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Capítulo 1: Una batalla peligrosa

Un domingo como cualquier otro, las parejas disfrutaban de ese hermoso día para salir a pasear y conversas con ese ser querido y esa no era la excepción para Ranma y Akane, luego de vencer a Safrán en el monte Fénix y de ese intento fallido de boda las cosas no avanzaban pero tampoco habían empeorado, habían empezado a salir como una pareja normal

-Akane.... ¿Tu... tú de verdad ibas a casarte conmigo?- pregunto Ranma nervioso con un sonrojo evidente y una vista hacia otro lado

-Bueno yo...- Akane estaba igual, estaban solos en aquel parque y esa respuesta podía cambiar su futuro -La verdad es que yo...- aún le costaba admitir lo que sentía pero después de ver a Ranma llorar al creer su muerte no tenía dudas de lo que sentía

-JoJo ¡Ranma mi amor!- llego Kodachi a interrumpir ese momento tan importante, pues seguía con sus intentos de conquista después de saber que la boda fue un fracaso

-¡Suéltame!- grito desesperado pues la chica lo tenía enredado en su listón de gimnasia pero además estaba molesto por la interrupción

-No lo hare querido Ranma- se acercó peligrosamente al muchacho quien no podía moverse y se quedó quieto por el miedo al ver el cercano beso

-¡Mejor los dejo solos!- Akane golpeo la cabeza de Ranma con la jarra de agua estaba muy enojada por darse cuenta de que las prometidas de Saotome seguían interfiriendo y en lo hacía nada al respecto así que decidió irse

-¡Akane espera!- pidió la pelirroja mojada y siendo liberada por la rosa negra al notar que no era el chico -¡Por favor Akane deja de molestarte por cosas sin sentido!- dijo mientras la seguía

-¡¿Cómo puedes llamarle a esto algo sin sentido?! ¡No te intereso y por eso no has dejado a tus demás prometidas!- la enfrento de una vez por todas y siguió su camino, estaba cansada de la situación pero la verdad es que aún estaba un poco insegura y temía que alguna otra chica aun pudiera apartarlo de su lado y la falta de interés del chico por detenerlas la ponía peor

-¡¿Cómo puedes decir eso después de todo lo que hemos pasado?!- se molestó al darse cuenta que todos sus gestos románticos no los tomaba en cuenta y no le decían nada de lo que sentía por ella -¡Es por eso que no me he casado contigo porque eres una niña malcriada, cobarde, tonta y no entiendes nada!- grito enojada por su actitud, no valorando los tantos intentos por acercarse a la chica Tendo, esas palabras la detuvieron de inmediato a la muchacha pues desde hace un tiempo no le decía esas cosas y no la había insultado más allá de fea o boba, cosa que sabía eran en broma pero esto no sonó así, pues se lo grito con enojo, seriedad y quizá determinación -Perdóname... no quise...- se disculpó en vano al notar sus palabras, estaba consciente de que había cometido un grave error pero de cierta manera expreso todo lo que reprimió desde el día de la fallida boda pero aun así no debió decir tales cosas

-¡Eres un idiota!- grito mientras se acercaba a ella y le daba una cachetada -¡Nunca voy a ser tu esposa Ranma!- aseguro con lágrimas en los ojos para después marcharse, con eso le quedaba claro que las cosas entre ellos no mejorarían pues en cualquier momento volverían a pelear y sus prometidas no dejarían de interponerse si el no hacía algo y lo peor es que el no hacía nada y no se veían intenciones por hacer algo

-¡Perdóname Akane!- seguía sintiendo culpa e intento ir tras ella mientras se tocaba la mejilla roja por el golpe

-¡Mi chica de cabellos de fuego!- nuevamente los hermanos Kuno interferían

-¡Aaa!!! ¡Suéltame Kuno!- grito mientras intentaba soltarse pero era inútil pues del abrazo no podía ni tocar el piso y de milagro respiraba -¡Akane!- la llamaba para evitar que se fuera pero ella ya había salido corriendo

-¡Ese cretino de Ranma! ¡Es un idiota!- iba la peli azul maldiciendo por las calles de Nerima con un aura de batalla peligrosa y golpeo un poste de luz -¡Es un estúpido! Lo odio...- dijo mientras se detenía pues su enojo había cambiado a tristeza y comenzó a llorar -Ranma ¿porque eres tan torpe?- se preguntaba tomando su rostro con sus manos para evitar que se vieran sus lágrimas pero un chico que presencio la escena se acercó a ella

-Akane... ¿Estás bien?- pregunto de manera clara y sin dudar mientras la veía de frente intentando encontrar su ojos y la tomada de los hombros

-¡Ryoga!- la chica levanto la mirada y se arrojó a sus brazos sorprendiendo al Hibiki quien no se sonrojo o emociono pues para él era más importante consolar a la chica que tenía en los brazos

-¿Qué sucede mi bella Akane?- cuestiono mientras la apretaba más dándole confianza y poniendo su barbilla en la cabeza de la chica Tendo

-Ranma...- solo pudo decir entre todo ese llanto y tomaba con fuerza la camisa amarilla del colmilludo

-¿Qué hizo esta vez?- ya se imaginaba lo que había pasado y una molestia nació en él, sabía que luego de una pelea así un golpe de Akane para Ranma lo arreglaba todo y no le gustaba que la hiciera sufrir de ese modo, pero esta vez era distinto y las cosas no se arreglarían tan fácil pues en lugar de ir al dojo a golpear algo rompió en lágrimas debido a que ya estaba harta y desesperada por toda esa situación

-No me quiere...- dijo débilmente por la vergüenza de admitir esas palabras y el dolor que le causaba pronunciarlas

-Claro que te quiere, yo estoy seguro de eso, solo es muy tonto para no admitirlo- admitió aunque eso significaba dejarle una ayuda a Saotome -No llores por él, te aseguro que solo fue un malentendido y todo volverá a estar bien- animo con la mejor sonrisa que pudo haciéndola sonreír a ella también, estaba feliz al lado de Akari pero aun así no estaba muy conforme con la relación de esos dos, seguía pensando que Ranma no era el chico indicado para ella

-Gracias Ryoga... espero que tengas razón- hace unos minutos había perdido la esperanza de su matrimonio pero si el mejor amigo de él chico de la trenza le aseguraba que la quería podía estar más tranquila además de que siempre peleaban por malentendidos causados por sus prometidas de las cuales ya estaba fastidiada y con muestras de afecto como la de hace un rato no podía evitar reaccionar de esa manera y quizá exagero en esa situación, después de todo eso pasaba muy comúnmente

-Te llevare a casa y buscare a Ranma para hablar con el- no podía permitir que hiciera llorar a una chica tan dulce como ella y le haría pagar, él era el único que podía darle una lección de cómo tratar a una linda chica

-Ryoga... el dojo es hacia el otro lado...- comento algo apenada por la situación al ver que la llevaba de regreso al parque

-Lo siento...- sonrió nerviosamente y puso una mano detrás de su cabeza, la chica de ojos cafés quedo sorprendida por lo que veía, nunca había visto lo guapo que era Ryoga con esos cabellos negros mecidos por el viento y esa genuina sonrisa, no pudo evitar un sonrojo pero agacho la cabeza para no ser descubierta y por lo indebido que sería admitir que se había fijado aunque sea por un momento en alguien que no fuera su prometido

-No hay problema...- respondió luego de unos minutos en compañía de una sonrisa, se sentía tranquila al estar a su lado, siempre sintió que podía confiarle cualquier cosa como a P-Chan

-Y dime... ¿Cómo has estado?- pregunto el Hibiki esta vez nervioso al darse cuenta de que iba caminando por las calles de Nerima a un lado de su antiguo amor platónico eso le traía un par de recuerdos melancólicos

-Bien, supongo… bueno antes de hoy todo iba de maravilla- recordó los momentos lindos que paso con Ranma y volvió a decepcionarse por la pelea de hace un rato y sintió culpa de su actitud

-Supe que ibas a casarte...- dijo triste y feliz pues esa noticia no era muy buena para él pues recordaba su fracasado amor pero feliz porque era lo que Ranma y Akane querían y los quería ver feliz, tan feliz como él pudo haberlo estado con su prometida

-Jaja si pero quizá no era nuestro destino y no sucedió- se reía por lo ridículo de la situación no entendía como después de tanto tiempo aun no eran ni novios formales, solo tenían citas y no peleaban pero no eran novios como tales y ni siquiera se habían besado o dado una muestra de amor

-Algunas veces el destino tiene otros planes...- tomo la mano de ella mientras aun caminaban, sorprendiéndose de su propia valentía, no pensaba en Akari

-Tienes razón...- se sonrojo al estar tan cerca de él colmilludo pero correspondió a su mano y lo tomo con fuerza -Me alegra haberte encontrado, llegaste en el momento indicado- confeso pues de no haber sido por el seguiría triste y enojada con Ranma

-A mí también me alegra verte, a eso vine a Nerima- se sintió muy feliz de escuchar esas palabras, era lo que necesitaba oír en esos momentos, además era cierto de que a eso había ido a Nerima, necesitaba comprobar algo antes de volver -Yo quisiera decirte algo... hace mucho tiempo lo he intentado pero he sido muy torpe- (¡Vamos Ryoga es el momento, confiésale el amor que no pudiste decirle!) se animaba mentalmente pues esa era la última oportunidad que tenía y con eso pondría en claro sus sentimientos y su futura vida

-Di-Dime...- tenía una vaga idea de a dónde iba la situación pero su corazón latía muy rápido

-Bueno yo...- el rojo en su rostro era cada vez más fuerte pero no soltaba su mano, respiro fuerte y quedo frente a ella mientras tomaba sus dos manos y la veía a los ojos -Akane yo...-

-¡¿Puedo saber qué demonios haces con mi prometida?!- pregunto Ranma enojado, convertido en hombre luego de conseguir agua caliente para ir en busca de la chica de ojos cafés, aterrizaba en la cabeza del chico del pañuelo haciéndolo caer al suelo, arruinando ese momento y la última oportunidad del colmilludo

-No sé de qué hablas yo no soy tu prometida- respondió la chica de ojos cafés viendo a otro lado y con una expresión de enojo, quería arreglar las cosas pero no quería que Ranma la reclamara como su propiedad y que agrediera al pobre chico

-Ya veo ¿Entonces ahora te quedaras con Ryoga como segunda opción?- la reto poniéndose frente a ella cansándose de su inmadurez ante cada malentendido e intentando tomar las cosas a broma

-No es mi segunda opción- dijo mientras volteaba a ver al ojiazul aún más molesta no le gustaba como trataba a su amigo -¿A ti que te importa con quien estoy o no?- cuestiono aún más cerca de su rostro

-Tienes toda la razón, a mí no me importa si tu prometido ahora es un cerdo- se dio la vuelta con una expresión de desinterés, estaba confiado en que muy pronto volverían a estar como antes -Lo que es más, yo seré el padrino de su boda- menciono para hacerla enojar mas

-¡Por mi haz lo que quieras pero si aceptas ese matrimonio significa que ya no vivirás en el dojo Tendo!- grito enojada por su arrogancia, esperaba que le pidiera disculpas por lo que le dijo y así ella también se disculparía

-No me importa, tengo otras prometidas que si son amables conmigo- seguía retándola para causar una pelea y de ese modo que Akane desahogara todo su enojo mientras lo golpeaba y así lo perdonara

-¡Ranma eres un insensible!- hizo un puño en su mano, al escuchar ese grito el chico de la trenza se dio la vuelta en espera de un golpe pero quedo atónito al ver a la chica Tendo quieta y a pocos centímetros de darle un golpe en el rostro pero no solo eso, estaba llorando de nuevo -Eres un insensible...- repitió, se incorporó y mejor se dio la vuelta para irse, no esperaba que Saotome volviera a mencionar a sus prometidas quienes eran la causa de todos sus problemas y decir que tenía otras opciones le hacía pensar que ella era eso, una opción mas

-¿Qué pasa Akane? Tú no eres así, sabes que siempre tenemos malos entendidos pero...- argumento acercándose a ella para tomarla por los hombros, (¡Rayos! Quizá esta vez sí me excedí) pensaba pues tal vez debió ser menos grosero y pensar más lo que decía

-Lo se Ranma pero desde hoy esos malentendidos se acabaron- no volteo a verlo y corrió hasta su casa, aún faltaban algunas cuadras para llegar

-¡No Akane espera debemos hablar!- sintió un hueco en el corazón, parecía que esta vez la ruptura era definitiva -Akane yo te amo...- susurro al verla desaparecer

-¡Ranma pagaras caro!- sentencio el chico del pañuelo una vez recuperado por el golpe y viendo los últimos momentos de la pareja y la manera en que la peli azul se fue triste terminando su relación con el chico de la trenza, intento golpearlo pero tomo su puño a escasos centímetros de su rostro

-No es momento Ryoga déjame solo- pidió con una expresión seria y ojos fulminantes, estaba molesto por ver como se aprovechaba de la situación para acercarse a su prometida

-No lo hare, hiciste llorar a Akane dos veces y arruinaste mi posibilidad de decláreme- estaba sumamente enojado más por verla llorar que por su declaración fallida pues pensaba que si lo detuvo fue por algún motivo quizá no debía hacerlo y su destino o era estar con la chica Tendo,  soltó su otro puño siendo recibido en la majilla de Saotome

-¡A ti que te importa, tú tienes novia! ¡Solo eres un aprovechado que iba a usar la ocasión para hacerme a un lado!- se sintió traicionado por su amigo, recordó que él tenía una novia lo que lo molesto más, nunca pensó que podría ser de esos chicos que tenían dos novias y también golpeo su cara, sacando un poco de sangre de su boca

-¡Yo sí puedo hacerla feliz no como tú!- ignoro su primer comentarios, se limpió la sangre y se preparó para el nuevo ataque -¡El truco de la explosión!- derribo un poste de luz que iba a caer directo en Ranma pero lo esquivo con agilidad

-¡Deja de decir estupideces, nunca será tu esposa entiéndelo, Akane se casará conmigo!- por primera vez grito eso con todas sus fuerzas para dejar en claro que se casaría con la chica Tendo

-Ella misma lo acaba de decir, ella te dejo- argumento pero un poco de tristeza apareció en el pues sabía que siempre se reconciliaban y con ello el debería volver a irse de Nerima, intento golpear a el chico de la trenza con una roca enrome

-¡El truco de las castañas calientes!- usos esa técnica para acabar con la roca -¡Solo está enojada pero ella me ama y a ti no! ¡Solo te ve como su estúpido cerdo mascota!- dio una patada que llevo al Hibiki al suelo, dejándolo acabado y muy triste aún más al escuchar esas palabras

-Tienes razón... ella solo piensa que soy su amigo... solo quiere a P-Chan...- dijo decaído formando un aura en él, se puso de pie e iba a usar su técnica Rugido del león para mandar a volar a él ojiazul causándole daños pero decidió esperar un poco a reunir más energía negativa

-Solo vete de viaje como siempre lo haces y deja que yo arregle las cosas- al verlo así de triste se sintió culpable, después de todo era su amigo y no quería seguir peleando, menos ahora que estaba tan molesto y podía dañarlo gravemente

