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CAPÍTULO XV


LOS AMIGOS SON BUENOS... PARA NO TENERLOS (PART ONE)




Como no dejar de querer a Zoey, para ayudarme es perfecta, hace todo bien. Logró sobornar a una chica para que hiciera un escándalo en el hospital, lo suficientemente bueno como para atraer a todos, y así, darme el tiempo justo para escabullirme del tétrico lugar. Fascinante ¿No?


En tan poco tiempo, fue capaz de conseguir que muy dentro de mí, la considerara de confianza, al punto de apreciarla como a una hermana. No se lo he dicho, y tampoco pienso hacerlo, es demasiado empalagoso para mí, además, temo que sí lo digo, termine por arruinarse esa agradable amistad por alguna razón... La verdad, no lo sé.

Pude hacer esa última prueba, y salir con honores. Recuerdo que ese último día, mientras caminaba directo a la salida, vi rostros decepcionados, y uno que otro lleno de desprecio, aunque eso, solo me motivó a sonreír con jactancia, mostrando como siempre, que sería mejor que ellos, o eso quise creer. También recibí muchas propuestas jugosas de trabajo los siguientes días, fue bueno que la Universidad hiciera público algunos de mis trabajos para promocionarme.  


Luego de dos semanas, se hizo el acto de graduación y demás, la verdad el logro, más que otra cosa, fue un alivio para mí. Por otro lado, tener allí conmigo a Zoey, mientras recibía mi título, sonriéndome de una manera tan acogedora, me hacía creer que todo saldría genial. 


Al graduarnos di un increíble discurso a todos los graduados, muy sarcástico y divertido, como me gusta, sin provocar lágrimas de nostalgia, sino motivando a superar una etapa importante y única. Quizás solo duro un segundo, en el que todos parecieron verme con agrado, o tal vez lo imagine, la verdad no le doy valor.


Fue increíble ver a Zoey y a Chris, apoyándome, animándome y siendo sinceros, personas reales, amigos reales, "Aprecio real" en esa oportunidad, les regale una sonrisa amplia, normalmente no sonrío, pero ellos lo valieron.


 A pesar de que el novio de Zo no me agrada, lo trate como si nada hubiese pasado entre nosotros, aunque no se lo merece, mi amiga sí. Me permití, dejar que tomaran una foto de nosotros cuatro juntos, para hacer de aquel momento algo memorable, sinceramente solo Zo y yo estudiamos en La Universidad Imperial, pero, no hay que darles tantas vueltas al asunto.


Después de todo el evento, ellos fueron a festejar, yo no los acompañé porque debía hacer muchas cosas, una de ellas protegerlos de Daemon, era lo mejor, debía evitar los problemas, otra de las razones es que debo trabajar con varias de las propuestas de trabajo que recibí, escoger entre varias de ellas y dar una respuesta pronto. No sabría decir conseguiré trabajar en unas pocas semanas, pero de ser así, debo buscar un nuevo apartamento, mudarme y todo lo que ello conlleva.


Mis padres están muy orgullosos de mí, no solo por ser una Alumna Destacada y Memorable que termino con sus estudios más rápido de lo que el promedio consigue, sino también de saber las grandes propuestas de negocios que me ofrecieron, están que explotan de felicidad, y me hincha de alegría poder llenarlos de orgullo.


A solo dos días del dichoso baile, el más esperado por todos, yo con muchas invitaciones, pero... todavía tengo algo que me deja intranquila, y un tanto preocupada. Después de despertar aquel día en el hospital, no volví a ver a Daemon, y la verdad, no sé si eso me hace sentir feliz o triste.


<< ¿acaso lo que siento es... Decepción? >>



(...)


Creo que me arrepiento de haber decidido ir a ese estúpido baile ¿Desde cuándo me gustan estas cosas? No me siento cómoda al saber que tendré que aguantarme tres horas en un baile, sin mencionar que tampoco se me da la habilidad de bailar, soy un asco.


