Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

CAPÍTULO XIX


¿QUÉ PUEDO DECIR? EL EMPLEO SOÑADO



La verdad, me expreso excelentemente, no temo hablar frente a un grupo de personas, incluso puedo verme tranquila frente a personas muy exigentes y críticas, sin inmutarme un poco, y al final sacarles reacciones de impresión y admiración. Recuerdo que hace varios años atrás, todo era muy diferente, me aterraba la idea de hablar frente a otros y exponer un punto, me era difícil coincidir en mis palabras y al final terminaba por hacer un show digno de bullying de un año entero.


<< Sí, patético >>


Ahora me toca ir a una reunión con una empresa que se ha mostrado interesada en trabajar conmigo, mis diseños artísticos y creativos, no son sólo una obra maestra, sino también, innovadores y modernos, algo muy justo para la publicidad que cualquier empresa desea en estos tiempos, pero debo impresionarlos con algunas palabras y labias necesarias, para así, conseguir un cliente ese mismo día, para mí es lo más conveniente. Quiero poder darles una buena noticia a mis preciados padres.


<< Sí, llámenme la hija del año >>



Termino de debatir conmigo misma, y frente a mí se haya un edificio excesivamente alto e impresionante, se ve bastante lujoso. Entro, y contengo mis ganas de mostrarme impresionada, es un piso amplio, hay un juego de muebles negros muy  elegantes y cómodos situados a mi derecha, desde adentro se puede ver el exterior, ya que toda la estructura está hecha de cristal, a mi izquierda se encuentra la recepción, la oficina está compuesta por materiales de caoba bien pulidos y costosos, el escritorio es largo, y lo último que me deja algo picada, es la hermosa chica con apariencia orgullosa y sofisticada, que ha de ser la recepcionista.


Su cabellera negro azabache, un buen cuerpo, una vestimenta seductora y profesional. Su rostro es pálido, pero lo colorea unas leves mejillas rosadas, nariz respigada, ojos grandes de color azul intenso, algo así como "La Recepcionista Perfecta".


<< Por suerte decidí ir con un atuendo presentable >>


- Buenos días, ¿En qué la puedo ayudar? - Y para colmo su voz es suave y aterciopelada. Desgraciada.


- Buenos días, tengo una cita pautada para hoy a las 8: 00 am con el Sr. Stephen White - La chica me observa en silencio por unos veinte segundos, para luego revisar en su computadora y abrir levemente sus ojos con algo de sorpresa.


<< ¿Por qué le sorprende? ¿Abre dicho algo incorrecto? >>


- Disculpe ¿Hay algún problema? - Pregunto con mi tono más cortés y profesional. 


<< ¿Me ha menospreciado hace un momento? ¿Lo estaré malinterpretando? >>


- Me disculpo. Todo está bien, ya contactaré al Sr. White y le avisaré de su llegada - Mi mirada cambia a una más fría.


- Por favor, si desea, puede sentarse en el despacho a su derecha mientras lo espera - Asiento con un deje de indiferencia. La chica lo nota.


Camino en dirección a los asientos, mientras escucho una llamada de teléfono a la recepción. Escucho que descuelga el teléfono, y luego responde con nerviosismo a quien sea que está hablando con ella. Mi trasero se hunde en el mugido mueble, la sensación es gloriosa, debo admitir que se siente bien, creo que tal vez la espera no sea tan mala, podría esperar horas y horas sentada aquí. 


- Disculpad, señorita - ¿Cuán refinado puede hablar esta chica? - No es necesario que espere, el Sr. White la atenderá de inmediato. 


- ¿De vedad? - Estoy algo sorprendida - Bueno, muchas gracias.


- Por favor, venga conmigo. La guiaré hasta su despacho - Asiento conforme.


Me levanto con algo de decepción del agradable asiento y comienzo a seguir a la ágil secretaria. Nos adentramos a un pasillo que no vi antes, es extenso y y largo, las paredes lucen una pintura craquelada de tono blanco hueso, bastante bonito a mi parecer, el piso es de cerámica lourdes marino negro, a mi parecer, algo muy selecto, pero me gusta. me desplazo hasta el final observando cada detalle.


Al final veo un ascensor, entramos y la señorita marca el último piso, subimos en silencio, cuando llegamos al piso número noventa y tres, las puertas se abren, seguimos nuestro camino hasta quedar frente a una puerta de Ébano, la chica se despide y luego se retira. Trago saliva, toco levemente la entrada y suspiro para mis adentros.


- Pasad - ¿Él habla igual de sofisticado que la Recepcionista? Demonios, está reunión será aún más pesada de lo que creí. 


Veo con cierto temor aquel picaporte dorado, lo giro y abro con lentitud aquella puerta. Camino dentro y cierro la puerta, me volteo y me quedo helada. Oh vaya, el supuesto Sr. White, es un joven, debe tener unos veinticinco años, y la peor parte es, que fue colmado de mucha belleza.  


