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Misión rescate


Con la participación de Eric Balfour como Vincent (Vinny)

Poco después de que Dean lo dejara sano y salvo en su departamento, Lucian buscó un cuchillo en la cocina y se efectuó un pequeño corte en el brazo, con la sospecha de que así se quedaría por haberse vuelto, inexplicablemente, humano otra vez.

En pocos segundos esta cicatrizó hasta desaparecer, revelando que aún conservaba su poder de regeneración, a pesar de la nueva situación de la dimisión de su sed eterna.

No podía encontrar una explicación pero había comenzado cuando Jason le dió de beber... ¿habría algo especial en él? no podía ser de otro modo.

Sin saber que hacer se recostó un momento mirando el techo y abrazando la almohada, luego volteó de lado y la puso sobre su cabeza dispuesto a dormir un poco.

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8:45 PM en el hospital.

Un joven completamente golpeado ingresa y los paramédicos detallan que ha recibido una golpiza en situación de robo, múltiples contusiones y pérdida del conocimiento, presión bajando y probablemente derrame interno a causa de la rotura del vaso.

Lucian lo deriva a tomografía y rayos x, para tener un panorama certero y Dean es el encargado de verificar los resultados de los estudios para comunicárselos posteriormente, pues además hay otras dos emergencias en curso en ese momento.

Él y un grupo de tres personas más, lo trasladan llevando con ellos un equipo portátil de reanimación en caso de que entrara en crisis durante el proceso de diagnóstico.

Al regresar las noticias son bastante desalentadoras:

-El vaso a sobrevivido -le anuncia Dean a su jefe- la hemorragia proviene de una herida en el estómago, tuve que utilizar dos sondas para descomprimirlo y la presión cayó al menos dos puntos, tenemos que suturarle la herida lo antes posible, aunque lo que realmente me preocupa es que tiene un sólo riñón, y está muy comprometido.

-Es una cirugía sencilla, la haré en cuanto lo tengan preparado... -respondió Lucian-.

Tras la operación lograron detener la hemorragia y estabilizar la presión, ahora todo dependía de la evolución de su herida principal, la vida de Matt Callahan pendía de un hilo extremadamente delgado y el joven director ordenó dándole a la enfermera los datos pertinentes en un papel:

-Brandy... ingrésenlo en la base de datos... probablemente requiera un trasplante en los próximos días-.

-¡Sí, doctor Page! -dijo la enfermera marchándose inmediatamente con la planilla-.

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-Familiares de Matt Callahan... -llamó Lucian sobre las once menos cuarto dando los partes. Tanto Rose como Vincent ingresaron a escuchar lo que el doctor tenía que decirles.

Y al salir la joven madre se desmoronó en el suelo inconsolable, su marido la abrazó prometiéndole que todo estaría bien, que su hijo era fuerte y que saldría adelante.

Sam que estaba allí acompañando a Travis por encontrarse aún su tía en terapia, no pudo evitar querer hacer algo... y se presentó ante ellos a fin de poder a través del contacto de sus manos averiguar algo más acerca de lo que estaba pasando, ya que muchas veces al tocar a alguien podía recibir imágenes.

-Disculpen, mi nombre es Samaél Turner, ahora estoy acompañando a un amigo pero trabajo en cuidado de enfermos, si necesitaran algo no duden en llamar, me encantará ayudar -le dejó una tarjeta a Vincent. Luego volviéndo a tomar la mano de Rose, tras haber descubierto el triste problema que había desencadenado su crisis de nervios le dijo- no pierda la esperanza señora... -su tono y su mirada lograron transmitirle paz y a falta de palabras solo pudo apretar un poco más sus dedos.

Cuando Travis salió luego de recibir el parte de su tía, sin demasiadas novedades, Sam tuvo a Lucian delante por un momento y le pidió hablar con él.

Luego de terminar de dar los informes el director se hizo un momento para hablar con Sam y este le explicó que se había enterado de que estaban buscando un donante de riñon para un chico llamado Matt Callahan, y quería hacerse una prueba de compatibilidad.

Por supuesto él estuvo de acuerdo y le pidió a Jason que le tomara una muestra de sangre y la enviara al laboratorio. Cosa que al mayor le cayó como un balde de agua helada aunque no dejó entrever a Lucian esta situación.

Finalmente el estudio reveló que tenían una compatibilidad altísima y le hicieron firmar al castaño unos papeles al momento de internarlo.

Para cuando Sam entró al quirófano el riñon de Matt había dejado de funcionar hacía veinte minutos.

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"¿De verdad tenías que meterte en esto Sammy?... ¿no entiendes que podría estar viendo tu futuro en este chico?... Cass tendrá que apoyarme, no pienso permitir que te conviertas en el próximo Matt Callahan..." -piensa Dean mientras Lucian extrae y sostiene el riñón del castaño entre sus manos que en segundos más implantarán en el cuerpo del chico de 16 años...

Otro cirujano asistido por Dean y el instrumentador se dedican a suturar las heridas del donante, mientras Lucian se aboca a implantar el nuevo órgano trás remover el que ha dejado de funcionar.

Los dos equipos terminan casi al mismo tiempo y en la pileta donde se lavan las manos Lucian se acerca a Jason notando su tensión contenida.

-Fue una noche ardua...-.

-Me alegra que terminara... -soltó Dean que sólo de sentir el cálido tono de voz de su jefe ya se sentía completamente mejor- todo salió bien gracias a tí... -agregó-.

-También hiciste un excelente trabajo -le hizo saber Lucian- ¿te gustaría ir a la cafetería? Necesito algo dulce... -agregó pronto-

-Si yo igual, vamos...

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Comenzando a volver de la anestesia el menor preguntó a su hermano que estaba junto a él.

-¿Cómo está el chico?...

-Superó la operación, lo trasladaron a internación hace unas horas... está evolucionando bien... fue muy lindo lo que hiciste pero ¿no podrías sólo haberle enviado un ángel?...

-Ni siquiera pensé en ellos en ese momento... además no son de fíar... pero si crées poder convencer a Cass por favor...

-Por supuesto que lo hice -dijo enfáticamente y agregó- yo sé lo que és estar en ese lugar, he estado contigo más de dos veces... -sus ojos se humedecían rememorando las emociones- pero todo irá bien -agregó el mayor- no tengo dudas de eso, podríamos pedirle a Cass que te reponga el riñón perdido-.

-Quiero que sigan siendo amigos así que no hables con él para pedirle nada... no es necesario... no quisiera ser el responsable de que piense que sólo lo llamas para sacarle partido.

-Es Cass, él mismo vendrá ya que se preocupa por tí del mismo modo en que yo lo hago.

A Sam le dió un escalofrío que le puso la piel de gallina y comenzó a temblar pero Dean no lo notó.

Entonces, casualmente el mayor se separó de él por un momento para ir al baño privado de la habitación. Y Crowley apareció:

-Déjame decirte que ese camisón no te queda... -expresó en un tono cálido el de los ojos rojos- ahora si te pusieras de pié eso sí que sería algo digno de verse...

-Volviste -soltó Sam alegre y sintiendo un gran alivio de verlo, en voz algo baja- ¿ahora sí vas a dejar que tenga ese lindo trasero sólo para mí?

-Lo pensaré si te quedas quietecito ahora... -dijo conteniéndolo en su reflejo de querer reclinarse-.

-No tienes que hacer nada que no valla contigo, de verdad no es importante... -le sonrió y la dulzura en su mirada y su voz le atravezaban el alma haciéndo latir su corazón más fuerte- ¿estás en modo invisible?, porque Dean está en el baño y puede salir en cualquier momento -hubo de advertirle-.

-Está bien no te preocupes -le respondió a la vez Crowley en tono dulce e íntimo y a continuación le dió un pequeño beso a través del cuál, fortaleció mediante su energía, la amnesia que lo apartaba de los recuerdos que podían matarlo, a fin de que cuando Castiel hiciera contacto, no terminara por desbaratar su frágil estado-.

Cuando separó sus labios, pronto desapareció y el menor perdió la memoria de haberlo visto, pero ya no se encontraba asustado sino tranquilo.

-Hola, venía a ver cómo estabas... -lo saludó el señor Callahan muy contento al hallarlo despierto-.

-Hola -lo saludó Dean que en ese momento salía del baño-

-Quería darles las gracias de nuevo...

-¿Cómo está Matt? -preguntó Sam enseguida recordando su nombre-.

-Se encuentra fuera de peligro, el riñón que le donaste trabaja como si le fuera propio... la compatibilidad entre ustedes es algo que los médicos no pueden explicar... ¿qué posibilidades hay de que fueras mi hijo?... -respondió medio en broma medio en serio el señor Callahan-.

-Ninguna...-respondió Dean en un impulso-.

-Sí, lo sé... -se sonrió él y entonces preguntó- ¿Y sus padres? ¿tuvieron ocasión de avisarles? -quiso saber el extraño y de paso se sentó en la silla vacía al lado de Sam tomándo su mano por un momento -.

-Los dos murieron... -le respondió el mayor- sólo quedamos nosotros.

-De verdad lo siento mucho...

-Fue hace tiempo... -aclaró el rubio-.

-¿Y sus abuelos, sus primos? -volvió a inquirir Vincent-.

-Muertos también, me temo que no tenemos una larga expectativa de vida en nuestra familia -agregó Dean enseguida-.

-¡Qué terrible! ahora veo qué los llevó a trabajar en medicina...

-Sí bueno... algo de eso hay... -dijo sinceramente el mayor, a quien las palabras de Vincent le habían desnudado el alma, pues todos los conocimientos que había incorporado de medicina, los valoraba más en todas las veces que había logrado salvar la vida de Sam-.

-Quiero que sepan que para lo que pudieran necesitar de ahora en más, dinero, casa, trabajo... ya no estarán más por su cuenta.

-Señor, por favor, no es necesario, le agradecemos mucho pero de verdad... -se apresuró el menor-.

-Esta mañana podría haber estado enterrando a mi hijo, el mejor panorama que podíamos esperar era que quedara confinado a una máquina de diálisis con tan sólo dieciseis años para ganar diez o doce años más, hoy tiene la posibilidad de una vida normal por ustedes, no hay dinero en el mundo que pueda pagar lo que hicieron.

-Genial porque no lo hicimos por dinero... A Dean y a mí nos encanta ayudar, y si Matt y yo no somos hermanos, todo parece indicar que bien pudimos serlo.

-Quisiera que alguna vez puedieran llegar a ver en mí a un padre, porque aquí en mi corazón, de verdad los siento como mis hijos... van a decir que estoy loco, pero ¿no piensan que tal vez desde el cielo sus padres querían este encuentro? ¿Para que ustedes pudieran tener de nuevo un hogar y una familia? -los miró-.

-Oye... aún no nos dices tu nombre amigo... -intervino Dean-... no pareces tan mayor como para ser nuestro padre.

Sam en cambió respondió más dulcemente:

-No creo que estés loco, de hecho siento que estás en lo cierto... -le dijo desde el fondo de sus sentimientos-.

-¿Me darías tu número para poder estar en contacto? -le preguntó el adorable extraño-.

-Será un placer señor Callahan -Sam lo anotó en su teléfono y él mismo oprimió la opción de guardar antes de devolvérselo-

-Definitivamente estarán invitados a almorzar los fines de semana, y como les dije pienso ver por ustedes de aquí en el futuro, y lo haré porque soy el dueño de una cantina muy popular... casi lo olvido, mi nombre es Vincent, pero me llaman Vinny.

"Yo te llamaré papá" pensó Sam para sí. Había sentido en él esa corriente de amor que sobrepasaba a la de cualquier amigo y tampoco era atracción, simplemente amor genuino. Finalmente le respondió sonriéndole con un brillo especial en la mirada-.

-Yo soy Samaél y me dicen Sam pero ya lo sabías...-.

-Mi nombre es Dean y me dicen Jason o Jay, porque ese és mi segundo nombre -le estrechó la mano el rubio- y siempre quise tener un padre que organizara buenas fiestas- a lo que Vincent respondió- mis hijos tienen barra libre a menos que tomen como una veintena de "raiders"... Entonces solo les pido el cincuenta por ciento...

-Él sólo toma por dos o tres tipos, pero siempre te pagará -intervino Sam y los tres rieron, se veían muy felices-.

-Bueno... tengo que volver... -dijo Vinny viendo el reloj- en diez minutos van a dar los partes del mediodía.

-Vé, así luego nos cuentas cómo se está recuperando nuestro hermano... -lo animó Sam a que partiera-.

A Dean también le agradaba el sujeto a pesar de ser un entrometido que había entrado haciendo demasiadas preguntas personales y poniéndolo un poco incómodo.

Poco después Sam tuvo una nueva visita:

-¡Hola Sama...! -entró Gray a saludar, quien se había enterado por su amigo Harry acerca de lo sucedido. Pronto quedó impactado al ver que Dean lo acompañaba:

-¿Dean?... ¿se conocían?

Recordando que se trataba del amigo wicca de su hermano, que debía desconocer su filiación sanguínea, éste le respondió:

-Algo... él es mi contacto en Mongolia.

-China -lo corrigió Sammy feliz de que su secreto permaneciera a salvo- él es Grayson, el chico al que ayudaste en Colorado...

-¿Alas de libélula giganes... ojos negros... piel verde gris... garras, dientes de piraña y un peinado Punk hecho de cartílago en la cabeza...? -le enumeró Gray para ver si lograba hacerle recordar...

- Sí, claro... asintió el cazador.

-Conocí uno de esos mucho antes de conocer "Resident Evil" -rió Gray intentando romper el hielo con el apuesto cazador-.

-Discúlpame -dijo Sam entonces- iba a presentarlos solo que Dean ha tenido una agenda muy complicada últimamente, ni siquiera esperaba verlo por aquí... me dijo... "no me busques, yo te encontraré a tí"... hace como tres semanas...

-Bueno... te encontré... al menos lo que queda -bromeó el mayor-.

-Empezaba a creer que tendría que conjurar un hipogrifo para remolcarte junto con el auto... -bromeó el castaño a su vez-.

-Toma... te traje un libro... -dijo Gray acercándoselo- para que sigas ejercitando tu inglés...

-¡Dios...! -lanzó Sam con entusiasmo al verlo-.

-Te habías quedado colgado el otro día viéndolo...

-Es genial, no tenías que molestarte, muchas gracias -respondió alegre-.

-Sé que le vas a sacar provecho -sonrió el joven wicca con mucha calidez- los chicos dijeron que pasarían más tarde -agregó amable-

Sam sonrió y entonces les propuso:

-Tengo una idea ¿Porqué no salen a tomar algo?... Dean no ha comido nada y yo no puedo ni tan siquiera tomar un vaso de agua por la anestesia... -cuando vió que el mayor dudaba agregó- y muero por ojear mi libro... -con lo que terminó de encaminarlo-.

-La cafetería del hospital tiene excelentes pastelillos -dijo Gray al mayor ni bien salieron al pasillo-

-Si... además es lo más cercano -agregó él-.

Hacia allí se dirigieron y cuando se acercaron a la barra, Gray saludó al chico tras ella:

-¡Buenos días Stan!

-Hola Gray... ¿un amigo? -Stan Kingley tomaba turno a partir de las ocho por lo que, oportunamente, jamás había llegado a conocer a Jason Sterling-.

-Sí, ¿Qué vas a tomar Dean?

-Capuchino...

-Bueno... que sean dos... -se sumó Gray- y llevamos cuatro muffins con chispas -agregó el rubio-

-Siéntense donde gusten, enseguida les llevo el pedido...

-No te preocupes, haznos una señal y vendremos, sé cómo es esto... -le respondió Dean amable y decidido-.

-¿Cuanto es?... -sacó Gray un billete de veinte dólares.

-Guarda eso, esta va por mi cuenta -dijo Dean sacando la billetera-.

-Por favor Dean, es lo menos que puedo hacer... -le rogó Gray-.

-Ya invitarás la próxima, ¿porque no nos sentamos por ahí? -señaló el lado de la ventana.

-¿Y cómo se conocieron con Samaél? -quiso saber el joven wicca-.

-Internet... necesitaba información acerca de una pieza y supo responder a mis preguntas en el foro. Al principio creí que era una especie de Indiana Jones Japones. Me ha ayudado a distancia en varias oportunidades. Cuando llegó de viaje me encontraba varado en un pueblo a más de 5000 kilómetros, el mecánico tardó más de dos semanas en conseguir el repuesto para reparar mi auto.

-Es lo que ocurre en los pueblos pequeños ¿Así que nunca se habían visto?

-No en persona, y la verdad me costó aceptar que no fuera asiático.

-Es que sus padres y él mismo nacieron en Norteamérica, pero se lo llevaron a vivir cuando tenía dos años de edad, entonces es tan chino como cualquier otro. Yo lo conocí hace un par de meses en una reunión a la que asistió acompañando a su tía... soy Wiccano igual que ellos, también reikista... y puedo ver las auras...

-¿En serio?...

-Así es... todo el tiempo

-¿Incluso de día?

-De día... noche... a veces incluso las de seres que no se encuentran en este plano de existencia.

-¿Te refieres a fantasmas?

-En parte...

-Debe ser difícil...

-Desde que estuve en las garras de ese monstruo con mi hermana, no tengo la más mínima necesidad de cerrar mi mente a los sucesos paranormales o extraños... se que puedes entenderme a la perfección.

-Sí que lo hago... es la señal... voy por los cafés -le avisó Dean y se levantó a buscarlos cuando regresó quiso decir-.

-Deben volverte loco preguntandote siempre lo mismo pero... ¿alcazas a ver de qué color es mi aura?... -inquirió Dean al regreso-.

-Las auras no tienen un solo color, pero en la tuya predomina el amarillo... sin embargo en este momento su brillo no es todo lo intenso que debería, lo que significa que no te sientes muy bien anímicamente, a pesar de que te muestres ecuánime.

-Realmente entiendes de auras.

-Algo me dice que todavía no sabes cómo protegerte de las entidades incorpóreas de baja frecuencia... son procedimientos sencillos pero muy útiles, te ayudará a mantener tu ánimo arriba ¿te interesaría que te enviara información a tu correo electrónico?.

-Por supuesto, jamás terminas de saber lo suficiente en este rubro.

-Mi número -le extendió Gray una hoja que había arrancado de su libreta- por si algún vez necesitas mi ayuda o algún consejo.

-Gracias, lo guardaré ahora mismo -le dió Dean una sonrisa y empezó a escribir el número en su celular para agendarlo-.

-Pásame una dirección de correo electrónico y te enviaré la información apenas regrese a casa... -le entregó esta vez libreta y bolígrafo para que lo anotara.

-¿Samaél y tu andan en algo? -preguntó Dean intentando sonar despreocupado mientras escribía-

-Hemos salido una o dos veces en grupo... -Gray no necesitaba ver su aura para darse cuenta de que sentía algo por él, por lo que también deslizó- su visa expira en dos meses si no me equivoco... luego de eso regresará a China así que no creo que volvamos a verlo por largo rato-.

Con esto Gray intentaba recordarle que Sama no era alguien con quien fuera buena idea pensar una relación.

En ese momento la moza que había llegado un poco retrasada se acercó para ver si necesitaban algo más.

Dean encargó otra ronda de pastelillos.

-Hola, ¿como estas Alex? -saludó Gray- ¿Buenas noticias? -adivinó al notarla tan animada.

-¡Ni te imaginas! -le sonrió entusiasmada- ¿que tal las cosas con Tyler? ¿sigue confundido?

-Tal vez más que antes... -dijo y se notaba resignado- pero háblame de tí, ¿la buena noticia tiene que ver con Robert?

-¡¡Ayer me llamo por teléfono y estuvimos hablando como dos horas!! ¿puedes creerlo? Me dijo que no había podido dejar de pensar en mí desde que nos vimos y me pidió si podíamos salir hoy en la noche.

-Imagino que aceptaste.

-Me recogerá en su auto... va a pasar por casa dice que quiere saludar a mis padres.

-¡Wow! ¿Te gustaría tener apoyo solo por si acaso? Tyler y yo podríamos ir a cenar a donde sea que fueran, te metes al baño y me envías un texto.

-Ok, sí lo haré aunque espero que sea la mejor noche de mi vida -le agradeció la castaña de 23 años- es lindo contar con ustedes.

-Lo será, estoy seguro, y tal vez Dean quiera reemplazarte en la cafetería... -bromeó el rubio-

-Soy de los que se comen medio local mientras trabajan, les advierto -les hizo saber el Winchester haciéndose el gracioso-.

-Bueno... no pongas eso en el currículum -bromeó la joven antes de marcharse-

-El otro día me quedé preocupado, ¿pudiste encontrar a tu hermano?... -agregó Gray recordándolo-.

-Sí, apareció... -le respondió Dean de inmediato-.

-¡Qué bueno!

-Gracias por preocuparte... -agregó luego con una sonrisa tímida-.

-Para lo que necesites quiero que sepas que puedes contar conmigo -le ofreció Grayson-

-Igualmente -le devolvió Dean haciendo un esfuerzo por no echarse a llorar con tantas emociones que le provocaba su situación -me pediré un jugo de naranjas ¿se te antoja algo más?... -dijo entonces el joven cazador en un intento de cambiar el rollo-.

-Sí, me encantaría otro jugo -aceptó el rubio-.

-Bien voy a la barra a encargarlos -se levantó el Winchester-.

-Pero ¿y Alex?

-Está ocupada.

Con una nueva ronda de tostado y los vasos de exprimido siguieron conversando un rato más.

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