KoH (King of Hell): "Hola... ¿interrupo?"

La pantalla del ordenador se puso blanca y apareció como la última vez esa aburrida sala de chat sin detalles, que Sam agradecía, a los horrendos dibujos de las páginas de ocultismo.

S: Siempre! =)

KoH: ¿sabes que Dean está trabajando en el mismo hospital en el que trabajas?

S: ¡¡Sorpresa!! Me está cuidando la espalda!!!...

KoH: Creí que no querías que se involucrara...

S: Estoy siguiendo una corazonada...

KoH: Interesante...

KoH: Tengo ganas de verte...

Inmediatamente Sam le envió una foto suya.

S: XD

KoH: Qué gracioso!!!

S: También te extraño...
S:♡

KoH: ♡♡♡
KoH:♡♡♡♡
KoH:♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡

KoH: ¿Me harás una llamada perdida...?

S: Almorzamos, Dean se va a dormir siesta, y cuando esté en mi pieza te llamo^~^ ♡♡♡

KoH: Dale bombón, coman rapidito que te re extraño...

S: ¡Dale osito, portate bien, después te llamo... Te amoooooo!

KoH: Yo más cuchi♡ -leyó poco antes de que la pantalla blanca desapareciera trocándose una vez más por la normal de su computadora-.

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-¿Y... cómo va eso? ¿algún avance? -pregunto a Dean, que trabajaba frente a él absorto en su propio equipo portátil-.

-Ya está listo, ahora resta esperar a que el programa termine de comparar las bases de datos...

-Y... habrá que esperar... ¿el trabajo de enfermero bien?

-Bien re tranquilo... hoy voy a estar en la guardia así que seguro me va a tocar ver mucha sangre y tripas...

-¡Qué emoción!... le pediste a Cass que te reprogramara, obvio... -agregó el castaño, ya que cláramente Dean no había estudiado jamás para enfermero- .

-Y sí, tenía que culturizarme... -le respondió él con desenfado-.

-Así que ahora te tengo que llamar Neo -soltó el menor con un dejo de resignación ya que Dean seguiría programándose de forma antinatural cada vez que quisiera y consiguiera manipular a Cass para ello-.

-Y yo a vos Tríniti -aprovechó la fuerza de su propio ataque para replicarlo-.

-¡Ey, ¿porqué? también estaba Morfeo...! -se quejó el castaño-.

-Sí pero Morfeo la tenía clara... -no dudó el mayor en desacreditarlo-.

-¡Qué tipo malo...! -agregó el menor divertido-.

-¡Por cierto, cambiando de tema, ¿sabes qué característica propia de la especie comparten todos los vampiros?... les gustan los chicos... -dijo el mayor y sujetó su propia ropa por un segundo con actitud de estar plenamente consciente de su belleza y lo que esta era capaz de provocar- que comience el juego... -agregó con una actitud ganadora-.

-Te vas a sacrificar por el equipo... -respondió Sam-.

-Obvio -agregó el rubio con una sonrisa-.

-Voy a tener a mano la receta de la abuela para cuando te vampiricen... -volvió a bromear su hermanito pequeño-

Y Dean con una sonrisa le dió un golpecito en la nuca-.

-¿Y cómo te vas a hacer el gay si no te dejás morder en el cuellito? -le tiró el más pequeño para seguir molestándolo-.

-Voy a tener que encontrar al pasivo del grupo -le respondió Dean para salir del apuro, maldiciéndose a la vez en silencio por haberle hablado de eso pero sabiendo que también se estaba divirtiendo-.

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Apenas estuvo solo en su cuarto, el castaño marcó el triple seis e hizo dos timbres. Poco después de colgar recibió un texto donde decía que lo vería en la esquina. Habían acordado no volver a encontrarse en su habitación ya que era permanentemente monitoreada y resultaba tedioso modificar los registros de imágen. Esta vez llegó en un Lamborgini deportivo para llevarlo directamente a una sesión de masajes, más tarde un helado y al departamento donde estuvieron poco más de dos horas, luego de lo cual lo devolvió al vecindario antes de marcharse.

Esa noche en el hospital, Dean se entregó a la acción prestando servicio en la guardia.

Si bien se esperaba de él que funcionara como una especie de instrumentador, destacó por su velocidad de respuesta y por corregir oportunamente al médico, sobre el uso de una droga que estaba por aplicar en el paciente al que intentaban reanimar, pues había investigado en sus antecedentes que tomaba regularmente cierta medicación para el corazón.

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-Estupendo trabajo, eso fue impresionante para un pasante -le estrechó el Dr Page su mano- ¿Ya habías hecho el curso de paramédico?...

-No señor, si el de auxiliar de farmacia...

-Definitivamente deberías hacerlo...

-Gracias... de hecho se sintió bien la adrenalina.

El doctor le palmeó el hombro y agregó:

-Aquí nunca falta... bueno, sigamos -aún quedaba gente en la sala de espera por atender-.

Lucian Page era un joven y apuesto doctor con increíbles aptitudes y director de la sala de emergencias.

Una de las máximas autoridades del hospital a pesar de ser uno de los médicos más jóvenes.

Sam no había sido solicitado por ningún cliente esa noche, por lo que pensó en ir a visitar a Gray, quien estaba encargado de cuidar a un anciano.

Cuando tomó el ascensor para acceder al segundo piso su cuerpo sintió la diferencia de temperatura al entrar en aquel cubículo. El frío que hacía, había convertido su aliento en una nube de vapor y sintió una gran incomodidad que atribuyó a que no le gustaban ese tipo de lugares.

Por lo general no se permitía más de una persona por paciente fuera del horario de visita, pero a Gray solían dejárselo pasar por el lazo de amistad que había desarrollado con la mayoría del personal del turno de la noche y porque no solía ser abusivo respecto a la frecuencia de ese tipo de infracciones.

Cuando al fin llegó con el rubio y lo saludó, a éste le impresionó su cuerpo helado, aunque no dijo nada.

Cada habitación del área de internación estaba diseñada para alojar dos pacientes.
En donde estaban ellos, por suerte, la segunda cama se había desocupado al rededor de las siete y media y no había vuelto a ocuparse, por lo que estaban solos y el paciente de Gray durmiendo.

Veinte minutos más tarde, el rubio notó dos huellas de manos sobre los hombros del castaño. Por la disposición de las mismas lo habían tomado por los hombros desde atrás y por los colores fríos y opacos supo que se había tratado de un difunto.

Por supuesto no le mencionó lo que había observado pero al tomar sus manos una vez más y constatar que seguían frías le ofreció conseguirle un chocolate caliente.

-Si, no te preocupes, voy a buscarlo -respondió Sammy a su oferta -¿ya que voy, quieres que te traiga algo?

-Un cortado mediano estaría bien... -le sonrió el rubio con amabilidad y le dió dinero para que los comprara-.

El primer impulso de Sam fue devolvérselos, pero valorando el gesto, aceptó el dinero y se marchó en otro ascensor hasta la planta baja.

Cuando el chico se acercó a la barra para hacer su pedido, un joven camillero se quedó observándolo desde su lugar sin que él lo notara, atraído a primera vista por el castaño cuando coincidieron en la antesala del bar por unos segundos.

-Miren eso... -dijo en voz muy baja solo para él- ¿a donde habías estado toda mi vida...?

El joven lo siguió discimuladamente pero lo perdió al subir al ascensor.

Ya lo encontaría más tarde mientras estuvieran trasladando pacientes a las salas, pensó y rogaba que estuviera trabajando en cuidado de enfermos o que al menos su pariente no fuera dado de alta muy pronto-.

En cuanto el muchacho regresó con los cafés Gray se puso a trabajar sobre su campo energético sin que él lo notara. Las marcas comenzaron a atenuarse y al cabo de unas horas habían desaparecido, logrando así gradualmente quitarle el frío.

A las 6:00 a.m Sam recibió un mensaje de su hermano en donde le informaba que había terminado su turno y le preguntaba en donde se encontraba.

Este le respondió que estaba con Gray.

"Hoy tuve un día largo y difícil, si te interesa voy a estar desayunando en la cafetería antes de ir a desmayarme en la cama" -escribió el mayor y el menor, rápidamente respondió-

"Pídeme algo estaré ahí en cinco minutos".

Se despidió del rubio argumentando que su tía lo reclamaba y bajó a encontrarse con Dean.

Desayunaron, conversaron acerca de aquel día complicado y luego Sam lo llevó en el auto y se fueron a descansar.

Aquella misma madrugada que acababa de pasar para los hermanos, Crowley había recibido en el infierno una visita muy particular.

Hola extrañaba actualizar así que bueno... puse mi imaginación a funcionar...
Es que de verdad me daba un poquito bastante de miedo que se olvidaran de mí.
Sé que he estado haciendo demasiado extensos algunos capítulos y les agradezco mucho por haberlos leído de todos modos.
Gracias por seguir la historia y nos vemos en la próxima actualización.❤