El lugar había quedado en un completo silencioso, las miradas de todos estaban completamente vacías, como si fueran recordando algo que les arrebatara la luz de sus ojos, posiblemente la historia que había narrado Absolem hace unos minutos les trajera recuerdos un tanto dolorosos, o es que con tan solo escucharla sientes una mezcla de melancolía con impotencia al no poder hacer nada. Aki comenzó a jugar con un hilo suelto de su vestido para poder calmarse con ese silencio incómodo, los ojos de la chica se centraban en El Oráculo, el cual tenía más dibujos que letras, pero lo que era sorprendente de esos dibujos es que estos poseían movimiento, como si se tratara de una caricatura o pelicula antigua, resultaba bastante entretenido ver como la gente y los animales se movían en aquel paisaje hecho en tinta China como si realmente estuvieran vivos y ahí presentes con ellos, aunque ya lo habían estado una vez hace tiempo.

- Ya llego, agachen la cabeza- Toder suspiro con pesadez y bajo su cabeza al mismo instante en que todos igual lo seguían. Su cabello caían en sedosos y oscuros mechones llenos de un intenso brillo que no podía describirse, ya que era mágico- En especial tu Aki

- ¿Q-que?- agacho la cabeza por instinto ante las palabras de Tod, sin buscar otra explicación y justo cuando la agacho, un taza salió volando arriba de donde se encontraba su cabeza y choco en el sofá de Absolem donde el igua tenía su cabeza hace unos momentos.- ¿¡Pero que!?

- ¡Chico, chicos, creo que Alicia a regresado!- se escucho una voz que estaba emocionada y se acercaba hacia ellos con rapidez, la voz sonaba como alguien de la edad de Aki, igual de joven y fuerte

-Salam, ya llegaron tus problemas- Cheshire comenzó a reírse mientras levantaba su cabeza nuevamente para así voltear por todos lados en busca de esa voz que había gritado hace unos momentos

- Es temprano para que ya haya llegado- Sam suspiro y se levanto lentamente de su lugar para esperar lo que venia a continuación

-¡Sam, ya esta aquí!- repentinamente algo salto detrás de Salam, tirándolo al suelo con un fuerte sonido- Oh, lo siento Sam- lo que se había tirado hace un momento al chico de cabellos blancos se levanto repentinamente sacudiendo sus pantalones y ofreciéndole una mano al chico

- Tenias que ser tu, conejo restrasado- Sam aceptó la mano del chico y se levanto de un tirón, para así darle un fuerte golpe en la cabeza a aquella persona que había aparecido repentinamente.

Enfrente de ellos, estaba un chico de ojos avellana y brillosos como si estos se tratarán de miel recién hecha por abejas, su cabello caía en finos mechones revueltos como si se tratara de chocolate derretido, su piel pálida tenía ligero rubor en sus mejillas de tantas prisas que había dado, era mucho más alto que Aki, pero ligeramente más bajo que Aquellos otros chicos, llevaba ropa igual desordenada con colores sencillos y no tan llamativos, en su rostro podía notarse una amplia sonrisa llena de ternura y emoción como si algo hubiera sucedido tan Derrepente y desde cierto punto se veía tierno y lindo.

- ¡Deja de ser tan aguafiestas Conejo Rabioso!- el chico golpeo el brazo de Sam con bastante fuerza, intentado callarlo de algún modo para que dejara de decir aquellas palabras. Sin embargo se giró hacia donde estaba Aki y recuperó su animada sonrisa- ¡Oh, a ella jamás la había visto!- se acercó a La chica rápidamente mientras se inclinaba y fingía quitarse un sombrero, ese realmente era un gesto elegante de su parte- Buenas tardes dulce señorita, mi nombre es Mars Kell, tengo 15 años y soy el hermano del idiota de atrás llamado Sam- tomo su mano y la beso con mucho cuidado en signo de respeto y saludo

Bueno este es el último capítulo del día donde podremos ver que los nuevos personajes no dejan de salir con mucha emoción y secretos nuevos por descubrir, Gracias por leer esta historia, que tengan buena tarde ñ.ñ y recuerden...

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