- Srta. Lesson, buenos días - Sonríe y creo haber visto en su dentadura, brillos resplandecientes.


- Buenos días, Sr. White - Me esfuerzo por mantener un postura seria.


- Por favor tome asiento, estoy muy interesado en hablar sobre su trabajo - Asiento cortés, me acerco con habilidad y tomo asiento.


- Estuve evaluando muy detenidame... - Oigo la puerta de la oficina abrirse, interrumpiendo al Sr. White. Giro mi rostro, y estoy segura de que mis ojos están a punto de salirse de sus cuencas.


<< ¿Ese es... ? Imposible >>


<< ¡¿Daemon?! >>


- Vaya Miller, que descortés, estoy hablando con esta hermosa señorita - Miller sonríe con diversión, creo saber que esa sonrisa va más dirigida a mí que a él. Imbécil Acosador. 


<< Esperen ¿Se conocen? >>


<< ¿Cómo me dijo el Sr. White? >>



Calma Sam, hay una sencilla explicación para esto, debes tener catarata en los ojos y cerilla en los oídos, sí exacto, es eso, por eso estoy viendo y oyendo cosas que no deben ser. Suspiro, no hay manera de que esto termine bien, mi meta era que una vez lejos del instituto, lograría al fin estar lejos de éste pelmazo, pero ya veo que no va a ser tan sencillo deshacerme de él.


- White, ha pasado un tiempo desde la última vez que te vi. Parece que te ha ido mejor que nunca ¿No es así? – Casi quiero reír, conozco cuando Daemon finge interés, es todo una fachada.


- Sí, va viento en popa. Si gustas siéntate, terminaré esta pequeña reunión con la señorita Lesson – Sentí sus ojos mortales dirigirse a mí, inquisidores y atractivos. Malo, se supone que para estas reuniones de negocios, solo estarán quiénes intervendrán en ella, pero ellos no piensan manejar ese concepto.


- Seguro.


- Bien, Srta. Lesson. Ahora, estoy buscando una nueva publicidad para Callor & Fost, INC. Mi intención es hacer algo fresco, fácil de digerir, tal vez incluso divertido, pero más que nada renovador, eso es lo que más me interesa.


- Cuando vi su trabajo, su persona, pude ver que posee esa esencia, de frescura, sencillez, sin lugar a dudas, una pionera – Asiento, la emoción en sus ojos es muy notable, es como ver a un niño deseoso de contar un nuevo descubrimiento a sus amigos, y ser visto como un héroe.


- Entiendo ¿Puedo saber qué es eso que motiva la nueva plataforma? ¿El cambio de era? Si no me equivoco, puede ser algo que removerá el mundo – Sus ojos brillan.


- Sí, es un nuevo producto, algo sencillamente nuevo – Quiero ayudarlo, no sé si es algo que valga la pena mi esfuerzo y mis ganas, o sí él es merecedor de algo como eso, puede resultar al final no ser tan buena persona; pero el fuego y la pasión en sus ojos, me influencian, no deseo que se extingan.


- Lo llamo, B.O., es una unidad funcional que se instala en el oído,  capaz de transmitir ordenes cerebrales por medio de ondas electromagnéticas, a cualquier aparato eléctrico, en un espacio de un kilómetro a la redonda, transfiere pensamientos, es decir, facilita la comunicación discreta a quien sea. También puede crear hologramas precisos según lo planifique el portador, mostrando las ideas o imágenes como se desean, como las imaginó en un origen, sin embargo, sé que esto irá evolucionando – Wow, eso es mucho. No puedo evitar sonreírle con calidez.


- Estoy impresionada Sr. White. De verdad, que la idea parece tener un gran final. Estaré dispuesta a ayudarlo en lo que necesite. Le aseguro, que seremos socios, y quedará satisfecho con mi trabajo -



- Sé que será así. Sí todo sale bien, quisiera poder invitarle a beber algo como celebración por el triunfo y nuestra prolongada relación de socios ¿Le parece? – Trago saliva, miro por el rabillo del hombro, y como lo esperaba, está tenso ante esa posibilidad.


- Bueno, Sr. White, eso lo veremos, muchas gracias por su tiempo – Me levanto, para dar por finalizada esta reunión.


- Le estaré presentado mis proyectos e ideas para la próxima semana, hasta entonces – Se ve algo decepcionado de que dicha reunión terminará tan pronto, pero así es como debe ser.


- Ha sido agradable charlar con usted señorita – Me sonríe y extiende su mano.


- Opino lo mismo Caballero White – La estrecho y la suelto rápido.


- Por favor, dime Stephen.


- Si así lo desea, muy bien. 


- Que pasen un buen día caballeros – Sonrío con esfuerzo, y me volteo sin mirar a más nadie, o específicamente a él.


Una vez fuera, suspiro con alivio, camino con rapidez lejos de su presencia tortuosa y asfixiante. Las calles me reciben como un dulce bálsamo, permitiéndome andar por ellas a mi gusto. Al rato, logro ver una Cafetería muy pintoresca y me acerco allí. Tomo asiento en una mesa y espero con paciencia que alguien me atienda pronto.


Mi vista se pierde en las calles del exterior, solo me permito ver a las personas andar de aquí para allá, de allá para acá, los autos ir y venir, mi mente viaja a donde quiera, solo vago en un mundo infinito donde no existe más nadie, solo yo, en mi burbuja personal.


- Señorita – Llaman a mi lado, y me sobresalto.


- Como lo siento, no quería asustarla – Mis ojos se desvían de aquel chico fastidioso que perturbó mi paz, y continuo de nuevo a mirar las concurridas calles de Londres.


- ¿Qué pedirá? ¿Puedo traerle algo?


- Un gran vaso de chocolate caliente y un rico panqué, eso es todo por ahora – Mi desinterés es palpable.


- Muy bien – Lo siento retirarse para mi consuelo.


Pasé unas dos horas en aquel lugar, ignorando todo mi entorno, solo observando de lejos, con aquel chico trayendo varias otras cosas que pedí. De regreso a mi nuevo apartamento, unas frías gotas caen por mi rostro, aclamando mi atención, más gotas caen sobre mí, hasta convertirse en una capa torrencial de agua, mojándome de pies a cabeza.


Una helada y hermosa lluvia cubre todas las calles de esta moderna ciudad. Produce una sonrisa de agrado en mi rostro, hacía mucho que no disfrutaba del dulce sonido y tacto de la lluvia, es la mejor sensación, es algo magnifico.


Al llegar a casa más calmada, me ducho con rapidez y voy directo a la cama, si hay algo que todos disfrutamos, es poder dormir con una relajante lluvia de fondo. Sé que aún es de tarde como para ir a dormir, no ha anochecido, a pesar de ello, le quito importancia, no le rindo cuenta a nadie por los momentos, así que, puedo descansar cuando se me antoje ¿No?


Flashback


Su mirada incrédula me molesta. ¿No se supone que los amigos te apoyan hasta en las cosas más locas? Debo enseñarle a este tonto, a comportarse como un buen amigo.


- ¡Estoy hablando en serio! – Mis cachetes se inflan como globos.


- Trabajaré para gente importante cuando crezca, puede que hasta sea para alguien que construya cosas mágicas... algo nunca antes visto – Pongo cara soñadora.


- Creo que estar bajo la lluvia te hace daño, la próxima vez te ataré a las escaleras para que no te mojes, y así pienses con cordura.


<< Niño Infeliz >>


- ¡Nada de eso! ¡Lo lograré! Y cuando lo consiga, te arrepentirás de no haberme creído – Le doy la espalda.


- Pienso que cualquier trabajo está bien – Mis ojos se apagan.


- ¿Es tu intención apagar  cualquier idea que me apasione? – Sonríe con malicia.


- No todas.


Fin del Flashback


La inconsciencia me abraza tras recordar esa ocasión de mi infancia. Esas últimas palabras de Daemon, sonaron como una promesa maliciosa, eso me preocupa. Me esfuerzo en dejar mi mente en blanco, quiero dormir. 


<< El mundo de los sueños puede ser, una delgada pared, entre lo tangible con lo intangible >>


***


Se haya frente a mí, una extensa planicie, que consigue quitarme el aliento. Nunca, vi algo así en mi vida. Camino todo aquel terreno verdoso, no es posible que esté en un lugar así ¿Qué tan lejos estoy de casa?


- Samantha.


Giro mi cuerpo, y me enfrento a esos fríos y helados ojos, se siente diferente, por algún extraño motivo, esta vez el ambiente es más pacifico, no deseo estar a la defensiva. ¿Qué significa eso? Me siento aún más confundida. Ya no puedo identificar que es real y qué no, si alguna vez hablo con el verdadero Daemon o uno ficticio.


- Daemon – Se acerca hasta mí.


- ¿Qué te ocurre? Pareces pensar en algo - Enarco una ceja.


- No parece que quieras saber.


- Esta vez sí - Trato de mostrar una postura firme. suspira con fatiga.


- No consigo que estés a mi control, quiero que estés lejos del alcance de otros, pero... - Sus ojos muestran aflicción.


- Demonios Samantha. Deja de volar alto, en donde no puedo atraparte – Su rostro se inclina hacia arriba, para mirar los cielos. Sus palabras me deja en blanco, pero siento un abrumador deseo de decir algo.


