Capítulo 39: Una decisión con consecuencias desastrosas
OCTAVIA
Cuando finalmente llego a la casa de Barbara que es donde están reunidos todos, intento tranquilizarme todo lo que puedo. Tengo miedo de lo que pueda encontrar, pero también debo fingir que no sé nada sobre Caden.
Debo averiguar cuál es la situación de Blair y luego veré que es lo que hago.
Le pago al taxi y toco a la puerta.
Cuando veo que es Bash quien me abre, lo primero que hace es comprobar si estoy bien para luego interrogarme el por qué me puse la ropa de Tessa, pero con los nervios que tengo le invento una pequeña mentira y luego me dirijo al comedor en donde veo que Blair está sentada en un sillón y solo me basta darle una mirada para saber que estuvo llorando.
Me pongo alerta enseguida.
–Octavia, me alegra que hayas llegado –dice Tessa, quien me recibe con un abrazo
–Me llamaste y dijiste que era muy urgente... ¿Qué fue lo que pasó? –pregunto mirando a las chicas y luego enfocándome exclusivamente en Blair
–Yo... lo siento. Tenías razón con respecto a Caden, ya no quiero estar con él...
Blair parece a punto de ponerse a llorar nuevamente y camino hasta ella para abrazarla, me alegra escuchar que quiere dejarlo.
–No sabes cómo me alivia oír eso, no tienes que estar con él si no quieres. Te ayudaremos y pronto...
–No Octavia. No es tan fácil como crees... Él me dijo que no me dejaría nunca y le tengo miedo, pero estoy muy cansada de todo esto. No sé qué hacer...
Sabía que ocurría algo más, no entraba en mi cabeza como ella iba a estar tan enamorada de un monstruo como él, pero ahora tengo un poco más de esperanza en que pueda dejarlo. Podemos ir a denunciarlo, sobre todo si Blair habla en su contra...
–Pero eso no es todo lo que nos dijo –interrumpe Lindsay quien está sentada al otro lado de Blair. Me sonríe apenada y yo espero a que Blair vuelva a hablar
Las chicas comparten una mirada que no me gusta para nada.
–Caden también me... golpeaba. Lo empezó a hacer cada vez que me negaba a hacerle caso en algo. Tengo mi espalda con... las marcas. Me siento tan estúpida...
No puedo expresar con palabras como me siento en este momento. Ese hijo de puta golpeaba a Blair. Él me dijo que no le hacía nada y se burlaba de ella diciendo que no la quería y ahora me entero que además la golpeaba. Por eso ella lucía tan feliz a su lado. Era el miedo quien la hacía comportarse así.
No entiendo como es que nunca nos dimos cuenta, tendría que haberlo pensado y haber desconfiado más de su palabra.
Siento como mis ojos se llenan de lágrimas por ella, Blair de todas nosotras y precisamente con su historia familiar no debería de pasar más por estos momentos. Yo no fui capaz de protegerla, así como tampoco pude cuidar a Gabe.
Jamás me había sentido tan impotente y molesta.
Me encargo de consolar a Blair y decirle que no es su culpa. La abrazo con fuerza y le digo que todo estará bien.
Me entero que Caden es quien le ha impedido salir en varias ocasiones porque cuando él se molesta se desquita con ella. Por esta noche ella se quedará en casa de Bash y Barbara. Nadie va a dejar que Caden se vuelva acercar a ella.
Tessa me dice que de casualidad le pasó a llevar la parte baja de su espalda al chocarse con ella y Blair no pudo disimular el dolor que sintió en ese momento. Así que luego de que Tessa insistiera en saber cómo estaba y porque se quejó tanto, Blair terminó llorando y contándole lo ocurrido.
Ahora que sé que Caden estará solo en su apartamento es mi momento para acabar con todo esto de una vez.
Escucho como Bash se pone en contacto con no sé quién, la verdad es que no me importa lo que diga, yo estoy armando un plan en mi cabeza que puede salir o muy bien o muy mal. Sea como sea está decidido.
Yo iré por Caden.
Él decidió meterse con mi hermano y también con una de mis amigas, las cosas no se quedarán así.
(...)
Paso gran parte de la tarde con las chicas para hacerle compañía a Blair. Vi sus heridas y las marcas que le quedaron, me siento fatal por no haberme percatado de nada antes.
Una vez que les digo a las chicas que iré a casa a buscar ropa para quedarme con ellas por la noche, es que emprendo mi camino hasta Caden.
A medida que me voy acercando hasta mi destino siento un revoltijo de emociones dentro de mí, en donde predomina más la rabia. No puedo creer que me usará a mí y a Blair para complacer todos sus caprichos.
La hizo llorar, la lastimó... Aun puedo ver su espalda marcada y sus ojos llorosos. Jamás la había visto en ese estado y la rabia aumenta.
Y todo empeora cuando recuerdo que además se metió con Gabe.
Es un maldito mentiroso.
Cuando estaciono el auto a una distancia prudente, pienso en Jesse y decido desbloquear su número. Hay algo que debo hacer antes de emprender esta misión suicida. Aun no sé cómo sentirme respecto a que él sea James, pero el mensaje que le enviaré es para Jesse y no para mi amigo virtual, aunque ahora sé que son la misma persona.
No soy tan ingenua como para creer que todo va a salir bien, pero estoy dispuesta a asumir los riesgos. Así que le envío un mensaje a modo de despedida.
Le explico un poco lo que ocurrió con Caden y el mensaje que me envío Tessa. Le pido disculpas por haberlo herido con todas esas cosas que le dije y por haberlo alejado de mí. Espero que sepa entender mis motivos.
Hay muy pocas probabilidades de que pueda salir con vida de aquí, así que respiro una última vez y me armo de valor para subir hasta su piso.
Cuando toco a su puerta luce sorprendido al verme, pero me deja pasar de inmediato.
–Vaya, no te esperaba por aquí hoy. Supuse que estarías con Blair –me observa desconfiado y yo cuento hasta veinte para no saltar encima de él y golpearlo con lo primero que vea
–Sabía que estarías solo y quise venir a verte
Mi respuesta lo hace sonreír complacido y me invita a tomar asiento junto a él.
Luce como un chico normal, no entiendo cómo puede estar tan mal de la cabeza.
–Eso sí que me sorprende y más viniendo de ti... Ahora quiero que me digas la verdad, no soy idiota. Sé que mi querida esposa anda inventando cosas horribles de mí... ¿Qué fue lo que dijo esta vez?
–No sé de qué estás hablando... Ni siquiera he visto a Blair hoy –respondo lo más tranquilamente que puedo estar en una situación así
Caden se acerca un poco más a mí y yo trato de que eso no me afecte. No puedo dejar que se dé cuenta de que ya se lo que le hace a Blair.
Esa es la única carta que tengo a mi favor.
–Bien, te creo... Vamos a sentarnos a la mesa, estaba cenando antes de que llegaras –dice señalando la mesa y yo me levanto y lo sigo como la marioneta en la que me ha convertido.
Sé que tiene armas en su habitación, así que no sé cómo me las arreglaré para subir y bajar con una de esas cosas que ni siquiera sé cómo se usan.
Aunque es cuestión de segundos que el plan que tenía improvisado se vaya por un tubo.
Apenamos oímos que alguien está forcejeando con la puerta del apartamento, entro en pánico.
Esto no estaba en mis planes, ¿quién viene a esta hora?
–Muy bien Octavia, no me hagas enojar, ¿sí? Sube. ¡Ahora! –me grita a la vez que veo que se lleva una mano al bolsillo trasero en donde vislumbro una pistola.
Maldigo para mis adentros y le obedezco. Porque no soy tan estúpida como para retar a alguien que está armado y mucho menos si tiene el temperamento de Caden. Aunque él al ver que no me muevo me agarra del brazo y me hace subir las escaleras dirigiéndome hasta su habitación.
Muy bien, ahora sí que estoy acabada. Tendría que haberlo pensado mejor.
En cuanto entramos, veo que pone el pestillo y ahora que se me ha pasado la valentía, siento algo de miedo.
Me parece escuchar que alguien grita mi nombre, pero tal vez son ideas mías provocadas por el miedo que siento justo ahora.
– ¡Octavia!
–Ni se te ocurra gritar –oigo la voz de Caden tras de mí – ¡Quiero que me digas ahora mismo lo que está pasando!
Sigue presionando mi brazo y cada vez me duele más.
– ¡Octavia! –vuelvo a escuchar una voz
Ahora que la voz está más cerca, la oigo con más claridad y la reconozco.
Maldita sea, creo que es Jesse.
No sé porque creí que ya se habría ido a su casa, que tal vez el mensaje le llegaría cuando esté subido en algún avión y lo vería más tarde. No sabía que vendría aquí. Y ahora... Estamos en grandes problemas.
–Oh, que romántico. Parece que tu noviecito ha venido a buscarte. Esto cada vez se pone más entretenido.
No tengo tiempo a contestarle nada, porque alguien logra abrir la puerta de la habitación en la que estamos y yo intento huir de Caden, pero es en vano porque me arrastra consigo del brazo en dirección a su ventana y luego siento el metal de su pistola en la frente.
–Si das un solo paso más, le disparo –escucho que dice Caden a la persona que ahora tengo en frente de mí
Lo único de lo que soy consciente en este momento es del frío del metal en mi cabeza y me arrepiento enseguida de todas esas palabras que jamás pude decirle en persona.
Jesse no quita su mirada de la mía y lo único que veo es el miedo y pánico en sus ojos. Sé que quiere hacer algo, pero teme que sea peor para los dos.
Jamás imaginé que esto podría salir así de mal, este escenario no me lo habría imaginado para nada.
Le digo lo siento solo con el movimiento de mis labios y espero que lo haya podido ver. No era mi intención que viniera hacia aquí y ahora por mi culpa está en peligro.
–Deberías dejarla ir, me tienes aquí mismo. Y si quieres dispararme deberías apurarte, porque yo le avisé a la policía. Deben de estar por llegar –le responde Jesse
Escuchamos más ruido proveniente de abajo y eso solo quiere decir que Jesse le aviso a más personas o tal vez sean las personas que trabajan para Caden.
Siento más pánico aun al pensar en esa posibilidad.
Aun no me atrevo a moverme por miedo a que le dispare a Jesse, pero sé que debo hacer algo.
–Ninguno de ustedes hará nada. Si tú te mueves, le disparo a ella y si ella se mueve o hace cualquier movimiento... Adiós Jesse. Sea como sea yo gano –ni siquiera suena preocupado ni nada por el estilo. No sé qué esperaba de él, pero esto sin duda no
Aun con sus amenazas y todo Caden camina hacia atrás dirigiéndose al gran ventanal que tiene y siento terror ante la posibilidad de que planee tirarse por ahí.
–Entonces, dispárame y acaba con esto –lo reto en un arranque de valentía o de estupidez
–Octavia, no... –escucho que dice Jesse, pero no le hago caso.
–Créeme querida, aún tengo planes para nosotros dos, el único que ahora mismo me está molestando está justo aquí. Te dije que no te quería cerca de él. Eres mía y vendrás conmigo adonde sea que vaya
–Tú no te la vas a llevar a ninguna parte. ¡Suéltala de inmediato maldito enfermo!
A pesar de que no esté en condiciones de pedirle nada, me parece valiente por su parte enfrentarlo así, pero Caden no opina lo mismo y ahora lo apunta con pistola a él.
–Tienes agallas, aun así yo tengo el poder y a la chica, evidentemente
– ¡Tú no tienes una mierda! –grito molesta por toda esta situación
Entonces suena la primera bala que me deja completamente de piedra y veo como le dispara a Jesse. Lo veo caer frente a nosotros y rápidamente empieza a sangrar.
Estoy bastante segura de que grito y lo maldigo y lo siguiente que hago es ir por su pistola. Le doy un codazo y logro desequilibrarlo un poco, y en ese segundo cambio de posición su pistola y apretó el gatillo y la bala termina en el techo porque Caden logró zafarse.
– ¡Jesse! –grito preocupada al verlo tirado en el piso
No sé nada de primeros auxilios, pero gracias a las películas que he visto sé que hay que parar su sangrado.
Se escuchan más pasos acercándose y Caden alarmado, da algunos pasos hacia atrás.
– ¡Tu vienes conmigo! –dice intentando llevarme con él y yo con la adrenalina del momento logro darle un golpe cerca de las costillas y salir de ahí.
En cuanto veo a más personas, sé que están de nuestro lado porque en su mayoría los he visto alguna vez trabajar con Bash y a lo lejos se escucha el sonido de la policía.
– ¡Llamen a una ambulancia! –me escucho gritar como una desesperada
Llego a donde está Jesse y me saco la chaqueta que tenía puesta y en cuanto veo a Bash acercarse a mí luce enfurecido hasta que repara en Jesse.
–Muy bien Octavia, espero que estés feliz. Esto tenías que dejármelo a mí... –lo observa unos segundos y luego presiona mi chaqueta en la zona que pareciera tener más sangre. Es su lado derecho. Después intenta levantarlo con mi ayuda –la ambulancia llegará pronto por ahora hay que sentarlo y seguir presionando ahí
Ni siquiera me atrevo a preguntar por las chicas, pero asumo que Bash no querría que vinieran, así que me mantengo callada y un poco más tranquila al saber que están lejos de todo esto.
Vienen unos hombres a los que Bash les da instrucciones y veo como lo bajan. Mi primer instinto es ir con él, pero antes me devuelvo a observar a Bash
–Él me ha estado manipulando todo este tiempo, no iba a dejar que siguiera haciendo lo que quisiera
Y antes de que Bash pueda responderme, me dirijo fuera de la habitación en busca de Jesse, tengo que saber cómo está.
(...)
Llego al primer piso del apartamento y lo ubico porque hay unas personas alrededor de él, no presto atención a lo que dicen. Me hago espacio como puedo entre los demás y lo abrazo.
– ¡Jesse! –exclamo asustada aferrándome a él
No está despierto y me explican que ha perdido la conciencia debido a la pérdida de sangre, pero que ya viene en camino la ambulancia para que se lo lleven.
Me siento tremendamente culpable porque el vino aquí solamente por mi mensaje, seguro se puso en contacto con las chicas y así dio con la dirección.
Yo vi cómo le dispararon y no hice nada y ahora todo esto es mi culpa.
Le doy la mano y le digo que todo estará bien. Que él es fuerte y que despertará. También le digo que lo quiero y que lamento haberle dicho todas esas cosas horribles, que solo quería hacer lo correcto.
Le digo muchas cosas mientras está inconsciente y luego veo como se lo llevan en una camilla hacia el hospital.
No puedo evitar pensar que si lo pierdo, jamás podré recuperarme. Es todo mi culpa por no hacer las cosas bien.
Para cuando vuelvo a ver a Bash, me dice que Caden terminó saltando del ventanal. No pudieron convencerlo de que bajara, así que prefirió quitarse la vida.
Y en vez de sentir paz o tranquilidad, eso solo provoca que llore un poco más pensando que ni siquiera habrá justicia para Blair o Gabe.
Caden mintió, él no me llevó consigo, destrozó a Blair e hirió a mi hermano. Aunque lo que más pesa en mi conciencia es saber que la vida de Jesse peligra en este momento.
Tal vez no sea la culpable directa de todo esto, pero si no hubiera sido impulsiva con esta decisión, Jesse aun estaría a salvo y no en camino al hospital.
No sé si alguna vez pueda perdonarme después de todo esto.
Acompaño a Bash al auto y voy todo el camino rezando para que a Jesse no le ocurra nada y pueda salir bien del hospital.
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