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Capítulo 40: Juntos


JESSE


Abro los ojos y el primer pensamiento que tengo es que debo haber muerto.

En primer lugar, porque no siento nada absolutamente nada y dado que me dispararon no debería ser así. Debería estar completamente adolorido y en vez de eso no hay nada. Y en segundo lugar, porque no tengo ni idea de donde estoy.

¿Aquí vendrá uno cuando muere?

¿A la nada misma?

En mis veintitrés años de vida siempre creí que habría alguien esperándome cuando muriera, pero donde sea que estoy no hay nadie.

Giro a mí alrededor, observando el lugar. Parece una especie de parque o algo así. Y cuando vuelvo al mismo punto de partida, veo que hay un chico. No lo conozco, pero como es la única persona en esta especie de limbo o lo que sea, pregunto:

– ¿Estoy muerto?

El chico me observa sorprendido unos segundos, pero luego me responde

–No, no estás muerto. O al menos no que yo sepa

Genial, sigo sin saber que quiere decir eso exactamente.

–Eso es un alivio, supongo... Eh... ¿Y tú que haces aquí? ¿Eres el encargado de abrir las puertas o algo parecido?

– ¿Las puertas? –pregunta confundido

–Ya sabes, las puertas que te llevan al cielo o al infierno dependiendo de a dónde te manden

El chico no hace nada por esconder la sorpresa que le ha provocado mi pregunta, aunque luego sonríe

–Bueno, yo llevo un tiempo por aquí y lamento decepcionarte, pero esas puertas no existen.

No sé qué clase de mueca hago, pero el chico vuelve a sonreír divertido.

–Estoy muy seguro de que ella también estaría decepcionada al oír eso

– ¿Ella? ¿A quién te refieres?

–A Octavia

– ¿Octavia?

Entonces en mi cabeza se me forma una idea de quien podría ser, pero no creo... Sería de lo más extraño estar hablando con el ex novio muerto de Octavia. Aunque hasta hace poco jamás creí que alguien me dispararía con una pistola que no fuera de juguete. Y aquí estoy...

Me sigue observando como si fuera una clase de experimento y yo me quedo en silencio porque no quiero que me diga quién es. Y el silencio se extiende hasta que él vuelve a hablar:

–Supongo que te puedes hacer una idea de quién soy, pero si aún no lo sabes... soy Jason. Un amigo de ella –me sorprende que no me diga que también fue su novio, pero prefiero quedarme en silencio aun

–Soy Jesse. Y sí, Octavia me ha hablado de ti

Su sonrisa vuelve a extenderse y yo sigo sin saber que hago aquí.

–Entiendo que estés tan confundido, supongo que yo estaría igual si fuera tú. Pero me alegra conocerte al fin. Ella me ha hablado muy bien de ti y tenía curiosidad

Cada vez que habla me convenzo más de que me estoy muriendo, si no de ¿qué otra forma puedo estar viendo a un... difunto?

–Gracias, supongo

–Bueno, como no te quiero quitar más tiempo y sé que debes volver me gustaría pedirte que la cuides mucho, por favor. Y también que le digas que no es su culpa lo que me pasó, yo tenía los días contados con ella, pero me encargué de disfrutarlos al máximo. Ella tiene todo el derecho a rehacer su vida sin sentirse culpable. Yo soy muy feliz cuando me va a ver o cuando me habla... lamento si te estoy incomodando, es que no podía dejar pasar esta oportunidad de...

–No, tranquilo. Lo comprendo y por supuesto que se lo diré –le aseguro

Observo a Jason unos segundos, es un poco más bajo que yo, pero fuera de eso luce bien. Tiene el cabello castaño con rizos y ojos oscuros. Así que este era el chico que salía con Octavia... estoy bastante seguro de que si aún estuviera vivo, ambos estarían juntos, quizás Octavia y yo ni siquiera nos conoceríamos y...

–No te castigues con ese tipo de pensamientos, estoy muy seguro de que ustedes de alguna manera habrían estado juntos. Ella te quiere –dice él con una sonrisa que me hace avergonzarme por mis pensamientos

–Le diré todo esto a ella cuando despierte, lo prometo

–Me alegra escuchar eso. Bueno Jesse, ha sido un gusto conocerte... Tal vez aun no lo sepas, pero eres bastante afortunado por ser el indicado para ella

Antes de que pueda responderle algo, desaparece de un segundo a otro.

Me quedo observando a la nada y no sé qué pensar de todo esto. Tal vez sí morí o tal vez sean los efectos de los medicamentos o... entrecierro los ojos ante una repentina luz que aparece y caigo nuevamente a la oscuridad.


(...)


De a poco voy escuchando unas voces. Algunas las reconozco casi enseguida. Mi madre está aquí, reconocería su voz donde fuera, aunque también hay otras que aún no reconozco del todo.

Creo que muevo la mano o eso intento, pero ese pequeño gesto provoca un dolor insoportable en mi cuerpo. Bueno, creo que sí estoy vivo después de todo.

Abro los ojos de a poco para acostumbrarme a la luz que hay en la habitación y cuando los puedo mantener unos segundos abiertos veo el rostro de mi madre muy cerca del mío.

– ¡Oh, mi niño ha despertado! Sabía que lo conseguirías –dice pasándose una mano por los ojos –Nunca más vuelvas a hacerme pasar por esto, ¿entendiste? Ni en broma

–Lo... lo prometo –ni siquiera suena como mi voz, aunque estoy muy seguro de que fui yo el que habló.

Me duele la garganta, aunque creo que lo correcto sería decir que me duele todo el cuerpo.

–Iré a buscarte agua. Seguro mi niñito tiene sed. Vuelvo enseguida, no te muevas de ahí

Mi madre sale de la sala y quisiera decirle que con este dolor es muy poco probable que me pueda mover. Giro un poco mi rostro y es entonces que mis ojos dan con la otra persona que está aquí en la habitación.

–Hola... –saluda Octavia luciendo algo nerviosa –Quiero que sepas que me acabas de hacer ganar la apuesta. Sabía que despertarías en mi cuidado. Connor seguro se molestará por eso

Yo me quedo unos segundos en silencio y cuando intento moverme un poco, me doy cuenta de que ella tiene una de mis manos entre las suyas. No sé por qué ese gesto me tranquiliza.

–Hola –es lo único que atino a responder

–Lo siento, ¿sí? Nunca fue mi intención que te pasara algo. Yo no sabía que seguías aquí... y mucho menos creí que me irías a buscar... Lo siento, de verdad

Observo como se le humedecen los ojos y me siento un tanto extraño, creo que jamás la había visto llorar. O al menos no de esta manera.

–No fue tu... culpa. De verdad... No llores

Lo siguiente que hace es intentar abrazarme y digo que lo intenta porque es difícil con los cables que tengo conectados a los brazos y porque me duele todo el cuerpo. Entonces solo se limita a darme un pequeño beso en la mejilla justo antes de que llegue mi madre con un vaso con agua y unos doctores.

Cuando bebo el agua, siento que hubieran pasado días desde que no tomaba algún líquido y viendo mi situación puede que sea el caso.

El doctor me hace algunas preguntas y me tiene paciencia cuando no logro responderle tan bien como me gustaría. Creo que dormiría un poco más, estoy cansado y siento que me pudo haber pasado un camión por encima.

Aun me cuesta creer que enserio estoy vivo luego de que alguien me disparara. Creo que podría escribir un libro entero solo contando este hecho tan... increíble y dramático.

No estoy seguro de si me dan algún medicamento, pero luego de unos minutos nuevamente siento que voy cerrando los ojos.

La última persona a la que observo antes de dormirme es a Octavia, espero que siga aquí cuando vuelva a despertarme.


(...)


Llevo despierto por lo menos veinte minutos en los que he estado un rato con los chicos quienes han estado aquí en el hospital desde que se enteraron de lo que ocurrió, también vi a Taylor y a mi padre.

Jamás imaginé en causarles algún tipo de miedo, pero supongo que nadie se imaginaba lo que ocurriría esa tarde.

He estado despierto el tiempo suficiente para saber que tengo un brazo sin movilidad, al menos por ahora. Al parecer la bala no me mató, pero sí me dejará secuelas.

Sólo espero poder seguir tocando la batería una vez que salga de aquí. Aunque supongo que eso es lo de menos por ahora.

Mis padres me han hecho compañía, pero no consiguen que hable tanto. Aún estoy procesando todo esto. Mi madre me cuenta acerca de Brownie y el embarazo de Sugar, y a pesar de que escucharla hablar me hace feliz, ahora no estoy de humor.

– ¿Cambiarías esa cara si dejo que entre Octavia? –me pregunta llamando mi atención

– ¿Sigue aquí? –no puedo evitar preguntar

Mi madre me observa entrecerrando los ojos, a esta altura me da igual lo que piense, porque lo cierto es que sí quiero verla.

–Sí, está afuera con los chicos. ¿Quieres que le diga que pase? –pregunta esta vez mi papá y yo asiento con la cabeza.

Creo que me haría bien verla una vez más.

–Mi niño es un hombre enamorado... Sólo recuerda no ponerte demasiado cariñoso, no puedes moverte mucho y recuerda que vendrán a monitorearte luego y que tu querida madre estará afuera vigilándote todo el tiempo –dice mamá divertida acercándose a la puerta

Mi padre me dedica una sonrisa divertida antes de seguir a mamá. Pasan unos segundos y luego por la puerta entra Octavia.

Ahora que estoy más despierto y puedo observarla mejor, veo que luce más pálida de lo normal y que tiene unas ojeras que antes no tenía.

– ¿Querías verme? –pregunta acercándose a mi

–Sí, quería conversar contigo... De hecho hay muchas cosas que debemos conversar, pero lo más importante es que quiero que sepas que no te culpo por lo que pasó...

Octavia se queda en silencio un momento, solo observándome. Aun así entrelaza nuestras manos y luego vuelve a mirarme.

–Sí lo es, si no te hubiera enviado ese mensaje no habrías ido a buscarme y Caden no te habría disparado... Así que es mi culpa de manera indirecta... Ya soy lo suficientemente afortunada de que no me odies y...

–Jamás podría odiarte. Vi tu mensaje y pude entender un poco tu comportamiento, no te odio. Jamás podría hacerlo, me gustas...

–Por favor, deja de repetir eso, no lo merezco. Todo es mi culpa y... Lo siento mucho, de verdad...

Empieza a llorar, aunque rápidamente se seca las lágrimas que van cayendo. A mí me gustaría poder hacer algo para consolarla, pero con suerte puedo mover mis dedos de la mano izquierda y mi cuerpo sigue molestándome.

–No es tu culpa, no fuiste tú la que me disparó ni me obligaste a ir a buscarte. No seas injusta contigo misma, incluso estabas dispuesta a morir. Aun no me creo que lo hayas retado a que te disparara. Enserio en ese momento quise ir a por ti y encerrarte en algún lugar para que no te pusieras en peligro

Ahora puedo hablar un poco más y recordar con más claridad lo que ocurrió me pone enfermo, porque enserio pude haber muerto como también le pudo haber pasado a Octavia.

–Y creo que eso me hubiera dolido menos que ver cómo te disparaba y no ser capaz de hacer nada por ti. ¡Creí que morirías! Perdí a Jason, dejé que hirieran a Blair y a Gabe y no iba a soportar perderte a ti. Prefería saber que estabas con alguien más y lejos de mí, pero vivo. Aun se repite esa imagen una y otra vez en mi cabeza y...

Aprieto sus dedos con los míos para que vuelva a observarme.

–Pero no me has perdido, estoy vivo y junto a ti. Soy real, estoy vivo y no pienso irme de tu lado. Esta vez tendrás que tener mejores excusas para alejarme de ti. Te quiero Octavia, estoy enamorado de ti y...

Siento sus labios sobre los míos en un beso lleno de dulzura y calidez. Hace tiempo que no me sentía de esta forma con alguien. Acaricia una de mis mejillas y luego se separa un poco de mí.

Y a pesar de estar un poco más demacrada por estos días estoy seguro de que jamás había visto a una mujer más hermosa como ella.

–Lo siento, yo... solo quería saber que eras real. Que de verdad estás aquí conmigo. Estuve tan asustada ante la idea de perderte que... aun me cuesta creer que estés aquí

Le sonrío un poco apenado, porque no me gusta verla triste. Aun así entiendo un poco su estado. Yo estaba realmente asustado cuando vi que Caden tenía la pistola en su frente listo para dispararle enfrente de mí, jamás quiero volver a pasar por algo así.

–No me ha molestado si es lo que te preocupa, de hecho puedes hacerlo cuantas veces quieras –comento para romper el silencio, además no soporto ver tanta tristeza en su rostro cuando ella es todo lo contrario

–Es bueno saberlo... Y solo para que lo sepas Jesse, me gustas. Me gustas de una manera en la que nadie lo ha hecho antes y eso me da miedo, pero también me llena de vida. Supongo que por eso no quise decírtelo antes, pero mereces escucharlo.

Creo que nunca en mi vida alguien se me había declarado, y aunque Octavia luce nerviosa y apenas es capaz de mirarme a la cara al hablarme me siento feliz.

No. Más que feliz, estoy extasiado. Jamás creí que iba a conseguir que Octavia dijera algo parecido a una declaración, pero estoy bastante seguro de que eso lo fue.

–Espera... ¿estás diciéndolo de verdad o es una broma? Porque si es lo segundo, yo...

–Lo digo de verdad –responde ella mirándome a los ojos –Tal vez no ha sido lo más romántico que has escuchado, pero yo... hablo enserio. Me gustas y no sé si te sientas igual o si has cambiado de parecer respecto a mí, pero creo que debías saberlo

Luce tan insegura respecto al tema que me parece estar frente a otra persona. Sin duda este no es el momento ni el lugar para hablar de esto, pero dadas mis circunstancias eso da igual.

–Estoy muy seguro de que nadie me había dicho algo parecido, siempre era yo quien se declaraba primero y luego solo recibía migajas de lo que daba. No sé muy bien que decir, salvo que tú igual me gustas Octavia, no te haces una idea de cuánto. Eso no ha cambiado

Ella se relaja un poco y luego me sonríe:

–Pues debo decirte que tenías un pésimo gusto en chicas –responde sonando indignada. Y yo casi río porque eso suena mucho más a ella que cuando se declaró instantes antes –Tú eres el único a quien quiero a mi lado, no hay nadie más para mí.

Y sus palabras quedan grabadas para siempre en un rincón de mi mente.

Tú eres el único a quien quiero a mi lado, no hay nadie más para mí.

–En eso tienes razón, tal vez no tenía el mejor gusto de todos. Pero no han sido tan malos si todos ellos me han traído hasta ti.

Octavia no puede ocultar la sonrisa que le han provocado mis palabras y observo como lentamente se inclina hacia mí y despacio vuelve a besarme. Es tan cuidadosa conmigo que juraría que lo único que se están moviendo ahora son nuestros labios, quisiera poder hacer algo más, pero me conformo por ahora con besarla y acariciar su mano.

Supongo que luego tendremos tiempo para lo demás.

–Juntos vamos a salir adelante Jesse –dice ella acariciando mi nariz con la suya

–Juntos –repito con una sonrisa.

No sabía lo mucho que necesitaba oírla decir eso hasta ahora.

Juntos.

Porque finalmente existe una posibilidad para un nosotros y eso me convierte en el hombre más feliz de la galaxia entera. 


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