- Eso me frustra mucho – Cierra sus ojos con fuerza. Ver su debilidad me debilita a mí también. Muevo mi mano un poco, pero enseguida la detengo, es como sentir una pequeña parte del Daemon que alguna vez conocí.


- Sabes que no puedes retenerme. El problema es, que sigues siendo como un imán para mí, siempre término por volver a donde tú estas, estoy segura de que me llevarás a mi perdición Miller. Eres un maldito desgraciado – Baja su rostro para verme de alguna manera que no logro descifrar. Sonrío con tristeza. Esa es mi realidad.


- Sé que no soy justo, nunca podrás apartarte de mí, sé que ese es tu verdadero anhelo, pero no permitiré que eso pase – Puedo sentir como mi corazón de hielo se descongela solo un poco, y eso me asusta.


- Me temo que, eso no lo decides tú, y yo tampoco, ya veremos qué pasa. La idea de escapar de ti, no me resulta muy exitosa – Sonreímos al mismo tiempo. 


- Me gusta el juego del gato y el ratón – Envuelve mi cintura con su brazo y me atrae contra su cuerpo.


- Hey ¿Te molesta que tu amigo Stephen parezca interesado en mí? – Cambio el tema lo más discreto posible. Creo que no hice un buen trabajo.


- No quiero que toque lo que es mío – Cambia su expresión a una más irritada.


- Lo que hago es solo negocios, y además, no me atrae la idea, de ser la pertenencia de nadie – Intento apartarme, pero se niega.


- Yo lo conozco, es un depredador, como yo - Sonríe con malicia - Y tú eres fácil de engañar y engatusar – Eso me ofende en gran manera.


- Nunca, seré tan crédula como lo llegue a ser ¡NUNCA! – Lo empujo con fuerza, y consigo apartarlo de mí.


- Eso lo sé.


- A mí me parece que no. Yo decido en quien confiar, y a quién ver como un simple peón que pueda movilizar a mi antojo, no dejaré que alguien se acerque a mí, de nuevo. Eso se acabo – Digo con desprecio.


- Tú, más que nadie debería saber que no me afectan, ni me influencian las apariencias – Enarca una ceja con diversión.


- Y ¿Se puede saber qué es eso que yo tuve que te hizo confiar en mí? – Tiene razón, ¿Qué me hizo confiar en ese enfermo? 


- No lo sé, no es algo que yo pueda explicar, solo pasó, aunque en realidad no sé qué me pasó en ese momento – Demasiado patético suena eso.


- Entiendo que, tú miras todo en un matiz diferente, eso fue una de las cosas que me interesó en ti, es muy posible que tu forma de pensar no sea del todo normal – Ríe con burla.


- A veces tu mente guarda cosas interesantes, Lesson. Eres como, una muñeca rota - Un golpe en el rostro - Mi muñeca rota, pero no me gusta decir cosas sentimentales, solo creo que es bueno que lo sepas – Desvía su mirada. 


- Para, no es necesario que sigas, de verdad necesito que desaparezcas, no soporto la idea de estar con alguien tan desalmado como tú, eso jamás – Pongo cara de molestia. Sonríe.


- Por esas cosas, me atraes más, de verdad que me llamas mi atención Lesson – Río con sorna.


- No me interesa si eso te atrae, de todas maneras, estas perdido para mí. No hay nada, que puedas hacer para cambiar eso, solo esperaré el día en que esto termine. Solo tú sabes cuando ocurrirá eso ¿No te parece? – Su expresión se vuelve turbia.


- Bueno, quizás este más cerca de lo que te imaginas – Su mirada se pierde en el entorno. Frunzo el ceño.


- Eres un demonio, sin lugar a dudas – Su sonrisa se vuelve peligrosa y siniestra.


- No sabes, cuánto – Creo ver sus ojos tornarse rojos.


- ¿E-Estoy en un sueño? – Doy un paso hacia atrás.


- Tal vez, en esta oportunidad, no haremos nada Lesson – Sin esperarlo, mi visión se vuelve humo, y no soy capaz de ver nada.


- Hey ¿Miller? ¿Sigues ahí? – Silencio. Ya no está.


<< Creo que me tocará tener una botella con agua bendita conmigo, solo por si acaso >>



PERDONEN LA TARDANZA. AQUÍ UN NUEVO CAPÍTULO, SI TARDO, ES POR LA UNIVERSIDAD, SIN MENCIONAR OTRAS PRIORIDADES, PERO INTENTARÉ SUBIR TODO LO PRONTO QUE PUEDA, AUNQUE NO PROMETO NADA. ME FALTA POCO PARA TERMINAR MI SEMESTRE, ASÍ QUE ESPERO DESPUÉS DE ESO SUBIR TAN SEGUIDO COMO PUEDA :) HASTA ENTONCES. ¡SALUDOS! XOXO

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro