Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

☬ 𝑐𝑢𝑎𝑡𝑟𝑜 ☬

𝐶𝑎𝑝𝑖́𝑡𝑢𝑙𝑜 4
𝐿𝑎𝑠 𝑛𝑒𝑔𝑜𝑐𝑖𝑎𝑐𝑖𝑜𝑛𝑒𝑠.

—Astrac es bonito. —Escuché a Sia hablar con su mejor amiga.

Aún volábamos sobre ese reino, intentando encontrar el castillo para poder hablar con los reyes. Sinceramente, no estaba muy centrada en la misión. Pasábamos los ratos dando vueltas por el cielo. Mi mente seguía reproduciendo la imagen de una Tahla muerta y de un Hiram y un Yordrick completamente destrozados. Todo el pelotón estaba así. Ninguno podía aceptar que una de nosotros había muerto de aquella manera.

—Recuerden que no vinimos de turistas. Esto es una misión. —Sonó un poquito más duro de lo que debería.

—Lo sabemos, Yvett —murmuró Mia, un tanto apenada.

Dimos unas vueltas más y decidí centrarme y usar la cabeza. Mi cerebro comenzó a funcionar a toda velocidad. Tuve una idea grandiosa. Debíamos utilizar nuestros poderes para encontrar el castillo de una buena vez.

Si tan sólo hubiera alguien capaz de verlo todo como un par de binoculares.

Pero, Yvett...

Necesito a alguien de nosotros que pueda hacer eso.

¡Yvett!

¡Ay! ¿Qué quieres?

Yordrick tiene ese poder. Después me lo agradeces.

Eres lo máximo, conciencia.

—Yordrick. —Lo llamé suavemente. Me volteé para verlo perdido en algún lugar de su mente, en su aura azul notaba la tristeza. Sentí pena por él, sin embargo, lo necesitamos aquí—. ¡Yordrick! Necesito tu ayuda.

Mi mejor amigo reaccionó por fin.

—Usa tu poder de visión para localizar al castillo —ordené.

El chico no dijo nada. Me quedé observando. Sus ojos cambiaron. Su iris cambió de color. Ahora es amarillo brillante. Yord miró en todas las direcciones posibles. Tardó un rato hasta que sus ojos volvieron a la normalidad.

—El castillo está al nordeste de nuestra ubicación —mencionó y volvió a sumirse en esa tristeza que ahora lo rodeaba.

Entendía su luto.

El pelotón se puso en marcha con el rumbo fijado. Mientras volábamos hacia el nordeste, la atmósfera se volvió pesada. Teníamos una misión que cumplir y el destino de nuestro reino dependía de ello.

A lo lejos, ya se podía ver el pueblo de Astrac, enorme e imponente con un toque reluciente y con muchos detalles dorados. Lo más notorio era el castillo: majestuoso y antiguo, con torres que se alzaban hacia el cielo. Su arquitectura era impresionante.

Y aterradora a la misma vez.

—Recuerden, debemos ser cautelosos —dije, tratando de infundir un poco de valor en mis compañeros—. No sabemos cómo reaccionarán los reyes al vernos.

El grupo asintió, y comenzamos a descender lentamente hacia la entrada del castillo. A medida que nos acercábamos, una figura apareció en la puerta: un guardia con armadura brillante y una mirada desafiante.

El guardia nos observó detenidamente, con desdén y desconfianza como un gato arisco. Después de un momento que pareció eterno, finalmente dio un paso atrás y nos hizo señas para entrar.

Supongo que ya sabe quiénes somos y a qué vinimos.

El interior del castillo era tan impresionante como su exterior. Las paredes estaban adornadas con tapices que representaban batallas antiguas y leyendas olvidadas. El piso es de mármol perfectamente pulido, al igual que en mi castillo.

Pero, aquí no me sentía como una princesa. Aquí era insignificante y vulnerable. Este no es mi territorio y toda seguridad que tenía, poco a poco fue desapareciendo.

• • •

Le di muchísimas vueltas al asunto. Lo pensé una y otra vez. Pero, era esto o nada.

En parte me siento traicionada porque Vriahl y Callahan no me advirtieron sobre esto y lo hicieron sin mi consentimiento. Decidieron algo de mi vida en lo que no tenían derecho a meterse. Cuando regrese a Silfet voy a tener una larga conversación con ellos.

El sacrificio que debo hacer por salvar a mi pueblo es mayor que cualquier cosa. Afecta cada punto de mi vida. Afecta a mi relación con Hiram. Sin embargo, parar la guerra es todo lo que importa ahora. En los años que quedan trataré de romper el compromiso sin necesidad de llevar a todos de nuevo a una batalla sin sentido entre dos reinos.

—Y bien, princesa Yvett de Silfet, ¿aceptas o no un matrimonio con el príncipe? —insistió la reina de Astrac.

No lo acepto. No lo quiero.

Se me formó un nudo en la garganta que me impedía hablar con libertad. Pensé en todo. Miré al futuro y veía a una yo infeliz al lado de un hombre que ni siquiera conozco, pero, al menos era reconfortante saber que el pueblo estaba bien. Que no había guerra. Que reinaba la paz.

Y sólo eso me impulsó a aceptar.

El rey y la reina me miraban impacientes.

—Está bien —solté.

Suspiré con pesadez.

—Quédense cinco días más aquí, haremos una ceremonia en honor a la alianza entre Astrac y Silfet —enunció el rey.

—Una sirvienta te llevará a tu habitación. Veremos qué hacer con... tus amigos. —La reina pronunció las últimas dos palabras como si fueran seres inferiores a ella—. No esperábamos la presencia de más personas en el castillo y preparamos todo sólo para ti.

Y ahí fue cuando me di cuenta de que había caído en una trampa de estos reyes y de mis padres adoptivos. Todo fue un plan para crear una alianza inquebrantable. Incluso creo que manipularon un poco para que yo no tuviera más remedio que aceptar.

Yo no era nada más que una pieza que los reyes del tablero movían a su antojo.

Salí de la Sala del Trono destrozada, pero con la frente en alto. Jamás les haría saber que me habían ganado. Todo mi pelotón me esperaba afuera. Ellos hicieron muchas preguntas que no fui capaz de responder por el momento. Unos minutos después, una doncella de las que trabaja en el castillo me hizo acompañarla.

Me mostró la que sería mi habitación durante mi estancia en ese castillo que ya odiaba con todas mis fuerzas. No había lugar en el mundo al que le tuviera tanto repudio como a este maldito castillo que siento que me consumiría y acabaría con todas mis fuerzas y con mis ganas de luchar.

Me sentía inútil aunque hubiera salvado a mi reino. No estaba bien conmigo misma por aceptar algo que —definitivamente— no quería ni estaba en mis planes.

Creí que las negociaciones irían por otro camino, no que terminaría envuelta en un compromiso con alguien a quien sin conocer ya le hacía algo de rechazo a su persona.

------------------------

Bueno, como pueden ver esto se está volviendo chido. El mundo de Yvett parece haberse derrumbado por completo además de que piensa que tuvo toda la culpa en la muerte de la pobre Tahla (sí, me dolió)

Este libro va a estar cargado de emoción y creo que será uno de los favoritos de esta saga que tendrá como 7 libros, pero no todos van a ser de Yvett y sus amigos.

En fin, feliz Nochebuena :D
Los amoooo

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro