-Madre... ¿a qué debo el honor de tu visita esta vez? -preguntó el rey tras la llegada de la esbelta dama de cabello rojo-.

-Me temo que tenemos que hablar acerca de un asunto un tanto delicado...

-¿Y cuál sería ese asunto exactamente?... explícate bruja... -dijo conteniendo el aliento mientras una docena de demonios lo iban rodeando-.

Con solo levantar la mano Rowenna fue capaz de atraer al moreno hasta ella con ímpetu que lo tomó por sorpresa y no tardó en decir:

-Es mi placer, así como mí deber, informarte que el sueño se terminó... ¿un simple "dealer" en el trono? siempre te dejaron saber que era sólo un chiste gracioso para ellos que portaras la corona... el bufón haciéndose tratar de alteza, ¿De verdad creíste que el carnaval jamás iba a terminar amor? Estás ante tu nueva reina, arrodíllate ahora y muestrame tu lealtad entregándome lo que por derecho es mío si deseas alcanzar misericordia...

-Ya veo... como en los viejos tiempos, con una serpiente a la cabeza... -habló calmadamente el moreno- no tienes mi lealtad madre, ni mi consentimiento... -agregó con cierto aire de desafío-.

-Y tú, hijo... no tienes alternativa.

Con un hechizo que tenía guardado Crowley consiguió alejarse, ya que aunque no imaginó que su madre vendría a reclamar el trono, si había contemplado la destitución desde un principio.

"Espero que sepas lo que haces..." -le dedicó a Rowenna un último pensamiento-.

Sabía que como no se lo había entregado voluntariamente, tardaría al menos 24 hs en quitarle todo su potencial y se teletransportó hasta la casa de los Winchester para avisarles acerca de la nueva situación.

Se encontraba tan consternado que le resultaba difícil pensar en lo que fuera. Al llegar al hall del bunker vió a Dean atravesar a Sam en el hígado con la espada de hueso... una herida no lo suficientemente profunda ya que lo que perseguía era que pudiera desangrarse lentamente.

Fue todo un impacto para el rey del infierno.

Momentos antes de que ocurriera, el menor se había acercado a su hermano para preguntarle si se encontraba bien, ya que había vuelto apestando seriamente a wisky y no había saludado siquiera, teniéndo un aspecto algo ido...

-Eso creo... -le respondió el mayor con sus pupilas cambiando instantáneamente a negras tras haberlo lesionado- ¿sorprendido? -dijo sarcástico ante la reacción medular de Sam que abrió bien grandes los ojos tras notar el cuchillo hundirse en su carne que inmediatamente provocó en él una sensación helada- tambien solía creer que esto sería difícil, por el contrario, ¿fue tan sexy... yo atravezándote... tú empezando a correrte... -rió sarcástico y muy cerca de su cara- sé cuanto te excita la muerte cariño-.

-¡Déjalo en paz imbécil! -le envió Crowley un ataque psíquico haciéndolo retroceder-.

-¡¿Todavía existes?! -preguntó divertido el demonio-.

Pero Sam no iba a desperdiciar el tiempo que por sí mismo se agotaba, por lo que buscó la mirada del moreno para decirle:

-En mi habitación hay una espada... Excálibur, tómala y vete, localiza a las almas reencarnadas de Merlín o el rey Arturo y dáselas... sólo ellos podrán liberar su verdadero poder y poner a Dean a salvo.

-¡Oh... no! ¡No puede ser...! ¿Encontraste un arma que será letal para mí cuando logré empuñarla un fantasma? -se burló inevitablemente "Nightmare"- será un lindo mondadientes cuando acabe con los dos...-.

Crowley vió en aquel momento las prístinas orvitarlo... la última voluntad del rey de la luz... la señal de su despedida... -pero en lugar de paralizarse, sintió fuerzas y determinación para luchar, tras recordar la frase que la espada del rey Arturo llevaba grabada en su filo... "A quien posea esta espada, su sangre no será derramada en tierra", la convicción de que ese objeto sagrado sería capaz de sanar la herida mortal del castaño hizo que le enviara a Sam una mirada de asentimiento y partió por ella...

Tras ganar el pasillo, vió repentínamente las prístinas cambiar de dirección, llendo ahora en hilera hacia otro sector de la casa. Tuvo la sensación de que le estaban mostrando el camino.

Siguiéndolas, entró en la cocina donde estaba encendido el horno... el calor lo golpeó de inmediato como si hubiera estado encendido desde hacía tiempo, si como pensaba, la espada se encontraba dentro, debía de conseguir un paño para poder asirla y luego enfriarla bajo el grifo.

Mientras esto ocurría "Nightmare" volvió a hablar con el castaño:

-¿Sabes que fue lo que Dean sintió cuando te vió con el idiota de "Jake Elliott"? el dolor más intenso, porque nunca pudiste amarlo... el sabe que cualquier idiota tendrá más peso en tu vida por el sólo hecho de no ser cazador de criaturas... te encanta negar al hombre que entregó su vida por tí... para el cuál eras lo único que importaba....

