HAILEY ROBERTS

Hey mom, hey dad

When did this end?

Where did you lose your happiness?

I'm here alone inside of this broken home

5SOS

Estaba sentada en las gradas con una sonrisa.

Aun podía recordar el beso, el sentir sus labios, la emocion, poder sentirlo a él.

- ¿Por qué tan sonriente? – unos ojos verdes me miraban con picaría - ¿Acaso es por mí? – Dick coloco una mano en su pecho orgulloso.

- Si te digo no te burlas – coloque mis manos en mis piernas con impaciencia.

- No prometo nada, pero lo intentare – se sentó a un lado míos ancando un cuaderno.

- Te acuerdas cuando me decías que no me gustaba, porque tal vez si me guste, pero no sabía si de verdad me gustaba porque yo no sabia si yo le gustaba, pero como tu talvez tenias una idea que yo le gustaba tal vez yo le podía gustar y al final creo que nos gustamos, pero me da miedo que solo sea ilusión mía y yo no le guste ¿Si me entendí? – mordí mi labio al ver su ceño fruncido.

- Ah... Dios entonces ¿Qué paso?

- Me beso... y yo lo bese – baje la mirada tratando de desaparecer de la faz de la tierra.

- ¿Lo besaste?

- Si...

- ¿Y el también?

- No me estas ayudando – fruncí los labios al ver una mirada neutra – mejor me voy.

- No, no es eso, solo que estoy procesando la información – sonrió con nerviosismo.

Lo observe de reojo y el sonrió. Algo andaba mal, me acerqué más y el retrocedió unos centímetros, fue cuando me di cuenta. Su pelo estaba en el color normal y lacio, sus ojos estaban rojos y lucían cansados además de tener unas ojeras que eran un poco visibles. Puse mi mano en su mejilla y con mi pulgar pasé el lugar donde estaban sus ojeras manchándome de corrector. Sostuve sus manos sintiendo cicatrices debajo de ellas.

-Rich... - mis ojos buscaron los suyos, pero el bajo la mirada.

- Tenias tiempo que no me llamabas Rich – sonrió con amargura haciendo que mi corazón se estrujará.

- ¿Qué esta pasando? – me senté a su lado tomando su mano, cambiando la conversación.

- Nada, estoy bien – miro al campo soltando mi mano.

- Dick... sabes que no estas bien, tenias tiempo de no hacer esto – tome su menton haciendo que me mirara - ¿Por qué de nuevo?

- Estoy bien, por favor solo tomemos un descanso ¿Sí? -sus ojos suplicaban que lo dejara en paz, pero algo en mí no queria ceder.

- Uno tan pequeño, pero a la vez tan grande para llenar el espacio – tome su mano recostando mi cabeza en su hombro.

- Uno tan pequeño, pero tan grande como para salvarme – recostó su cabeza sobre la mía.

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HAILEY ROBERTS (13 AÑOS)

Camina felizmente con mi mochila que tenia el personaje de mi serie favorita, me dirigía a la casa de Rich con emocion ya que tenia dos cosas que enseñarle: 1. Mi nueva mochila y 2. El nuevo disco que le habia comprado por ganar un concurso de canto. Estaba mas que segura que su regalo le iba a encantar ya que, aunque ya habia pasado dos dias de eso la banda del disco era su favorito, además que la sorpresa la habia guardo por mas de una semana y ya queria decírselo con urgencia.

Toque la puerta con insistencia hasta que su hermano mayor me abrió.

-Hailey – su hermano abrió los ojos y yo le di la sonrisa más grande del mundo – mhm, ¿Qué haces por acá?

- Oh, vengo a enseñarle mi nueva mochila a Rich al igual una sorpresa – baile en mi lugar al ver como este alzaba una ceja.

- ¿Sorpresa? – pregunto con curiosidad.

- Sipi, es por lo de su concurso...

- ¿Cuál concurso? – su hermano me interrumpió mirandome confuso.

- Ya sabes el de francés – lo mire raro cuando seguia perdido – mhm salió en internet – tome mi teléfono buscando – mira.

Le pase mi celular mostrándole una foto donde Dick tenia un diploma con una medalla colgada en el cuello.

- ¿Cuándo fue esto? – pregunto regresándome el teléfono.

- Hace dos dias... ¿No sabias? – pregunte al ver confusión – el participa mucho, mhm, también gano en uno de gramática.

- ¿Qué?...

- ¡LUCIERNAGA! – Unos ojos verdes brillaban con intensidad abriendo unos brazos.

- ¡Holaa! -recibí el abrazo apretándolo con fuerza.

- Ven tengo que enseñarte una colección nueva de videojuegos...

-Alto soldado – una mano paro a Rich - ¿Cómo que concursaste y no me dijiste?

- ¿Para qué? Mamá y papa estaban ocupados al igual que tú, no eran tan importantes – Rich se encogió de hombros tomándome de la mano arrastrándome a su cuarto.

El cuarto de Rich era como cualquiera, tenia muchos posters de superhéroes y villanos de DC y Marvel, él decía que no tenia ni un personaje favorito pero el fondo el amaba a Shazam. Tenia un escritorio con una lampara de lava (que era mi favorita), es la izquierda tenia sus discos acomodados por alfabeto y por último tenia dos fotos: una de su familia y una conmigo que tenia adherida una pegatina de Spiderman a un lado.

-Mira conseguí el nuevo juego de Zelda y por lo que he visto esta genial – sacudió el juego con emocion.

- Antes de nada, cierra los ojos Rich – me mordí el labio con diversión al ver como los cerraba – estira las manos.

- Que no sea una porquería – hizo una mueca de asco y yo le di un zape.

- Mal pensado – sonrio con burla mientras colocaba el disco en sus manos – ábrelos.

Sus ojos se abrieron rápidamente y se quedo pasmado al ver el disco de vinillo, sus manos repasaron el disco con atencion mientras sus ojos lo escaneaban lentamente.

- ¿Te gusto? – mordí mi labio al ver que no decía nada.

- Esta hermoso...- susurro - ¡Esta hermoso! – lo beso con emocion para luego abrazarme con fuerza – Gracias, gracias, gracias, te amare por el resto de mi vida te lo juro.

- Pensaba que no te gustaría – sonríe nerviosa.

- ¡Que no! Obvio me encanta, era el disco que me faltaba – sonrio – Green Day va a mi repisa especial – sonrio acercándose, pero antes de llegar dio la vuelta – pero antes se la enseñare a mis papis.

Tomo mi mano saliendo con rapidez rumbo a la cocina. Al llegar estábamos a punto de entrar por la puerta con emocion hasta que nos dimos cuanta que la puerta estaba entreabierta.

- ¡Que no me importa!

- ¡No te importa un carajo tu hijo, es lo que me estas demostrando Padre!

Rich y yo nos miramos con confusión al no saber que hablaban. Rich la abrió un poco y nos acercamos mirando discretamente.

- ¡¿Cómo no carajos sabias que Richard tenia un concurso hace dos dias? – la voz de su hermanos sonaba muy alterada.

- ¡Estoy muy ocupado trabajando para pagar sus estudios, no tengo tiempo para "concursos"!

- ¡¿Qué no tienes tiempo?! ¡ES TU HIJO POR DIOS!

- Cálmense o los va a escuchar...

- ¡No me voy a calmar! ¡Son unos pésimos padres!

- ¡Si tanto nos reclamas ¿Por qué no haces algo malagradecido?!

- ¿Crees que no me lo quiero llevar? Haría todo lo posible pero bien saben que tengo familia y problemas ahora... por mas que quiera no puedo.

- ¿Entonces que haces aquí?

- ¿Qué hago aquí? ¿Qué hago aquí enserio? Es mi hermano y lo quiero por eso estoy aquí.

- Si tanto te importara lo ayudarías...

- ¡Tú eres su padre! ¡¿Qué no te das cuenta de que están desperdiciando su vida? ¡Es solo un niño, mi hermano!

Agache la mirada, no eran mis papas, pero podia sentir el dolor en sus palabras y de alguna forma me dolía. Mire a un lado buscando a Rich, pero ya no estaba ahí, busque por toda la casa hasta que me di cuenta de que la puerta principal estaba abierta. Sali rapidamente y alcance a verlo corriendo por lo que corri detrás de el lo mas rapido que podia, llego un punto donde no sabia por donde habia dado la vuelta y me estaba desesperando porque no podia encontrarlo. Un rechinido de llantas sono por lo que corri lo mas rapido que mis piernas podian dar.

Rich estaba sentado en la baqueta y el auto de enfrente le estaba gritando con fuerza, el auto se fue mientras Rich seguia sentado inmóvil. Me acerque ayudándolo a ponerse de pie, sus ojos verdes me encontraron, estaban rotos llenos de lagrimas que descendían rapidamente, me abrazo temblando entre mis brazos. Jamas lo habia visto de esta manera, queria curarlo, queria que dejara de llorar.

-No quiero ir a casa – sollozo en un susurro.

- Ya se a dónde ir...

...

Lo lleve a nuestro lugar secreto que no era tan secreto, pero por lo menos podíamos ignorar al mundo por un momento. Los arbustos eran mas que suficientes para escondernos del mundo.

- ¿Estas bien? – pregunte al no saber que hacer, mi mente me decía que me quedara callada pero mi corazón queria que lo solucionara.

- Todo esto es mi culpa de mi pelo... - susurro apoyando su cabeza en mi hombro.

- ¿Por qué lo dices? – sobe su cabello con delicadeza al ver que temblaba.

- Cass tiene cabello pelinegro, cuando ella salió de la universidad y se fue para Europa nunca le reclamaron nada por algo ellos la ama – confeso apretándose con fuerza – Ben, aunque ahora no sea el favorito ellos lo aman siempre lo acompañaban a cualquier lugar y sonreían... cuando se tuvo familia antes de terminar la escuela se enojaron mucho con el por eso solo viene unos dias – sonrio melancólicamente – creo que la culpa la tiene mi cabello.

- No entiendo ¿Por qué tu cabello?

- Todos son pelinegros menos yo, se que fue herencia de la abuela, pero yo no tuve la culpa – su voz se quebró por un momento – tal vez si fuera pelinegro no pelearían.

- Rich...

- ¿No sé cuando sucedió? Ellos eran felices... yo lo sé, antes de sus peleas yo lo se– abrazo una mochila entre sus manos.

- ¿Qué es eso? – señale.

-El disco... -su voz sonaba apagada y me sentia horrible por dentro al no saber que hacer.

- Esto no es tu culpa Rich, no tienes la culpa de nada... a mi me encanta tu cabello – lo abrace con fuerza y el se aferro a mi mientras escuchaba sus sollozos aumentando.

- ¿Podemos quedarnos aquí? Estoy muy cansado – susurro apretando mi mano.

- Pero...

- Por favor...un descanso, uno pequeño para llenar el espacio – cerro sus ojos murmurando.

- Uno pequeño – cerre los ojos acurrucándome con el – pero tan grande que te salvare.

Paso aproximadamente una hora o dos, seguíamos igual, el silencio reinaba y aunque no me gustara esta vez hacia mi mayor esfuerzo para tratar de no romperlo, queria hacerle saber que no estaba solo pero aun con un abrazo sabia que no era suficiente.

- ¿Me ayudarías en algo? – sus ojos hinchados me miraban con cansancio.

- En lo que quieras – tomo mi mano poniéndonos de pie.

....

- ¿Estás seguro? – pregunte antes de hacerlo.

- Si – apretó los ojos con fuerza dejando salir lágrimas.

....

Llegamos a su casa nuevamente y al estar frente la puerta hasta yo podia sentir los nervios. Se detuvo a unos centímetros de la puerta, tome su mano y entramos los dos juntos. Al entrar los ojos de su familia voltearon con curiosidad para luego pararse rapidamente de sus lugares.

- ¡¿Qué te sucedió en la cabeza?! – su madre habia escupido su café y su padre lo miraba enojado.

- ¿Ya llego Richard? – su hermano salió de la cocina con un pan, pero al ver a su hermano se le cayó de las manos.

- Es, es, escuche lo que dijeron – me acerque mas Rich al sentir como temblaba y el solo ejerció mas fuerza en el agarre – y yo se que la culpa la tiene mi cabello por eso lo pinte.

- ¿Qué tonterías estas diciendo? – su padre lo reprendió obteniendo malas miradas de su familia.

- Pensaba que si fuera pelinegro dejarían de pelear y todo volvería a hacer como antes – se lamento soltando un par de sollozos – queria que todo fuera como antes.

Rich habia vendido el disco para comprar tinte negro, el cual al no saber como aplicarlo sus puntos habían quedado de su color natural mientras el resto de su cabello habia sido teñido a un negro. Lo ultimo que moría era la esperanza decía el o al menos eso queria hacerse creer.

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HAILEY ROBERTS (AHORA)

Todo estaba en silencio.

Tenía mucho tiempo que no miraba esos ojos cansados al igual que su pelo naranja, sonreí al recordar al niño de cabello naranja que sonreía por todo y se exaltaba cada vez que recibía un nuevo disco.

-No funciono – murmuro entre dientes Dick – siempre estuve equivocado.

- ¿A qué te refieres? – acaricie su mano con delicadeza hasta que senti una cicatriz.

- Mi pelo, siempre estuve equivocado... el problema no era mi cabello – sintió como empapaba su camiseta, pero no le importaba en lo absoluto – el problema soy yo.

No lo soportaba, a mis ojos parecía un cachorro herido, queria curarlo, pero una vez trate y falle en el intento.

-Jamas digas eso – lo reprendí mirándolo – Tu jamas serás el problema ¿Me oyes? – levanté su rostro – nunca serás el problema, eres una luz que ellos no lo vean no es tu culpa.

-Ellos no escuchan – su voz sonaba sin vida y eso me partía en pedazos.

- Yo sé que algun día lo harán – lo abrace sin saber que eso nadie lo podia saber – No te dejare solo.

- ¿Por lo menos me veo bien otra vez de pelirrojo? -deshizo el abrazo sonriendo con ironía - ¿o me lo pinto de colores?

- De cualquier forma, eres precioso para mi – sonreí tratando de no caer junto con él – ¿Cómo no? Si tengo al mejor amigo que cualquiera pudiera desear, mi tan amado Rich.

- Solo quedemos aquí hasta un nuevo amanecer, no quiero irme todavía.

- ¿Estaremos bien? ¿Verdad? – sus ojos miraron los mios con una pizca de esperanza, aun quedaba un poco dentro de él.

- Estaremos bien... es una promesa – nunca seria capaz de dejarlo solo...no otra vez.