Además, al final, no escogí ir con ninguna pareja, así que deberé ir sin compañía, es muy posible que muchos me miren raro por ese hecho, pero me da igual. Cada persona es libre de hacer las cosas a su gusto. Sin embargo Zoey va con su novio, eso me deja sin muchas opciones.


Y aquí esto yo, en la fiesta, frente a una multitud enardecida por disfrutar de su gran noche, cada quien con un acompañante, bebiendo, comiendo, charlando, bailando y disfrutando.


<< Como los odio por eso >>



Observo todo a mi alrededor, se puede palpar un aura de energía, de euforia, de excitación, lo cual, de alguna manera, me hace pensar, que quizás, no sea una noche tan molesta, que todo puede salir bien si yo pongo de mi parte, solo debo dejarme llevar un poco y disfrutar, aprovechar que aún soy joven.


Trago saliva, camino a través de la muchedumbre, sin fijar mi vista en nada en particular, llego a la mesa de aperitivos y tomo algunos dulces. Suspiro, solo tengo que seguir la corriente, mover los pies de un lado al otro, que mi cuerpo se suelte al compás de la música y eso es todo.


<< Demonios. Esto será más difícil de lo que creí >>


Me siento en una silla que se encuentra apartada, e intento respirar. Voy comiendo algunos dulces, entre tanto que observo a todos aquellos chicos que están desentendidos de mala vibra, de mi animo marchito. Mi mirada comienza a perderse en la nada, y en algún punto, quedo ensimismada, lo único que soy capaz de hacer, es de recordar.


<< Un Amigo se encuentra perdido >>


<< ¿En dónde está él? >>


<< Él se esconde... ¿De mí? >>


<< ¿Por qué hace esto? >>


<< Ahora que lo pienso, la muerte es... surrealista >>


¿Qué es lo que me deparará ahora? ¿Estoy lista para seguir adelante? No lo sé. No sabría decir. Espero que mis problemas no afecten mi amistad con Zoey y Chris, tal vez incluso, me permita fantasear, y pensar, que ellos perduraran conmigo sin importar qué. Un día podría cometer un error, y estropearlo todo.


<< ¿Y sí los lastimo? >>


<< ¿Y sí les hago daño? >>


- ¡SAM! – Me sobresalto.


<< ¿Qué Demonios...? >>


- ¡Despierta de una vez! – Frente a mí se halla mi mejor amiga.


- Zoey... - Susurro en lo que voy saliendo de mi trance.


- Sí. Quiero que vengas conmigo a la pista de baile – Abro los ojos y comienzo a ponerme nerviosa.


- ¿Qué?


- Como escuchaste. Ya basta de quedarte aquí como una buena para nada – Niego rotundamente.


- No quiero. Ve tú, estaré bien – Fuerzo una sonrisa amable.


- Ni hablar, se acabó tu tiempo de ser antisocial. Vendrás y punto – Empiezo a sudar.


<< Este es mi fin >>


Me arrastra con ella hasta estar en medio de la pista, toma mis manos y las mueve para motivarme a bailar. Le está saliendo fatal, me siento como una inadaptada. Cielos. 


Suspiro con desanimo, y con una gran fuerza de voluntad, intento bailar con lo que llega a mi zona auditiva, no sé cómo lo estoy haciendo, pero estoy muy segura, de que debo dar pena ajena. ¡Ja! Que mala decisión Zo, seguro está haciendo el ridículo al estar con alguien tan tiesa como yo. 


Miro a mi alrededor, y veo que nos observan de una forma muy distinta a como lo esperaba, ¿Es fascinación lo que veo? ¿Por qué? Volteo a ver a mi amiga, y me quedo absorta en su encanto y energía, muestra una sonrisa única y profesional. 




Sonrío y sujeto sus manos con fuerza, inicio una especie de extraña danza creada por mí (Cabe destacar) Eso nos hace reír como dos crías infantiles. No pensé que lograra sentirme bien en alguna fiesta como esta, pero Zo logra que me amolde e incluso que lo goce.


Nos detenemos, y decido caminar a tomar algo, pero me encuentro con la singular presencia de Chris. Debo decir, que había decidido verlo únicamente como amigo, por nuestro propio bien, debe ser así. A pesar de que esa fue mi decisión, verlo ahora tan apuesto con un traje, me hace querer arrepentirme de mi decreto.



- Te ves impresionante Samantha – Me da una ojeada nada discreta.


- Gracias, al igual que tú. Pobre de la chica que te cele – Enarca una ceja expectante.


- Eso me suena justo a ti, por mí no habría problema en que tú fueras esa chica – Suelto una grácil carcajada.


- Sí, yo no creo que eso ocurra nene – Sonrío.


Me acerco hasta él, me mira atento y tomo uno de los vasos que se sitúan justo detrás de él, río y me alejo para tomar algo de Champagne. Debe estarme mirando con odio justo ahora. Acerco el vaso hasta mis labios y el líquido recorre mi garganta, dejando secuelas de ardor. Hago una mueca de desagrado.


- La bebida es un asco – Chris se ríe a mi lado.


- Eres una cría – Pongo los ojos en blanco.


- Seguro.


Me alejo, éste me llama, pero lo ignoro y salgo de su vista ocular. Camino entre el gentío, empujo, insulto y escapo de todo aquel ajetreo, necesito salir y descansar un poco de este ambiente. Diviso la salida y apresuro el paso.


Una vez lejos de todo ese desastre, me permito respirar aire puro. No tengo idea de cómo la gente puede acostumbrarse a esto. Me siento en un banco que se halla cerca, suspiro y levanto mis ojos al cielo. No hay casi estrellas a la vista, sin embargo, eso no impide que aprecie la noche, el cielo, el silencio.


Duro casi media hora afuera, y me animo a volver a la fiesta. Doy dos pasos, pero una figura cercana me detiene. Me giro para verla mejor, y afino mi vista para ver de qué se trata. Parece alguien sentado a unos cuantos metros, pero no logro descifrar quién es.


- Mi hermosa Lesson... - Esa voz. Abro los ojos con impacto.


- ¿Daemon? – Me congelo en mi sitio.


- El mismo - Quedo sin decir nada.


- ¿Qué pasa? ¿Acaso no me extrañaste? – Su voz es gruesa.


- Tú... desapareciste – Digo con sinceridad.



- Siempre estoy cerca de ti, SIEMPRE - Marco mi entrecejo.Eso suena tan... 


- Como digas. Debo irme – Me volteo y comienzo a caminar. Lo oigo reír atrás de mí.


<< ¿Qué le hace tanta gracia? >>


- Te divertirás mucho cuando regreses adentro - ¿Qué? Giro de nuevo a verlo.


- ¿Qué quieres decir con eso Miller? – Su sonrisa es fría. Trago saliva.


- Diviértete – Dicho esto se retira del lugar.


Nada más decir eso, ya no me parece una gran idea volver allá. Esto me pone nerviosa. ¿Qué quería decir con eso? ¿Qué hará? ¿Qué se propone hacer?


<< ¡Diablos! >>


Muerdo mi labio inferior ansiosa. Un sudor frió recorre mi espalda. Nada es seguro ahora, debo mantener un perfil reservado y no hacer nada innecesario. Respiro profundo y camino con determinación adentro del lugar.


No obstante, lo que oigo me deja... estupefacta.


- Su nueva reina es... ¡Zoey Fox! - ¿El Qué?


- ¿Qué dijo? – Mis ojos se van a salir de sus cuencas en cualquier momento.


- ¡Felicidades! Pasa adelante – Shock. Veo como se acerca con confianza y mucha gracilidad hasta el escenario.


<< Demonios. Es fabulosa la desgraciada >>





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