Capítulo 36: Nuestra última noche
OCTAVIA
Me alejo un poco de él y de su acompañante porque en este momento me siento bastante confundida y algo molesta. Además aun no me olvido de Caden y sus amenazas.
Eso debería de ser en este momento lo importante.
Me dirijo hacia el baño y me tranquilizo un poco cuando veo que no me sigue, seguro está aprovechando el tiempo que tiene con esa chica. Al parecer sí que tiene varias amigas. Esa sensación que ahora reconozco como celos nuevamente se hace presente y yo quisiera dejar de sentirme así.
Aprovecho el tiempo y me retoco un poco el maquillaje y pienso en enviarle un mensaje a Dasher y decirle que me voy, pero no lo hago porque antes quiero hablar con Jesse. Necesito terminar con esto de una vez y ahora me siento un poco más tranquila. Luego de diez minutos intentando convencerme de que no tengo que estar celosa.
Por supuesto detesto la imagen de él bailando con alguien más y todo empeora cuando vi que se besaron, pero eso no es asunto mío y menos ahora que planeo dejar de verlo.
Para mi fortuna, encuentro a Jesse apenas salgo del baño y me acerco a él.
–Octavia... No pensaba encontrarte aquí
–Por supuesto que no, yo tampoco planeaba verte aquí. Aunque por lo que vi, estabas bien acompañado –respondo y me obligo a relejarme. Es más difícil de lo que creí, cuando lo tengo tan cerca
Caminamos un poco para no tapar la entrada al baño y quedamos de frente en el pasillo.
–No es para nada lo que estás pensando... Y ahora que te veo, luces bastante bien teniendo en cuenta que estas resfriada. ¿Por qué me mentiste?
–No te mentí, te dije que ya me sentía mejor del resfriado y es verdad. Me siento bien... Y déjame adivinar... ¿Esa chica era otra de tus amigas? Porque si tiene esa confianza para besarte... deben ser muy unidos
De todas las cosas que podría haberle dicho... ¡Dios! Que molesta estoy conmigo misma por esto. No tengo que sentir celos. Ya entiendo a Lindsay cuando se siente así por Dave y dice que quisiera estrangularlo. Esta sensación es insoportable.
–Esa chica se llama Melissa y trabaja en el hotel en el que me estoy quedando...
–Pues se nota que se esmera en hacer que sus clientes se sientan bien. ¡Felicidades!
Jesse me sonríe solo un poco, aun así puedo notar que está tan molesto como yo por esta situación. Seguro le arruiné su ansiada cita.
–Estuve esperando por ti durante toda esta semana y ese día que te fuiste, no volviste... Ni siquiera me respondías a los mensajes. No sé qué esperabas que hiciera. ¿Qué me quedara solo encerrado? Y luego me dices que estás resfriada y que no puedes salir, pero te veo aquí... Lo más probable es que ni siquiera te hayas resfriado y que vienes acompañada, ¿no es así?
Medito unos segundos mi respuesta y luego doy con una que sé que lo molestara:
–Tienes razón en una sola cosa, no vine sola. Me trajo Elijah. Dijo que me vendría bien desconectar un poco y decidí acompañarlo... –me siento aun peor cuando recuerdo que él debe estar encerrado en su habitación y que ni siquiera quiere verme y todo para lograr que Jesse se ponga celoso.
Patético. No entiendo porque hago estas cosas. Y no hay ninguna que me defina mejor en estos momentos.
–Bien, supongo que entonces tú también tienes buena compañía...
–La mejor y ahora si me lo permites, iré a buscarlo
Jesse me sujeta del brazo para que no me mueva y en cuanto se da cuenta que no me iré, me suelta.
–Aún hay algo que quisiera hablar contigo...
–Muy bien, te escucho. ¿Qué más quieres decirme?
–En el último mensaje que te envíe te dije que me iba en dos días y no me respondiste
– ¿Y qué esperabas que te respondiera? ¿Suerte en tu viaje? ¿Espero que llegues bien? –estoy siendo más borde de lo que pretendía, pero no quiero hablar de esto justo ahora
–No entiendo en estos momentos tu actitud. Primero actúas como si estuvieras celosa y ahora como si esto te importara una mierda, ¿qué es lo que planeas conseguir?
–No lo sé, creí haberte dicho que me iría con Elijah. Eres tú el que quiere hablar. Creo que fue una pésima coincidencia habernos encontrado aquí. Está claro que cada uno hizo planes diferentes que no incluían al otro. Eso lo dice todo, ¿no?
Jesse cierra los ojos unos segundos y cuando los abre, parece aún más molesto que antes. Y eso es injusto, no tiene derecho a molestarse conmigo. Ninguno tiene derecho a hacerlo, por eso no salgo ni quiero salir con nadie. Las relaciones son sinónimo de peleas y discusiones constantes.
–Puede que lo que te diga a continuación, te de lo mismo, pero me quede aquí por ti.
Eso no es lo que quiero escuchar, eso no es lo que necesito en estos momentos.
–Creí que me habías dicho que tenías unos asuntos pendientes y algo de unas amigas –respondo haciendo referencia a su respuesta
–El único asunto que tengo pendiente, eres tú y esto –dice señalándonos –Esta no es la forma en que planeaba hablarlo contigo, pero creo que no me queda de otra, ¿no?
Me quedo en silencio unos segundos, pensando en que tal vez esta sea la última conversación que podamos tener que sea "sincera". Jamás había odiado tanto a Caden como ahora.
–No creo que haya mucho de qué hablar sobre "esto". Siempre fui sincera con mis intenciones, esto no es una relación. Sólo sexo. Y te lo dije Jesse. No busco nada más
–Sí, al inicio fue así y yo respete tu acuerdo durante la gira, pero ahora es diferente... Y tú lo sabes... Creo que estoy empezando a sentir algo por ti
Tal vez en otras circunstancias, esto habría funcionado, pero justo ahora no es lo mejor. Aun así sus palabras han quedado grabadas en mi mente.
–A lo mejor te has confundido, es normal. Tenemos cierta química y atracción física. Pero para mí nada ha cambiado, yo sigo sin querer una relación y en caso de cambiar de opinión, ni siquiera serías una opción para mí. Simplemente nos entendemos en la cama, nada más.
Muy bien, mis palabras han tenido el efecto deseado.
Jesse ni siquiera quiere verme a la cara. Lo he conseguido, pero aun así aun no quiere dejarme ir.
–No entiendo aun que es lo que te pasó, pero si eso es lo que quieres y lo que de verdad piensas, pues yo tengo el mismo derecho a ser sincero que tú. Me gustas Octavia. Y tal vez ya haya perdido mi oportunidad contigo o quizás jamás tuve una oportunidad, pero quería que lo supieras...
No puedo creer que enserio lo haya dicho.
Sé que sigue hablando y lo escucho a medias porque aún no proceso del todo que de verdad haya dicho que le gusto.
Y tampoco soy consciente de que me he puesto a llorar hasta que noto la primera lágrima y la mano de Jesse en mi mejilla.
– ¿Ey? ¿Estás bien? Lo siento, quizás esto era lo último que querías que te dijera –ahora luce apenado y nervioso y yo sólo consigo llorar un poco más.
¿Cómo se supone que finja que esto no acaba de pasar?
Incluso después de lo que le dije, tuvo la valentía para exponerse así ante mí.
–No importa si no correspondes mis sentimientos, pero llevaba un tiempo guardándomelos para mí y...
–Bésame –creo que jamás había sonado tan desesperada
Si esta es la última oportunidad que tengo para estar con él, la aprovecharé y es por esto que ni siquiera espero a que me responda cuando tomo su rostro con mis manos y lo beso yo misma.
Empezamos a tocarnos un poco por encima de la ropa sin dejar de besarnos y luego recuerdo donde estamos. A vista de todas las personas de este club.
–Deberíamos irnos... –digo cuando ya se ha alejado un poco. Puedo notar la confusión en su mirada, así que luego aclaro –A tu hotel, no pienso llegar a esta hora a casa de mis padres
Intento sonreír un poco para aligerar el ambiente y Jesse me toma de la mano y sin importar cuantas personas nos estén mirando, me conduce a la salida.
(...)
Cuando llegamos al estacionamiento, le envío un mensaje a Gabe porque se supone que yo lo debería llevar a casa. Así que tendremos que esperarlo primero:
–Se me olvidó que debo hacer de niñera
Debo hablar porque no soporto estar en tanto silencio, mucho menos con Jesse.
–Tranquila, no creo que se demore tanto
–De todas formas... podríamos hacerlo en el auto, ¿no? – Propongo divertida –No es muy grande, pero seguro podemos arreglárnosla. No es por nada, pero soy bastante flexible para estas cosas...
–Aunque suene tentadora esa oferta, paso. Estamos en un lugar muy público y me niego a que mis futuros hijos encuentren una foto de su padre en internet en esas condiciones. Además no me agrada la idea de que alguien más te vea desnuda
–Pues seguro tus hijos creerán que su padre era muy aburrido, en mi caso no me molestaría. Seguro mis hijos creerían que su madre tuvo una muy buena vida sexual. Aunque ni siquiera quiero tener hijos –comento después
– ¿No quieres? –pregunta Jesse un poco asombrado
–No creo que criar sea lo mío. No me creo ser lo suficientemente buena para ser madre, además me da algo de miedo...
–A nadie le enseñan a ser padres, o al menos eso es lo que siempre dice mi madre. Lo mismo les pasó a Madie y Kyle y creo que lo hacen bastante bien
–Puede que tengas razón... aun así eso no está en mis planes –no pensé que en algún momento hablaría sobre mis futuros hijos inexistentes con Jesse.
El silencio entre nosotros se extiende unos segundos más hasta que Gabe decide aparecer. Y sonríe aún más al ver a mi acompañante.
– ¡Hola Jesse! Sabía que ustedes terminarían juntos... Me alegra verte más feliz, enana
–Como sea, súbete al auto. Luego debo ir a hacer cosas –respondo mientras camino a la puerta del piloto
Escucho como Jesse lo saluda y se sube a la parte trasera.
–Seguro esas "cosas" es tener sexo toda la noche, ¿no? Vamos que ya estoy lo bastante grande para entender esas insinuaciones. Sólo recuerden cuidarse
Yo le subo el volumen a la música y por el espejo retrovisor veo como Jesse me sonríe divertido.
Gabe se encarga de hablar durante el camino con Jesse, hasta que al fin logro que mi hermano se baje del auto y se meta a la casa.
Está tan feliz y la persona con la que estuvo le dejo varias marcas en el cuello. Mañana le preguntaré a Barbar si ella tiene algo que ver o si enserio él pasó página respecto a ella.
Reviso rápidamente mi celular para enviarle un mensaje a Dasher diciéndole que me surgió un imprevisto y al no ver nada de Caden, me relajo solo un poco.
Luego me encargo de conducir hacia el hotel donde se está quedando Jesse.
Sólo espero no arrepentirme después.
(...)
Subimos en silencio por el ascensor hasta que llegamos al piso de su habitación y luego entramos. Enserio me pregunto si esto sea una buena idea.
Una vez que entramos compruebo que todo está exactamente igual que hace una semana y Jesse sigue sin pronunciar ninguna palabra. Me pregunto si eso será bueno o no.
–La verdad es que no salí con Elijah, vine con Dasher –no sé porque es lo primero que se me ocurre decirle, pero ahora nuevamente tengo toda su atención –No quise sonar tan... desagradable y la mayoría de las cosas que te dije eran mentira
–Creo que aún hay cosas de las que conversar, ¿no? Ven, siéntate conmigo –decido que es lo mínimo que puedo hacer por él, así que ambos nos sentamos en el sillón –La verdad es que yo no planeaba besar a Melissa, sólo era un baile. Y apenas fui consciente de eso me aparté, pero ya nos habías visto y luego tuve que explicarle que lo lamentaba, pero que no podía salir con ella. Así que esperé a que cogiera un taxi y luego te fui a buscar. Por eso no fui tras de ti enseguida
Sus palabras me hacen sentir solo un poco mejor. Y ni siquiera debería de importarme, todo esto está mal.
–Lamento haberte hecho sentir ignorado... tuve un problema y no... No supe cómo reaccionar –me sincero a medias, porque aunque quisiera hablarle de lo de Caden, me lo reservo.
Me sentiría bastante mal si me entero que le pasa algo a él, por mi culpa. Yo sola puedo lidiar con él.
– ¿Puedo ayudarte en algo? A lo mejor no puedo hacer mucho, pero puedo escucharte y si me dejas también aconsejarte
No sé en qué momento Jesse empezó a parecerme tierno. Tal vez no sea la palabra que escogería usualmente para describirlo, pero desde que dijo que yo le gustaba y la delicadeza que tiene con sus palabras... Me hace sentir diferente
–No hay mucho que puedas hacer justo ahora, pero en este momento no me apetece hablar de eso. Aunque si estuviera en mis manos escoger con quien saldría, te escogería a ti. Y lo digo de verdad, no es para burlarme. Me hubiera gustado explorar "esto" –respondo señalándonos
–Suena a despedida, ¿por qué lo haces sonar así? Si ambos queremos podemos hacer que funcione. Tal vez no sea el novio del año, pero sé que podría funcionar. Sólo déjame conocerte más
No vine aquí a escuchar sus esperanzas sobre un posible nosotros. Me niego a llorar otra vez. Así que me siento en su regazo y lo beso.
Jesse me rodea con sus brazos y siento como una de sus manos sube y baja por mi espalda en círculos.
Es un beso lento que me encargo de disfrutar al máximo, quiero grabarme cada detalle y segundo de este momento y los que estén por venir esta noche.
–Antes de continuar, quiero decirte algo... –le digo al oído preparándome para las siguientes palabras que diré –Creo que me gustas Jesse
Son las mismas palabras que él me dijo una vez y yo las pronuncio sin ningún atisbo de duda. Teniendo en cuenta que luego ya no hablaré más de lo necesario con él, creo que es lo que se merece. Aunque esto nos destruya a los dos en el proceso.
Él fue honesto conmigo y yo también puedo serlo.
Me sostiene la mirada unos segundos antes de decir:
– ¿Me estás tomando el pelo? –pregunta con su mal acento en español –Porque si es así, no es divertido
– ¿Si te estoy tomando el pelo? ¿Cómo? ¿Así? –pregunto mientras una de mis manos se dirige a su cabello y lo despeino –Porque en ese caso sí. Eso es lo que estoy haciendo. No puedo creer que usaras esa expresión que solo usa mi abuela –comento divertida
–Para que veas que aprendí algo con tus clases, pero enserio quiero saber si lo dijiste de verdad o...
–Eso tendrás que averiguarlo, tal vez hablaba enserio o sólo estaba tomándote el pelo. No te lo pondré tan fácil Jesse. Ahora vamos a lo divertido... Ve quitándote la ropa...
Jesse me observa frustrado unos segundos, pero luego me hace caso y empieza a quitarse su chaqueta y luego su camisa.
–Te prometo que esta noche valdrá completamente la pena –digo observándolo encantada.
En estos casos es muy bueno tener una imaginación tan activa como la mía. Ya tengo varias ideas en mente sobre lo que quiero hacer con él esta noche.
–Estoy muy seguro de que así será, para mí ya es suficiente con que estés a mi lado
–Deja esas frasecitas cursis para tus canciones, ahora necesito que me lo demuestres –Jesse parece encantado con mi comentario y luego siento sus manos en mi cuerpo quitándome la ropa que llevo puesta.
Entre los dos logramos quitarme la ropa y dejarme solo en ropa interior, luego vuelvo a sentarme en su regazo en el sillón y empezamos nuevamente a besarnos y acariciarnos.
Trataré de sacar el máximo provecho a nuestra última noche, porque esta vez cuando Jesse despierte, yo ya me habré ido.
Da igual lo que nos dijimos hace poco, no puedo arriesgarme a perderlo a él también.
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