Capitulo 27
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- ¡¿Supremo Kaiosama?! - la sorpresa era muy evidente en el saiyajin, no tenía duda de que la voz que se escuchaba en el lugar se trataba de su más reciente mentor.
- Me alivia escuchar que se encuentra bien, pero le suplico que por favor ponga atención, tengo algo muy importante que decirle y el tiempo es muy limitado - dijo con seriedad el kaioshin mientras que de fondo se escuchaba a Kibito murmurando sus típicas quejas.
El saiyajin simplemente se quedo callado mientras ponía total atención a lo que le dirían, comprendía perfectamente que la situación requería ser tratada con la seriedad necesaria.
- En estos momentos me encuentro en el nuevo Planeta Namek y con ayuda de sus esferas se ha establecido ésta comunicación con usted -
- ¿Las esferas de Namek?, ¡¿van a pedir que yo vuelva?! - pregunto en voz alta mientras miraba al cielo.
*Crak*
Miró por el rabillo de su ojo el lugar del ruido, fue el ruido de una rama siendo pisada, estaba tan concentrado en la comunicación que no había notado que alguien estaba cerca.
- De eso quería hablarle, me temo que eso no será posible, al menos no ésta ocasión, tal acción excede las capacidades del dragon por lo que habrá que esperar a encontrár una solución - en la voz de Shin se denotaba cierta frustración por la situación, primero surgió el problema por la imprudencia del saiyajin y cuando creía haber encontrado una solución definitiva, resulta que no era así.
Posterior a las respectivas presentaciónes, Piccolo le explicó la situación al patriarca de Namek, quien tras enterarse de que era para ayudar a Son Goku aceptó sin ningún tipo de problema, pese a no ser un namekiano a su parecer Goku era un guerrero que mercería ser ayudado con el poder de las esferas.
El dragón Porunga (Polunga) fue invocado, y el deseo fue pedido, pero tal acción excedía sus capacidades, solo les podía ofrecer establecer por tiempo muy limitado una conexión con él y así se hizo, de momento no les quedaba más y tenían que aprovecharlo para si quiera saber como se encontraba.
- Así que todavía no puedo regresar - dijo mientras pesaba algunas cosas, ésto le benéficiaba.
Había prometido ayudar a varias personas, y no quería irse hasta cumplir con esas promesas, además, en cierta forma, todo ésto de pasar tiempo con la gente de éste mundo le estaba agrandando como para simplemente dejarlo.
- Escuche señor Goku, si todo va bien nos veremos de nuevo en algunos años, además tengo algo para usted - después de hablar una pequeña capsula Hoi-Poi se materializó de la nada frente al saiyajin, quien solo la recibió colocando sus manos.
- Eso le ayudará a mantenerse en forma y de ser posible aumentar su poder, no olvide lo temible y poderoso que es Majin Boo - expreso con seriedad, a lo que el saiyajin asintió mientras afilaba la mirada.
- Se me está terminando el tiempo, cuídese señor Goku, y tenga cuidado, cuidado siempre puede ocurrir algo - dijo con seriedad. - Nos vemos -
- ¡Son! - la expresión del saiyajin cambio de nuevo a una de sorpresa al reconocer al dueño de esa voz, se trataba de Piccolo.
- ¡Más te vale no estarte haciendo un debilucho!, no seremos enemigos pero aún tenemos una cuenta pendiente de aquel torneo, ¡Prepárate sabandija porque te voy a derrotar cuando nos veamos! - exclamó con desafío.
- Lo estaré esperando Piccolo - respondió con el mismo tono mientras sonreía de manera desafiante, medir su fuerza siempre será un reto que va a recibir con los puños cerrados.
- Hasta la próxima Son, hasta entonces no te vuelvas a morir - dijo Piccolo con su habitual tono.
- Nos vemos, amigo - se despidió Goku, que aunque no lo viera, aquel namekiano sonrió ligeramente.
Aunque sólo haya sido por tener un reto y un rival, no deja de ser la primera persona que vio algo diferente en él. Y se lo agradecía.
- Creo que se terminó la
comunicación - dijo mientras miraba al cielo dando una sonrisa dándole la espalda a la luna.
