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Buscando tutores Wiccas

James Mardsen

Como "Travis Hudson"

James Marsters

Como "Grayson Sommers"

E Ian Somerhalder


Dean abrió la puerta sin hacer ruido, echando un vistazo a la sala de estar y procurando captar cualquier sonido que pudiera provenir de la casa. Silencio absoluto y ni rastros de Sam.

Con la secreta esperanza de que realmente siguiera dormido en su cuarto, ocultó bajo la campera una bolsa de plástico donde llevaba una cuchilla dentada de hoja alargada y un picahielo, con los que había enfrentado a una pequeña comitiva joven de vampiros, que imprudentemente, habían querido convertirlo en el bar de carretera al que entró, en busca de unas cervezas y chicas fáciles.

"Nada como el olor de una buena cacería" -pensó el rubio-.

Bajo el chorro de agua cristalina, en la vieja pileta de cemento del pequeño lavadero, emplazado en una de las paredes internas del garage, las hojas metálicas quedaron una vez más, relucientes como espejos, y los mangos de madera sin marcas de la masacre.

Tras secarlas con una toalla de mano, volvieron a su lugar, prolijamente guardadas en el compartimento secreto del baúl del Chevy.

Un recordatorio silencioso vibrando en el bolsillo trasero de su pantalón le indicó que debía ir al cuarto de Lucy a ocuparse de ella como cada madrugada.

Lucinda Parker era una joven y sexy viuda negra que el cazador había seducido en secreto y secuestrado, tras una aplicada investigación de la que había tomado conocimiento casi por casualidad, llevando oculta ya dos semanas, en su lugar secreto.

El lugar secreto de Dean, una especie de quirófano o sala de intervenciones, había sido construida subterráneamente por los hombres de letras, y Sam desconocía de su existencia por encontrarse la puerta hábilmente escondida dentro del ropero de su hermano, que tenía en realidad un fondo falso.

Accesar con este centro de operaciones era algo que sólo podía hacerse desde su habitación por lo que el chico se encaminó, completamente relajado luego de haber comprobado que el menor dormía.

Luego de transponer la puerta falsa encendió la luz, activando el sistema de ventilación que estaba programado de esa manera.

Esperó dos minutos y cerró primero la puerta del placard, luego la puerta trampa ingresando en un pasillo que comunicaba con una sala de enfermería repleta de estantes con medicamentos, instrumentos quirúrgicos y conservadoras llenas de bolsitas con sangre etiquetadas.

Trás tomar de un aparador con puertas de vidrio un frasquito con tapita de goma lo agitó por unos instantes y sacó de una gaveta una jeringa descartable, cuya aguja introdujo para meter el contenido a la jeringa.

Colocándola en una pequeña bandeja de acero inoxidable y con este solo elemento en sus manos, transpuso una puerta doble empujando hacia adelante, la misma volvió a cerrarse por acción mecánica.

En el cuarto contíguo la camilla se encontraba en el centro y sobre ella, atada con correas y sin conocimiento la mujer en cuestión.

Dean comprobó su pulso, le cambió las bolsas de suero vacías y a través de la jeringa mandó por el tuvo de la intravenosa un complejo vitamínico.

Terminado este procedimiento se fue dejando como siempre la luz de esa sala encendida, a la hora de la siesta o después de cenar regresaría para apagarla por dos o tres horas y tal vez jugar con aquel hermoso engendro del mal.

Como aún era de madrugada se recostó, rindiendo su cuerpo cansado a la dulce sensación, suave y tibia, de la cama.

Sobre las once y media despertó con algo de calor y sed, y encontró a su hermano en la cocina, trabajando en la computadora, sorbiendo un frapeado de fresas:

-¡Buenos días princesa! -lo saludó el castaño levantando los ojos por un momento -tienes el tuyo en esa conservadora -señaló el pequeño bolso sobre la mesa-.

Últimamente Sam siempre parecía adelantarse a sus necesidades. Algo que hacía inmensamente feliz a Dean al sentir que los dos tenían una conexión especial que no necesitaba de palabras, casi una relación de gemelos.

-¿Estudiando desde temprano? -quiso saber-.

-No realmente... -dijo y volvió a tipear para después agregar- estoy terminando de armar mi perfil de facebook.

Acercándose por detrás de su hermano, ya en posesión de su frapeado, dijo reflexionando acerca del tema:

-Tienes pocos amigos para alguien que pretende ser una persona muy simpática -no había malicia en sus palabras, solo una visión pragmática, más por dentro en realidad estaba pensando que Sam se veía guapísimo en la foto de perfil-.

-Es que hice una limpieza -respondió el menor con mucha naturalidad y haciendo gala de un excelente buen humor. Sam había armado no solo esta cuenta sino la de sus supuestos amigos, y colocado una carpeta en el escritorio con textos e imágenes para editar los posteos diarios, tenía que crear una identidad lo más acabada posible.

Los dos salieron a comer afuera y sobre las dos y media de la tarde regresaron al bunker. Sammy fue directo a dormir la siesta, para no ser víctima del cansancio en plena madrugada.

Dean regresó a visitar a la viuda negra para apagar las luces de la sala principal, donde se encontraba.

-George, por favor, déjame ir... te prometo que no diré nada, solo desapareceré... vamos Georgi... ¿qué es lo que harás? ¿matarme?... piénsalo bien... ¿no te aburrió este juego todavía?

-Hay Lucy... Lucy, Lucy, Lucy... ¿de verdad creíste que las consecuencias serían solo para esos pobres infelices?... Todos esos hombres... los niños... muriendo... lentamente, ¿fue lindo verdad? ¿cada pequeña dosis de arsénico acercándote a tus obscenas pretensiones millonarias...?

-No lo hacía por el dinero -dijo aún con enorme satisfacción, una sonrisa cínica y perversa se dibujó en su rostro y a Dean se le revolvió el estómago.

-Hoy es el día en que pagas... con una lenta, larga... e insoportable agonía -dijo y se sintió realmente estupendo-.

-El hecho de que desemboque en un acto heróico, no anula la verdad... -respondió sobradora y calmada- no lo haces por ellos ¡¿qué más te dan?!... lo haces porque puedes y sí que te encanta... reconozco a un psicópata cuando lo veo Georgi... otra manzana podrida eso es lo que eres...

Tras sus declaraciones el rubio acabó por perder los estribos, y también, calmado y frío después de un corto silencio se aproximó a ella y le respondió:

-Te veré en el infierno.

Lo último que Dean oyó mientras se alejaba por la enfermería, fue un grito como los que comúnmente emitían las personas poseídas.

Apagando todas las luces a su paso, regresó y se tiró en la cama, completamente relajado y sin el menor remordimiento.

Hacía tiempo había aprendido a no sentirse en falta por encargarse de sacar la basura.

En su Smart Phone una app, que Sam estaba creído de que se trataba de un simulador, le permitiría hacer el seguimiento del ritmo cardíaco de la asesina hasta que se interrumpiera.

Deshidratada y privada de la movilidad, con el oxígeno disminuyendo sabía que sería un lento e incordioso descenso a las profundidades.

Una hora después se estaba dando un baño caliente, interiormente un inexplicable sentimiento de angustia persistía, casi como un mal presentimiento, pero al no poder identificar la causa acabó tomándolo como simple tensión nerviosa.

Cuando Sam terminó de prepararse el resultado dejó a Dean impresionado. Era prácticamente otra persona. De todos modos trató de actuar con normalidad y preguntó.

-¡Muy bien! ¿Estamos listos?

-Casi -respondió inmediatamente Cass, que se encontraba con él, tomando a Sam por el brazo un poco más arriba de la muñeca y desatando su poder angelical.

En cuestión de segundos, unos espectaculares tatuajes quedaron expuestos en sus brazos, incluso en la parte anterior de su mano derecha tenía tatuada una fascinante cruz celta, y los otros dos motivos eran un tigre y un dragón-.

-¡Muchísimas gracias! Se ven geniales -le respondió el menor con cariño.

-Son para la suerte -respondió con una voz profunda el ángel-.

En lo más íntimo Dean pudo percibir el parecido de esta escena con lo que podría haber sido una madre despidiéndose de su hijo soldado, pero ignorando su instinto juzgó que la voz de Cass no había sido más seria ni más grave de lo de habitual, y al respecto dijo a su amigo:

-Sam no necesita suerte, me tiene a mí -la confianza en estas palabras hizo aún más encantadora la frase-.

-Sí, oye, con respecto a eso... voy a necesitar que te quedes dentro del auto vigilando el perímetro, desde el momento en que entre al bar me vendrá muy bien tener ojos en la espalda.

-Cass... tus poderes para identificar fenómenos... ¿crees que podrías darnos una mano aquí? -consultó Dean enseguida-.

-Seguro.

-En realidad no creo que sea buena idea que entres en contacto con la investigación... aunque ahora esté dormido tienes un huésped dentro, y nada impide pensar que si despertara podría tener acceso a todas tus memorias, lo que trato de decir es que lo que sepas, seguramente él lo sabrá... por otra parte realmente necesito que cuides mi espalda.

Dean tenía que aceptar que su hermano tenía razón y al mismo tiempo seguía sin gustarle para nada la idea de lo que estaba sugiriendo.

-Tienes razón, es verdad, yo me metí en esto... y yo encontraré el modo de salir más adelante, mejor lo dejamos y vamos por unas cervezas.

-Robin me espera -antepuso un poco culposo el castaño- no puedo cambiar de idea ahora y no voy a mentirte, no quiero hacerlo...

-Cass, ayúdame... -pidió Dean que interviniera para que su hermano desistiera-.

-Tiene razón... -soltó el alado-.

-De verdad tengo un muy mal presentimiento acerca de que vallas a ese lugar.

-Es la marca de Caín lo que llevas en el brazo -le recordó el de las alas blancas- nos guste o no Sam ya está implicado...

-Te prometo que voy a estar bien -le tomó el brazo su hermano por un momento para hacerle sentir su apoyo-.

Dean soltó el aire y respondió:

-Entonces vigilaré el perímetro... quiero estar cerca por si me necesitas... -Sam lo abrazó muy fuerte y Dean lo aferró de la misma manera-.

El teléfono del menor sonó brevemente poco después:

-Robin llegó...

-¡Vamos! ¿Qué esperas? Ponte el abrigo -dijo el mayor alcanzándoselo-.

-Te estaré viendo por el retrovisor... -agregó el castaño y sonrió-.

**************************

Debajo de su campera negra larga, de frisa, con bolsillo central y capucha tenía una remera blanca de corte oriental ajustada al cuerpo, un pantalón de Jean elastizado y zapatillas Reebock blancas.

A propósito había escogido ese atuendo que lo hacía ver como los ninjas blancos de las películas de acción y ayudaban a lucir los tatuajes que Cass le había hecho en los brazos.

Desde que había echado hacia atrás la capucha que le cubría el rostro había atraído paulatinamente todas las miradas del lugar.

-¡Oh!... Cariño... ¡te vez tan feliz!... ¡Qué gusto! -dijo una señora de edad avanzada de largos cabellos blancos ondeados cuando la tía Robin se acercó para saludarla con un abrazo.

-¡Ay... Samaél de visita en casa es como un sueño!... Creció tan rápido... -rió ella y se le iluminó más el rostro-.

-Sí, lo hacen, sobre todo a esa edad -concordó su amiga- demos gracias a la madre por estos días felices... -respondió Missy estrechándola. Cuando hablaban de la madre se referían a la madre tierra- estoy segura de que pronto estarás del otro lado del mundo abrazando a la vez a tu sobrino y a tu hermana...

-No imagino poder subirme a un avión... -le respondió ella segura y un poco apenada a la vez-.

-Tal vez encuentres en Samaél las fuerzas que necesitas -le respondió su amiga-.

Un momento después, Sam tomó asiento al lado de ella y Robin en frente.

-¿Cómo estas? Es un placer tenerte con nosotros, tu tía nos ha hablado tanto sobre tí... -lo saludó la anciana-.

-El placer es mío, señora -le respondió él-.

-Missy, me llamo Missy -sonrió con amabilidad y sus ojos se entornaron hasta casi parecer chinos- Qué ojos tan preciosos tienes... -dijo, sin connotación sexual, algo a lo que Sam no estaba acostumbrado pero que no podía gustarle más-.

-Gracias, tengo los ojos de mi padre y la sonrisa de mi madre, según dicen ellos... -agregó él-.

La anciana le sonrió con bondad y le tomó la mano entre las suyas entonces le dijo:

-No tengas miedo... no hay nada malo contigo, la luz que irradias es la verdadera causa de que los seres oscuros te ronden desde la niñez, ellos intentan debilitarla... no quieren que despiertes...

-¿Qué? -preguntó Sammy-

-No lo sé, disculpa... a veces hablo sin saber lo que estoy diciendo... se llaman reflejos premonitorios.

-Entiendo -dijo haciendo una breve inclinación de cabeza y al cabo de una pausa dijo a media voz, solo para Missy- ¿puedo confesarle algo? en mi país se ha manifestado recientemente una presencia maligna, es tan aterrador que ha superado a todo lo demás, se hace llamar Kókuro, el rey del infierno... desde que apareció las cosas se están volviendo peor... no es demasiado perceptible para la gente común pero realmente se están viendo cosas espantosas, el bosque de los suicidios se está expandiendo en superficie y la gente muere de formas horribles, estamos muy preocupados -hizo una pausa dramática y continuó-... todos los que presentamos batalla estamos siendo asediados, apenas estamos resistiendo... por eso los hijos mayores de cada clan fuimos envíados para aprender nuevas técnicas, encontrar una forma de controlar el mal...

-Si es así de serio el problema que enfrentan deberías ponerte en contacto con los Cuervos... ellos son hechiceros blancos, sí, pero también vampiros... tienen conocimiento de cosas muy antiguas... probablemente lo que necesiten para controlar a Kókuro sea algo de orígen antíguo.

-Muchísimas gracias señora... ¿donde puedo localizarlos?

-¿A quienes?.

-A los cuervos...

-No estoy segura... deberías consultar con los padres de Gray Summers, ellos seguro sabrán indicarte, conocen mucho acerca de pájaros.

Después de quedar perplejo por un momento, Sam tuvo la sospecha de que los hechiceros blancos a los que había hecho referencia existían, sólo que no había sido consciente de la información que había dado, le sonrió, y un segundo después el chico sentado junto a Missy interactuó con ellos:

-¡¡Tía Missy!! ¡¿Qué es eso de coquetear con el sobrino de tu mejor amiga?! ¡Hola, soy Travis! -le tendió la mano-.

-Samaél Turner... -le respondió él estrechando su mano amistosamente-.

-El famoso Samaél Turner -agregó divertido el recién llegado remarcando su popularidad- ¿te gustaría ir a la barra por un par de tragos? -lo invitó-

-¡Claro!, porqué no... -respondió él.

-¿Así que viniste de tan lejos para visitar a tu tía o viniste a conocer América?

-Las dos cosas... de hecho nací en Norte América pero mi padre consiguió un empleo en china y me fui cuando tenía cuatro años, así que no recuerdo mucho, entré en un programa de intercambio estudiantil porque estoy estudiando el traductorado de Inglés en mi país, los Yankies fueron para china y nosotros viajamos hasta este lado, y si tenía que venir... ¿poque no visitar a la familia...?

-Pues déjame decirte que tu acento es estupendo.

-Muchas gracias, no me resulta difícil el estudio. ¿que hay de tí?

-Trabajo como repartidor, ayudo a mi padre, y ya casi logro recibirme de ingeniero químico.

-Eso es estupendo... tienes una fuerte conexión con la naturaleza, eso se percibe -le dijo luego el castaño- eres lo que se dice una persona de manos verdes.

-¿Tienes videncia natural? -consultó este-.

-Me llegan algunas imágenes de vez en cuando pero no podría decir que soy vidente... Intuitivo más que nada -dijo Sam algo tímido-.

-Pues sí tenías razón en lo de las manos verdes, soy Jardinero... hijo de padre botánico y madre antropóloga ¿tenías trabajo en china... o solo estudiabas?

-Trabajo en una empresa que realiza videojuegos, uso el dinero para pagarme mis estudios de Psicología y Traductorado de idioma Inglés y vivo con mis padres.

-¿Eres programador?

-Ojalá lo fuera, soy "tester".

-¡Eso quiere decir que te pagan por jugar videojuegos?

Sam le sonrió y agregó:

-No sólo realizo testeos, también entreno jugadores, soy uno de los capitanes del equipo nacional de juegos en línea, quiero terminar el traductorado este año para poder entrar en la Universidad Tecnológica el que viene, para perfeccionarme en robótica.

-¿Y cómo haces con el testeo ahora que estás aquí? -quiso saber Travis-

-Junté cuatro semanas de vacaciones... pero si lo creyeran necesario puedo hacer el testing online desde el servidor interno de la compañía.

-Debí imaginarlo... bueno... bienvenido a Norte América,
Tierra de descontrol y sexo sin límites. encontrarás que no estamos tan detrás de ustedes en cuanto a tecnología.

-Aqui tienen lugares asombrosos, quiero recorrer todo lo que pueda.

-Si te gustan las peleas de robots puedo conseguir entradas para la semana que viene -le ofreció Travis-.

-¡¿Bromeas? Las peleas de robots son lo máximo! es la razón por la que quiero estudiar robótica para poder cambiar el Joystick por el control remoto y subir de nivel.

-¿Que pasa Travis, ya no te juntas con nosotros?

Aparecieron dos hombres, uno se sentó junto a Sam y otro junto a Travis.

-No te pongas sentimental grandulón...

-Hola soy Tyler -saludó el más alto y corpulento de cabello negro estirándose un poco para estrechar su mano con firmeza-.

-Samaél -respondió a su saludo-.

-Mmm... nombre de ángel... muy apropiado... -dijo el joven sentado a su lado...

Sam no pudo evitar dar signos de que aquello le había resultado algo extraño y embarazoso por lo que rápidamente Tyler soltó:

-Es Grayson, te acostumbrarás... ¿no eres homofóbico cierto?

-Nop -respondió agradable y simpatico- no lo soy.

-¡Qué bien!... ¿estás saliendo con alguien? -preguntó el chico al que llamaban Gray-

-Últimamente me estoy dedicando cien por cien a estudiar.

-Entonces vienes de alguna mala experiencia...

-Bueno... todos hemos tenido alguna pero te prometo que no es eso, la razón por la que me estoy concentrando en el estudio es que quiero terminar mis carreras tal y como lo tengo planeado.

-¿Carreras? ¿en plural? ¿más de una?... -volvió a interrogar el rubio-.

-Psicología y Traductorado de Inglés, y también trabajo para una empresa de videojuegos testeando la jugabilidad o la aparición de "bugs" en los juegos en desarrollo o realizando tareas de promoción para la compañía. ¿Tú sales con alguien? -se apresuró para intentar desviar la conversación.

-Eso depende... ¿quieres salir conmigo?

-Llegué hace muy poco no creo que a mi tía le agradara la idea -le respondió de un modo tan agradable que el extraño no pudo enfadarse-.

-¡Cálmate amiguito!... -le lanzó Tyler al rubio y luego agregó para Samaél- Debes pensar que todos estamos locos... -riendo-.

-En realidad no, estoy un poco acostumbrado a ese tipo de cosas -le respondió Sam tranquilo y sonriente- en china soy el chico de los ojos grandes... a muchos chicos les llama la atención, no sólo a las que chicas.

-También estoy acostumbrado a ser popular -sonrió Tyler echando un sorbo a su botellita de cerveza y lanzándole una mirada bastante particular- ¿te gusta hacer ejercicio? -dijo al observar los músculos de sus brazos.

-Salgo a correr todas las mañanas y hago flexiones en mi casa, cómo sano, bebo mucha agua... evito el alcohol salvo cuando voy a alguna fiesta o reunión como ésta...-respondió- cuido mi salud más que nada -agregó amable-.

-¿Me acompañan con otra dos cervezas? yo invito -dijo Tyler para todo el grupo- ¿Samaél? ¿cuál prefieres?

-Me gustaría probar la roja, muchísimas gracias.

-Me agrada.

Tyler encargó una roja, una rubia y siguieron conversando.

Sam había terminado de escribir los nombres de los tres amigos en chino (en realidad de garabatear caracteres de esos que le salían mejor) y tuvo que ir definitivamente al baño.

Cuando terminó de lavarse las manos, a través del espejo, notó a Crowley detrás de él.

-Dicen que el chico nuevo es muy atractivo... -soltó el demonio viéndolo de una manera muy sexy cruzado de brazos-.

-Ya veo -respondió el joven- otra vez me estas siguiendo-.

-No seas tan arrogante, estaba cerrando un trato en el vecindario y vi las luces. ¿Un Wicca? ¿es enserio? ¿Me rechazaste para jugar con sahumerios y velitas de colores?

-Fuiste tú el que me explicó que la oscuridad no puede desterrar a la oscuridad y ahora me acusas de perder el tiempo por no estar hurgando entre los libros de magia negra.

-¿Y qué piensas que harás uniéndote a Bilbo y a Frodo, encontrar el Monte del Destino y convencer a Dean de que arroje la Primera Espada? Lo que trato de decir, es que estos tontos creen que un cristal de cuarzo es una fuente de energía, tendrás que ser un poco más creativo encanto, no hay tiempo para juegos.

-No voy a discutir esto contigo, así que si ya terminaste de burlarte... -dijo invitándolo a marcharse, pero en lugar de tomar aquella sugerencia el demómio se plantó delante de él con uno de sus brazos cerrándole el paso y dijo- De acuerdo, lo siento, solo quería que vieras mi punto... ¿Que harás esta noche... saliendo de aquí?

Sam quedó absolutamente perplejo con la pregunta:

-¿Subir al auto de Dean e irme a casa...? -respondió como diciéndo "nada ha cambiado en mi rutina".

-Bueno, lo intenté -liberó el paso invitándolo con un gesto a seguir su camino.

Entonces se dio vuelta para verlo perderse y Sam volteó también y respondió:

-Te veré en mis sueños- los dos tenían esa intensidad en la mirada. Crowley podía percibir el escándalo en el interior del joven, así como su propia esperanza de poder finalmente conquistarlo.

-No te desveles mucho... -le pidió el mayor con esa voz tan sensual que podría encantar serpientes, antes de desaparecer para evitarse a sí mismo el impulso de secuestrarlo-.

-No lo haré -le respondió con un tono de voz muy cálido-.

-¿Y se puede saber con quién vas a soñar esta noche?... -dijo Travis entrando al baño con Tyler- ciertamente no lo dijiste en japonés... -bromeó para instar a Sammy a hablar de aquella situación tan curiosa-.

-Me atraparon... estoy en una relación casual con un empresario norteamericano -confesó divertido-.

-¿Y eso? ¿Lo conociste en el avión? -continuó Travis indagando-.

-Más o menos -agregó el castaño- nos conocimos en un vuelo hace dos años y eventualmente nos encontramos o hablamos por teléfono, él viaja mucho por trabajo y yo hago algún que otro vuelo también, por asuntos de la empresa, cada vez que podemos pasamos tiempo juntos, lo hemos hecho en diversos países del mundo, está loco por mí y yo también por él pero no tenemos nada serio en realidad, creo que locos es el término más adecuado para describirnos.

-Hasta que terminen de enloquecer y acaben contrayendo matrimonio -agregó Travis- si es un empresario de nivel te convendría atraparlo ¿no crees?

-Puede ser ¿Iban al baño verdad? Los espero en la mesa.

Luego a punto de salir, Tyler le dijo a Sammy:

-Si de verdad te gustan los hombres... deberías probar mi verga -inmediatamente después de lo cual le guiñó sexy un ojo-.

-¡Esta noche será la de Charly, pero espero que eso sea una invitación a cenar! -le coqueteó Sam-.

-Nos vemos... -sonrió antes de salir por la puerta-.

Una vez que volvieron a estar todos juntos en la mesa ocurrió algo inesperado.
Dean irrumpió en la reunión con aire ofuscado.

-¿Qué te trae por aquí cazador? -dijo un muchacho que lo conocía de la vez que se había hecho pasar precisamente por un wicca-

-Busco a mi hermano.

Sam que estaba preparado mentalmente para que esto pudiera ocurrir pudo conservar la calma y el ritmo cardíaco, lo cual era algo muy bueno, ya que aunque no lo supiera, Tyler era hijo de madre humana y padre licántropo y poseía habilidades de lobo.

-¿Sam Winchester? No sabemos nada de él... no ha venido por aqui -respondió el muchacho que lo había saludado-.

-Tal vez pueda ayudar -se levantó de repente Missy -¿me dejas sostener tu mano por un momento?

El joven se la extendió, temblando ligeramente por su estado de angustia.

-Tu hermano se encuentra... muy confuso, asustado, perdido... pero seguirá adelante... tienes mucho cariño y paciencia con él cuando se ofusca o se pone terco, y eso está bien, pero tendrás que obedecer a tu corazón de la misma forma cuando te susurre que le des espacio, Sam necesita encontrar sus propias respuestas, encontrarse a sí mismo... Y si bien es cierto que hay algo muy oscuro dentro de ti que intentará abrirse paso, debes recordar -y puso énfasis en estas dos palabras- 'que esa oscuridad no eres tú". Los destinos tuyo y de él se encuentran entrelazados, pero lo que pasará después aún no ha sido escrito, la moneda esta girando en el aire... -la mujer se desvaneció por un pequeño instante en sus brazos para luego retornar a la conciencia.

-¿Se encuentra bien señora? -preguntó el muchacho aún en shock-

-Descuida, me sucede siempre cuando recibo mensajes, no es nada.

-Supongo que ya debo marcharme -concluyó Dean luego de dejarla al cuidado de su sobrino que había ido por detrás de ella a rodearla con sus brazos mientras miraba con desconfianza al cazador-.

Cuando estaba llegando a la salida la voz de la mujer lo llamó:

-¡Dean Winchester!...
El se dio la vuelta y la miró, ella le sostuvo la mirada y respondió:

-Eres un buen hombre...

Estas palabras lo ayudaron más de lo que podía expresar.

Paulatinamente en los grupos de gente volvió a instalarse la charla, y esta vez "Dean" fue el tema de conversación en cada uno.

-Sí que es lindo ¿no lo crees? -dijo Grayson a Sam-

-¿Ese chico?... no está mal... -respondió con aire distraído.

-Si pudiera estar en la cama con él me importaría poco que me llamara Sammy mientras lo hacemos... -dijo con voz de enamorado-.

-¡¿Y eso? ¿te llamas Sam de segundo nombre?! -preguntó divertido y extrañado.

Aquellas palabras definitivamente lo habían tomado por sorpresa.

-No es eso, es una tontería, un rumor que dice que Dean está perdidamente enamorado de su hermano y él se llama Samuel, y el diminutivo en inglés es Sammy.

-Se me hace un rumor muy extraño... -agregó Sam-.

-Empezó a correr entre los cazadores de brujas hace tiempo, dicen que hace unos nueve o diez años atrás Sam Winchester fue asesinado, un testigo contó que en una pelea, el tipo con el que estaba forcejeando se hizo el muerto y le incrustó un cuchillo por la espalda que le rompió las vertebras, Dean estaba presente en ese momento, estaba yendo a su encuentro y trató de advertirle pero ocurrió muy rápido, el tipo escapó y finalmente Sam murió en sus brazos unos minutos más tarde, pero no terminó ahí, ya que a los pocos días alguien comentó haberlo visto vivo, después otros cazadores más lo vieron y terminó trascendiendo que Dean había hecho un pacto demoníaco para traerlo de entre los muertos por amor... fue capaz de vender su propia alma con tal de no perderlo... ellos son los Castor y Polux modernos, ¿conoces de mitología griega? -remató el rubio al final de su explicación-.

-Sí -agregó Sam-.

-No es un cuento de hadas -discintió Travis- Dean Winchester es un enfermo... un psicópata... y la relación que tiene con su hermano cuadra más con un síndrome de Estocolmo. Sam es poco más que un rehén emocional de él... se comenta que no le gustaba cazar y que intentó cortar relaciones con la familia entrando en una universidad en California, pero Dean lo convenció de volver, porque es un manipulador muy hábil y lo tiene completamente controlado en su red de mentiras y chantajes emocionales...

-También dicen que por las noches cuando duerme, le hace inhalar cloroformo para que no despierte y se desfoga...-.

-Te odio maldito!! -estalló Gray con lágrimas en los ojos- ¡Esto es mi culpa! -se levantó y se fue-.

Finalmente Sam respondió:

-No lo sé Travis... tu tía dijo que era una buena persona y yo también sentí eso... no creo que sea un violador, o que esté enamorado de su hermano como dicen... creo que sólo son rumores.

-¡Tengo un antojo! ¿me acompañas al kiosco por favor?-pidió Tyler entonces a su amigo-.

-¿Estás embarazada linda? -le respondió éste como diciéndo "no me molestes".

-Anda no querrás que tu ahijado nazca con cara de chocolate -insistió el moreno y Travis sabía que tenía que ir con él.

-Regresaremos pronto -saludó a Sam-.

El castaño volvió a hacerle compañía a Grayson que había vuelto a la barra y lo encontró frente a un vaso de Wisky.

Tomando un trago, su cara expresó que el mismo le disgustaba, viéndolo tan afectado Sam sólo se sentó junto a él, tomando también un sorbo del vaso de Whisky que había soltado:

-Dean salvó mi vida y la de mi hermana Sally -le confesó él y un momento después agregó- me niego a pensar que finalmente se halla convertido en tan solo un loco con un arma... -otro sorbo y continuó- tal vez se precipitó, quizá halla sido solo un accidente, tal vez ni siquiera fue realmente él, pero Travis está convencido de que mató a su prima, y lo peor es que él estaba enamorado de ella, desde entonces guarda en secreto una sórdida obsesión por vengarse.

-Fue extraño, parecía completamente normal hasta hace un momento y cuando ese hombre apareció cambió completamente, casi como si no fuera él mismo -opinó Sam-.

-Él lo disimula de una manera casi perfecta, nadie podría pensar que está tramando algo, incluso he buscado pruebas en su propia casa y no he podido encontrar nada, pero no puede esconder su aura de mí, y sé que el odio lo está consumiendo. Con Tyler estamos tratando de ayudarle a superar lo que pasó pero... ni siquiera yo sé si algo así sea posible...

Sam estaba seguro de que Tyler se lo había llevado afuera para desahogarse, no obstante ahora que sabía todo esto, lo había asaltado el temor de que en realidad hubieran salido a buscar a Dean para matarlo.

Casi respondiéndo a sus angustiosos pensamientos la llamada de su hermano iluminó su celular:

-Disculpa... -se dirigió entonces al rubio- es mi madre... "Hola"?? -habló en Mandarín-.

-Sammy por favor tienes que salir de ese lugar, busquemos otra forma...-escuchó el menor cuando acercó el teléfono a su oído, Dean se oía muy afectado. Sammy continuó hablándole en idioma extranjero-.

-Tranquilízate... escucha, acabo de descubrir algo... creo que eres tú el que está en peligro, dos hombres jóvenes salieron del bar hace un momento y estoy casi seguro de que están buscándote. Te quieren muerto, así que gira la llave ahora, pisa el acelerador y aléjate lo más que sea posible, encuentra un motel y dame un par de horas. Pásame la dirección por mensaje y nos veremos ahí, lo prometo.

-Ok -le respondió Dean- pero no tardes.

-Madres... -dijo Sammy a Gray- tiene cuarenta minutos para comer y aún así me llama por teléfono -esperando que el rubio de ojos cafés no ignorara que cuando allí era de madrugada en el otro extremo se encontraban en mediodía-.

-Si se parece a Robin prepárate para que te despierten cada madrugada -respondió amable como siempre-.

-¿Entonces puedes ver el aura de las personas? ¿También viste la de Dean Winchester y la mía?

-Así es, las dos son bonitas... ¿quieres saber cuales son sus colores? Las auras no tienen un solo color en realidad, pero en la tuya predomina el azul y en la de Dean el amarillo-.
Sam pensó que si Gray podía ver la negatividad en el aura de Travis y no había visto nada en su hermano, era prueba de que la marca se encontraba efectivamente en un punto muerto.

El rubio esperó a que Sam terminara de tomar para agregar:

-Aún no me dices cuando será nuestra primera cita...

-Pásame tu número -dijo Sam y extendió su mano -Gray sacó una bonita pluma empresarial que tenía en el bolsillo superior izquierdo de su chaqueta negra de cuero y dibujó el número en la parte posterior del antebrazo de Sammy cerca de su muñeca. Cuando se retiraba después de haberlo escrito, Sam se dejó llevar por la súbita curiosidad de probar sus labios y el rubio respondió inmediatamente, cerrando los ojos y permitiendo el beso, luego le tomó la nuca y siguió profundizando, pero entonces un carraspeo de la tía Robin hizo que tuvieran que separarse.

-¡Sam ¿te volviste loco?! ¡Por Dios, Grayson, ¿de verdad? ¿drogaste a mi sobrino?!

-¡¿Qué dices? Él me besó... además solo nos tomamos una cerveza... antes estaba con Travis tomándose un trago... no sé qué sucedió!.

-¡Como sea! ¡Sam, despídete, nos vamos a casa!

-Lo siento Gray, adios, te llamo luego -se despidió Sammy como embobado mientras tía Robin lo jalaba del brazo. Al cabo de unos instantes volviendo a mirar lo saludó con la mano y una sonrisa que el rubio correspondió de la misma forma-.

-¿Ya se van? -preguntó Travis a Robin, entrando al bar acompañado de Tyler.

-Tu y yo tendremos una pequeña conversación pero no será en este instante.

Travis no entendió el enojo de tía Robin ni siquiera después de haber visto la forma en que arrastraba a Sam hacia la puerta.

-¿Qué demonios...? -atinó a decir entornando los ojos...

-¿Tienes idea de qué le pasa a Robin? Prácticamente acaba de amenazar a Travis.

-Samaél me robó un beso, Robin nos vió y creyó que estaba actuando bajo el efecto de alguna droga, ¿tu le diste algo Travis? Porque conmigo solo tomó cerveza.

-¡¿Qué demonios te pasa Gray? ¿porqué lo haría?, a mí no me gustan los hombres imbécil! ¿De verdad no te diste cuenta de que es bi sexual? Creí que te le habías tirado por eso...

-¡Como sea...! -agregó el rubio marchándose-.

-¡Gray! -oyó la voz de Travis- se que te salvó la vida... pero cambió cuando vendió su alma... no es el mismo de antes, ya no existe esa persona, por favor comprende...

El rubio se alejó sin decir palabra.

Tyler miró a Travis y este le recomendó:

-Alcánzalo... no tiene suficiente calle para estar caminando sólo a estas horas, además así podrás hacerle entender que sólo actuaste así por celos.

*************

Camino al auto Sam intento hablar con su amiga.

-Robin... lo siento... no quise avergonzarte...

-¡No me estabas avergonzando tonto! Te saqué porque Dean me pidió que lo hiciera... aunque realmente creo que te han dado una poción de amor, de seguro mañana no recordarás nada acerca de haber besado a ese chico, tienes suerte... -juntos llegaron hasta la camioneta y subieron-

-Tía... ¿puedo confesarte algo? Ése no fue mi primer beso con un hombre...

Robin, que había puesto una mano sobre el volante y otra en la llave con ánimos de arrancar, decidió posponer el encendido del motor para poner toda su atención en su adorable copiloto:

-De hecho mi primer beso fue en la universidad pero... lo que estoy tratando de decirte es que... sí soy un poquitín gay... bueno bastante... -y luego, recordando que Crowley le llevaba unos cuantos años agregó en tono reflexivo- más de lo que pensaba...

Ahora la tía Robin pensó que Missy tenía toda la razón... Sam estaba confundido.

-Por favor promete que no le contarás nada a Dean acerca de esto -le pidió-.

-¿Bromeas? Ocurrió durante mi guardia... -le respondió la mujer- por supuesto que no lo sabrá... -le sonrió y arrancó el vehículo, poniéndose en marcha hacia el motel en el que Dean los esperaba-.

Ni bien pusieron un pie fuera de la camioneta, el rubio ya había llegado a donde se encontraban para saludar a Robin, y agradecerle por toda su ayuda.

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