-Yo amo a mi hermano... -dijo entre lágrimas- y tú lo sabes...
y el también, aunque ahora lo estés manipulando...

-¡¿Qué sabes de amar...?! Lo más conmovedor es que él lo entiende ¿sabes?... -le dijo en tono calmado y tomándolo delicadamente del rostro para poder controlar que sus ojos hicieran contacto- comprende que los demonios siempre serán tu sangre y tu verdadera familia... y ya está listo para dejarte regresar a la jaula, con tu "Tío Luci"... hogar dulce hogar, ya casi casi estás en casa niño... -en ese momento cambió sus ojos negros a rojo resplandeciente y las débiles barreras de Sam se rompían, las fuertes emociones que lo embargaron, le hicieron derramar lágrimas sanguinolentas- ¿puedes verlo Sammy...? seguirá ahí cuando cierres los ojos... y cuando los abras de nuevo te rozará su aliento cálido... entonces volverá a tocarte como lo hacía antes y podrás recordar, lo que de verdad se sentía ansiar con toda tu alma estar muerto... -se regodeo y el castaño sintió el filo de la espada en su costado esta vez más profundo y su respiración se movió al compás de los temblores que sacudieron su cuerpo presa de un pánico atroz-.

Al menor se le nubló la vista y sintió el cuerpo contrario acomodar el suyo contra la pared, sentado, antes de que todo se volviera silencio y oscuridad.

-¡Sammy! -soltó Crowley al notar las lágrimas de sangre en su rostro de mirada extraviada-.

Dean a unos pocos metros parecía estar en trance y el moreno notó que sus ojos eran verdes. La espada en sus manos resplandecía en un tercio del filo con una energía similar al magma y lentamente esta marca de fuego se iba extendiendo.

Sin perder tiempo Crowley puso a Excálibur en la mano del castaño pero nada ocurrió, y recordó que sólo a Arturo le habían sido dadas las palabras que liberarían su poder, por lo que debía entrar en la mente de Sam y lograr que las pronunciara una vez más antes de que fuera tarde.

Le llevó varios segundos más alcanzar el nivel de concentración necesario para poner su mente y percepción en expansión, pero lo logró pronto, y en ese instante tuvo a un golpe de vista la visión de que el aura negra del demonio estaba casi completamente entre la espada de hueso y el cuerpo de Sam y levemente enraizada aún a Dean. La muerte de Anathema cruzó por su mente, trayéndole la idea de que si podía poner a Dean en una frecuencia nociva para la entidad podría debilitarlo o al menos distraerlo de su objetivo.

Conectó con la mente del joven cazador y pudo activar las memorias relativas a Sam, los mejores momentos vividos con él, Dean comenzó a revivirlos en sueños, desencadenando las más puras emociones de alta frecuencia, tras poner un bloqueo (lo más fuerte posible) que le impidiera al demonio cambiar estos recuerdos tal vez por pesadillas o malos momentos, logró hacer contacto con la mente del castaño, que le llevó un poco más de trabajo y abrió sus registros Akashicos.

En una escena controlada por él, Crowley interactuó con Sam.

**************
-¿Acaso ya no me amas mi señor, que rendirás tu cuerpo al enemigo?... si así fuera pido vuestro perdón pues osaré morir por el mismo filo que razgue tu vida y se lleve el brillo de tus ojos... -dijo al joven en el suelo-.

-Ni siquiera el aire que respiro es más preciado para mí... -le respondió casi sin fuerzas- pero este cuerpo pesa más que el destino... mi humanidad me traiciona...

-Toma mi mano... Arturo... ella no te traicionará... -se la tendió y el joven la tomó para ayudarse a ponerse en pie, teniendo en su otra mano la empuñadura de Excálibur- te amo, así será hasta mi último aliento... -agregó volcando en estas sinceras palabras su alma misma y viéndolo a los ojos-.

El mal, personificado como un dragón negro del tamaño de una torre, apareció interrumpiéndo el beso que estuvieron a punto de entregarse, lanzando enormes lenguas de fuego hacia los lados, que los dejó atrapados dentro de un círculo de árboles en llamas, casi al instante.

-¡Quédate detrás Eliott... esta vez es mi turno de protegerte! -le indicó el rubio e inmediatamente después clavó su espada en la tierra-.

Un fenómeno extraño ocurrió en ese momento y vieron como enormes agujas de luz, comenzaban a brotar del interior del negro cuerpo de la bestia haciéndole lanzar atroces rugidos (el amor de Dean lo lesionaba seriamente socavando su estructura) parecía que su cuerpo se desmantelaba poco a poco, sin embargo esto no lo frenó, y el rey lo vió centrarse en ellos por lo cuál declaró en voz alta y clara:

"Disputatio Stone gladio in tenebris est, et tenebræ Razga vocem tuam ad fundamentum in ea"

Tras el hechizo, el filo de la espada se volvió de luz, y removiéndola de su puesto en un movimiento rápido, el rubio consiguió clavarla en el centro del paladar de la boca abierta del animal que venía a terminarlos.

En pocos segundos todo el cuerpo negro del dragón se volvió de luz blanca y la que resplandecía en el filo de Excálibur se expandió a continuación violentamente.

Crowley tuvo que interponer su mano ante la cegadora luz y terminó cerrando los ojos, sintiendo el inmenso poder golpearlo y atravesarlo.

De pronto comenzó a percibir una corriente de aire y al abrir los ojos para ver de donde provenía, se encontró en un vacío oscuro, y en presencia del joven rey de la luz, que delante de él lo observaba.

Las prístinas estaban ahora, orbitando alrededor de su verdadero dueño y se habían triplicado en cantidad, constituyendo en torno a él un verdadero enjambre de brillantes y diminutas luciérnagas.

El trajeado no fue capaz de articular palabra y el alidorado se acercó, diciendo con su sonrisa confiada de siempre:

-Cómo dije... Dean es mío y esa criatura acabó enterándose de la peor manera... -Crowley recordó las palabras dichas por él en la primera reunión- el Santo Grial jamás podrá ser tomado por el mal, ni alterado, ni mucho menos destruído...

-¿El cáliz con la sangre de Cristo es Dean y tú me lo confías? -lo cuestionó incrédulo-.

-Eres digno de saber de él porque sé que no te interesará tenerlo...

-Es verdad, siempre me bastará con saber que esta a salvo...

-El cáliz mismo a designado su propio guardián esta vez...

-¿Lucian De Gauss, el noble príncipe de los cuervos?... la santidad de ese hombre es innegable y sólo comparable a su enorme bellaza física.

-Nadie pelea por la vida con mayor pasión que Lucian, su devoción por el cáliz no tendrá fin así como tampoco la devoción del cáliz por su elegido -agregó el alidorado-.

-Lucian no es un guardián, él es un altar... -reflexionó el alquimista- el lugar que Dean debía ocupar en el mundo...

El señor de la luz no le dijo nada, pero quedó encantado de sus palabras, sí después le pidió:

-Ahora voy a tener que pedirte que en este lugar sagrado en el que se ha manifestado el cáliz te arrodilles, medites en tu corazón mis palabras y me respondas... Fergus Mac Leod, heredero de Merlín, ¿estarías dispuesto a aceptar la misión a la que has sido llamado, de proteger y servir al fuego que arde pero no destruye, defender al avatar del "Faro de la Humanidad" y resguardar la sabiduría y los sagrados preceptos de la Alquimia?

-En alma y cuerpo estoy dispuesto... -aceptó completamente enamorado de quien tenía delante-.

-Sólo un verdadero alquimista es capaz de transmutar el plomo espiritual en oro espiritual... -afirmó entonces el de las alas doradas- y el "final de tu camino" -agregó después- se ha transmutado ahora en "principio" - una solemne pausa y le pidió- levántate "guardián del fuego sagrado", "Maestro alquimista" y recibe de mis manos tu sagrada investidura...

Crowley se puso en pie y el alidorado le tendió una piedra de oro puro y sólido diciendo:

-La piedra filosofal no sólo otorga la vida eterna a su portador, también adquirirá la forma que sea requerida en momentos de peligro para resguardar al Avatar.

-¡Lo siento no seré digno todavía en muchas horas de tomarla entre mis manos! -se arrodilló pronto a sus pies cuando el alidorado quiso depositar la piedra en ellas, recordando que aún estaba repleto de oscuridad-.

-Sólo esas palabras ya te han vuelto digno... mi hijo querido...-oyó la voz de su madre a sus espaldas-.

Poniéndose una vez más de pie se giró para verla, y antes de que saliera de su estupor ella ya le extraía la negra chispa del cuerpo, que desaparecía pronto en su puño entre abierto, de dedos largos y perfectas uñas esculpidas, esmaltadas en color rojo bermellón.

-Madre -sólo pudo decir el moreno y la pelirroja pálida como la nieve se arrojó sobre él, aferrándolo en un cálido y fuerte abrazo. Lágrimas ardientes bañaron sus ojos en ese instante y comenzaron a rodar por sus mejillas sonrosadas, al sentir los brazos de Fergus atrapar su cuerpo con la misma calidez, esto le dió las fuerzas necesarias para decir:

-Tenía miedo... nunca había amado así en mi vida Fergus, como el día que te tuve entre mis brazos por primera vez... me aterraba haberme vuelto vulnerable... no podía permitirme ese lujo o los tres ibamos a morir... las brujas no son amigas entre sí sino rivales...

-Lo sé... siempre lo supe... y eres la persona más fuerte que conozco... no sólo sobrevivíste, llegaste hasta lo más alto... -le confesó con ternura y su voz tranquila hacía derramar más lágrimas a la pelirroja que con un poco más de esfuerzo agregó- ...es hora de enfrentar que algo bueno salió de mí, y que te amo... y amo profundamente al hombre en el que te has convertido... pero este amor tendrás que guardarlo para siempre en tu memoria y llevarlo contigo a donde quiera que vallas de ahora en adelante, porque una reina y futura emperatriz del infierno no puede retenerlo dentro de su propia alma...-.

Soltándolo para poder verle a los ojos, estaban completamente cubiertos de lágrimas y Rowenna tomó su mano para depositar en su palma un rubí, en el que alojaría definitivamente su amor por él, convirtiendo la gema en una especie de amuleto protector, el regalo que jamás le había dado en su cumpleaños.

El rey de la luz, de quien por un momento se habían olvidado completamente, hizo levitar la joya hasta colocarla delante de él y dijo:

-Existen muchas formas de ocultar un corazón a plena vista -la gema se hizo mucho más pequeña y encajó a la perfección en un dije con cadena de oro que colocó galántemente en el pecho de Rowenna- y pienso encargarme personalmente de forjar tantas joyas como desee su magestad... -la mujer se volvió un poco perpleja hacia el alidorado, quien apoyando sus dedos, en el dije, alejándolo apenas un poco de su pecho, expresó:

-Perfección... -luego viéndola a los ojos- la tentación en un nuevo y más atrapante concepto... cómo haré para convencerlos ahora de no aspirar a tí señora mía...

-Tus palabras no lograrán quitarme de perspectiva cariño... -sonrió Rowenna- pero si quisieras forjar algunas cosas para mí definitivamente tengo un par de ideas...

-¿Será un juego difícil verdad?... tan pronto me acomode estaré contactándola para ver ese tema... lo que no quería dejar de plantear es que un hijo siempre necesitará de una madre, y una abuela de sus nietos así que...

-¿Te refieres a que Sam y yo vamos a tener hijos? -no pudo evitar Crowley interrumpir-.

-Olvidarás eso... -le respondió Ken con una sonrisa y volviéndo a Rowenna le informó- la Rowenna que nació el 25 de diciembre regresará cada domingo para almorzar con su hijo, pasará un día en familia y luego volverá a las profundidades, pero en el infierno sólo habrá corrido un segundo, y ni siquiera ella misma recordará que su corazón todavía existe... -la mitad de las prístinas se movieron desde el alidorado hasta quedar frente a la peliroja, empezaron a interconectarse y le arrojaron una luz dorada que luego se concentró en el dije y desapareció.

Madre e hijo observaron al menor asombrados, quien les respondió:

- "Y así amigos míos es como se hace un milagro".

Llendo una vez más hacia el hombre de traje, puso en su mano la gran piedra de oro y esta desapareció, fusionándose con él en su espíritu.

-Prometiste cuidar a Sam, ahora hazte cargo... -no dudó en agregar el joven enviándole una sonrisa-

-Oye no hables así de él, Sam puede ser un poco inestable... pero no es fácil ser perfecto ahí abajo... además cuando los planetas se alínean y puedes verlo siendo "él mismo", sabes que cualquier tormenta valdrá la pena...

-Ya estás hablando como mi cáliz favorito...

-¿Existen más?

-En el tiempo existen muchos pliegues... En cada pliegue millones de mundos y las huellas del amor están por todas partes...

-No sólo las del amor, pero asumo que a ustedes dos no les interesa... -agregó Rowenna de buen ánimo-.

-Como te metas en mi terreno te patearé el trasero mamá -le dejó en claro Fergus a su atractiva madre-.

-Con lo aburrido que eres, tal vez si quiera me dejes pasar... -sonrió con fingida indiferencia-.

-No mientras tengas puesto el traje de zorra -volvió a sonreírle el moreno-.

-Ya veremos... y que no se te olvide controlar a tu mascota cielo... -dijo Rowenna en relación a Sam, y lo abrazó, luego agregó- te veré en tres días...-

-Te veré en tres días -le respondió él, obligándose a dejarla partir puesto que la amaba tanto... y finalmente la bruja desapareció-.

******************

-Ahora que por fín estamos solos... hay una cosa importantísima que debo pedirte antes de regresarte allá abajo... utiliza en Sam el hechizo de Éiri...

-¿Broméas cierto?

-Sólo la tierra tiene el poder de restaurar mi alma...

-Y tal vez ella decida guardarte en su seno para preservarte... nadie ha regresado de ese hechizo Ken... es una locura... podrías quedar atrapado...

-Dean volvió, Sam lo trajo de regreso... vamos confía en mí, ¿crees que despertaría a mi guardián si realmente hubiera decidido echarme a dormir una siesta eterna? ... lo necesito para volver a ser yo mismo... para vencer a Lucifer definitivamente y demostrarle que a pesar de todo lo que hizo yo estaré bien, he incluso mejor que antes...

-De acuerdo, lo haré pero regresa... porque si no lo haces aunque me lleve mil años reuniré las prístinas necesarias para lograr que la tierra te escupa de nuevo, porque de eso se trata mi trabajo...

-Olvida lo de los bebés ¿Sí? -le dió el alidorado la orden- pero recuerda por favor mi encargo... -lo besó en la frente y Crowley regresó a su cuerpo-.

**************

Sam seguía tirado sin conocimiento, el moreno lo llamó pero no consiguió que reaccionara. Levantó su ropa ensangrentada para descubrir que la herida debajo, había desaparecido, chequeó sus signos vitales y eran fuertes y Dean despertó sobresaltado.

-Tranquilo, tu hermano está bien, sólo está inconsciente cómo ¿te sientes? -le preguntó al rubio-.

-Bien... ¿qué fué lo que pasó? -quiso saber el Winchester-.

-Sam lo logró, pudo destruir la espada de hueso... el demonio que estaba contigo ya no existe y la marca tampoco... -Dean se miró el brazo y pudo comprobarlo-.

Sus ojos se llenaron de lágrimas repentínamente:

- ¡Lucian... él...! -Dean no pudo terminar de decirlo-.

-¡Es cierto, por poco lo olvido! -lanzó el trajeado- dejemos a Sam en el sofá y vallamos a despertar a tu bella durmiente... -le propuso tomando al menor en brazos-.

***************

Cuando llegaron al lugar vieron a los hermanos despiertos, sus padres estaban ahí con ellos y todos se veían sonrientes y felices. Dean estaba feliz de verlo pero triste a la vez de haber sido el responsable de que ellos hubieran sido hospitalizados.

La reina fue la primera en notarlos, yendo directamente, saludó al moreno con una genuflexión y luego le dió la mano:

-Volvemos a vernos mi lord...

-Una visión del cielo para mí... noble dama de los cuervos... aunque mucho temo que ya no soy rey por estos días...

-Y yo temo que usted se halla en un error, ya que ahora es el rey, amo y único gobernante de su propia vida, algo que encontrará sumamente satisfactorio en el corto plazo... -le sonrió y fue a estrechar la mano de Dean que estaba duro como una estatua y mirando avergonzado al suelo- ¿Jason?... es un placer jovencito... -lo miró a los ojos- soy Toledana Tzveta De Lancaster Degauss... mi esposo Líonel Steven -lo presentó inmediatamente-.

-Encantado... -le dió Dean la mano al caballero y se notaba absolutamente avergonzado, pronto la joven reina agregó- cariño, nadie aquí te culpa por lo que pasó, si ese monstruo te quería a toda costa, no existe prueba mejor de la calidad de ser humano extraordinario que eres!... tienes ese resplandor que no pueden soportar... más que bienvenido serás a nuestra familia si decidieras quedarte... -Dean se sonrojó-.

-Mamá tengo hambre... -la llamó Harry en busca de diversión-.

-¡Oh, mi cielo perdón, aquí tienes...! -le alcanzó un vaso cerrado con tapa y con un sorbete de color negro que buscó en su bolso.

-¡Lucian, cariño, éste el tuyo... más pequeño, para que hagas lo que puedas!

-Gracias mamá... tal vez más tarde... realmente no tengo demasiada hambre por ahora -negó el castaño-.

-No se preocupe señora, yo me encargo... -nació de Dean pedirle a la linda muchacha adolescente el vaso y se dirigió hacia el grandote- si no tienes hambre al menos sed tendrás ¿O me equivoco?...

-Estoy bien Jace, en serio...

-¡Ya habíamos hablado de esto, no puedes echarte atrás... existen cosas peores así que compórtate como el adulto que eres! -Lucian intentó llevar el sorbete a sus labios y a último momento lo alejó de nuevo poniendo cara de disgusto-

-No puedo, perdón...

-Algo de motivación podría ayudar... -soltó Dean y sentándose encima del castaño le puso la yugular el la boca- ¿una probadita antes de que Jonathan Harker venga a por mí? -lo invitó- ¡si llegas a insinuar que no soy apetecible te castigo en el nombre de la luna Page!

-Dame ese vaso lo alejó el castaño echándole un trago a la vista de todos -las cosas que hago por tí Jace...

-Abre la boca -Lucian la abrió y Dean pudo comprobarlo- si tomaste... te acostumbrarás, tampoco me gustaba mucho la cerveza cuando empecé a tomarla con mi padre... -y buscando los ojos de la reina- tuve que criar a mi hermano menor que era igual de quisquilloso así que tengo algo de experiencia en este tipo de cosas señora Tzveta.

-Bendito seas -le respondió ella-.

-¡De verdad quiero que entiendas que te amo demasiado Jason... " -dijo Lucian una vez que alejó el sorbete negro de sus labios por segunda vez, aludiendo al sacrificio tan grande que hacía-.

-También te amo... juro qué sólo por eso te torturo a veces... -dijo sonriéndole el apuesto cazador, enamorado de él hasta la médula- bien hecho.

-Los dejo un rato solos... -avisó Crowley y acercándose a Dean- todavía queda otra bella durmiente que despertar...

-Dile a Sammy que es el mejor y también dile que lo siento.

-Lo haré, pero estoy seguro de que querrá oirlo de tí más tarde... tendremos mucho de que hablar esta noche en la cena...

-Prometo llegar a las ocho -lo saludo Dean-.

-Será un placer alcanzarlo hasta su casa... -le informó cortésmente Lionel-.

El trajeado asintió y hubo de desaparecer.

Coincidiéndo de un modo casi mágico el castaño comenzó a reaccionar a la llegada de Crowley preguntando enseguida que era lo que había pasado.

-Lo lograste, Excalibur hizo su trabajo increíblemente... -le dijo enseguida- la espada de hueso es un fósil y Dean volvió a ser el de antes, sin rastros de la marca... tuve que llevarlo a ver a Lucian porque lo creía muerto y estaba a punto de desmoronarse...

-¿Convocaste al rey Arturo?

-Eras tú, las palabras estaban enterradas en lo más profundo de tu memoria, tuve que abrir tus registros Akashicos y entonces volviste a ser él y la activaste, en el último minuto... Excálibur cerró tus heridas, lo que yo no pude, puesto que mamá es ahora la nueva reina del infierno y ella absorbió todo mi poder... -espera... ahora soy alquimista... -recordó de pronto-.

-¿Qué? -preguntó el castaño extrañado-.

-Conseguí la piedra filosofal... no lo pedí pero ella vino a mí porque fuí un alquimista mucho antes de ser un brujo... y contigo logré ser capaz de convertir mi plomo espiritual en oro espiritual... la prueba última antes de obtener la piedra... -continuó pensando a toda velocidad-.

-No conozco mucho acerca de los alqumistas pero... ellos pueden "hacer cosas"... ¿cierto? ...crearlas de la nada...

-No de la nada... -lo corrigió él- "intercambio equivalente"... cuanto mejor domines la cuántica de los campos electromagnéticos más cerca de la perfección estarás respecto a aquello que logres crear... -le informó y sonrió-.

-Super... ¡¿Cómo así que Rowenna es la nueva reina del infierno?!

-Es largo de explicar ¿tienes tiempo para un café y comer algo?-.

-También para algo de alcohol antes de que todo se derrumbe.... -le dijo el menor sonriendo-.

**************

Tomaron el café, luego almorzaron y todo estaba bien hasta que Sam comezó a palidecer repentínamente y terminó vomitando sangre en el baño del resto en el que se encontraban, un instante de terror para su enamorado.

En ese momento volvieron a la mente de Crowley las palabras del alidorado, y ayudándole lo mejor que pudo desde sus conocimientos, le pidió que resistiera un poco más, lo que Sam le prometió con una sonrisa intentando tranquilizarlo. Tampoco olvidó recordarle que "Nightmare" lo había estado torturando.

****************

Durante la cena cuando Dean volvió fue el primer tema que se tocó en la mesa, Crowley le pidió al mayor que confiara en él para hacer las modificaciones necesarias para volver el hechizo seguro, y esa misma noche pidieron permiso para usar la cabaña que solían usar los chicos de la comunidad Wicca para no perder tiempo en el inicio del tratamiento que requeriría que Sam descansara diréctamente sobre la hierba.

Con vigilancia permanente, el amanecer del cuarto día abrió los ojos, limpio de una vez y para siempre de los atroces recuerdos de su cautiverio.

Cuando lo entraron a la cabaña y pudo darse un baño caliente y desayunar Dean y Crowley comenzaron a realizar las llamadas y los preparativos, para reunir a todos los amigos posibles y celebrar en un almuerzo especial la recuperación del más pequeño...

Cuando empezó a llegar la gente y notaron que iban a necesitar más bebidas y Snaks, Sam y un grupo salieron juntos de compras, y ese fue el instante que Castiél escogió para manifestarse, necesitado de intercambiar con el mayor algunas palabras.

-Hola... -saludo apareciéndo en la cocina-.

-¡Hola! -le respondió el rubio tras apartar sus labios del pico de la botellita de cerveza que estaba tomando-.

-Sólo pasaba para decirte que te quedes tranquilo, lo de la otra noche no se repetirá, pude negociar con Metatrón e intercambiamos nuestras gracias, ahora soy un arcángel, Lucifer ya no podrá volver a manipularme...

-¡Bendito seas!

-Felicidades por el nuevo ascenso... -oyó la voz de Crowley a sus espaldas-.

-Me enteré de que ¿te echaron del infierno? -escapó de los labios del ángel-.

-Planeaba irme de todos modos... -respondió el moreno con desenfado-.

-Tu aura es muy diferente ahora... -agregó el alado- ¿a que se debe ese brillo tan raro si puedo preguntar?

-Imagino que lo que debes estar viendo es la "Piedra Filosofal" fusionada en mi alma... Dean no és el único inmortal por aquí ahora...

-Salgo con un chico y él tiene que salir con chicos... ahora alcanzo la inmortalidad y ahí aparece unos días después, "inmortal" en esta y en cualquier parte del mundo eso se llama envidia...

-Yo salía con chicos mucho antes de que tú lo hicieras, y ya quisieras que me la pasara todo el día viéndote el trasero pero esos días no van a volver, así que lamento pincharte el globo super galán, pero te aseguro que no eres el centro del universo, al menos no del mío... -le dejó en claro el moreno, divertido-.

-Sigue diciéndote eso, no es lo que se ve desde aquí... -respondió el mayor risueño dando otro trago a su cerveza y agregó volviéndo la atención a Cas- aclárame algo... ¿qué recibió Metatrón además de tu gracia por el intercambio?-.

-Libertad condicional -agregó el ángel con cierto pudor por el pasado- lo tengo bien vigilado en todo momento.

-Realmente podrías vigilarme mucho mejor si fueramos amigos ¿no has pensado en eso? -dijo el mencionado apareciéndose-

-¡¿Qué haces aquí?! -se sobresaltó Dean-.

-¡Tranquilo, vengo en son de paz! -le respondió el que ahora era "ángel"-.

-¡Te dije que me esperaras afuera! -le recordó Castiél en tono reprobatorio-.

-Y te estabas tardando una eternidad -le respondió Metatrón cuyo objetivo real era intentar formar parte de la familia-.

Ahora había demasiados ángeles en la cocina y tanta energía junta le estaba provocando a Crowley un poco de dolor de cabeza por su gran sensibilidad, pero procuraría entrenar para acostumbrarse ya que le agradaban mucho esos sujetos.

-Lo digo enserio -siguió Metatrón intentando convencer a Cass- he notado que tenemos en común la pasión por brindar nuestro aporte a la armonía y evolución de las almas en la tierra y en nuestras instituciones... los dos tenemos el mismo objetivo, deberíamos trabajar juntos, y estoy seguro de que haríamos un estupendo trabajo...

-O esperarás el momento indicado e intentarás una vez más poder trepar hasta la cima... -replicó Cass-.

-Estás pensando como un ángel, pero eres un arcángel ahora, pude estafarte en su momento porque estaba en otro nivel...

-Ya he experimentado lo que ocurre con la soberbia... aprendí mi lección...

-Es que no soy más esa persona, juro que no te estoy engañando aunque después de haber mentido tanto supongo que es lógico que no me creas... -se encogió humildemente de hombros-.

-Conozco lo suficiente de mentirosos y manipuladores para saber que eres sincero, por desgracia no creo poder echarte la mano ya que yo mismo he sido un mentiroso y un manipulador... -dijo el moreno como si Metatrón y él ya fueran amigos-.

-Sé que dices la verdad -soltó Castiél entonces- sólo te estaba haciendo sufrir un poco a cuenta de todo lo que me hiciste... puedo notar tu sincero entusiasmo en este proyecto y créeme que és lo que más aprecio por estos días.

Sam entró entonces en la cocina para avisar:

-¡Ya sonó la alarma...!

-Genial, vamos a sacar la pata del fuego... -le respondió Crowley-.

-¡Sam, tu eres el agasajado! -le recordó entonces el nuevo arcángel- vé a seguir disfrutando de tu fiesta, nosotros nos encargamos...

-¡Hola Cass! ¿Viniste con Metatrón? -no pudo dejar de notar-.

-No quería dejar de saludarte -respondió el alado a su pregunta-.

-¡Me alegra verlos! -le envío al mencionado una sonrisa- tenemos que ponernos al día más tarde...

-¡Espero que me des una oportunidad de formar parte de tu familia si me disculpo con tu hermano... por cierto Dean... siento haberte herido la primera vez! -le tendió la mano Metatrón y el rubio la estrechó diciendo- de echo me mataste... aunque ya no volverás a tener esa suerte...

-Por cierto... agregó Sam mirando a Dean... ¿sabes qué bebida podría llegar a ofrecerle a Lucian? Toda su familia está tomando sangre y parece que a él no le agrada...

-¿Ya están aquí? Deja... ahora le llevo una cerveza...

-Necesitamos las tres banquetas que hay en la cocina... -informó el Castaño-.

Metatrón agarró dos, una en cada mano, antes de que nadie dijera nada y Dean le sonrió y tomó la tercera y una botella fría para su amado.

Cuando Crowley y Cass salieron para ir a retirar la pata (envuelta en aluminio) del fuego, ayudándose con un delgado y largo listón de madera, aprovechando que estaban solos el arcángel lanzó al alquimista:

-Tu secreto está a salvo conmigo... -provocándo en el contrario una sensación de vértigo- me refiero a Sam... -ante el silencio del moreno agregó- lo de ustedes no és algo pasajero... después de haber atravesado el tiempo no lo és...

-Crées que con todos los galanes a su disposición ¿aún tengo chance de tener algo serio?

-Lo de ustedes va más allá... eso se nota... qué afortunado -soltó a lo último y el alquimista pudo notar en estas palabras, que alguna vez Cass se había sentido atraído por Sam, tal vez incluso aún le ocurriera. Al no poder hacer otra cosa le dedicó una sonrisa, y entre los dos se las arreglaron para sacar la pata del fuego...

Sentados a la mesa

-Una de las novedades que no te he dado Sammy... -planteó Dean- Lucian y yo estamos saliendo... -el castaño abrió los ojos sorprendido y su hermano agregó- y ya no voy a tener nada que ver con la cacería porque pienso quedarme trabajando en el hospital ya que califiqué para ingresar en planta permanente...

-¿Es enserio?

-Parece que se hizo realidad tu sueño... ¿esto era lo que querías verdad? que yo encajara en una vida normal...

-Sí, pero no era lo que tu querías... -le recordó él-.

-Hasta ahora... -dijo apretando la mano de Lucian en ese momento-.

-¡Creo que definitivamente me golpeé demasiado fuerte en la cabeza porque no puedes estar diciendo eso-.

-Lo estoy diciendo de verdad... amo mi trabajo en el hospital y amo a este hombre -agregó el rubio-.

-¡Cielos, creo que morí y estoy en el paraíso! -lanzó Harry- esto és lo mejor que halla probado jamás, por Dios Jason esto es tu culpa! (El mismo milagro que se había manifestado en su hermano se había replicado ahora en él, tras beber un vaso de cerveza que el rubio le había servido).

-¡Fué Crowley, él hizo la comida!... -respondió el inmortal sin imaginar siquiera lo que Harry le estaba planteando.

-Ya no me llamo así Jason -lo corrigió el trajeado- ahora uso mi verdadero nombre, Fergus...

-Lo siento, creo que tardaré un poco en desaprender tu alias...

-No hay problema, te lo recordaré las veces que sea necesario... y muchas gracias príncipe Harry, puse especial interés en que la carne me quedara a punto.

-¡Diez puntos! -soltó el joven antes de volver a pegarle otro trago a su vaso de cerveza- cocinar és definitivamente lo suyo señor Fergus... -y después agregó- los adheresos también están fantásticos-.

-Esos los hizo mi hermana Sally... -lanzó Sammy con orgullo-.

-¿Me comentó Sam que estabas buscando un trabajo de medio tiempo? -se dirigió entonces Vincent quien también estaba presente, a la pelirroja- en el bar estamos siempre atestados de gente y ya estaríamos necesitando un ayudante de cocina... piénsalo... cualquier cosa él tiene mi número.

-Muchas gracias señor Callahan prometo pensarlo -le respondió Sally con una sonrisa amable, y su hermano, no pudo dejar de notar como Matt Callahan al otro lado de la mesa, no podía parar de volver una y otra vez la vista hacia su melliza, intentando disimular pero cláramente embobado.

**************

Durante la celebración también fueron interrogados tanto Sam como Crowley respecto de qué tenían planeado para el futuro inmediato.

Sam respondió que suponía que empezaría a entregar currículums y el trajeado alegó que él contaba con algunas propiedades así que podía ofrecerse a mantener limpia la residencia Winchester ya que sus cuentas se llenaban solas, cada mes, de forma muy sencilla.

Dean no accedería, pues no podía darle tanta confianza a quien lo había metido en tantos problemas, pero el moreno no se lamentó pues podía elegir entre múltiples hogares y se quedaría en el departamento que habían estado usando con el castaño para sus encuentros.

Luego recordando que en el complejo de condominios de lujo que tenía en Nueva York, en la Gran Manzana, el conserje le había pedido retirarse, le ofreció a Sam tomar su puesto si era que le interesaba, y él terminó aceptando, trabajando regularmente durante años, a pesar de que no tenían necesidad, para darles un buen ejemplo a los hijos de ambos que fueron tres, y a los que llamaron, de mayor a menor, Kaithan Jeremiah, Áran Bewford y Ren Gabriel.

Otra constante en la vida del castaño eran las visiones que lo asaltaban varias veces al día, o las pláticas que espíritus afligidos lo obligaban a tener (a veces para pedirle favores cómo que les diera mensajes a sus seres queridos y otras sólo para poder desahogarse o ser comprendidos).

Don que lo llevó a colaborar, periódicamente, con diferentes agencias, departamentos policiales y detectives privados, en la búsqueda de personas desaparecidas, o esclarecimiento de causas congeladas (su familia y en especial su esposo, apoyándolo en cada paso).

En las horas que Sam pasaba en el trabajo Fergus se ocupaba de la casa y la crianza de los niños, también de la comodidad de quien llegara de visita, que recibía siempre de él un trato muy cálido.