Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

☬ 𝑛𝑢𝑒𝑣𝑒 ☬

𝐶𝑎𝑝𝑖́𝑡𝑢𝑙𝑜 9
𝐸𝑙 𝑑𝑒𝑠𝑝𝑒𝑟𝑡𝑎𝑟.

Despierta, Adoptada. Déjame encontrarte.

Poco a poco voy volviendo en mí. No he abierto los ojos, pero sé que no conozco este lugar. No quiero despertar. No siento el aura de mis mejores amigos ni de los Flyggers. Un momento, ¿qué? ¿Quiénes son mis mejores amigos? ¿Qué son los Flyggers?

Nada importante, supongo.

Siento varias personas a mi alrededor, aunque nadie es conocido. Sin embargo... Hay alguien que me recuerda a mí misma. Su aura tiene un poco de mi esencia. Bueno, cada esencia es única, sólo que esta es muy similar a la mía y eso es extraño.

Me concentro en algo más. El aire es fresco, a una temperatura agradable. Escucho murmullos que se sienten lejanos. No entiendo lo que dicen, mis sentidos aún no están del todo despiertos.

Intento concentrarme en lo que dicen. Logro entender que son dos personas hablando, sin embargo, aún no capto la información. Hago un esfuerzo por moverme y apenas puedo mover los dedos de las manos. Mi cuerpo todavía se siente pesado.

Lentamente abro los ojos. La luz me molesta, así que se quedan entrecerrados. Muevo con lentitud la cabeza hacia donde siento los murmullos.

Mis ojos se abren con sorpresa al verla. Es... Es idéntica a mí. Albina como yo. Su cabello blanco cae en ondas delicadas hasta la cintura. Quedo hechizada con su figura llamativa, a pesar de no ser una chica muy grande. Mi cuerpo reacciona por fin y logro sentarme en la cama. Sigo observándola, ella se voltea hacia mí. Me pierdo en la intensidad de sus ojos púrpuras. ¿Acaso estoy frente a un espejo?

La chica me analiza también. Nuestras expresiones son iguales. Debe estar pensando lo mismo que yo con respecto al espejo. Sus labios se abren para decirme algo:

—No veía la hora de que despertaras.

No soy capaz de formular una frase. Me doy cuenta de que hay un hombre de mediana edad detrás de la chica. Aunque no es albino como ella y yo, comparte un gran parecido en sus facciones. Él también me mira como si no pudiera creer lo que está viendo.

No lo culpo, porque yo tampoco puedo creerlo.

—¿Dónde... —Dejo la pregunta en el aire por unos segundos—. ¿Dónde estoy?

—Esto es la aldea Alabama —respondió, caminando hacia mí—. En Meryán.

—¿Meryán? —murmuro, algo confusa.

He escuchado ese nombre antes, sólo que no lo recuerdo con exactitud. Siento que es parte de algo importante. Me esfuerzo por intentar recordar algo, sin embargo, mi mente está en blanco.

—Sí, eso. —Me sonríe, sentándose en la cama.

—¿Cómo llegué aquí? ¿Quiénes...?

—Veo que tienes muchas preguntas. Te vi caer desde la frontera de Astrac con Meryán y te traje porque... Bueno, porque eres idéntica a mí.

—Gemelas —pronunció el hombre—. Ustedes son gemelas. Pero, yo no recuerdo que en el parto hayan sido gemelas, yo estuve ahí y era sólo una niña.

—Es algo inexplicable, ¿no? Y mucha casualidad. —Acercó su rostro al mío para observarme desde muy cerca.

Automáticamente me alejé. No confiaba del todo en estas dos personas.

—Creo que sí hay una explicación —solté, pensativa.

Dos pares de ojos me observaron, pidiendo que continuara. Tragué saliva, lista para hablar.

—Yo... Vengo de otra dimensión muy diferente a esta, al menos eso recuerdo. En cada dimensión hay algo así como tu doble. Y nosotras acabamos de encontrarnos.

—¿Vienes de otra dimensión? Wow, eso es muy cool.

—Gemelas de dimensión, por así decirlo. —El hombre intervino de nuevo, pasándose una mano por la cara, asimilando todo esto—. Bien, ¿cuál es tu nombre? Necesito algo para diferenciarlas ya que vas a vivir con nosotros.

—Mi nombre... Es Yvett. Creo.

—Yo soy Yvonne —aclaró sonriente, dirigió la mirada al hombre y preguntó—: ¿Papá, Yvett es el nombre que querías ponerme?

Asintió.

—Así es. Por cierto, yo soy Calmard, el padre de Yvonne. Bienvenida a la familia.

• • •

La idea de ser parte de una familia que nunca conocí me resultaba abrumadora, pero había algo en Yvonne que me hacía sentir extrañamente cómoda. Era como si hubiera estado buscando a alguien como ella toda mi vida.

—¿Y ahora qué? —pregunté, tratando de asimilar la situación—. ¿Qué se supone que debo hacer aquí?

—Te llevaré a conocer la aldea —contestó Yvonne, con una chispa de emoción en sus ojos púrpuras—. Te va a encantar. Aunque, bueno, puede que no todos te reciban con los brazos abiertos.

—¿Por qué no? —inquirí, sintiendo un ligero escalofrío.

—La gente aquí no suele ver a forasteros. Y menos a alguien como tú. —Se encogió de hombros, como si eso fuera algo normal.

No pude evitar sentir un nudo en el estómago. ¿A qué se refería con "alguien como tú"? Antes de que pudiera formular otra pregunta, Yvonne se levantó y me tendió la mano.

—Vamos, ¡será divertido! Te prometo que no te arrepentirás.

Tomé su mano y me ayudó a levantarme. A pesar de mis dudas, la curiosidad me empujaba hacia adelante. Caminamos juntas hacia la salida de lo que parecía ser una pequeña casa acogedora. El aire fresco me golpeó la cara y, por un momento, olvidé mis temores.

Ella me agrada.

Al salir, el sol iluminó un paisaje vibrante. La aldea Alabama se extendía ante mí, con casas de madera pintadas de colores brillantes y jardines llenos de flores exóticas. Sin embargo, a medida que avanzábamos, noté que las miradas se centraban en nosotras. Susurros y miradas curiosas nos seguían.

—¿Ves? —dijo Yvonne en voz baja, sonriendo con cierta resignación—. Ya estoy acostumbrada a esto. No te preocupes, solo son miradas curiosas. Creo.

La incomodidad se instaló en mí mientras algunos aldeanos murmuraban entre ellos. Sentía sus ojos mirando como si fuera un espécimen raro en un zoológico. Intenté ignorar la sensación, pero era imposible no sentirme expuesta.

—¿Por qué nos miran así? —pregunté, tratando de mantener la voz firme.

—Porque somos diferentes. La gente aquí no está acostumbrada a ver a alguien como nosotras. —Se encogió de hombros nuevamente—. Pero no te preocupes, eso solo significa que eres especial.

—¿Especial? —repetí, sintiéndome aún más confundida.

Yvonne se detuvo y me miró a los ojos, su expresión cambió a una más seria.

—Escucha, ser diferente no es algo malo. A veces es lo que te hace destacar. Además, hay quienes nos aceptan tal como somos.

Tiene mucha razón en realidad.

Asentí lentamente, aunque aún me sentía vulnerable. Caminamos más adentro de la aldea y cada paso parecía más pesado que el anterior. Las miradas continuaban, pero empecé a notar sonrisas tímidas entre los murmullos.

—Mira allí. —Señaló un grupo de niños que jugaban cerca—. Ellos no tienen miedo de acercarse.

Y efectivamente, un par de niños pequeños se acercaron a nosotras con curiosidad en sus ojos brillantes. Uno de ellos, un niño rubio con mejillas sonrosadas, se detuvo frente a mí y me miró fijamente.

El cabello rubio me recordaba a alguien, pero no sé a quién.

—¿Eres una princesa? —preguntó con una voz inocente.

No pude evitar reírme. Princesa... Unos extraños recuerdos aparecieron en mi mente, algo sin mucho sentido.

—No soy una princesa —respondí, sonriente—. Solo soy Yvett.

Los niños intercambiaron miradas sorprendidas antes de sonreír ampliamente.

—¡Yvett! —gritaron al unísono, como si el nombre tuviera algún poder mágico.

Yvonne sonrió al ver mi reacción y me dio un ligero empujón hacia los niños.

—Ves, no todos son así. Algunos simplemente están emocionados por conocerte.

A medida que continuamos explorando la aldea, noté que las miradas hostiles continuaban. Al parecer no será tan fácil vivir aquí. Aunque, me acostumbraría a esto como mi gemela de dimensión lo hizo.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro