Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

CAPITULO 3

HAILEY ROBERTS

Habia desaparecido o al menos por un día.

Me sentía espiada, no sabia si podia estar en mi cuarto, en mi sala, en mi cocina. No podia dejar de pensar en ese chico Adrien ¿Por qué yo? ¿Qué tenia que ver yo en su historia? ¿Por qué era la única que podia verlo?

Resople agobiada de tratar de encontrarle una respuesta alguna, la clase avanzaba demasiado lento, el reloj parecía avanzar cada vez mas lento (tick, tack, tick, tack). El profesor de historia dio por terminada la clase de hoy, guarde todo de una manera lenta al ver como todos salían emocionados, colgué mi mochila en hombro saliendo agotadamente.

Al entrar a la siguiente clase, abrí la puerta con demasiada fuerza golpeándola contra la pared resonando por el salón, abrí los ojos al ver que todos fijaban la mirada en mí, caminé agachada a mi asiento dejando todo desordenado. Después de una hora por fin era hora del descanso, esos 20 minutos que eran mis favoritos. Mi cuerpo tropezaba con los que caminaba y oía como se quejaban, pero me daba en cierta parte igual.

Al llegar a las gradas, mi vista rápidamente iba hacia la esquina de estas. Estaba el chico que tenía hechizado mi corazón, su nombre era Jason, todos tenían en mente que en las gradas había drogadictos o jugadores, pero siempre en la esquina alta de las gradas podía encontrar a Jason escuchando música con sus audífonos. Su pelo castaño era algo hermoso, sus ojos marrones con los rayos de sol...

- ¿No quieres una cubeta para tu baba? - Solté un chillido al ver a Adrien a un lado mío

- ¡Por Dios! ¿puedes avisar cuando aparezcas? – pregunte con el corazón en mi boca. - ¿Qué rayos haces aquí? ¿cómo sabes dónde estoy?

- Te seguí tan fácil como eso y solo veo como suspiras por aquel chico – su mirada tétrica poso en el para luego mirarme a mí con curiosidad - ¿No se supone que deberías estar en clases?

- Supones bien, pero estoy en mi descanso y...

- No me cambies el tema – marco moviendo su dedo índice a los lados – ese chico de audífonos te trae de un ala ¿verdad? – remarco irritante, senti mis mejillas teñirse de color carmesí, el al tonarlo rio con mas fuerza. Si no fuera porque no puedo tocarlo, si no estaría recibiendo una paliza ahora mismo - ¿te gusta? Bueno mejor ni me respondas, se nota a kilómetros – Separe mis labios para hablar, pero los cerre al no encontrar que decir. Su risa era contagiosa, si no fuera porque se ríe de mi estaría segura de que le seguiría el juego. – háblale

- ¿Qué? – pregunte perdida – no, no, no, no puedo hablarle

- ¿Por qué no puedes? Solo acércate tírale tu vaso de agua encima, le das un beso y caerá perdido a tus pies

- No puedo acercarme tan fácil ¿acaso no lo ves? – me removí incomoda al observar la situación.

- Yo lo veo muy sano ¿Cuál es el problema?

- Él es mucho y yo... solo es inútil el intentarlo, mejor seré la señora de los gatos – arrastre mis pies mirando cabizbaja.

- ¿Tan fácil te rindes? Nunca sabrás de lo que eres capaz de hacer si no lo intentas – relamió sus labios caminando a un lado mío.

- ¿Qué? Ahora eres mi consejero del amor – levante mi ceja mirándolo con burla.

- Alto princesita, yo no soy cupido, solamente eres un rompecabezas muy difícil de entender – solto sin ganas, su cuerpo atravesaba los estantes de basura sin dolor alguno.

- Que no me digas princesita – lo señale con el dedo irritada, pero en vez de causar molestia, muy altivo alzo una ceja en modo de reto.

- Mientras más me digas que lo deje de hacer más lo hare, será mi tarea de todos los dias princesita – susurro contra mi oído que por lo que rápidamente mi cuerpo reacciono con un escalofrió.

Iba a protestar por el apodo, pero un grito me hizo reaccionar, la voz de Dick resonó a la distancia.

- ¡Hailey!

Adrien y yo dirigimos la mirada hacia Dick, quien se encontraba con una mirada confundida al mirarme.

-Uy ya viene el gritón de tu amigo, te veo al rato princesita – se despidió desapareciendo por el aire como humo.

- ¿Con quién hablas? – pregunto Dick con las manos en las rodillas bofeado.

- ¿Yo? – fingí demencia al caminar por los pasillos

- Ni modo que la pared – sus ojos se clavaron en los míos al instante esperando una respuesta – Hailey Roberts Patón ¿Qué me ocultas? 

- Nada, solamente estaba practicando para la exposición del martes – confesé perezosa y el solamente entrecerrado no muy convencido.

- Solamente se, que estos ojos no te creen, pero harán que sí.

Fue lo ultimo dicho hasta que llegamos a los comedores, llegamos a una mesa donde me senté al instante. Dick se sentó al frente mío con una risa simpática.

-Pongamos las cartas sobre la mesa – pregunto moviendo su mirada hacia los lados – ¿te gusta el chico audífonos?

- ¿A mí? Puf, jamas – conteste con una risa muy nerviosa.

- Aja, solo mírate andas muy nerviosita estos dias, ya dime ¿Quién es el chico que le quitara el puesto a audífonos? – me miro con picardía y yo solamente sentía mis mejillas mas rojas de lo normal.

- Ja, seguramente le quitara el puesto – solté una risa nerviosa sin pensarlo, pero al reaccionar me di cuenta de lo que habia dicho.

- A sí que... Si hay galán en esta historia – murmuro con una sonrisa traviesa - ¿Cuál es su nombre?

- No hay galán, pff, es más ni lo conozco – lo mire algo confundida.

- Aja, yo no creo eso – sonrió mordiendo lo que traía en la mano - ¿Cuál es el nombre de este no tan conocido muchacho?

- ¡Que importa su nombre! – especte levantándome de la mesa.

- ¡Me invitas a la boda! – grito al ver que me alejaba de la mesa - ¡Hailey te quiero! – oí que grito, pero lo ignore.

###

Al llegar a casa, en la puerta habia una nota de mi mamá diciendo que se quedaría doble turno. Al entrar cerre la puerta y una pequeña bola de pelos se acercaba con rapidez.

- ¡Tobey! - me agache a su altura para después cargarlo y girar con él en el aire.

- Esa cosa es igual de desagradable que tu – menciono Adrien sentado en el sofá como si nada.

- Alto soldado, te puedo aguantar el apodo horrible que me dices, pero con mi Tobey chiquito no te metes ¿Okay? – jadee irritada bajando a Tobey al suelo.

-Solo no dejes que esa cosa se acerque a mí y aceptare – hizo una mueca con desagrado al ver que Tobey se acercaba feliz moviendo su rabito.

- ¿Te puede ver? – pregunte asombrada observando como Tobey trataba de alcanzarlo poniéndose de pie.

- ¿Acaso estas ciega? Solo ponlo lejos de mi – me miro con fastidió al ver que yo reprimía una risa.

- ¿Te dan miedo los perritos? – pregunte con burla viendo como acomodaba su gabardina.

- ¿A mi miedo? Jamas, es mas que no me cae tu perro – se encogió de hombros restándole importancia.

Sonríe sacando a Toby al patio, después regrese viendo que se habia acomodado cómodamente en el sofá observando una foto.

- ¿Te puedo preguntar algo? – me acerque, pero dejando una distancia moderada.

- Como ando de buen humor si – su mirada con curiosidad poso sobre mí.

- ¿Cuánto tiempo llevas asi?

- Mhm... aproximadamente 5 meses, es confuso.

- ¿Por qué no has buscado a tu familia? – espere su respuesta, pero solo me miraba fijamente. – o ¿Por qué no buscas ayuda con mas personas?

- Sabes que, no esperes que responda todas tus preguntas – me miro punzante, aquella mirada misteriosa haciendo lucir aquellos intensos ojos.

Bufé con fastidio sentandome enfrente de el – eres un testarudo – solté suspirando con pesadez. Él se encogió de hombros ante mi respuesta. De alguna forma tenia que averiguar la respuesta, pero sabia que sería un poco difícil sacar esa información. Fije la mirada en el y al observar lo tenía que admitir que con esa gabardina se miraba muy bien.

-Hay que poner reglas – mencione unos minutos después.

- Solo pido 5 minutos de silencio, eres demasiado ruidosa ¿lo sabes? – lo mire mal y el me regalo una sonrisa torcida. – ya ¿cuáles?

- Bueno la cosa será así, habrá 3 reglas y si con el tiempo requerimos más las mencionare– tome aire y continúe – la primera tienes prohibido entrar a mi casa así no más, tienes que pedirme permiso antes. La segunda no me hables cuando este con gente o pareceré loca. Y la tercera tendrás que estar a 1 o 2 metros de distancia de mi ¿comprendiste?

Escuche como musito algo irónico para él. Nos miramos fijamente por unos momentos. De verdad queria saber que pasaba en su cabeza ¿Qué tan difícil era aceptar las reglas?

- ¿Quieres dejar de observarme y contestarme? - resople incomoda a su mirada, pero solo logre que me mirara de una forma diferente.

- ¿Por qué? ¿no puedo? – ladeo la cabeza haciendo que sus ojos se intensificaran.

- Solo no me mires, es incómodo – respondí y el me miro vacilante.

Frunci la mirada mirando hacia el suelo, al concentrarme pude observar que al termina la gabardina estaba rota de una esquina. Al parecer se dio cuenta, porque tapo rápidamente la esquina con su pie. Alce la mirada para encontrarme nuevamente con la suya.

-Es mejor que me vaya – hablo incómodamente desviando su mirada.

-Pero...

-Necesito irme, acepto las reglas – hablo con un tono más bajo.

-Bien – respondí rendida. Me sentía mal pero no sabia porque le habia afectado eso.

Cuando estuvo a punto de atravesar la puerta volteo hacia mí, Adrien hablo.

-Antes de irme, lamento seguirte sin avisar– finalizo para dar la vuelta y desaparecer por la puerta.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro