Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

CAPÍTULO X


¿TARZAN DETECTADO? ¿CITA?



No he vuelto a ver a Daemon en todo el resto del día, y eso me tiene algo nerviosa, quizás algo paranoica, y es que, cuando Miller se molesta, es mejor no encontrárselo, o estar cerca. En verdad, ¿Pretenderá algo?


Ese chico, cuando lo provocan, siempre busca la manera de ganar, y hacerle entender a todos, que su opinión y voluntad, es la única correcta y relevante.


Flashback


Lo miro con discreción por el rabillo del ojo, no observa al maestro y tampoco a nadie en especial, solo parece concentrado pensando en algo de lo cual no tengo conocimiento. ¿Qué será lo que piensa? Me gustaría poder saberlo, que lo tiene tan absorto y lejano...


¿Alguna niña quizás? No, no creo, jamás ha mostrado un ápice de interés por alguien de aquí. Me ha dicho varias veces que todos los niños de esta escuela le parecen tan aburridos y poco interesantes; lo que me lleva a preguntarme entonces ¿Qué vio en mí? No creo tener cuatro ojos, ni tampoco algún increíble poder o secreto escondido, solo término siendo yo, la demente y sarcástica Samantha Lesson.


<< Tampoco es por ser linda >>


Un avión de papel aterriza sobre mi escritorio, sorprendiéndome un poco, inclino mi entrecejo intrigada, ¿De quién es? ¿De Daemon? Lo dudo, él no hace ese tipo de cosas. Me volteo hacia él, pero sigue sin prestar atención a su entorno, marco más el ceño ¿Entonces quién...?


Bajo mi vista, observo meticulosamente el avión algo arrugado que se encuentra sobre mi escritorio, ladeo la cabeza varias veces, ¿Alguna amenaza? Eso quizás, sí. Giro con lentitud hacia atrás, para no llamar la atención del profesor, me permito escanear todo el cuarto, pero solo un niño me está viendo con cara de retrasado, ni siquiera recuerdo su nombre, solo sé, que por su culpa, Soffie Cullen me lanzó su mugroso jugo de ciruela encima.


<< Rayos, debe ser él, porque me está sonriendo >>


Me volteo de nuevo frente al avión de papel. Enarco una ceja interesada, tomo con cuidado el avión en mis manos y lo abro despacio, con unas letras algo desaliñadas aparece la frase "¿Por qué a las personas les atraen los ojos?" Qué extraña pregunta, pero enseguida me viene a la mente la imagen de unos ojos fríos y helados como dos polos.


<< Daemon >>


Sus ojos me atraen de una manera poco lógica, a veces me habla y pierdo el hilo de lo que me dice viendo sus ojos. ¿Entonces soy capaz de responder esa pregunta? Solo tengo una razón clara de esa anomalía.


Le escribo con rapidez la respuesta, y construyo de nuevo el avión, levanto mi vista para verificar que el maestro no me ve, y en efecto, sigue distraído escribiendo algo en una hoja. Agarro el papel y lo lanzo, de manera que llegue a su asiento. Cae en sus pies y este lo toma rápido. Sonrío satisfecha con mi respuesta...


"Los ojos son ventanas polarizadas que ocultan secretos, son un misterio y al mismo tiempo una atracción, no desean que descubran qué esconden en ellos"


No logro ver su reacción, debido a que el profesor empieza a explicar otro punto de la división con fracciones. Suspiro fastidiada, que clase más aburrida. De repente, me llega otro avión de papel, intuyo de quién es. Me giro hacia el niño, pero veo que éste, está escribiendo su respuesta en el mismo avión.


Frunzo el ceño, confundida. Reviso que el profesor esté entretenido, y aprovecho que está escribiendo un ejemplo en la pizarra, analizo toda la sala, pero solo uno tiene sus ojos fijos en mí.


<< Daemon >>


¿No estaba distraído hace un rato? Suspiro dentro de mí, me volteo hacia el nuevo avión de papel, lo ojeteo con recelo, y me muerdo el labio. Él no es de lanzar aviones de papel, esto me produce una increíble curiosidad. Lo abro con cuidado, lo aliso con mis manos sin hacer mucho ruido, entonces me permito leer su mensaje...


"No deberías de confiar en ese chico, no creo que te convenga hacerte su amiga"


Confusión. ¿Qué? ¿Por qué le importa si me hago su amiga? De verdad que debe estar bromeando, no entiendo el por qué no le agrada ¿Cómo sabe que ese niño no es de fiar? ¿Acaso es peligroso?


Me giro de nuevo hacia el niño, pero solo veo emoción e inocencia en él. Me parece que Daemon, es el único que está entrometido en el asunto, y además haciendo malas acusaciones. Con molestia escribo una respuesta, lo construyo de nuevo, y lo lanzo rápido. El avión cae en la mesa de al lado, y éste la toma con velocidad, la abre con expresión indiferente y la lee.


"¿No te parece que es mi problema si quiero hacerme o no su amiga?"


Normalmente no le refuto las cosas a Daemon, pero cuando siento que me controlan, no me gusta. Lo veo fruncir el ceño y luego voltear para mirarme, molesto. Trago grueso, pero le mantengo una mirada desafiante. Sin preverlo, otro avión cae en mi mesa, quitando mi atención de él.


<< ¿Y ahora? >>


Ladeo la cabeza, y veo que el niño del cual no recuerdo su nombre, me está mirando con una sonrisa, enarco una ceja, pero le devuelvo la sonrisa, sabiendo que esto le molesta a Miller. Me muerdo el labio, regreso mi vista al avión, y lo abro. Su mensaje me sorprende, parece ser que el chico quiere ser poeta cuando crezca.


"Las rosas son rojas, las violetas son purpura, las margaritas son extrañas... ¿Conmigo cita tendrías una?"


<< ¿Tarzan detectado? ¿Cita? >>


Quiero reírme, pero no por querer burlarme, sino por sorpresa. Nunca he recibido algo así, y la forma en que logró captar mi atención, fue bastante ingeniosa. ¿Qué hago? ¿Le digo que sí? A mí no me gusta ese niño, y las cosas románticas me parecen cursis y estúpidas, pero admito que no le quiero decir que no. Escribo mi respuesta y la envío con discreción hacia él.


Sonrío y me acomodo en mi asiento. Tres segundos después, recibo otro avión de papel, está vez no volteo a ver quién me envió el avión, solo lo abro. Lo escrito me deja pasmada ¿Acaso...?


"Tus ojos, tan profundos, que me asusta no poder escapar de ellos nunca.  Absorben todo de mí. Su atracción y misterio no me separan de ti ¿Cómo lograron dejarme en esta condición?"


<< ¿Ah? ¿Qué...? >>


No despego mi vista del papel, mis ojos ya no pueden quedar más abiertos. ¿Qué es esto? ¿Habrá sido para otro y llego a mí por equivocación? Me da miedo levantar mi mirada y descubrir que sí es para mí, y aún peor, de quién provino... ¿Por qué tengo miedo? La verdad es que temo que sea de...


<< ¿Mi corazón está latiendo con rapidez? ¿Que significa eso? >>


Trago saliva, no entiendo qué me pasa, esto no me había sentido antes, en mis cortos años de vida. De todas formas, aunque que no quiera levantar mi vista, tengo que enfrentarme con quién sea que haya enviado esto.


Antes de levantar la vista, recibo otro avión de papel. Presiono mi mandíbula irritada, esto ya no me está pareciendo divertido ni interesante. Abro bruscamente el avión y leo el mensaje.


<< ¿Qué? >>


"Sí quieres enamorar a alguien, esta es la manera. ¿No me digas que te dejaste impresionar por sus poemas pobres? Creí que eras más exigente con las personas Sam"


Parpadeo varias veces con gran confusión. ¿Es estúpido? ¡No se juega con las palabras de esa manera! De verdad había creído que era algo real, por estas cosas es que desprecio lo romántico y cursi. Presiono mis labios con ira hasta hacerlo una fina línea, respiro con lentitud para no hacer el ridículo.


Tomo mi lápiz, escribo con indiferencia la respuesta, arrugo el papel hasta hacerlo una bola y lo lanzo sin ninguna precaución de que el profesor me descubra. La bola de papel golpea su cabeza dejando muy claro mi mensaje.


"¿Poemas pobres? No lo creo, me parece bastante bueno su poema, tan así, que estoy emocionada de acompañarlo en la cita"


Veo su mandíbula tensarse, dándome la victoria, su mirada llega a la mía con furia, pero no le doy importancia en lo absoluto. Le regalo una sonrisa retorcida y me giro luego hacia el frente, para encontrarme con un profesor nada contento.


<< Oh, Por favor >>


- Señorita Lesson, esto es el colmo. Va a resolver un ejemplo de división de fracciones para mañana, y la va a explicar a sus compañeros en la pizarra ¿Está claro? – Asiento con fastidio.


- Bien, espero que no se repita esta falta de respeto – Pongo los ojos en blanco en mi mente. Que dramático.


Lo veo regresar con molestia a la pizarra para proseguir con su tonta explicación. Bufo en respuesta, ni siquiera fui yo quien empezó a lanzar aviones de papel, pero claro, soy quien paga los platos rotos. Fabuloso.


No regreso mi mirada a ningún otro lado que no sea la pizarra, solo quiero que termine el día y así poder sacar mi frustración. Al rato, recibo otro avión de papel sobre mi mesa, lo tomo y lo hago una bola con la intención de botarlo, pero el profesor me ve antes de deshacerme del papel, con la cara roja como un tomate lleno de ira.


- Es suficiente ¡Vaya con el director ahora!


- ¡Pero es que...! – El profesor me interrumpe, sin dejar explicarme.


- ¡Nada! ¡No hay excusas! ¡Vaya rápido!


Presiono la mandíbula. Quiero responder de forma inadecuada, pero me detengo y hago mis manos un puño. Camino hasta la puerta del aula y cierro de un portazo. Que humillación, esto no podría empeorar más.


- ¡Sam! – Hablé demasiado pronto.


- ¡Sam! – Quiero que se aleje.


- Vete Miller – Apresuro mi paso hacia la dirección.


- ¡Por favor espera! – Su tono de arrepentimiento me hace dudar, pero el recuerdo de lo que hizo, me vuelve a nublar la mente.


- ¡No! ¡Vete! – Lo oigo correr detrás de mí.


- Por favor – Logra alcanzarme y me agarra del brazo para impedir que siga.


- Aléjate – No lo miro.


- Mírame - ¡Es un tonto!


- Suéltame – Siseo muy molesta.


- No. Mírame – Volteo y lo miro con rabia.


- Sam... Lo siento – Marco más fuerte mi entrecejo, inconforme.


- ¿Piensas qué eso es suficiente? ¡Por favor! ¡Me sacaron de clase por tu culpa! ¡Controlad..! – Tapa mi boca con su mano para callarme, a lo que forcejeo para apartarlo.


- Shh – Me mira con exasperación.


<< Lo voy a morder >>


Lo malo de los planes, es cuando te los arruinan con ataques sorpresa. 


Se acerca de pronto y me da un beso en la mejilla, sin dejar que piense con claridad. Esas cosas, me dejan en estado de coma. Cielos.


<< ¿Qué pasó aquí? >>


- Sam, cálmate... por favor – Mis mejillas se enrojecen sin querer, haciéndome ver más patética, de lo que ya me veo.


- No me gusta que otros niños se acerquen a ti, pueden planear hacerte daño – Dice, con su rostro bastante cerca.


Lo observo con cara de póker, ¿Todavía planea convencerme con sus excusas baratas? Quiero que me diga la verdad, el por qué no le agrada que hable con ese niño ¿Tan difícil es?. Me suelta despacio, pero no aparto mi vista de la suya en ningún momento.


- Dime, con sinceridad ¿Por qué te molesta que ese niño me hable? – Dirige su vista hacia otro lado, evitándome.


- Son sospechas, no me fío de que tenga buenas intenciones contigo Sam – Me río. ¿Cómo le llamo ahora? ¿Papá sobre-protector?


- ¿Estás preocupado por mí? – Me muerdo el labio. Estas revelaciones de sus verdaderos sentimientos son muy difíciles de captar.


- No es así, solo cumplo al advertirte – Enarco una ceja.


- Bien, ya que solo es una advertencia, como toda niña, no te haré caso y voy a ir a esa cita con ese niño, espero que no te importe – Sonrío.


- Te meterás en problemas por no hacerme caso – Por supuesto.


- Aja. Si me hubieses dicho realmente lo que pensabas al respecto, o tus evidentes celos, con mucho gusto me hubiese retractado de ir, pero como no lo hiciste, entonces, te contaré mañana a detalle mi salida de hoy. Chao – Cielos, me oí bastante genial.


- Eres muy terca – Aprieta los puños con fuerza.


- Igual que tú – Reto.


Me volteo, dándole la espalda, y camino hacia la dirección, para alejarme de él. Escucho sus pasos retumbar en el pasillo mientras desaparece. Suspiro, toda esta pelea está muy mal. Daemon es mi amigo ¿Por qué no hacerle caso? ¿Por qué de pronto no quiero escucharlo?


Llego a la dirección y toco, unos pasos fuertes se escuchan del otro lado, se detienen y entonces veo que se mueve la perilla. La puerta se abre, y una alta figura con excesivo bigote, aparece delante de mí.


- Srta. Lesson ¿Qué hizo esta vez? – Bajo la mirada, apenada.


- Aviones de papel – Lo oigo suspirar cansino.


- Bien, entra – Lo obedezco. Cierra la puerta detrás de mí.


- Siéntate por favor – Acepto sus mandatos, y lo hago.


- Ahora, cuéntame ¿Qué pasó?


(...)


Que día más molesto y agotador, quiero patear traseros. Al terminar las clases, me retiro. Daemon y yo, no nos dirigimos la mirada en lo que resto de día. Sé que muchos niños lo notaron, ya que al ver nuestra distancia, las niñas intentaron acercarse a él con la esperanza de acercarse un poco. Sin lugar a dudas, fallaron, y deseé reírme, pero me abstuve.


<< Necesito dormir >>


- Sam – Alguien toca mi hombro y me sobresalto.


- ¡Ah! – Me giro veloz y retrocedo varios pasos, asustada.


- ¡Soy yo! ¡Lo siento! – Dice preocupado el niño de los aviones de esta mañana. Al ver quién es, me calmo.


- Me asustaste.


- Sí, lo siento, no fue mi intención – Se rasca la nuca apenado.


- Está bien, descuida. ¿Cómo te llamas por cierto?


- Jace – Me sonríe.


- Soy Sam, un gusto – Estrecho su mano.


- Entonces... dime ¿Para qué me buscabas? – No recuerdo que tuviera algo pendiente con él.


- Me respondiste que sí irías a la cita – Se toquetea las manos nervioso.


- ¡Oh! ¡Cierto! Lo olvide. Vamos – Le sonrío en respuesta.


- Genial. ¿Qué te apetece?


- Veamos – Rasco mi barbilla pensativa – Helados, claro – Ambos sonreímos conformes.


- Perfecto. Andando.


Salimos los dos fuera del edificio, la heladería quedaba a dos cuadras de la escuela, así que, no era para tanto. Mientras camino, digo varios chistes para romper el hielo y que sea una salida más agradable, además, espero que así, pague mi helado, porque no traje nada de dinero hoy.


<< Ups >>


Llegamos, pedimos nuestro respectivo helado y nos sentamos a esperar. Aproximadamente, pasan como cinco minutos en los que, ninguno de los dos dice algo, es extraño esto, después de todo, intuyo que es la primera cita de ambos, por lo tanto, no es como si supiéramos de qué hablar, si lo pienso bien.


- Oye Jace... me apena decirte esto, pero... no tengo dinero para pagar mi helado – Rasco mi brazo, con incomodidad.


- Está bien, fui yo quien te invito, así que yo pago, descuida – Me sonríe contento.


Realmente me agrada. Es un buen chico ¿Cómo puede ser alguien malo o que quiera hacerme daño? Me cuesta creerlo. De verdad, las acusaciones de Daemon son ilógicas. 


Veo a una chica llegar a nuestra mesa con los helados, y eso me mejora el humor.


- Disculpen la demora. Aquí tienen, que lo disfruten – Nos guiña un ojo antes de retirarse


<< ¿Y a esta que le picó? >>


Hago ese gesto aun lado, y comienzo a comer con gusto mi helado. En el paso del tiempo, Jace comenta sobre temas interesantes, abriéndose y haciendo el ambiente más cómodo, lo que agradezco. Al terminar, él paga los helados y nos vamos.


- Que buenos estaban esos helados – Suspira Jace a mi lado, satisfecho.


- Tienes razón. Gracias por esta salida Jace, ha sido genial – Le regalo un sonrisa genuina. Éste la recibe feliz.


- No. Gracias a ti Sam, eres asombrosa – Me ruborizo ante el halago, no me esperaba algo así. Nadie me ha hecho halagos jamás, solo he recibido mofas de otros niños.


- G-Gracias – Miro el suelo avergonzada.


- Hablando de eso, olvidé mencionarte algo – Sonrío y levanto mi vista hacia el, pero me estremezco al instante, Jace me está mirando con odio y desprecio ¿Lo estoy imaginando?


- Me pareces bastante desagradable, debo decir que es la cita más molesta y aburrida que he tenido.


- ¿Ah?


- Agradezco de que ya terminara la estúpida cita, ¿No lo notaste? Estaba harto de ti y tu chillona voz – Me escanea de arriba abajo con una mirada de repugnancia.


- ¿De qué hablas? – Intento procesar lo dicho, pero me cuesta.


- Además de molesta... fea y retardada – Siento que me dan una bofetada fuerte.


- ¿No lo entiendes? Esto fue solo una broma, o mejor dicho, una apuesta – Sonríe cual gato rizón.


- Les dije a los demás niños que eres tan tonta y débil. Fácil de engañar debo decir. Sabía que la niña de hielo caería ante mis trucos – Muestra una sonrisa retorcida.


El pecho se me comprime, ¿Daemon tenía razón? ¿Hice mal en confiarme? ¿Me equivoque al creer que alguien había sido amable conmigo? Mis lágrimas quieren salir, pero las detengo de inmediato. Hago mis manos un puño, y me doy fuerza para no dejarme vencer por esto. Sonrío con cinismo, y me encojo de hombros indiferente.


<< Mi mejor talento... Fingir >>


- Eres bueno, de verdad me impresionas. ¿Quién creería que pensé que eras decente? – Bajo mí vista con una sonrisa falsa.


- ¿Sam? – Levanto mi vista con frialdad.


- Pudranse, tú y tus amigos – Una niña no debería de decir esas cosas, pero, tampoco una niña debería pasar por lo que yo.


- Sam... ¿Por qué me dices esas cosas? ¿Dije algo mal? – Su mirada es otra, muestra unos ojos de tristeza, pero, yo lo veo ahora, como otro niño falso y envidioso, uno irreal.


- N-No entiendo, creí que íbamos bien ¿Qué dije? – Parece confundido, como si nunca hubiese dicho, lo de hace un momento. Es bueno actuando el muy estúpido.


- ¿Planeas qué te siga creyendo? De verdad que eres despreciable, eres de lo peor que he conocido – Suelto con rencor.


- ¿Despreciable? ¡Yo no hice nada malo! ¡Te invite a una cita! ¡Te regalé un helado! ¡No entiendo porque ahora me odias! – Lagrimas corren por sus mejillas, haciendo que mi rostro cambie a uno de remordimiento, pero en seguida me golpeo en mi mente, para recordarme que no sea igual de tonta y crédula que antes.


- ¡Deja de llorar y hacerte el tonto! ¿Cómo pude creer que eras real? Eres un mentiroso repugnante – Buscaba herirlo, como él a mí.


- Eres muy mala Sam, planeé todo esto, para acercarme a ti, porque me gustas, pero eres como todos los niños dicen, un cuervo oscuro y sin corazón – Lo veo salir corriendo lejos de mí.


Mi pecho presiona, dejando ver una herida sangrante. Me agacho en medio de la calle atormentada, y lloró fuerte, estoy confundida y muy dolida. ¿Por qué ahora me siento mal conmigo misma, si a mí fue a la que hirieron? ¿Qué es esto? ¿Qué es real y qué no? Todo se torna en blanco y negro.


(...)


- Te dije que me hicieras caso. La próxima vez, hazlo que te digo – Cada palabra es pronunciada con molestia y desprecio.


Lo veo dejarme sola en medio del pasillo, con ganas de llorar, bajo la vista con la mente nublada. Rota. Esperaba que Daemon me apoyara, ¿Lo merezco? Debo aceptarlo, él es así, frío y duro como un hielo. Me voy caminando por los pasillos como un Zombi, con miradas de odio y desprecio hacia mí, hundiéndome todavía más en aquel agujero.


Fin del flashback


Recordar eso, es como tocar de nuevo una llaga, pero lo acepto. Limpio la lagrima que salió sin previo aviso y me retiro hacia clases. Vivo mi vida, sabiendo que solo soy una pieza rota, y Daemon es el responsable de ello.


<< ¿Qué más vas a romper ahora? >>



¿QUÉ LES PARECIÓ? ¿LES GUSTO? SI ES ASÍ, POR FAVOR, COMENTEN Y VOTEN ¡EN SERIO! >:T  ES IMPORTANTE PARA MÍ SU APOYO EN CADA CAPÍTULO. 

DE VERDAD, PERDONEN SI TARDÉ, PERO COMO SABRÁN, YO TRABAJO,Y ESO ME LIMITA BASTANTE, ESTOS DÍAS ME HAN CARGADO CON BASTANTE TRABAJO, ASÍ QUE ESPERO QUE ME SEPAN ENTENDER, NO LO HAGO POR MALDAD :/ EN FIN, LOS APRECIO A CADA UNO TT-TT SON TODOS SENSACIONALES, ES EN SERIO. LOS APRECIO! SALUDOS! XOXO


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro