El chamán - 1ra Parte
Después de discutirlo un rato, finalmente Ty le hizo entender a Grayson que si Sam estaba dispuesto a encontrar ciertas cosas, el lo haría de todos modos, y que la única posibilidad de ayudarlo sería mostrándole que podía confiar en ellos.
Finalmente, el moreno le habló de lo que sabía, y también se lo dejó por escrito en un documento al que había denominado "Datos", elaborado como un archivo comprimido al cual le colocaron clave para desencriprar (para resguardar a Dean de sus investigaciones, ya que lo sobreprotector jamás se le quitaría).
Así mismo no lo dejaron marchar sin antes cenar con ellos, y Gray hizo lo único que podía hacer para ayudarlo, colocándole en el té, que le dió después de comer cuando sumaron bocadillos dulces, dos o tres gotas de tres concentrados de Flores de Bach, un tratamiento inócuo pero muy efectivo sobre los estados emocionales.
Al día siguiente cuando el menor despertó, la pena que la anterior noche había aniquilando su ánimo, había dimitido en gran medida, experimentando otra oleada de determinación.
En la noche encontró ocasión de salir y se dirigió al antro donde el primer brujo de la lista frecuentaba.
Entró, se sentó en la barra y pidió un trago, luego de que el cantinero se lo aproximara lo interrogó:
-Estoy buscando al "Chamán" ¿lo conoces?
-Precísamente está entrando ahora... el de capucha de piel negra.
Intentando que sus movimientos no llamaran la atención, Sammy volteó a mirar, parecía un asesino a sueldo, de traje perfectamente negro, camisa blanco tiza, zapatos impecables, por su apodo hubiera esperado ver a una persona mayor y de rasgos nativos, y en su lugar había encontrado a este hombre joven de aspecto Mongol. Con su pelo negro y lacio ligeramente largo, recogido en una media cola, ojos finos casi oblícuos y penetrantes como los de un ave rapaz, y barba candado de incipiente centímetro y medio, parecía haber salido de la saga de "La Momia" tercera parte.
La capucha negra de piel (el resto de la capa negro mate) no le restaba masculinidad sinó que le sumaba elegancia y prestigio, vinculándolo de un modo que llamaba la atención, a la época medieval. Cada detalle en él y en su actitud destilaba poder de un modo inquietante.
La severidad en su mirada de ojos marrones tan oscuros que casi eran negros, hablaba de frialdad, su media sonrisa apenas perceptible en el poderoso semblante, dejaba entrever malas intenciones.
Sam se volvió a la barra, terminó de beber el trago y dejó pasar unos minutos... luego se dirigió a la mesa del extraño que se encontraba solo frente a un vaso de Bourbon.
-Disculpe... ¿podría hacerle una consulta?
-Adelante, tome asiento... -lo invitó cordialmente señalando la silla con un ademán-.
-Necesito adelantar el "día de los muertos lo antes posible"... -le comentó Sam- tengo que ubicar a unas personas que vivieron en Inglaterra hace más de 2300 años... es importante que consiga hablar con alguno de ellos, me dijeron que usted podía ayudarme...
-Garantizo un contacto absolútamente privado, solo ustedes conocerán acerca de lo que hallan hablado en la región "eter-media"...
-¿Y en cuanto consistirían sus honorarios?
-Dos mil quinientos dólares...
-¿Podría pedirle el turno más cercano disponible?...
-Podría ser mañana mismo a las siete de la tarde si estuviera de acuerdo... el pago es sólo efectivo.
-Genial, lo tomaré... ¿cual sería el domicilio?
El brujo anotó la dirección en un papel, puso la cara escrita boca abajo y lo deslizó con un dedo sobre la mesa hasta alcanzárselo.
Sam lo tomó y leyó, lo dobló en cuatro, lo deslizó en el bolsillo interno de su chaqueta y agradeció al extraño por su tiempo.
Definitivamente le daba escalofríos ese sujeto, pero si podía hacer lo que decía, el resto tendría que ser evaluado sobre la marcha.
Pidió su trago favorito y sentándose una vez más en la barra procuró recuperar la calma, pues se había puesto en tensión.
Durante la noche, en su cama, estuvo dando muchas vueltas hasta elaborar la excusa perfecta para salir de casa sin que el rubio se ofreciera a acompañarlo.
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Por la tarde, después de haber compartido todo el día con su hermano favorito, se duchó, se puso bien apuesto y sexy, con remera al cuerpo y ropa de Jean, en lugar de las camisas y pantalones más holgados que vestía siempre, y "se tiró el frasco de perfume".
Dean silbó al verle:
-¿tienes una cita?
-Así es, me encontraré con Éiri... por fin estoy logrando algo con ella, me dará un show privado esta tarde antes de entrar al trabajo, lo haremos en el club, pero antes de que empiecen los preparativos para la noche...
A Dean le pareció repugnante (aunque no lo demostró) pero como no tenía nada que objetar, respondió falsamente:
-Diviértanse... y no olvides llevar protección... -a lo que él respondió, "siempre estoy preparado"-.
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Puntual Sammy llegó a la casa en zona céntrica, que no tenía nada de aterradora, al menos vista de afuera era arquitectónicamente envidiable por lo hermosa.
El brujo lo recibió con mucha amabilidad y nada quedaba del hombre recio y amenazador de la otra noche. Su ropa era más casual con Jeans claros, zapatillas blancas y una remera negra entallada, sin mangas, con el logo de "las reliquias de la muerte" bien grande en color blanco (parecía recién comprada de la tienda)
Lo hizo pasar al living, bien limpio y ordenado, paredes blancas, con detalles normales, nada tétrico.
No obstante el se encontraba extraordinariamente tenso... invitado a tomar asiento en el sofá, apenas se acomodó abrió su billetera para extraer el pago solicitado sin más preámbulos, que el brujo verificó y luego dejó a parte...
-¿Nervioso? -notó este-.
-Un poco- respondió el menor que en realidad estaba aterrado.
-Te explicaré el procedimiento...
esto que ves aquí -tomó una botella de color celeste que se encontraba sobre una mesita baja, ubicada entre los dos, el chamán sentado frente a él en un banquito- es el destilado de una planta que crece en la selva amazónica, denominada Ayawaska por los lugareños, es muy utilizada en diversos rituales chamánicos... como antropólogo conviví cinco años con la tribu "Korubo" en el corazón del Amazonas y al internarme en su cultura me interesé especialmente por los rituales mágicos y las propiedades de las plantas.
Creo que a estas alturas son de público conocimiento los efectos alucinógenos de la Ayawaska...
-De hecho sí -respondió Sam con cierta tibieza de caracter que dejaba entrever que se encontraba asustado y vulnerable-.
-Lo que no muchos saben, es que una concentración más potente puede llevarte a esa delgada línea que divide nuestro mundo y los siguientes. El viaje no puede extenderse por más de dos horas o el hilo de plata que mantiene unidos alma y cuerpo del viajero, llegaría a perder suficiente densidad y romperse, ya no podrías regresar... este frasquito más pequeño es el antídoto... -agregó y continuó- cuando llegues a ese lugar vas a encontrar tres presencias, son los guías, en el momento en que los veas los reconocerás, tu alma sabe más cosas de las que imaginas... y serán ellos los que van a ayudarte a contactar con las personas que buscas... básicamente es eso... también quiero que tengas presente que he echo esto más de cincuenta veces y absolutamente todos mis clientes han salido de aquí respirando, y por sus propios medios...
"Como si fuera a admitir los casos que salieron mal"... -pensó el menor para sus adentros-.
El chamán vió a Sammy tragar duro y le sirvió una pequeña medida de destilado apróximándosela...
-Ahora quiero que cierres los ojos -Sammy lo hizo- sueltes el aire que estás reteniéndo -el menor exhaló con nerviosismo- y pienses que estás delante de las personas que estás buscando y que ellas tienen la solución al problema que necesitas resolver y la están compartiendo contigo... respira profundo... ahora abre los ojos... -los abrió- y cuando estés listo para emprender el viaje pondré la cuenta regresiva -lo mostró en su reloj que rezaba 1h:55m:00s-...
Rezando que Crowley le estuviera cubriendo la espalda, después de subir y bajar sus pulmones varias veces, moviendo densamente el aire en cada respiración, tomó el vasito y apuró el contenido. Tenía un sabor amargo, picante, y le adormeció la boca, se tiró cuan largo era sobre el sofá y trató de humedecer su paladar que sentía ahora reseco además de adormecido.
El brujo apagó la luz y encendió una lámpara de sal, que arrojaba sobre su cara en penumbras una luz anaranjada como si estuviera iluminado por el fuego- comenzó a cantar en un idioma desconocido y Sam se sintió hundirse dos centímetros bajo el colchón donde se encontraba, su cuerpo se estaba volviéndo pesado y difícil de manejar y consiguió voltearse de lado hacia el brujo a quien vió con alas enormes de murciélago en su espalda y ojos celestes luminosos... un dolor agudo y repentino como si todos los huesos de su cuerpo se estuvieran microfracturando a la vez, lo hizo gemir y retorcerse, el calor y la sed en aumento le hicieron clamar por agua, que el chamán le concedió en una pequeña dosis, y de un momento para otro pudo reconocer que su estómago comenzaba a latir, como un segundo corazón con el que se movía en su pecho, poco después sus pies se adormecieron y esta sensación comenzó a extenderse gradual y vertiginosamente a largo de todo su cuerpo hasta sentir que se elevaba y algo lo jalaba muy lejos fuera de la habitación y fuera de la casa. Vio una luz brillante a lo lejos, en medio de un cielo nocturno estrellado, había más cuerpos brillantes dirigiéndose hacia ese punto, centenas de miles, entró entre los demás y los vió seguir su rumbo hacia otro lugar lejano en un paisaje diferente pero el se quedó detenido, pues no quería dirigirse hacia ese lugar con ellos, volvió a percibirse con un cuerpo humano, y tres seres luminosos y traslúcidos de cabellos tan rubios que casi eran blancos, lo miraban, y él sabía que lo esperaban y conocían su propósito...
-Vamos... -le tomó la mano la mujer y lo llevó en descenso hacia una escalera que entraba en una oscura caverna donde los escalones de piedra iban describiéndo una espiral, y entre las paredes sólidas y rocosas, a veces se visualizaban puertas de madera cerradas... los únicos que desprendían luz eran ellos.
Después de un tiempo de descender finalmente uno de los guías abrió una puerta y entraron en ella.
Sam vió a un joven de cabello rubio con una magnífica y discreta corona ceñida sobre su cabeza, posar sobre el hombro de otro hombre arrodillado frente a él a Excálibur, y otorgarle un título y el control de un condado. A derecha e izquierda del monarca, pero un poco más atrás, dos apuestos hombres ataviados también con armaduras contemplaban la escena atentos, uno de ellos era idéntico a su hermano de adolescente.
El castaño espero que el joven rey terminara de pronunciar el nombramiento y en un momento que juzgó oportuno pidió:
-"Su magestad... disculpe..."
-pero nadie pareció notar siquiera su presencia, mucho menos que hubiera hablado- "perdón" -insistió, pero cuando trató de alcanzar al rubio que estaba volteando en dirección hacia el hombre mayor, mientras el guardia que se parecía a Dean vigilaba que nadie se le estuviera acercando desde atrás en actitud claramente defensiva; al avanzar, la realidad comenzó a desdibujarse como si fuese agua, y Sam se dió cuenta de que estaba en otra dimensión y no podía pasar a aquella en la que Arturo y sus hombres se encontraban.
-¡Por favor espere...! pidió en vano...
-Necesitamos un objeto que halla pertenecido a Arturo, con el podremos acercarlo hasta el umbral... -dijeron con sus voces raras los tres guardianes al unísono, tráenos a Excálibur y Excálibur será el puente... trae a Excálibur y los dos vendrán... -dijeron refiriéndose a Merlín-.
Una poderosa luz blanca inundó todo y poco a poco Sam volvió en sí.
Recordaba todo lo vivido claramente, a excepción de lo que había experimentado después de haber ingerido el destilado.
-¿Y? ¿conseguiste lo que buscabas? -lo interrogó el chamán- algunas veces los guardianes pueden pedir algún objeto que haya pertenecido a la persona fallecida para poder acercarla hasta el eter-medio.
-Sí me pidieron un objeto... -fue todo lo que el menor quiso decirle-.
-Puedo notar que no estás seguro de seguir en esto...
piénsalo y si te decides, tienes mi número... -le estrechó la mano luego agregó casi en la puerta- ha sido un placer conocerlo joven...
El Winchester sintió la puerta cerrar a sus espaldas y una oleada de indecisión lo recorrió.
El chamán sabía que regresaría y lo estaría esperando. Había estado drenando la energía del castaño durante toda la sesión, energía que compartía con las tres entidades que también habían estado parasitando de él mientras manipulaban sus visiones.
La próxima vez no pararían hasta haber consumido entre todos, hasta el último electrón que formara parte de las moléculas de su cuerpo.
Nota de la Escritora:
En esos días felices en donde el pequeño enano no había liberado a Dean de las esposas, Harry llegó a alcanzarle a Sam la espada reparada y el encantamiento sobre ella seguía intacto.
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