Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

CAPÍTULO XI


¿HOLA?



- Ese despreciable – Rechino mis dientes con furia.


Frente a mí está el estúpido de Daemon, besando  a una rubia con grandes curvas, contra un casillero, sin agregar que puedo ver como se violan con las manos, sin ningún tipo de pudor. ¿Dónde se supone que están los incompetentes de los profesores?


Esto no me lo esperaba ¿Acaso es bipolar o qué? ¿Él me ordena alejarme de otros chicos, para después de unos minutos, andar coqueteando con otra chica? Me provoca tener un lanzallamas y prenderles fuego. A él por ser un imbécil y engañarme, y a ella por ser una zorra, listo, eso es todo.


Suspiro con decepción y molestia, giro hacia atrás y me voy hacia otra dirección con la finalidad de alejarme de ellos. Mi lema es, siempre tener dignidad y orgullo. ¿Para qué afanarme? Elegancia por sobre todo. Cuando tenga la oportunidad, lo mandaré a la... casa de su mamá.


Camino en dirección a mi siguiente clase, sin muchos ánimos de continuar en ese edificio por demasiado tiempo, no tengo ni siquiera, las fuerzas para deprimirme por verlo besar a otra que no sea yo... tal vez, así debió sentirse él, cuando bese a Chris en la rueda de la fortuna, sin embargo, fue algo que el mismo ocasionó, me demostró que todo fue una farsa, por lo tanto no debería importarle nada lo que yo haga con mi vida ¿No? No lo sé.


Llego al auditorio y veo que se encuentra vacío, tomo asiento en la primera fila, saco mis cosas y me dispongo a repasar para el examen que tendré en pocos minutos, con el propósito de despejar mi mente.


<< Sí, claro... suerte con eso >>


(...)


- Les deseo suerte. Comiencen.


Observo mi examen sin interés, escribir mis respuestas es algo molesto, podría dar una clase de todo lo que conlleva la materia en quince minutos, sin ningún tipo de inconveniente y así no tardaría tanto haciendo estas cosas. Afincó mi rostro en mi mano, comienzo a escribir lo más resumido y preciso posible las respuestas. Veinte preguntas en total, serían veinte minutos en total, un minuto para responder cada pregunta, ¿Fanfarrona? Sí, un poco.


(...)


- Terminé – Digo en tono bajo, en lo que le coloco mi examen en el escritorio del profesor.


- Muy bien Lesson, es de esperarse de ti. Puedes retirarte si lo deseas.


- Muchas gracias Sr. Dickens - Agarro mis cosas y me voy sin enfocar mi vista en ningún lado en particular. Sé que Daemon está en algún lado de la sala observándome.


Tomo la perilla de la puerta y la giro, pero en seguida siento mi cuerpo temblar, un aura espantosa me rodea, fría y oscura, me da la sensación de conocerla, es la misma que sentí cuando era una niña y me perdí en el bosque de Food, nunca podré olvidar la desesperación que sentí ese día. Abro y cierro con velocidad la puerta. Camino a paso rápido los pasillos, alternando mi vista hacia atrás cada cierto tiempo.


<< Demonios >>


Esa aura también la sentí el día que intente escabullirme de Daemon por primera vez, ese día descubrí, que él no es normal, que él no es humano. Con esa idea en la cabeza, corro con todas mis fuerzas hacia la salida, con el deseo de no encontrarlo de nuevo. No estoy lista para ver sus ojos helados deseando asesinarme y torturarme de nuevo.


<< Aléjate de mí >>


Salgo fuera del edificio con premura, las gotas de sudor frío corren por mi rostro, me dirijo a la parada de Autobús, y para mi suerte, se acerca uno, a unos pocos metros de distancia. Suspiro aliviada.


Cuando llega el Bus, subo y tomo asiento en el fondo. Giro mi rostro a la ventana, me cercioro que no hay nadie fuera siguiéndome, y en efecto está deshabitado. Suspiro con alivio, pero, a pesar de ello, no se retira ese presentimiento de no estar a salvo. Presiono mis labios con fuerza hasta hacerlos una fina línea.


<< Tengo la corazonada... de que esto no termina aquí >>


El vehículo arranca y siento mi garganta relajarse un poco. Agarro mis audífonos y me los pongo. La música es una de las mejores aliadas en tiempo de angustia, así que me pierdo de mi entorno, al escuchar las melodías suaves de Frederic que inundan mis vías auditivas, y me permito disfrutar, cerrando mis ojos.


(...)


Mi cuerpo está helado, no sé por qué. No recuerdo qué fue lo que ocurrió hace poco. Mis ojos los siento secos, me cuesta abrirlos, hago un mayor esfuerzo y con dificultad los abro. Parpadeo despacio, para adaptar mi vista a la luz, me enfoco y veo que estoy recostada en el asiento de un Bus.


<< Claro, me iba a casa >>


<< ¿Me quedé dormida? >>


Los recuerdos refrescan mi memoria. Yo en algún punto me dormí en el asiento, mientras escuchaba música; lo que no termino de explicarme, es por qué estoy sola en el Autobús, además de que éste se encuentra estacionado en medio de la calle y en un pueblo que desconozco.


<< ¿Qué rayos pasa aquí? >>


- ¿Hola?


Sé que la primera regla al encontrarte solo en un lugar remoto y sospechoso, es no hablar, ya que quién sea que esté allí afuera esperando atacarte, no te responderá, sabrá donde estás y que estás vulnerable como un conejillo de indias, pero, entiendan, necesito saber, sí hay alguien del autobús cerca, con el que pueda contar, además, tampoco es que grité... eso sí sería algo idiota.


Me agazapo en el asiento y trato de escanear mi entorno. En el Bus no hay nadie, ¿A dónde fueron todos? Reviso ahora por la ventana con sigilo, pero toda la calle se ve despejada, sin una sola alma a la vista, también las casas se ven vacías ¿Es esto un pueblo fantasma? Si describo el panorama, se ve como una escena de película de terror.


El cielo está obscuro, que por extraño que parezca, no estaba así cuando me fui de la Universidad, estaba soleado y por completo despejado de nubes, era un día caluroso, que prometía hacerte sudar como un cerdo, entonces ¿Por qué cambió?


Gateo por el pasillo, de manera, de no ser descubierta al intentar escapar, mi ritmo cardiaco se acelera, pero trato de hacer todo lo más rápido y ágil que puedo. Llego a la salida del vehículo, y en silencio me escurro de allí, me adentro debajo del Bus, con el propósito de ver que tanto está a mi favor.


- Samantha – Oigo de repente una voz canturrear, me sobresalto de la sorpresa y tiemblo.


- ¿Dónde estás? – Mis manos se ponen frías del miedo.


- Sé que estás en algún lado, no podrás escapar de mí – Empiezo a escuchar sus pasos acercarse, trago saliva.


- Te advertí, que habría consecuencias por desobedecerme. La lección, la debiste haber aprendido desde pequeña con Jace ¿Lo recuerdas? – El recordar lo rota que estaba después de eso, me hace rabiar, ¿Cómo puede decirlo así tan fácil, si él sabe lo mucho que me afecto eso? pero igual, procuro mantenerme inmóvil, no le pondré las cosas fáciles.


- Lesson, no me hagas poner de peor humor – Advierte bajando su tono a uno más ¿Amenazante?


Veo sus pies dirigirse hacia la entrada del bus, es claro que busca ver si me estoy escondiendo adentro, me arrastro lo más silencioso posible, fuera del bus para ocultarme en el caucho delantero izquierdo, y me acurruco para ocultar mi delgada figura en el amplio caucho.


Oigo ruidos, e intuyo que está viendo debajo del Vehículo. Empiezo a escuchar que se mueve, me asomo abajo del Bus para ver hacia donde se destina, pero en lo que lo hago, veo su cara viéndome desde abajo, y al instante, su imagen me espanta, sus ojos están por completo ennegrecidos, no hay espacios blancos. Me sonríe con la sonrisa más tenebrosa que he visto en mi vida.


<< ¿Q-Quién... es? >>


- Te. En. con. tre – Mi cuerpo se sacude como una licuadora ante tal imagen. El ya no es Daemon, parece haber perdido la cordura...


Me levanto y salgo disparada en dirección contraria a él. Es un pueblo fantasma, así que debería poder ocultarme en algún lado. Corro con todo lo que puedo, sin mirar atrás, buscando dejarlo lo más lejos de mí, como me sea posible.


<< ¿Qué es lo que quiere de mí? >>


- ¿Te vas tan pronto? Y yo que quería jugar – Comenta con burla.


- ¡Aléjate! – Grito desesperada. Corro con más velocidad.


- Ya te dije que no puedo hacer eso – Aparece delante de mí. Por la velocidad que llevo, me golpeo contra su cuerpo, Daemon me sujeta de las muñecas y me inmoviliza.


- ¿Quieres escapar de mí Samantha? – Su sonrisa no es nada normal. Intento soltarme de su agarre.


- Creí que te importaba – Lo desafío con mi mirada tratando de sacar algo de valentía.


- ¿De verdad? Me parece que pensaste lo mismo cuando niña – Acerca su rostro, y su horrible sonrisa desaparece.


- No eres humano. No pude ver eso cuando niña, supiste ocultar tus intenciones muy bien en esos años – Su expresión se endurece, pero no cambio mi expresión de reto.


- Tienes razón – Trago grueso.


- ¿Q-qué harás? M-me matarás – Suelta una risa sin gracia.


- Quizás – Ensancha su sonrisa.


- Entonces... lo que vayas a hacer, hazlo de una vez – Me observa por unos segundos. Sus ojos, de pronto se apagan ¿Qué le ocurre?


- No es tan sencillo. No quiero matarte – Se acerca lo suficiente como para rozar mis labios. ¿Qué?


- Dame una explicación ¿Por qué debes matarme? ¿Cuál es la razón? ¿Acaso alguien...? – Me calló. 


Mis ojos se abren como platos ¿Sería posible? No, no hay forma, pero ahí caigo en cuenta, tiene sentido, sé que hay muchas personas que me detestan. Daemon es solo una marioneta, o ¿A él también me desprecia? Mis ojos comienzan a humedecerse. Sus ojos vuelven a ser normales, a un vivo azul intenso.


- No trates de averiguarlo Lesson – Sus ojos se quedan fijos en los míos.


- ¿Por qué? – No responde. Una sonrisa torcida se muestra en su rostro pálido.


- ¿Qué pensarías si te digo que ese mensaje en el avión que cayó en tú mesa nunca fue una broma? Solo fingí – Mis ojos se abren como platos.


- Estás desviando el tema... te conozco – Parece un demente.


- Jace. Ese enano sí que molestó mucho – Veo sus ojos apagarse.


- ¿Por qué me dices todas estas cosas ahora? Espero que entiendas, que no pienso volver a caer ante tus palabras, estúpido mentiroso – Escupo. Él solo miente. Él solo miente.


- Eso, ya lo sé – Sin previo aviso, Lame mis labios con lentitud. 


- Eres despreciable – Sonríe.


- Recuerda, no intentes averiguar nada. Es mejor si solo aceptas tu destino – Pienso reclamar, pero Daemon ya no está frente a mí. Desapareció.


- Maldito – Presiono mi mandíbula con fuerza.


(...)


Tuve que caminar horas, para conseguir quién me pudiera ayudar a volver a casa. Fue agotador. Suspiro con alivio, ahora me encuentro frente a mi departamento. De todas formas,  estoy en serios problemas, porque me enamoré de mi asesino.


Me lanzo en mi cama, cansada, y con las piernas matándome, por caminar por tanto tiempo. En definitiva, no iré mañana a clases, y dormiré todo lo que quiera para recuperarme. La imagen de mi amiga aparece en mi mente, y me siento fatal por el hecho de no cumplir la promesa de hoy al finalizar las clases, se supone que hoy saldría con ellos a divertirme.


<< Lo siento Zoey, pero creo que no iré a esa salida contigo, como se esperaba >>


También está Chris, él pensaba ir con nosotras esta tarde, si no me ve, se podría preocupar. Debo llamarlo y decirle que estoy en casa, que estoy bien.


<< Demonios >>


- Oh vaya.


Cojo el teléfono, Le envió un texto y apago el celular. Adiós al mundo exterior. Mi plan de vida en este momento, es dormir hasta que ya no haya un mañana, dormir como si no hay nada más importante, solo soñar, eso se oye, fabuloso. Cierro mis ojos y musito bajo "Que no falte el roncar como una dama"


***


Me hallo frente al lago oscuro del bosque de Food, ese que tanto vértigo me da. La niebla rodea y humedece toda la arboleda del lugar, no proporcionándome una visión clara o precisa de todos los rincones de aquel tétrico lugar. El ambiente me trae recuerdos muy lejanos. Me siento en la raíz de un árbol, y observo todo con paciencia.


- Es cierto que te gusta la naturaleza ¿No es así? – Daemon me mira recargado de un árbol no muy lejos. Suspiro.


- Desde siempre. Extraño mucho el pueblo de Food ¿Sabes?, a pesar de no tener los mejores recuerdos, la naturaleza es algo tan único de este lugar, que me agrada y me hace querer regresar – Confieso al observar las gotas de humedad que reposan en las hojas.


- Pero tuviste un mal recuerdo de este bosque por mi culpa ¿Cómo puedes añorarlo? – Levanto mi vista hasta él.


- Lo tengo muy en cuenta, Miller. Pero, la naturaleza, siempre ha cargado en ella, misterio, magia, aventura e... inclusive oscuridad – Sus ojos azulados me observan atentos.


- Solo pocos se dan cuenta de ello, te engancha su belleza y al final terminas por darte cuenta, que lo demás de pronto, ya no se ve tan interesante – Sonríe de lado.


- Puede que tengas algo de razón – Río bajo.


- Sí. Este ambiente me produce calma y paz. Es lo que más me gusta, su silencio, su confidencia, su tranquilidad – Sonrío a la nada.


- Y a mí ¿Me temes? – Lo veo de soslayo. Tuerzo el gesto y sigo contemplando el entorno.


- Sí... y no – Suspiro cansada.


- ¿A qué te refieres? – Mi vista choca con la suya.


- Desde el primer momento en que te vi, Miller, me diste temor... siempre has cargado un aura, retorcida y algo siniestra. Siempre. Pese a eso, a mí me gusta, descubrir otras facetas en lo oculto, en lo desconocido... justo como tú – Enarca un ceja, intrigado.


- ¿Y... qué facetas has descubierto en mí? – Sonrío de lado.


- Tú indiferencia o poco interés a lo que te rodea – Su expresión cambia, su entrecejo se frunce.


- Que siempre tratas de esconderte. Eres alguien MUY reservado – Se ensancha mi sonrisa, con orgullo.


- Que te reprimes la mayoría del tiempo – Mi sonrisa desaparece de a poco.


- Podría dejar de hacerlo – Está vez, quien frunce el ceño, soy yo.


- No quiero caer en eso – Se encamina a mí con lentitud, poniéndome incomoda.


- No sabes el poder que tienen las sensaciones Sam, yo podría enseñarte – Comienzo a retroceder.


- No hace falta, no quiero saber - Su sonrisa se vuelve más peligrosa.


- Me parece que eso es lo que dices ahora, porque nunca lo has  probarlo. Déjame darte una pequeña muestra – Mi espalda choca contra un tronco, y Daemon aprovecha para encarcelarme con su cuerpo.


Me tiene encarcelada contra él, con cada parte de su cuerpo pegado al mío. Abre mis piernas, permitiendo de esta forma, que su "protegido" me invada. Empiezo a sentir nauseas, no quiero que ocurra esto. ¿Le tengo asco?


- Shhh... Solo déjate llevar – Sus ojos fríos me observan cargados de deseo.


Mis manos viajan a su pecho, e intento apartarlo, pero no consigo que se mueva. Daemon sonríe satisfecho. Toma mis manos, y las coloca en su retaguardia, esto me hace sonrojar.


<< Es un morboso sin remedio >>


- Toca – Me susurra al oído con la voz muy, pero muy ronca.


Titubeo, me cuesta pensar en este momento. El cerebro no está andando como debe, mis hormonas están trabajando con gran esfuerzo para despertar en mí "El Deseo". No quiero aceptarlo ni admitirlo, sin embargo, es algo tan nuevo y acogedor, que me provoca averiguar otras nuevas sensaciones. Presiono su retaguardia atrayendo su cuerpo más a mí. Jadeo excitada.


- Toca más – Susurra con sus labios tocando mi cuello, erizando todos los vellos de mi cuerpo.


Mis manos viajan tímidas a su pantalón, hasta llegar a tocar "eso". Acaricio y estimulo, algo, de lo que nunca no me creí capaz, de hacer, NUNCA. ÉL acerca su boca a mi oído, y sus jadeos fuertes no tardan en llegar a mis vías auditivas. Mi boca se abre, extasiada ¿Acaso me gusta... lo que hacemos? ¿Qué pasa conmigo?


- Te gusta ¿verdad? – Asiento con debilidad.


Sigo tocando, cuando siento entonces, que sus manos usurpan mi zona privada. Quiero impedirlo, porque me avergüenza ese contacto tan íntimo, pero él es más astuto y se apresura, me estimula con con gran agilidad, provocando que me exite, que lo disfrute. Gimo en respuesta. ¿Por qué estoy actuando así? ¿Qué me pasa?


- No resisto escucharte así, me descontrola – Me carga y yo enredo mi piernas en su cintura, uniéndonos, en un toque más indecente.


Me tumba en el suelo, y se posiciona sobre mí, me observa por cinco minutos que me parecen eternos. Demonios, no estoy pensando con claridad. Sus manos se acercan a mí, tocan mis senos por sobre la camiseta y yo me sensibilizo. Mis jadeos aumentan, así como mi pulso y mi respiración.


Comienza a hacer una danza con sus caderas sobre las mías, y me pierdo ante la sensación de satisfacción que aquello me brinda, es una sensación de llenura que no debería permitirme recibir. Un deseo carnal se despierta en mí. Le respondo con el mismo ímpetu, yendo en el mismo ritmo que él. 


- Más... - Suplico.


Empieza a dar embestidas más profundas, y yo gimo con más fuerza. No quiero pensar lo que estoy haciendo, no quiero entenderlo, solo dejarme llevar. Esto es como estar en el cielo, pecar se siente tan bien. Su boca se acerca a mi oído, y yo cierro los ojos.


- Imagínate... lo que podrías sentir, fuera de tus sueños Sam. Piensalo – Miro sus ojos, con confusión, y lo miro embobada.


- ¿Qué...?


***


Me levanto agitada sobre la cama. Mi pulso está a mil, sudor recorre todo mi cuerpo. Toco mi pecho, con el fin de tranquilizarme, poco a poco, me calmo, y respiro profundo. Doy un vistazo a la habitación, pero está oscura y despejada. ¿Qué fue lo qué pasó?


Los recuerdos del sueño reciente, vienen y me paralizan como un balde de agua fría. ¿Acabo de tener un sueño caliente... con Daemon? Las sensaciones dadas en el sueño, las siento tan reales, que me hacen temblar. Oh... no, esto no va bien, no debo permitirme perder la cordura ante él. Debo ser capar de ser fuerte, la próxima vez que nos veamos. 


<< No te saldrás con la tuya Miller >> 


No deseo dejarme llevar, no me interesa lo mucho que lo quiera, aunque me duela asimilarlo a estas alturas, no más mentiras, no más engaños, no más Daemon. eso se acabo, eso quedo atrás.


<< Rayos >>


¿LES GUSTÓ? ESPERO QUE SÍ :3 OS QUIERO A TODITOS. COMENTEN Y VOTEN POR FAVOR... POR FAVOR. PERDONEN SI TARDÉ :/ Y SIN MÁS ME DESPIDO HASTA EL SIGUIENTE CAP ;) SALUDOS Y BESOS! XOXO


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro