¿Cómo te fué en la reunión?
-¡Se que dije que no iba a entrometerme, perdón -expresó Dean con sincero arrepentimiento esperando que la respuesta fuera algo brusco-.
-Está bien, creo que era importante que escucharas el mensaje que te dió esa mujer, y es verdad que no tengo las cosas tan claras cómo quisiera pero apenas estoy comenzando.
-¿Qué se suponía que hiciera? -soltó de repente el mayor- ¿Dejar que Avadon administrara el infierno?... -se quejó entre frustrado y arrepentido-
-Era un monstruo -recordó en ese momento el castaño teniendo una experiencia completamente vívida en su cuerpo de la sensación- Crowley me consta que no es de fiar, pero al menos es posible negociar con él.
-Creo que está obsesionado conmigo, con que sea su mano derecha o algo así... -le confesó el rubio- desde que me llevó de expedición a conseguir la primera espada se me ha adosado la mayor parte del tiempo. Excepto hace un par de días, parece que algo más llamó su atención.
-Eso espero- -agregó el castaño-.
-La verdad lo estuve pensando y perdón, pero no voy a poder "tomarme vacaciones" ni mucho menos... me volvería loco si no hiciera nada al respecto, me importa un cuerno que pueda enterarse de lo que quiero hacer, que sepa que sigo siendo un cazador, que voy a ir por él, y que no tengo intenciones de dejarle hacer lo que quiere.
-Claro que lo entiendo... ¿y cómo hubiera podido quedarme de brazos cruzados cuando Lucifer me manifestó que era su elegido... -soltó con sentimientos muy difíciles pulsando en su voz-.
-Exacto, y él va a seguir encerrado por toda la eternidad mientras sigues disfrutando todo lo que se puede, también va a ser así con el príncipe de los asesinos, le voy a mostrar cómo nadie lo que es eso que llaman Karma... por cierto... ¿cómo te enteraste que iban trás de mí?
-Bueno... Uno de los chicos que se acercó a saludarme menciono que eras el asesino de su prima y al poco que te fuiste salieron con una excusa ridícula de ir por un chocolate. No quería arriesgarme a que encontraran, y con la guardia baja.
-¿Vamos a Starbucks,?
-¿Estaba por proponértelo...
-Quiero algo bien azucarado...
***************************
De madrugada cuando llegaron al bunker se fueron a sus respectivos cuartos, Sam se quedó mirando el techo en medio de la oscuridad sin poder dormir, pensando seriamente en Crowley y en lo que le estaba ocurriendo. Por un lado, y aunque hubiera dado todo por poder mentirse a sí mismo, le estaban pasando cosas con él, algo que solo podía interpretar como una atracción física consecuencia de haber entrelazado sus almas, también sabía que mientras la conexión existiera el demonio permanecería en un estado de vulnerabilidad humana, y por supuesto existía el problema de los ángeles, que podían aniquilarlo antes de concretar su misión. Todo iba en una misma dirección, la de mantener la gracia del rey a su favor, y potenciar si fuera posible la conexión a modo de venganza.
Con ciertas inquietudes resueltas, el sueño pudo encontrar finalmente un espacio para entrar en él.
Cerró los ojos procurando desconectar de sí mismo y cuando Crowley llegó, a sentarse en la mesa al aire libre del restaurante donde se encontraba sentado esperándolo, supo que había dejado atrás su cuerpo físico una vez más.
-Me alegra que decidieras encontrarnos...-le comentó el de los ojos rojos ni bien haber tomado asiento -no sabía que Maine te gustara tanto -agrego sin pretender con ello ninguna ofensa-.
-Y yo no sabía que este lugar se llamara así -respondió el menor sonriente-.
-Es sencillo y pintoresco... me parece que estoy en el pueblo de Haven -agregó el mayor sintiéndose de maravilla-.
-¿También veías la serie? -se sorprendió Sam-.
-Así es, de hecho amaba a Duke Crocker... -no dudó en confesarle el moreno-.
-Somos dos, fue un desperdicio que Audrey se quedara con ese muñeco de Nathan...
-Ni lo digas... -después de un breve silencio confesó -tuve que escribir un fanfic para poder elaborar ese capítulo final...
-¿En serio?
-Fue la única forma que encontré de lidiar con eso...Nunca lo publique en plataforma... ¿re gustaría leerlo?
-Sí, sería interesante... -sonrió el menor-.
Al volverse su cuerpo repentinamente muy pesado, aquella sensación de hambre que había estado ignorando durante toda la noche volvió a sentirse. Sin tocarlo Crowley había influido en él, lo que era un poco inquietante, aunque no estaba dispuesto a demostrarlo.
Sin consultarle nada el demonio tuvo la oportunidad de pedir una tabla para tres (la más interesante en contenido) y un Chardonnay de la casa.
Ahora estaba cuidando que comiera algo, pensaba Sam, y ese detalle hipócrita le causaba tanta gracia que no pudo evitar sonreírse.
El rey del infierno leyó el gesto como un coqueteo, sintiéndose de maravilla.
-¿Entonces... estuvíste pensando en lo que te dije? -inició conversación-.
-Sí, al parecer Dean y tú leyeron el mismo libro, así que si estoy tan perdido, tal vez quieras iluminarme diciéndome cómo y dónde encontrar a los Cuervos.
-¿Los vampiros? -se sorprendió de que supiera algo al respecto-.
-Cómo dijiste necesito algo a tu mismo nivel pero de naturaleza opuesta, y resulta que una mujer de la comunidad wicca me ayudó a saber que existían, lamentablemente no mucho más... ¿no se suponía que ibas a darme una mano porque te servía mi trabajo? nunca me los mencionaste o me diste siquiera una pista-.
-Se habían ido de mi mente en realidad... lo más probable es que no sea casual, y estén protegidos por algún hechizo de omisión... pero ahora que lo mencionas... una vez uno de ellos salvó mi vida, y en ese contacto breve fui capaz de descubrir algunas cosas, sé que se alimentan de gente a la que le conviene más morir que seguir viva, han decidido ayudar a la humanidad en su momento más difícil, brindándoles asistencia en el tránsito de la muerte, y como son una facción budista de los vampiros, no matan para comer, se alimentan relativamente poco para eludir el grado de consciencia animal que ocurre en los vampiros normales por su creciente adicción a la sangre. Por si no fui lo suficientemente específico, trabajan en el área de salud, lo que no se sabe es si están en todos los continentes o sólo en algunas partes del mundo.
-Entonces estoy buscando vampiros budistas... creo que hay un par de templos en la ciudad...
El demonio sonrió:
-No, no son budistas, me refería al autocontrol que tienen que desarrollar para resistir la sed y el hambre durante días o incluso meses, en realidad sólo son vampiros idiotas.
-No tanto si son hábiles hechiceros que pueden hacer que los olvides... -afirmó el con desenfado-... con algo de suerte podría conseguir que me enseñen el truco para esfumarme del radar de los demonios -agregó un poco a modo de chiste el Winchester-.
-¿Sammy en planes de escape...? -replicó Crowley con la dosis justa de sarcasmo- esperaba que ya hubieras superado esa etapa... -agregó -.
-Tú le llamas escapar... yo privacía... -siguió bromeando y al cabo de un momento de silencio el mayor reflexionó-.
-Ya veo... sólo se trató de información, jamás quisiste tener una cita conmigo... ¿porqué querrías...? - se levantó decepcionado-.
El castaño reaccionando inmediatamente lo retuvo, agregando:
-¡Espera, no es así, perdón, fue sólo una broma tonta! -el mayor pudo percibir que su mano era cálida y húmeda, pudiendo inferir de este modo que la adrenalina estaba corriendo dentro de él- ¿podemos empezar de nuevo?... prometo que se acabaron las estupideces... -agregó el castaño-.
-También me disculpo por haber actuado cómo un cretino estos días... -le respondió él-.
Por iniciativa del menor se besaron y al separar sus bocas y volver a verse a los ojos, agregó el moreno dejándose llevar:
-Eres tan lindo...
-Esta necesidad que tengo... ¿es porque mi alma te pertenece ahora? -le preguntó el Winchester sintiendo algo de preocupación y miedo-.
-Tu alma te pertenece sólo a tí y asegúrate de que así siga siendo... -le respondió con sinceridad-...lo único que está ocurriendo es que pese a lo que podríamos haber previsto tenemos eso que los humanos denominan química...
-Es intoxicante... tenerte tan cerca... -le confesó el menor experimentando en su cuerpo aquella excitación creciente-.
-Comparto... sólo que el problema es que todavía estamos en un lugar público y ya encargamos comida -le respondió cálido, con una sonrisa amable, aquel hombre con el que habia estado riñendo tantas veces-.
-Sí... -sujetó el menor sus instintos también sonriendo-.
-Vamos a tener que volver a la mesa...
Que satisfactoria se había vuelto de repente, aquella situación que hace un segundo atrás, le había sabido a Crowley como un error amargo-.
Volviendo a ocupar su lugar ambos, una reflexión profunda salió del mayor:
-Nunca esperé encontrarme en esta situación... de haberlo sabido hubiera hecho mucho antes ese ritual contigo...
-Tampoco creí volver a salir con alguien de mi mismo sexo... fue tan decepcionante cuando mi mejor amigo de la uni me presentó a una amiga por intentar deshacerse de mí... también fuí estúpido al haberme enamorado de Jess, todavía seguiría viva... soy el principal responsable de su muerte y de la de mamá...
Crowley estaba al tanto de muchos detalles de la vida del muchacho, sabía que su madre y su novia habían tenido el mismo horrible final, asesinadas por el mismo demonio en diferentes épocas y con diferentes objetivos. A su madre a los dos años de edad de Sammy y seis de Dean, para influenciar al padre de ambos a sumergirse en la empresa de ser cazador de demonios por buscarlo y obtener venganza, y a su novia, en el campus de la universidad de Stanford, para frustrar el último intento del adolescente por salir de la peligrosa y alienante vida que no tenía atractivo para él, de estar permanente viajando y combatiendo espantos.
-Deja de hablar cómo si hubieras sido cómplice... -le dió un dulce reto -Azazel se apoderó de tí con un truco muy sucio, robándole el consentimiento a tu madre, cuando la chantajeó para revivír a John jamás le mencionó que ibas a ser el precio, y no te soltó hasta que Dean le quemó la cabeza. Todo lo que ocurrió jamás pudiste haberlo evitado, no estabas sólo, pero no lo sabías...
Unas lágrimas mojaban los ojos del menor y las secó instintivamente respondiendo al discurso del mayor con una inclinación de cabeza.
-No era mi intención que te acordaras de un ex imbécil, ¿estarás bien?... -agregó Crowley y procurando distraerlo agregó- mira ahí está llegando nuestra cena... ¿se ve estupenda no lo crees? -buscando tener su aprobación cuando la chica la apoyó sobre la mesa en medio de ambos-.
-Sí super... -admitió el menor subiéndole al instante el ánimo- ...wow sushi... -se maravilló-.
-Y camarones... -no olvidó resaltar el trajeado-... provecho...
-También para tí, muchas gracias por la cena... -le correspondió él-.
-Valió la pena esperar... -afirmó para inaugurar el momento, y al poco se dedicó a servir un vino blanco que también había encargado llenando elegante sus copas hasta la mitad.
La energía que comenzó a fluir con el correr de los minutos era de calma y de algo más que Crowley jamás había experimentado y que parecía ser, la frecuencia de la naturaleza.
En determinado momento, cautivado por la inigualable brisa el menor dejó escapar:
-Me encanta la brisa del mar... y jamás creí poder ver este espectáculo con mis propios ojos...-
-Parece que lo que jamás creímos sí creía en nosotros... -sonrió Crowley al formular aquella conclusión que ni siquiera sabía porqué la había pensado-.
-Sí, así parece -disfrutaba Sam del reconfortante frescor en sus mejillas-... qué hermosa noche... -agregó-.
-Sí que lo es -convino el trajeado-
Los dos sonrieron como tontos.
-Creo que deberíamos ir a caminar por la playa cuando terminemos, sería romántico... tú tienes ese costado romántico aunque casi nunca conectas con él... -le habló al menor de sus propios sentimientos.
-Por supuesto... si tenemos suerte una ballena azul emergerá de las gélidas aguas y nos devorará de un bocado... -le respondió divertido para deliberadamente arruinar su película color de rosa-.
-Ni siquiera tú lo crees -le sonrió reaccionando afable a su natural sarcasmo-¿entonces te parece bien que de ahora en más nos convirtamos en amantes? -agregó-.
-Eso somos... -le sonrió él-.
-Que sea una relación abierta... así podrás estar seguro de que no eres mi esclavo ni mi prisionero...
-¿Estás loco? -le tiró sin dudarlo- ¿quién eres.. Jada Pinket?
-No elegiste el papel de virgen para tu personaje de origen Asiático o sí... -le recordó él-.
-Es verdad... cayó Sam en la cuenta -en ese caso... gracias por dejarme llamarme Will Smith...
-Ya eres William de segundo nombre... -volvió a dar muestra de su agudo sentido de las coincidencias- por cierto... te sienta bien ese estilo y los ojos "Liz Taylor".
-Sí, mi nueva identidad es prácticamente el chico ideal... no cabe duda de que estoy usando tus habilidades... -soltó haciéndolo sonrojar ya que indirectamente le había hecho saber que lo consideraba la versión ideal de un hombre-.
*****************************
Esa noche, después de caminar juntos por la playa bajo las estrellas sin ser devorados, buscaron refugio en uno de los elegantes penthouses, de los que el demonio era dueño en la ciudad de New York, volviendo a caer una vez más en aquel todopoderoso fuego del que estaban por fin volviéndose conscientes.
Si estaba en la cama con un íncubo pensaba el menor, había entrado directo al segundo círculo del infierno.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro