Capitulo 23
En un lugar desconocido estaba yomerengues maldiciendo mi poca esperanza al inicio de este fic.
Josxeno: Bueno... Si quiero que las Pandora's favoritas no queden fuera de la partida debido a la edad tendré que hacer arreglos...
Josx: esto me pasar por wey... Ya ni modo, mientras miro como serán unos eventos futuros. - dije mientras sacaba una carpeta.
Josx: El momento en el que Goku se entera de todo lo que hizo Louise L. Bridget, interesante haber.... *abre la carpeta*
Goku: ¡¿Genkidama o Sol?! ¡¡Hijo de toda tu repu....!!
*cierra la carpeta con fuerza*
Josx: ...
Josx: OK, eso talves fue un poco fuerte... Pasemos al capitulo mejor.
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- ¡¿Eres un héroe?! - preguntó eufóricamente Juana al saiyajin, hiban caminando por un bosque para buscar algo de buena leña.
Llevaban un buen rato caminando, y Juana le había pedido si le podía hablar de él.
- Nunca me llamaría a mi mismo un héroe - negó Goku mientras miraba alrededor del lugar buscando madera adecuada.
- ¡¿Eh?!, pero si salvas gente, además, eres tu quien ha estado detrás de los misteriosos robos fallidos, ¿no es así? - refuto mientras recordaba algo.
Desde hace meses en diversas partes de Japón muchos asaltos han sido detenidos de forma misteriosa, los criminales simplemente caían noqueados al suelo, y la causa siempre era determinada por "un contundente golpe en la nuca", pero las grabaciones muestran como siempre caían inconsientes de la nada.
Donde algo o alguien muy rápido paso por ahí, y ahora solo podía suponer que se trataba de alguien.
- Si fui yo, ¿porque la pregunta? - pregunto alzando una ceja de manera interrogante.
- Ya sabes, cuidas tu identidad y que nadie sepa de tus poderes - explicó Juana mientras hacía poses un poco melodramáticas.
- Tampoco es que me moleste que la gente vea lo que hago, en mi mundo siempre lo hacía en público - respondo mientras se encogía de hombros.
Tenía una razón para no querer ser visto cada que detenía un robo armado a un banco, o algún delito en general, que simplemente no lo molesten con las preguntas, en su planeta tierra algunas veces llegó a hacer cosas así en público y siendo visto, lo que ocasiono que muchas personas lo rodearan haciéndole mil y un preguntas, era algo bastante incómodo y quería evitarse aquello.
- ¡¿Espera, como que tu mundo?! - interrumpio la rubia los pensamientos del guerrero saiyajin preguntando completamente sorprendida.
- Si, vengo de otro mundo, aunque ahora que lo pienso, me habían dicho que no hablará de eso jeje - se río nervioso mientras de rascaba a su estilo la nuca.
Pero, hiba a vivir con ellas, así que, técnicamente no hay nada de malo que lo sepan, ¿verdad?.
Juana tenía una expresión de genuina sorpresa, quedandose inmóvil por un rato confundiendo al saiyajin, haciéndolo que éste pasará su mano por enfrente del rostro de la rubia para ver si reaccionaba de alguna manera.
- ¿Qué la habrá.... ¡Uhg!! - no pudo terminar de hablar ya que Juana salto hacia él comenzando a hacerle varias preguntas acerca de eso que era de otro mundo.
Y el pobre Goku solo era sacudido de forma cómica sin siquiera poder responder una sola pregunta, uno le era imposible porque estaba siendo agitado, y dos, cuando Juana terminaba una pregunta empezaba inmediatamente con otra completamente diferente.
Mientras en la casa del saiyajin.
Luna se encontraba en su cuarto mientras tenía en su mano algo fabricado a base de tela, se encontraba practicando un estilo de costura un poco más moderno del que ella usaba en su aldea.
- Vaya que este estilo es interesante - murmuró mientras alzaba la prenda que estaba haciendo, era de un tamaño que le podria quedar perfectamente a un bebé.
Un bebé... Un fugaz pensamiento había pasado por su mente, que hizo que de avergonzara bastante, pero inconsientemente se llevó una mano a su vientre mientras lo veía.
- ¿Cómo sería?~ - susurró mientras dejaba que su imaginación volará un poco.
Aún recordaba aquella noche en la que estuvo dispuesta a subir en su relación con Goku al escalón prohibido por Jake el perro, el acto reproductivo.
Aquella noche de Goku no haberse quedado dormido no se hubiera detenido y hubiera hecho que consumarán tal acto, del que muy probablemente hubiera terminado embarazada, y honestamente, no le hubiera disgustado en lo más mínimo.
- Aunque... Por como creció no creo que comprenda eso - dijo mientras recordaba la historia que le comentó el saiyajin.
Aparentemente nunca conocío a sus padres, y luego de la muerte de su abuelo no interactuo con otro ser humano por una cantidad indeterminada de tiempo, poco o nada sabía realmente lo que era una familia.
- Pero aún así... Estaría dispuesta a que ayudarte a aprender - declaró a la nada mientras estaba determinada.
Sin su vida como heredera del liderato del clan Kunlun no tenía nada, ni un objetivo al que aspirar, pero todo eso cambió cuando conocío al azabache con cabello en puntas.
Después de literalmente querer ser cazada e insultada por buena parte del clan había abandonado toda idea de seguir ahí para cumplir con un rol que sólo la hacía infeliz, ahora tenía otro propósito, quería una familia, quería casarse y ver a un pequeño o pequeña crecer frente a sus ojos, y todo al lado de él.
- Jeh~, antes nunca hubiera creído ser capaz de sentirme así... Gracias por llegar a mi vida - dijo contenta pero serena, y la sonrisa que había en su rostro era prueba de ello.
Aunque su tranquilidad se vio interrumpida gracias a que alguien entró al cuarto, tratandose nada más y nada menos que Jalter, la cual tenía una sonrisa socarróna en el rostro.
- Jalter eh?, ¿necesitas algo? - preguntó la peli azul mientras regresaba la vista a lo que estaba haciendo, para luego tomar un basó con agua que había cerca comenzando a beber su contenido. Cabe mencionar que en el vistazo que le dio, el cabello de la albina estaba mojado, como si hace no mucho se hubiere duchado.
Su relación con la albina en los últimos días era, bueno, difícil de explicar, no es que se llevarán mal, pero la severa y un poco cruel personalidad de la chica de ojos dorados hacia un poco difícil llevarse bien con ella.
- Nada realmente, solo quería decirte algo - respondió un poco burlona mientras tenía algo escondido detrás de ella. - Nunca creí que fueras una pervertida~ - hablo en un tono un poco coqueto pero sobre todo burlon.
Luna al escuchar eso casi se atraganta con el agua que estaba tomando, escupiendo un poco en el proceso.
- ¡¿Q-que te hace decir eso?! - preguntó mientras giraba a ver a la albina molesta, pero visiblemente avergonzada.
- Aún por como soy no me quedaría simplemente sin hacer nada mientras viva aquí ¿sabes?, pero, mientras limpiaba algunas cosas casualmente encontré las ropas que solías usar en el Tíbet, y me encontré ésto - menciono para luego revelar lo que escondía atrás de ella, tratándose de un pequeño bote de vidrio, cuyo contenido parecía ser un tipo de aceite.
- ¿¿....?? ¡¡.....!! - Luna no dijo nada pero su expresión demostraba que ya sabía de que se trataba, primero estaba confundida, como si tratara de recordar algo, pero luego cambió a una de sorpresa acompañada de un fuerte rubor.
Ahora tenía una sola pregunta... ¿Qué hacía esa botella en sus prendas?.
- Por curiosidad lo abrí para saber cuál era su contenido, y cuando lo olí, juju~, fue una sorpresa saber de qué se trataba de un afrodisíaco - sonrió con cierta burla mientras meneaba el frasco en su mano.
- Bu-bueno yo... yo... - trato de explicarse, pero no sabía cómo, realmente no sabía que tenía ese frasco en su poder.
- No te confundas, tampoco es que venga a chantajearte o algo, si mi hermana o la otra lo encuentran "cosas" pueden pasar - dijo mientras le lanzaba el frasco a Luna, que lo atrapó sin problema alguno.
- Nos vemos, pervertida-san - se despidió mientras sonría a su estilo, uno muy burlon y un poco arrogante.
(Nota: Amo las imágenes de los mangas :v)
Cuando la puerta fue cerrada Luna dirigió su mirada al frasco mientras su cuerpo temblaba un poco, ahora ya sabía quien estaba detrás de que ella tuviera un aceite afrodisíaco cuya receta fabricó su clan... Su hermana menor.
Si algún día se vuelve a encontrár con Rana, lo primero que haría será darle un fuerte coscorron por su travesura. Al mismo tiempo en otra parte una joven sintió un dolor fantasma en su cabeza, sobandose el área con confusión.
Mientras Luna estaba duvagando en su mente, concentremonos en la albina que hiba caminando directo a la sala mientras aún mantenía una sonrisa en su rostro, además de recordar como fue que se topo con ese frasco.
Flashback, Una hora antes.
No es un secreto para nadie que Jalter tiene una peculiar forma de ser, pese a ser cruel y severa hiba a ayudar mientras estuviera viviendo ahí. Se encontraba revisando algunas cosas que quedaron sin desempacar, eran las cosas que habían traído Goku y Luna cuando recién se habían mudado, y el pelinergro no puso objeción alguna.
- ¿Uh?... Ropa del clan Kunlun~ - murmuró mientras sacaba de una bolsa las antiguas prendas de Luna, sabía de ellas gracias a que recibía mucha información de los movimientos que ordenaba su tío.
- Meh, si aún la guarda es por algo - se encogido mientras dejaba al suelo la prenda.
*¡Clink!*
Miró al suelo un poco confundida, la ropa ni siquiera tuvo que haber emitido algún ruido al tocar el suelo, había algo de vidrio ahí dentro, por mera curiosidad busco aquel objeto, no tardando mucho en encontrarlo.
Cuando lo saco vio que se trataba de un pequeño frasco cuyo contenido era un tipo de aceite. Queriendo saber de qué se trataba lo abrió para luego oler un poco.
- Ew, definitivamente es aceite, aunque huele raro - dijo algo disgustada mientras le colocaba el tapón de nueva cuenta, su primer pensamiento fue que talves se trataba de algún ungüento medicinal del Tíbet.
- ¿Eh...?..... ¿Porque de repente hace calor? - poco a poco la respiración de Jalter comenzaba a agitarse, mientras un sonrojo comenzaba a aparecer en su rostro.
Por todo su cuerpo comenzó a sentir una sensación muy rara, pero aún así, de alguna forma se sentía bien, sus piernas comenzaron a temblar levemente mientras su respiración se agitaba aún más.
- Que... Hyah~... Me pasa Hyah~ - diría mientras se sentaba tratando pensar con claridad, por algún motivo que aún no comprendía no era capaz de pensar con claridad.
Tras unos momentos finalmente se dio cuenta de que ocurria... Estaba excitada, una ligera pero contundente lujuria estaba rexorriendo todo su cuerpo.
Mientras aún suspiraba con cierto erotismo giro a ver la pequeña botella con aceite. - Mal...dicion... - se quejo mientras se ponía de pie, para luego salir del lugar.
Quería ir al cuarto que compartía con su hermana y quedarse ahí hasta que la sensación de lujuria abandonase su cuerpo, no quería que nadie la viera así.
Pero lamentablemente las cosas no siempre salen como uno quiere.
Porque como caminaba con la mirada baja no estaba viendo lo que podía ocurrir frente a ella, por lo que sin darse cuenta terminó achicando con alguien.
- ¿Te ocurre algo Jalter? - una voz masculina llego a los odios de la albina.
- ¿Estas enferma hermana? - está vez se trato de una voz femenina, y cuando levanto la cabeza confirmó que se trataba de su hermana mayor, y del saiyajin.
- Hyah~... Hyah~ - suspiros fueron lo único que recibieron en respuesta, poco a poco la mirada de Jalter se terminó concentrando por completo en Goku, dándole una mirada algo rara, mientras suspiraba aún más fuerte.
- ¿Te encuentras bien? - volvió a preguntar Goku un poco confundido por la actitud de la chica, viendo su fuerte rubor llevo su mano a la frente de la fémina para medir su temperatura.
Pero al hacer contacto con ella, algo insólito ocurrió.
- haaa~ -
De la boca de ella salió algo que únicamente se podía interpretar como un gemido, exaltando a todos los prensentes. Inclusive la propia Jalter se exalto por lo que había hecho.
- Etto... - fue lo único que pudo decir la rubia haciendo que todos volvieran a la realidad.
Jalter sin poder soportarlo más se fue corriendo del lugar para luego entrar al baño, cerrando con fuerza la puerta, momentos después solo se podía escuchar el ruido del agua cayendo, indicando que se estaba duchando.
Aunque en la ducha solo había agua fría, a la albina ésto le resultó bastante conveniente, siendo que aparentemente bañarse con agua a baja temperatura ayudaba a que la "calentura" bajará más rápido
Fin del flashback
Estaba sentada en el sillón mientras recordaba el vergonzoso momento que pasó hace una hora, cubriendo su rostro con la palma de su mano, había ido para burlarse un poco de Luna para recuperar un poco su propia confianza.
- "Ojalá no se hayan hecho ideas raras" - pensó recordando a su hermana y Goku, su reacción se debió únicamente al afrodisíaco que inhalo por accidente.
Y así el día pasó sin demasiadas cosas relevantes, solo que cuando Goku y Juana llegaron, ésta se veía bastante eufórica por alguna razón.
- Oye Jalter, te tengo una pregunta - dijo la rubia haciendo que la albina se volteara a verla, estaban en su cuarto teniendo algo de privacidad.
- ¿Qué sucede? -
- ¿Te gusta Goku? - dado que Jalter nunca explicó que estaba bajo los efectos de un afrodisíaco Juana sólo pudo llegar a una conclusión, y era que su hermanita había desarrollado muy rápido algún sentimiento por su nuevo maestro.
- ¿Haaa?, ¿Gustarme?, ¿bromeas cierto?, eso nunca pasará - se burló mientras daba una cara que daba miedo, pero misteriosamente y sin que nadie lo supiera arriba de ella aparecio un contador que decía "Día 1".
..
..
Semanas después.
En todo este tiempo la relación de las chicas había mejorado bastante, Ingvild a pesar de ser un poco tímida logro entablar una buena amistad con el resto, ahora siendo un poco más abierta cada que habla con ellos.
Juana con su alegre y gentil actitud no tardo mucho en ganarse la confianza de todos, durante ese tiempo demostró estar decidida a contribuir al hogar, ayudando en la cocina y en algunas cosas domésticas.
Jalter por su parte, con su peculiar forma de ser era un poco complicado que se llevara bien con otro ser humano, pero sorprendentemente entabló una pequeña amistad con el resto, aunque nunca lo hiba a admitir abiertamente.
Luna las recibió a todas, aunque sorprendida por lo repentino que fue cada llegada, luego de conocer las situaciones que las llevaron a estar donde estaban no puso ningun pero, además era parte de algo que hacía Goku, entrenar desde cero (más o menos) a un grupo de personas a su estilo, aunque tenía una duda al respecto, ¿porqué todas eran bellas mujeres?
Goku por su parte paso significativas cantidades de tiempo con las recién llegadas, conociéndose cada vez más, le resultaba curioso lo diferentes que eran entre si las tres. Sería interesante entrenarlas y ver hasta donde podían llegar.
Y hablando de pasar tiempo con ellas, algunas cosas que hacían comúnmente era la de ir a hacer las compras, gracias al Shunkanido de Goku podían ir a lugares poco monitoreados para que Juana y Jalter pudieran salir sin tener que preocuparse por ser descubiertas. También las instruia en ejercicios mientras iniciaban con el entrenamiento, y otras veces hiban a salidas ociosas, principalmente con Jalter, ya que ambos disfrutaban bastante de comer.
En ese tiempo Goku les fue contando un poco de él a las chicas, de buenas a primeras les dijo que no era un humano y que venía de otro mundo, información que naturalmente las impacto, aunque Juana ya estaba previamente informada de ello así que no estaba tan sorprendída.
Actualmente todo lo que sabían de él era lo que había hecho hasta los acontecimientos de la derrota de Piccolo Daimao.
La última información importante de lo sucedió en las últimas semanas era que el entrenamiento estaba próximo a comenzar, solo esperaban a que Goku consiguiera "algo" que sería fundamental para el entrenamiento.
Ahora estando en la actualidad. Goku hiba caminando en un pueblo de alguna prefectura de Japón, acompaño de la hermosa rubia, Juana, la cual llevaba puesta una blusa de color blanco, una falda color marrón que le llegaba un poco abajo de sus rodillas, y por último unas medias negras que le llegaban hasta sus muslos además de usar lentes para hacer un poco diferente su apariencia, porque, si a Superman le funcionó, ¿porque a ella no?.
Estaban en un pueblo con un supermercado para que la gemela mayor pudiera salir sin problema. Y mientras caminaban hiban hablando un poco.
- Vaya que te pagan bien en tu trabajo - diría Juana algo sorprendída por cuanto ganaba Goku como modelo, a la semana generaba dinero por encima de la media.
Era un salario bastante envidiable, parecía estar cerca de lo que ganaba alguien con un buen puesto en una empresa seria, el "boom" que había generado Goku en esa revistas era enorme, y si corrían con suerte se podría comercializar incluso internacionalmente.
- Si, no deja de ser un poco raro para mí, pero no me quejo - se encogió de hombros en señal de que no era tan importante.
- Me sigue sorprendiendo un poco tu actitud - se río un poco ante la actitud tan despreocupada del azabache, en las semanas que ha estado viviendo con él comprobó que definitivamente era único en su clase, y le emocionaba bastante saber que seguía después de que derrotara al Rey Demonio Piccolo.
Naturalmente hay algunas cosas que resultan poco creíbles en la historia que les contaba, gente animal conviviendo con normalidad entre los humanos normales, autos voladores, y las cápsulas Hoi-Poi, tampoco hay que olvidar mencionar las hazañas que había logrado de niño, habían visto algunas de sus habilidades por lo que eligió creer en lo que decía, además Goku no parecía alguien que fuese precisamente bueno mintiendo.
- ¿Compráremos lo mismo? -
- Si - respondió mientras miraba una lista de cosas a comprar mientras tenía una gotilla de sudor nerviosa, eran por así decirlo una familia conformada por varios glotones, así que la comida a comprar era considerable.
Mientras caminában un poco de bullicio llegó a los oídos de Juana, no era uno normal para un pueblo de ese tamaño, por curiosidad se detuvo para girar a ver, viendo que se trataba de una feria local, habían juegos de diversa índole, puestos de comida y dulces, incluso una cabina de fotos.
Y la rubia miraba eso con un pequeño brillo en sus ojos azules.
- ¿Quieres ir? - pregunto Goku qué había regresado, camino unos cuantos metros dándose cuenta de ya estaba solo, y al regresar a buscar a Juana pudo notar como ella miraba con cierto anhelo el lugar.
- ¡¿Qué?!... ¡¡Nononono!! ¡Por supuesto que no quiero ir! - negó de manera frenéticamente cómica usando sus palmas.
Pero incluso el propio Goku sabía que estaba mintiendo, estaba fingiendo muy mal.
- Se que mientes, tenemos tiempo, anda vamos - exclamó mientras comenzaba a caminar en dirección de la entrada de la feria, pero tomando la mano de Juana para llevarla con él.
Que por cierto, la rubia se había apenado un poco por lo repentino del contacto físico.
- ¡¡Joven pareja, sean bienvenidos a la feria que vino directo de Nankatsu!! - exclamó el guarda del lugar, dada la apariencia del saiyajin era relativamente sencillo confundirlo con alguien de no más de 25 años, además Juana ya se veía bastante mayor.
Pero el grito del guardia había ocasionado que la vergüenza de Juana aumentará, siendo que esta vez un pequeño rubor se le había hecho presente.
- ¡Bienvenidos a Niupi viajeros! - exclamó una mujer mayor viendo llegar a la pareja a su puesto, parecía vender las clásicas arepas dulces.
- ¿Uh? ¿Sabes que no somos de aquí? - pregunto Goku alzando una ceja.
- Por supuesto, en este pueblos todos nos conocemos debido a que nunca dimos el salto a la urbanización total - explicó con una sonrisa serena.
- T-te aseguró q-que esto no es necesario - negó Juana un poco apenada, a su parecer estaba haciendo que el saiyajin perdiera tiempo y dinero.
- Deja de preocuparte y diviértete, me da dos por favor - pidio con amabilidad mientras preguntaba el precio detrás de escena.
- Anda toma - ofreció Goku dándole una arepa a Juana, que aún apenada la recibió, y luego de mirar fijatemente el aperitivo por unos momentos finalmente le dio una pequeña probada quedando maravillada.
- ¡¡Delicioso!! - grito contenta comenzando a comer más rápido, nunca había tenido la oportunidad de probar algo así.
Terminandoselo muy rápido. - ¡¿Puedo tener uno más?! - se le acerco a la señora poniendo sus manos en el mostrador con algo de fuerza mientras sus ojos brillaban. Pero en ese preciso instante se dio cuenta de su comportamiento.
- Etto... Perdón... Yo no... - se alejo un poco sintiéndose apenada, con la señora por creer haberla mostrado, y con el saiyajin al creer que está abusando de su buena voluntad.
- Jaja!, tranquila, otros dos por favor - se río Goku acariciando levemente la cabeza de Juana mientras se terminaba su dulce, él también quería más.
Minutos después los dos estaban caminando en dirección a otro puesto, cabe mencionar que Juana llevaba una pequeña caja que contenía algunos dulces para las chicas que estaban en casa.
- Eso se ve divertido - dijo Goku viendo un puesto donde habían juguetes, tomó la mano de Juana para llevarla a rastras al lugar, aún estaba algo tímida por estar en la feria.
- C-con los dulces son suficientes, y-ya podemos irnos - pidió no siendo capaz de ver lo que hacía el saiyajin, debido a lo pequeño que era el mostrador Goku era capaz de cubrir todo con su cuerpo.
- ¡GRRRUUAAH! - fingió el grito de un monstruo mientras "atacaba" a Juana con una especie de marioneta que parecía ser un hipopótamo.
Quién sólo se comenzó a reír, debido al "ataque" estaba resibiendo cosquillas.
- Hejejeje de-detente po-por favor jejeje - suplico mientras reía.
- ¡Haha! Has sido derrotada - diría Goku mientras se detenía proclamándose ganador del "encuentro" que habían tenido,
Juana por su parte ya se había calmado, y escuchando eso solo inflo un poco una de sus mejías con molestia y enojo.
Tomando otra marioneta arremetió también "con ferocidad" en contra del guerrero, desatando una pequeña pelea de peluches entre ellos, todo siendo observado por el muchacho que atendía mientras pensaba si hiban a cómprarle o no las pequeñas marionetas.
Tras unos minutos de estar jugando como niños pequeños en pleno paso público ambos se fueron del lugar, aunque por petición de Juana Goku terminó comprando las marionetas que habían usado para jugar, primero ella quería un recuerdo de ese momento (aunque no lo quiera admitir por pena) y segundo (que fue lo que dijo en voz alta) que era lo correcto por haberlos tomado sin permiso del dueño.
- ¿Po-podemos ir allí? - Juana señaló que a un puesto con vergüenza, ya hiba perdiendo un poco su pena de estar ahí, lo suficiente como para ya no estarle rogando al saiyajin que se fueran.
Goku asintió sonriendo, a lo que ambos se acercaron a un juego que parecía ser de pesca.
- ¡Bienvenidos sean a la pesca con palas de papel!, ¡¿Listos para probar su velocidad y destreza?! - hablo el encargado con una enigmática sonrisa.
- ¿Palas de papel?, no es eso acaso ¿imposible? - cuestionó Juana por la naturaleza del juego, parecía ser un juego amañado para que nadie ganará y simplemente los participantes perdieran su dinero.
A lo que el tipo negó. - Podrá parecer imposible, pero sólo es muy difícil, por ello mi tarifa es la más baja de todas - señaló con su pulgar un letrero mientras sonreía, ambos miraron y era cierto, este juego valía casi nada participar.
- ¡Bien, probemos a ver que tal! - exclamó eufórico el saiyajin, por las palabras del encargado ésto parecía ser un reto.
Juana fue la primera en pasar, por lo que el tipo comenzó a explicarles la dinámica, era una gran pecera y usando la pala de papel deberían pasar los peces a una pequeña pecera que se les va a prestar, como la pala es frágil debían ser rápidos y precisos.
Juana estaba parada frente a la gran pecera analizando el panorama de los peces, mientras Goku estaba a su lado sosteniendo la pequeña pecera en la que debería meter sus "capturas", ésto no hiba en contra de las normas, en caso de no venir acompañado de alguien más, el mismo tipo del puesto te ayudaría con la pequeña pecera.
El tipo dio la señal de comenzar por lo que Juana analizó intensamente sus "presas", mirando uno que aparecía perfecto para ser atrapado, alejado del resto siendo perfecto para no dañar la pala, por lo que un rápido y contundente movimiento metió la pala al agua justo debajo de ese pez sacando con fuerza y tirando a su pecera "su captura", regresando rápidamente su vista a la pecera viendo cual otro pescar, y viendo con atención a un pez que era sospechosamente similar al que había capturado, girando su vista vio que efectivamente no había capturado nada y su pala estaba arruinada por el agua.
- AAaah - emitió un quejido de molestia, tristeza y decepción.
El vendedor para demostrar que no estaban siendo estafados tomo el mismo una pala que fue verificada a su petición por la chica, bajo lentamente la pala al agua y colocándola debajo de un pez y con un hábil movimiento de muñeca el pecesito terminó dentro de la pequeña pecera, y la palita de papel seguía intacta, siguiendo así con varios peces más para una mejor demostración, todo bajo la atenta mirada de Juana y de Goku, que tenía una mirada de analizar los movimientos del hombre.
- Su turno joven - ofreció una pala al saiyajin que la tomó parándose frente a la pecera, con Juana a su lado sosteniendo la mini pecera espectante al resultado.
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- ¡Jejeje! - se reía contenta Juana mientras llevaba abrazado un peluche.
Goku había ganado de forma magistral el juego, para sorpresa de todos, y el dueño estaba bastante contento, de que alfin alguien había entendido como funcionaba su juego.
- No sabía que eras tan bueno con los juegos -
- No creo que sea bueno, solo imite lo que hizo el señor - explicó mientras comía un dulce, le había puesto sumo cuidado a lo movimientos que había hecho, y los replicó a la perfección.
- Gracias~ - hablo Juana atrallendo la atención de Goku. - Incluso de niña nunca hice cosas divertidas como ir a una feria, de verdad te agradezco el agradable rato que pasamos - al finalizar le dio una hermosa sonrisa al saiyajin mientras cerraba sus ojos.
- Bueno, también fue la primera vez que hago algo como ésto y fue agradable hacerlo contigo, me alegra que lo hayas disfrutado - respondió mientras le acariciaba un poco la cabeza a la rubia. - Deberías de sonreír más ¿sabes?, te ves muy linda así - hablo con sinceridad para luego darse la vuelta para ir a otro puesto.
Juana al escuchar eso se quedó inmóvil justo donde estaba parada, esas palabras tan sinceras le habían llegado eran palabras simples pero le habían hecho sentir muy especial, tal fue el impacto que había comenzado a sentir un fuerte calor en sus mejías.
- "¿N-no s-será q-que?" - tartamudeo de forma linda en su mente mientras se llevaba las manos a sus mejías rojas mirando hacia abajo muy apenada.
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Fin del capítulo.
Cómo dato el juego de la pesca usado una pala de papel lo saque de una web novel chica o japonesa (no se realmente) que leí hace tiempo.
Espero y les haya gustado el capitulo, leeré sus opiniones cuando tenga la oportunidad, nos vemos.
¡Bye!
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