CAPITULO 7
HAILEY ROBERTS
Todo estaba bien o al menos eso creo.
El esta muy diferente, no se porque, su humor estaba diferente al igual que sus ojos, casi siempre que tenia la oportunidad encontraba la ocasión para burlarse de cualquier cosa, pero ahora esta demasiado serio y extraño a mi parecer.
Nos encontrábamos en las gradas haciendo cosas distintas, yo trataba de concentrarme con mi trabajo y el estaba observando a los jugadores de lacross acostado en la banca. Esta vez llevaba puesto su clásica gabardina negra con dorado, su pelo seguida igual de rebelde, pero de todas formas le daba un aire elegante, sus ojos eléctricos seguían en un azul intenso, pero sentía que cada vez esos rayitos blancos se apoderaban más de él.
Si algo tenía que admitir es que el es muy atractivo, estaba segura de que antes de ser fantasma debió tener unas admiradoras. No sabia porque aún pasadas 2 semanas seguia sin saber absolutamente nada de él, estaba segura de que la sabia más de mí que yo de él, no sabia si yo era chicle de el o el de mí.
Llevamos casi 2 horas en las gradas y ninguno habia pensionado una palabra, era raramente agradable, era como decir todo sin decir nada.
- ¿Qué miras?
- ¿Eh?
- Te quedaste mirando a la nada como idiota.
- Tarado.
Volví a llevar mi mirada al frente, de verdad queria saber que le pasaba en su mente extraña, pero si preguntaba lo mas seguro era que ganara otra de sus bromas.
- ¿Esta enojada princesita? – menciono mas cerca de mi causándome un escalofrió.
- No – mencione un poco enojada.
- Aja, eres muy mala mintiendo ¿lo sabias? – su mirada altiva me observaba desde arriba.
- Tu que vas a saber – me cruce de brazos haciendo un mohín – no me conoces para saber cuándo miento o no, además ni que fueras muy sabelotodo.
- Princesita, eres muy ingenua o inocente, no me decido – se sentó a un lado mío recargando sus pies en la barra.
Me quedé pensando las cosas unos minutos y fue cuando entendí el punto, le puse mala cara y el me miro con extrañeza.
- ¿Qué me ves?
- Ya entendí tu punto y tienes que saber que estas muy equivocado – dije tratando de ser altiva, pero solo conseguí que sonriera con burla ¿Qué le causaba gracia?
- Apenas estas entendiendo mi punto, ya pasaron 5 minutos de eso, además de ingenua lenta – se acomodo más en la grada teniendo mejor vista – puede que me equivoque, pero lo dudo mucho.
- A veces me pregunto cómo era tu carácter estando vivo – recargo mis manos en mis piernas y el me mira con curiosidad.
- ¿Cómo piensas que era?
- Un tipo engreído que ama las cosas raras, falta que seas como los protagonistas de libros, tienes el perfil, vistes de negro, eres engreído y fastidioso – me pongo de pie guardando mis cosas.
- Deja de leer tantos libros ¿Quieres? – me miro de reojo con algo de burla por lo que yo pongo una mirada furiosa hacia el – y yo no creo que haya sido asi en mi otra vida.
Estaba a punto de responder cuando el timbre suena con molestia, lo miro y el igual me regresa la mirada.
- ¿Qué esperas? Corre se te hará tarde – dice neutro.
Tomo mis cosas y decido bajar con rapidez para correr rápidamente a mi salon, al llegar la puerta de esta estaba cerrada, por lo cual decidí no pasar por el regaño y caminé frustrada a la cafetería. Cuando llegue a lo lejos observe a Dick quien pestañeo varias veces confundido al verme afuera.
- ¿Qué haces a esta hora fuera?
- No me preguntes, no me he podido aprender nada y los exámenes se acercan y no tengo la mínima idea de nada.
- Derrotada a las 18 que triste, bueno ¿Qué te parece si ponemos una tienda en tu patio y nos hacemos emprendedores?
- Payaso – sonreí.
Unos pasos retumbaron y una persona se sentó a un lado de Dick, Jason estaba delante mío, mi respiración salió disparada, no sabia como sentirme por lo que la ultima vez, pero no podia evitar que no tuviera esa reacción en mí.
-Hola, Hailey – su voz sonaba dulce, sus ojos estaban puestos en mí y mi corazón murió por unos segundos.
- Hola, Jason – conteste rápidamente, mi boca se secó al alzar la mirada.
-Hola Dick, a si hola, me da mucho gusto verte, a mi igual, gracias por saludarme – hablo Dick juzgándonos con la mirada – saben que yo me voy, no quiero ser mal tercio.
Al ver que Dick se marchaba mi mirada poso rápidamente en Jason, el ambiente era un poco incomodo. Sus ojos cafés conectaban con los míos, senti mis mejillas tornarse color carmesí, baje la mirada tratando de pensar como abrir la conversación, los minutos parecían horas y mi mente seguia bloqueada.
-Hailey, queria pedirte perdón por lo de la fiesta. – levante la mirada encontrándome con una mirada arrepentida.
-Esta bien, no pasa nada...
- Si pasa, no debí dejarte sola, no estuvo bien – rasco su nuca mientras su reacción seguia arrepentida.
- Yo ya te perdoné, no tienes que preocuparte – lo miré con calidez y su rostro se relajó un poco.
- Queria arreglar las cosas contigo, fui un idiota – solto nervioso con una risita reprimida.
- Un gran idiota, pero no hay problema – respondí tratando de sonar graciosa, pero me arrepentí unos segundos después.
- ¿Quieres ir por una nieve el sábado? – pregunto tímidamente y yo por dentro me moría de ternura.
- Por supuesto – reacciono de inmediato causando que Jason sonriera.
- Bien, el sábado paso por ti y prometo esta vez nada de inconvenientes – suelta una risita que hace que mi estomago revolotee.
- Bueno iré a las gradas, supongo que nos vemos luego – se para fijando su mirada en mí.
- Oh si, si, sí, yo estaré aquí – titubee sintiéndome estúpida por mi respuesta.
Al verlo desaparecer por la entrada principal me pare lo más rápido recogiendo todo para después correr en busca de Dick y contarle todo lo pasado. El chico el cual me gusta por fin me estaba notando, de verdad lo hacía. Busque por todos lados y lo encontré metido en clases por lo que me guarde mi emocion para después. Abrí mi casillero saqué y metí libros como la costumbre, al dar la vuelta me encontré la silueta de Adrien causando que diera un grito un poco escandaloso, por un momento senti la mirada de todos y corri a esconderme en la biblioteca.
- ¡¿Estás Loco McGray?! – Jadee tratando de recuperarme del susto – me vas a matar de un susto.
- ¿Ahora soy McGray? – pregunta con un toque divertido.
- Cada vez que me saques un susto te llamare asi – lo fulmino con la mirada y el solo mantiene su postura.
- ¿Entonces te puedo seguir llamando princesita? – vacila y yo me pongo serio encarnado una ceja. – no me importa si quieres o no, lo seguiré haciendo.
- Pense que ya te habías ido – me cruzo de brazos mientras camino por los pasillos
- Ya vez que no – camina a un lado mío mirandome de reojo.
Las personas lo atraviesan y el parece que no le importa, me pregunto si le dolerá o simplemente será como sentir viento en su cara. Al dar la vuelta al pasillo tropiezo con Dick quien me mira extrañado.
-Hailey por fin te encuentro, te iba a preguntar – se queda un minuto en silencio para luego hablar - ¿Quién es el?
La mirada de Adrien y la mía se conectan al segundo, el me mira dudoso y yo ni siquiera estoy entendiendo nada.
-Ah yo... - estaba tratando de pensar alguna respuesta lógica, pero me quedo bloqueada sin que decir.
- Mi nombre es Adrien – saluda Adrien amablemente mirandome de reojo.
- Aaah, tú eres el famoso Adrien – suelta de golpe Dick por lo que lo golpeo con el codo.
Adrien no responde solo da una sonrisa de boca cerrada asintiendo, mi mente sigue bloqueada por la situación y sigo sin palabras.
-Hailey te estaba buscando porque íbamos a ir al café, pero veo que estas ocupada...
- No, ella ira contigo, solamente estamos aclarando unas cosas – Adrien respondió por mi – Hailey anda, ya hablaremos después.
- Pero... - intento contestar pero me interrumpe antes de hacerlo.
- Pero nada, luego hablamos princesita. - sonríe pero algo esta mal.
- Adrien...
Adrien se da la vuelta caminado en dirección contraria, mi mano es tomada por Dick quien me lleva contándome todo lo que ocurrió en su día, pero mi mente sigue pensando en lo ocurrido. ¿Cómo pudo verlo? ¿Cómo pudo ser posible?
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro