Capítulo 16: Vulnerabilidad
JESSE
Los días siguen pasando y yo cada vez siento que fracaso en el intento de no sentir nada por Octavia cuando a su lado siento de todo.
Enserio creo que debería dejar de verla, porque está claro que ella no se siente de la misma forma. Ella está acostumbrada a tener este tipo de acuerdos y límites con otros chicos, pero yo no.
Y me siento aún más patético cuando le pido consejos a Lili, quien siempre parece saber qué consejos necesito en cuanto a Octavia se refiere. Ella es una buena amiga y me encanta hablar con ella. Ella es la calma luego de la tormenta que representa Octavia.
James: ¿Has pensado en lo genial que sería conocernos?
Lili: ¿Te refieres a conocernos en persona? No lo sé James. Tal vez sea muy pronto
James: Tienes razón, pero en algún momento sí que lo haremos. Espero que no te asustes en cuanto me conozcas, prometo que soy un buen chico
Lili: No creo que puedas hacer algo que me haga huir, me has ayudado mucho. No te haces una idea... Espero en algún momento conocerte en persona, lo digo de verdad
Seguimos conversando un rato más y me pregunto cómo sería verla en persona. Si tal vez me podría llegar a gustar más que Octavia. Porque de a poco me he ido acostumbrando a esa idea: me gusta Octavia.
No estoy enamorado de ella, simplemente me gustar estar a su lado, molestarla, besarla, verla bailar y cantar, que me enseñe a hablar en español, verla en el escenario junto a sus amigas...
Sí, simplemente me gusta.
(...)
Ya mañana se celebra el cumpleaños de Blair y puedo ver lo emocionada que está Octavia por eso. Nosotros también estamos invitados, así que con los chicos nos compramos unos trajes para poder ir al cumpleaños que se llevará a cabo en un centro de eventos gigante.
También tengo entendido que asistirán los queridos amigos de Octavia, el dúo inseparable: Dasher y Elijah.
– ¿Por qué tan gruñón Jesse? ¿Problemas con Octavia? –pregunta Connor sentándose a mi lado
–No estoy gruñón y tampoco tengo problemas con ella. De hecho estamos bien... tratándose de nosotros.
–Me alegra oír que sigues teniendo buen sexo...
– ¿Cómo puedes hacerlo? –me escucho preguntando de repente
– ¿Cómo puedo hacer qué? ¿Tener sexo? Porque si necesitas qué...
– ¡Connor! Me refiero a... ¿cómo puedes tener sexo con diferentes chicas sin sentir nada?
Me siento idiota preguntando algo así, pero es mi mayor referente en cuanto al tema. Estuvo con la chica que trabajaba en el restaurant y cuando nos tuvimos que ir no parecía lamentarlo, de hecho esa misma noche lo encontré ligando con otra chica y ahora creo que está acostándose con una de las bailarinas de One Dream, creo que se llama Dianna. Es bastante simpática, aunque solo nos hemos cruzado dos veces.
Porque en el caso de Kyle, él solía tener novias, no era de tener aventuras de una noche y luego de conocer a Madie no ha podido tener ojos para nadie más. Siguen siendo tan empalagosos como esas películas que tanto le gustan. Así que lo descarto enseguida.
Y Aiden... bueno, él sólo había salido con Phoebe, pero luego de que ella vendiera información de él, ha estado experimentando con más chicas como suele llamarlo él. Aunque yo sólo lo he visto en compañía de Siena, una de las tantas bailarinas de las chicas.
Así que Connor es mi único referente. No creo que sea el mejor, pero es lo que hay. Desde luego, mi hermano Taylor tampoco me podría aportar demasiada información o consejos del tema.
–Bueno, para empezar yo sí que siento. Mucho placer, para ser exactos –dice divertido
–No me refiero a eso...
– ¿Te gusta Octavia? ¿Es eso? La verdad no me sorprendería, se nota que hay mucha conexión entre ustedes dos. Sólo un rato a solas y parece que ya se desnudan con la mirada. No creo que eso sea posible, pero es lo que parece que intentan a hacer.
–No me gusta...
– ¿Quién le gusta a Jesse? –pregunta Aiden saliendo del baño
–Octavia –responde Connor
–No me gusta –vuelvo a insistir
–No me sorprende, la verdad es que harían una buena pareja –opina Aiden ignorando mi comentario
–En fin, ¿cómo haces para no...?
– ¿Para no enamorarme de las chicas con las que me acuesto? Es más fácil de lo que crees, simplemente no despiertan en mí interés de ese modo. No hay nada, no es que huya de eso, simplemente no se ha dado. No es mi culpa –responde Connor
–Tal vez Octavia sea la chica indicada para ti –dice Aiden y yo casi río, porque eso es imposible.
Octavia no es la chica indicada para mí. Ni para mí ni para nadie. Sólo lo fue para Jason.
(...)
Me frustro en mi habitación y pienso en si será una buena idea ir a buscarla nuevamente a su habitación. Está claro que hace mucho más que atraerme y luego de verla en el escenario esta tarde, me parece aún más asombrosa.
Con esa capacidad de bailar, cantar y lucir como si todo estuviera bien, a pesar del miedo que tiene gracias a esos mensajes que le han ido llegando.
Luego de eso, fui a ayudar a Kyle y a Madie con sus hijos para que ellos pudieran descansar un poco. Así que estuve ocupado cuidando a Kaira y Kaiden, mientras miraba una serie de unos dinosaurios de colores que seguramente mis sobrinos aun no entienden hasta que sus padres aparecieron para decirme amablemente que me vaya.
Ahora estoy revisando mi cuaderno en donde hay escritas algunas palabras en español y pronto esto también me parece una tontería, ¿para qué quiero aprender otro idioma? Claro que no está demás saber, pero en ese momento fue lo único que se me ocurrió para estar cerca de ella.
Y a pesar de que era evidente, ella aceptó. Puede ser que tal vez no le guste, pero sí le atraigo, de lo contrario no estaríamos ahora en esta situación.
Escucho que alguien toca la puerta y estoy tentado a gritar que quien sea que esté ahí se vaya, pero no me oirán. Así que es grande mi sorpresa cuando abro la puerta y Octavia salta encima de mí, con suerte alcanzo a cerrar la puerta tras ella.
– ¿Qué haces aquí? –pregunto algo desconcertado
Creí que la tenían recluida en su habitación, pero al parecer me equivoqué.
–Me aburrí de estar encerrada estos días, además Dave me acompañó hasta aquí. Lo más probable es que se quede cerca de la puerta. Vine en busca de algo de diversión
– ¿Y esa diversión soy yo? ¿Ahora soy una especie de payaso para ti?
Octavia se ríe y luego me besa. Yo no pongo nada de resistencia porque me conozco. No puedo decirle que no a ella, así sea un simple beso o sexo. Sabe que me apunto a esos planes. Siempre y cuando no nos pasemos de los límites que ella misma me impuso.
Mi lengua se adentra en su boca y ella gira un poco más la cabeza para profundizar un poco más el beso. Me vuelve loco su sabor y también sé que le gusta cuando jalo su cabeza hacia atrás, así que me encargo de hacerle perder la cabeza tanto como ella lo hace conmigo.
–A este tipo de diversión me refería –dice ella con la voz entrecortada luego del beso.
(...)
–Sé que no solemos hablar de esto, pero... ¿Cuándo te diste cuenta de que te gustaba la música?
Me sorprende un poco la pregunta, sobretodo porque está desnuda en mi cama y aun no parece tener intención de irse.
Acabamos de tener sexo como solemos hacer casi siempre, pero esta es la primera vez que se ve interesada por mí, así que aprovecharé este momento para tenerla para mí.
–Mis padres siempre han sido fanáticos de la música y mi padre sobretodo tenía una obsesión con el rock. Yo siempre fui más extrovertido, me gustaba bailar, cantar y cuando les pregunté a mis padres si podía aprender a tocar la guitarra, me llevaron a que tomara clases. Y cuando aprendí, luego pasé al teclado. Supongo que al estar rodeado de música... siempre me gustó. No puedo imaginarme mi vida sin ella. ¿Cómo fue que supiste que querías entrar a aquel programa? –pregunto tentando a mi suerte.
Lo más probable es que no quiera responder. Porque estaríamos rompiendo una de sus reglas.
–Yo fui al programa a probar suerte. Por ese entonces, no me imaginaba que podría llegar tan lejos...
Supongo que tengo suerte de que me haya respondido.
–No te puedo imaginar haciendo otra cosa que estando en el escenario. Ni siquiera necesitas de los reflectores para brillar. Tienes una luz, un talento que...
–No me digas ese tipo de cosas Jesse, por favor... –me sorprendo un poco al notar algo de vulnerabilidad en sus palabras
– ¿Y porque? Es lo que pienso y...
–Porque me recuerdas a él. Y eso... simplemente no lo hagas. No estoy preparada para algo así.
–Encuentro que es un poco injusto que no pueda decir lo que pienso, ¿sabes? Ya bastante me limito siguiendo tus reglas, además, creí que te gustaba escuchar halagos.
–Sí, es verdad y me gusta. Pero a veces me canso de ser la Octavia relajada y divertida que soy siempre, como ahora. Y en estos momentos no necesito escuchar que me digas esas cosas, porque entonces pienso en lo fácil que sería salir con alguien como tú o incluso que me gustes y no estoy preparada para eso. Todavía no...
–Sería más fácil si para empezar no te pusieras tantas reglas, pero si no quieres oír eso entonces sí que necesitas de reflectores para brillar en el escenario
Octavia me observa unos segundos, aun tapada con las sábanas y luego se ríe y yo sonrío porque aún no ha dicho que quiere irse. Tal vez incluso se quede a mi lado.
–Tampoco te pases Jesse, eso sí que me dolió –dice poniendo una expresión fingida de dolor
–Lo superaras –digo restándole importancia, aunque me ha hecho gracia
–No creo que lo supere nunca y...
– ¡Octavia! Me acordé de una tarea que me habías dejado de nuestras clases y al fin te las mostraré –digo buscando mi celular
Ella me había pedido que le enseñara canciones en español, unas que no conociera y aunque creo que sí las debe de conocer porque son antiguas, quiero que las escuche.
– ¿Y te acuerdas de eso justo ahora?
–Bueno, aun estás en mi cama. Yo diría que podemos escuchar algunas, ¿no?
Al no obtener una negativa por su parte, las busco en el celular y le paso un auricular para que ambos podamos escucharlas.
No es que tengan un significado especial para mí en concreto, sólo sé que son bonitas, me transmitieron paz y las letras son sin duda el fiel reflejo de lo que es el amor. O al menos como lo pintan en las películas, porque yo aún no experimento ni la mitad de lo que describe la letra.
Hasta que la veo a ella y me siento un tanto extraño.
No dejamos de observarnos hasta que termina la canción y me pregunto qué es lo que estará pensando. Tal vez piensa que fue algún tipo de indirecta y no sé si habrá sido así. Tendría que haberlo pensado mejor, quizás la susté o algo parecido.
– ¿Por qué escogiste precisamente esta canción?
–Me gustó la melodía y me transmitía paz –no me atrevo a decir nada más y creo que ella lo nota
–Perfecto. Es una canción muy bonita. ¿Algo más que quieras agregar?
Yo niego lentamente con la cabeza y luego como si ambos nos hubiéramos puesto de acuerdo, nos besamos.
Terminando así con toda distancia que pudiera haber entre nosotros. No tengo ni idea de dónde queda mi celular, ni me importa. Sólo sé que aprovecharé de cada segundo en que pueda tenerla así, tan real y auténtica. Con sus luces y sombras.
Porque incluso con ese peso que lleva en los hombros y esa mirada de tristeza tan profunda que tenía hace un momento, me parece que es la chica más valiente que he conocido y estoy seguro de que no volveré a conocer a nadie que pueda compararse con ella.
Llego el momento de reconocer que estoy bastante jodido, pero no podría importarme menos si puedo tenerla a ella aunque sólo sea por unos instantes.
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