Ciertamente estaba feliz, ya tenía noticias de que se encontraban buscando una forma de hacer que volviera a su universo, le tocaba esperar, entrenar y cumplir con lo que prometió, por fortuna contaba con el tiempo para hacerlo.
- Se que estás ahí Kazuha - dijo mientras giraba a mirar a un lugar un poco apartado, justo donde había escuchado como una rama se rompía.
Y del lugar salió la joven Aoi, la cual tenía una expresión de angustia, aparentemente había escuchado sin querer la conversación que tuvo el saiyajin con los seres de su mundo.
- ¿Qué sucede? - giro un poco su cabeza al no comprender la razón del estado de ánimo de la chica.
- Y-yo... Bueno, por un momento crei que realmente te irías "Y sin siquiera despedirte" - dijo con cierta tristeza mientras se tomaba uno de sus brazos.
Que no se haya ido era un pequeño alivio, verlo desparecer sin más y para siempre frente a sus ojos le hubiera dolido mucho, pero nada quitaba que algún día se iría, cuando todo esté listo y sus amigos lo consigan... él simplemente se tendría que marchar para siempre, justo como pudo haber sido éste día de no haber tenido ningún inconveniente.
Además había otro pequeño detalle que la tenía en ese estado.
- Las esferas no pueden llevarme ahora, así que me quedaré... - decía tranquilo haciendo que Kazuha bajará un poco la mirada. - Además, de haber podido llevarme me hubiera negado -
Esa afirmación hizo que Kazuha abriera de golpe sus ojos para luego mirar al saiyajin. - ¿De verdad? - pregunto con cierta ilusión.
- Si, ¿no te prometi ayudarte a ti y al resto?, incluso no sería capaz de irme porque me gusta estar aquí con ustedes.... "Además de ver si la tierra tiene paz" - pensó récordando algo de hace muchos años, a su parecer era mejor estar fuera del radar por algún tiempo para ver si no aparecían enemigos.
La chica al escuchar eso se sintió bastante feliz, aunque no le dijera directamente, pero él disfrutaba de estar con ella y que no se iría, no próximamente, tal fue su felicidad que no dudo mucho en ir y darle un fuerte abrazo enterrando su rostro en el pecho del guerrero azabache.
- ¿Eh, te pasa algo? - preguntó mientras correspondía el abrazo, a este punto ya ni siquiera se hiba a tomar la molestia de cuestiónar por que se le pegaban las chicas, solo iba a aceptarlo si más.
- No, contigo a mi lado siento que nunca me ocurre nada, los problemas dejan de importarme - levanto su rostro dándole una hermosa sonrisa al saiyajin.
Dadas las peculiares circunstancias que la llevaron a nacer a veces se cuestionaba su humanidad, cierta muerte que ocasiono en el pasado, y otras cosas que la agobiadan, cuando estaba con el saiyajin esas cosas dejaban de importarle concentradose por completo en el momento, esperaba por fin darse una paz definitiva a todo aquello, pero disfrutaba sentirse así con el saiyajin.
Una fugaz idea paso por la mente de la Aoi, haciendo que diera una sonrisa traviesa que confundio al saiyajin, quien cuando estaba por preguntar algo fue tirado al suelo por Kazuha haciendo que cayera recostado en un árbol con la chica encima de él.
- Lo normal sería que te pregunte si estas bien, pero contigo no es necesario - dijo mientras se reía con los ojos cerrados, y al abrirlos se topo con que el saiyajin se estaba sobado la cabeza con un gesto cómico. - Creo que te agarre con la guardia demasiado baja - la chica se río de nuevo contagiando su risa al saiyajin.
Al terminar de reírse ambos se quedaron viéndose directo a los ojos por varios segundos sin decir o hacer nada, sin previo aviso Kazuha tomó del rostro a Goku para acercar su rostro al de él dándole un sincero y tierno beso, bastante cerca de los labios del guerrero para después separarse luciendo un poco avergonzada.
- Ésto es solo una muestra de mi afecto por ti... - dijo sonriendole mientras un fuerte rubor se le hacia presente.
Goku no dijo nada, simplemente se rasco un poco la nuca luciendo un poco avergonzado y alagado por tal muestra de afecto
La pareja se quedó un rato más afuera en esa posición, Kazuha se acomodo un poco fijando su mirada en las estrellas mientras Goku le sobaba la cabeza estando muy gustosa por eso.
- "Eso de 'No te vuelvas a morir' aún me tiene preocupada" - pensó mientras arrugada un poco su cara, pero lo dejaría de lado por éste momento, estaba disfrutandolo tanto que no lo cortaría con un tema de posible tensión.
Pero sin notarlo ambos desde una de las ventanas de la casa se encontraba Luna mirándolos teniendo una mirada seria, para luego apartar su vista comenzando a retirarse a su habitación.
No sabía que había ocurrido exactamente, pero lo dejaría pasar, a fin de cuentas no tenía ningúna relación con el saiyajin para decir algo al respecto, todavía.
- "Un momento..." - pensó mientras se detenía. - "¿En donde va a dormir? - todas la habitaciones de la casa ya estaban ocupadas y no creía que se quedaría dormida en la sala.
Hasta que la solución había llegado a su mente. Dormiría con Goku. Sin querer darle más vueltas simplemente se fue a dormir, mañana tendría muy temprano tendría que ir a vender todos los vegetales había cosechado.
Al día siguiente.
Muy temprano por la mañana Goku y Luna habían "viajado" a una ciudad de Japón para vender sus cosechas, todo pasó sin mayor inconveniente hasta que regresaron a la casa del saiyajin, mientras las 3 jóvenes ex-Pandora’s entrenaban afuera, Goku y Kazuha estaban poniendo al corriente a la Linchen de lo que había pasado la noche anterior.
- ¿Así que no planeas irte? - pregunto Luna con felicidad contenida.
Ese detalle siempre le había estado generando una molestia en su ser, Goku era de otro mundo y estába ahí por accidente, así que era una posibilidad que se marchara a la primera oportunidad que se le presentara, sin embargo, aún así quería quedarse.
A lo que Goku simplemente negó con una pequeña sonrisa alegrando aún más a Luna.
Kazuha estaba igual hasta que recordó algo muy importante. - Goku, espero y no olvides que pronto irás al campo para el entretenimiento de cadetes -
A lo que el saiyajin simplemente negó con la cabeza. - No lo e olvidado, por eso estoy bastante empeñado en mejorar la Materialización me gustaría crearles ropa con peso extra - respondió con una sonrisa tranquila, pero ésto exalto a Kazuha.
- ¡Goku la mayoría de ellas son jovencitas de 15 o 16 años sin mucho entrenamiento, las vas a matar así! - grito mientras se ponía de pie haciendo que Goku se ponga un poco nervioso.
- ¡Tranquila, ni siquiera pretendo que pasen de los 5 kilos en las 6 semanas! - dijo nervioso.
- Es un alivio saber que te vas a medir - suspiro con tranquilidad mientras volvía a sentarse, cuando se trataba de entrenar Goku podía emocionarse de más, lo recordaba bastante bien.
Nota: Si, no me voy a pasar con eso de la ropa pesada, tranquilos.
- O al menos ese es el plan inicial~ -
- ¡¿Qué?! -
- ¡N-nada! Jejeje, en realidad quiero decir que ¡vamos a entrenar! - respondió con euforia, sacando una sonrisa en ambas chicas.
Tal fue su emoción que simplemente salió corriendo, se moria por ver que había exactamente en la capsula que le había mandado Shin y ver exactamente en qué le ayudaría al momento de entrenar.
- Jaja, ya extrañaba verlo emocionarse de esa manera - Kazuha dijo mientras se levantaba para luego ver de reojo a Luna para verse fijamente. - ¿Nos vistes anoche cierto? - a lo que Luna simplemente asintió, hubo un ligero cambio en el comportamiento de la Linchen que sólo ella pudo notar, y ya sabía porque.
- Es una tontería darle vueltas, así que seré honesta, ambas tenemos el mismo interés por él, y haré que algún día el me mire de la misma forma - dijo con serenidad.
- Puedo decir lo mismo Kazuha-san, Goku despertó en mi algo que nunca creí poder permitirme, y era amar a alguien, no pienso rendirme con él - contestó con ciertas seriedad.
Ambas simplemente se asintieron para luego ir a buscar al saiyajin, tenían que comenzar a entrenar.
..
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Meses después.
Narra ???:
Ha llegado finalmente el día...
Antes de entrar a la sala correspondiente verifique que fuera la correcta, no puedo permitirme un error de éste tipo.
"Bienvenidos al campo de entrenamiento básico de Genetics No. 28"
Definitivamente era el correcto.
La ceremonia comenzó, por simple curiosidad mire de reojo al grupo de las Sensei's, y ahí vi a alguien, en el lugar de los instructores había un hombre prestando atención a la ceremonia con normalidad, tal vez simplemente estaba ahí cuando todo comenzó y no se movió por permanecer en silencio.
Aunque tengo la sensación de haberlo visto antes...
El discurso era claro, durante síes semanas entrenaremos duramente el cuerpo y la mente para el trasplante del estigma en Genetics.
Para finalmente convertirme en una Pandora, mi nombre es Elizabeth Mably y el día de hoy comienza una vida totalmente diferente a la que estoy acostumbrada.
Fin de la narración de Elizabeth.
La ceremonia de bienvenida había terminado, en estos momentos todas las cadetes se estaban dirigiendo a sus respectivas secciones, lugar en la que dormirían las 6 semanas que duraría su entrenamiento.
- Sección número 3 - murmuró Elizabeth viendo el letrero que indicaba su lugar, sin más entro topandose con un panorama un poco muy diferente al que está acostumbrada.
Y no sólo ella, si no que sus compañeras estaban igual.
- "¿Enserio dormiremos en un sitio así?... Sin camas, sin cojines...
NRJH" - pensaba Elizabeth maldiciendo la situación.
Nació como primogénita de una poderosa y multinacional familia, Mably. En compañía de sus hermanos fueron criados por padres amorosos sin tener siquiera idea de la pobreza, cada día rodeada de una gran fortuna, y ahora viviria en un sitio completamente alejado de su realidad.
La chica rubia giro ante el llamado de su apellido, estaba debidamente instruida en la forma de hablar de Japón para entender ciertas costumbres.
- Podría ser que fueras del conglomerado inglés... La compañía internacional de moda. ¿Esa Mably? - pregunto una chica de aspecto alegre.
- Cierto, soy Elizabeth Mably, ¿que tal? - para ella no había caso ocultar quien era, serían compañeras durante semanas así que era mejor llevarse bien.
- ¡Lo sabía! ¡¡Soy una gran fan de cosméticos Mably!! - grito emocionada poniendo un poco nerviosa a Elizabeth, absolutamente todas en el lugar les veían.
- Había oído que muchas Pandoras pertenecian a poderosas familias, nunca espere encontrarme a alguien - los ojos de la chica brillaban con felicidad.
- ¿Ah si? - no sabía cómo responder, al parecer ambas pertenecian a mundos completamente distintos.
- Seamos amigas las 6 semanas, mi nombre es Rachel Johansson, soy de Rusia, me alegra que estemos en la misma sección - dijo alagre con la rubia aún nerviosa, que luego suspiro calmandose lo suficiente.
- Puedes llamarme Elizabeth, es un placer conocerte - sonrió con gentileza ofreciéndole un apretón de manos.
Rachel miró eso con emoción. - El placer es mío Elizabeth - dijo de forma cómica causándole una risa a la rubia.
Todo hiba perfecto hasta que una fuerte pisada hizo eco en la habitación.
- ¡¡Atención!! - grito una mujer de cabello negro.
- Estos son los nuevos reclutas, parece que estoy en un picnic de guardería... -
- ¡¡Setaos y rectas frente a mi!! ¡¡Eso va para todas grupo de incompetentes!! - grito intimidando a todas en el lugar.
Mientras un poco lejos de ahí.
- ¿Donde está la sección número 3? - pregunto Goku rascándose la cabeza buscando el lugar correcto.
- Debi haberle pedido a Suna que me enseñara mejor el lugar - suspiro con cansancio para de nuevo comenzar a buscar.
..
..
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Fin del capítulo.
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