena confirmo y animó los pensamientos de todos.

-SI.-

Fue definitivo, la fiesta se armó con los muchachos entre saltos y gritos, por parte de algunos ya han empezado a idear las cosas para la ceremonia en cuanto a los dos jóvenes solo quedaron en calar nerviosos por la actitud de todos, pero en el ocaso casi al caer la hora de sutilmente separarse a sus templos nuevamente Aries detuvo a Sagitario una vez más.

-Oye, quería decirte algo...-

Dime lo que quieras, ¿necesitas algo?, ¿Qué sucede?

-Con respecto a lo que paso ya hace unos meses atrás... Quería decirte que acepto tus disculpas.-

¿Ah? P-pero si no te pedí perdón.

-no, pero aun así estas perdonado.-

La sonrisa de ambos no se esperó, ya no hacían falta las palabras para expresar un "gracias" sino más bien un beso puedo decir más de mil palabras incluso después de los años nada puede romper una barrera que cristalizada por indiferencias se ha podido derretir con el simple hecho de "hacer una amistad" para terminar así con una palabra que puede llegar un hacia el amor.... Perdonar.

// créditos de la imagen: shionsdungeon sinceramente es bellísima qwq //

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