-¡No huyas cobarde aun no termino contigo!- no se detendría hasta que quedara mal herido en el suelo, era lo mínimo que mecería por lastimar a Akane

-¡No estoy huyendo no quiero pelear contigo!- debía ir a toda prisa con la peli azul para arreglar las cosas y consideraba que ya habían peleado bastante

-¡Mientes!- corrió hasta Ranma para darle un rugido de león cerca y lastimarlo

-¡Ya te dije que no me molestes!- corrió en dirección a él y en pocos segundos uso su técnica y le dio 1000 golpes dejándolo inmóvil como una vez lo hizo con MIikado -Cuando te recuperes vuelve a las montañas y nunca más te aparezcas por Nerima- esta vez lo sentía como un fuerte rival al ver la escena en donde tomaba de las manos a su prometida, pero el efecto inmovilizador duro pocos segundos pues el si era fuerte no como Mikado

-¡No me iré!- grito recuperado e intentando golpearlo por detrás, pero Saotome se dio vuelta justo a tiempo y comenzó a esquivar los golpes

-Ryoga vete a otro lugar busca a tu novia y a nosotros déjanos en paz- seguía moviéndose rápido y gracias a eso no tuvo ningún golpe -¡El dragón volador!- dio el golpe de gracia que lo mando a volar por los cielos, estaba sumamente cansado pero solo terminando una pelea el colmilludo se iría y esa técnica era la única que pondría fin al encuentro

Callo sentado al suelo luego de esa pelea y decidió dar un respiro para tomar fuerzas y ahora si ir en busca de Akane y encontrar una solución a esa discusión pero no solo eso, le pediría matrimonio por su cuenta para esta vez poder casarse con ella y que nadie los interrumpiera, mientras pensaba eso una viejecita regaba la calle mojando a Saotome, en ese mismo momento Ryoga cayó acostado al suelo

-Sera mejor que me despida de el- la pelirroja se puso de pie para ir con él y despedirse antes de que fuera a Colombia o a quien sabe dónde -Ryoga fue una buena pelea- dijo una vez cerca de el -Vamos no te enojes no es para tanto- volvió a decir pues el chico del pañuelo seguía con los ojos cerrados y sin responderle -Por favor Ryoga siempre te gano- (que sensible eres a veces) pensaba pues creía que le aplicaba la ley del hielo

Se puso de rodillas a un lado de el para obligarlo a responder, y lo movió para que abriera los ojos -No seas infantil responde- insistió con una mirada de fastidio pero al moverlo pudo notar que su cabeza estaba sangrando luego de caer en una piedra -¡Ryoga responde!- se alarmo al ver la sangre correr y al notarlo inconsciente -¡Que he hecho!- estaba asustada y veía al muchacho ahí en el suelo parecía estar dormido -¡Ryoga!- Llamo por última vez con esperanza de que despertara pero no fue así.

La tarde comenzaba a caer en Nerima, Ranma no lo dudo más y tomo en sus brazos a Ryoga aun inconsciente y la sangre no dejaba de fluir, decidió parar un momento para quitarse la camisa y ponérsela en la cabeza con la esperanza de detener el sangrado, en ese momento nada importaba ni siquiera sus pechos desnudos y llevarlo a él en brazos haciendo que su cara quedara en sus pecho
-Resiste Ryoga- pidió muy preocupada, corriendo aún más rápido hasta donde el doctor Tofu, era la única persona que podía ayudarlo, nunca lo había visto tan vulnerable, luego de unos minutos por fin pudo llegar al consultorio -¡Doctor Tofu!- llamo mientras entraba

-¡Ranma! Que sorpresa- saludo mientras se asomaba desde el interior de su consultorio

-Necesito su ayuda- dijo entrando y dejando al chico sobre una camilla

-¿Pero qué paso?- pregunto alarmado pues sabía que Ryoga era muy fuerte, vio al Hibiki acercándose a él y después vio a Ranma, quedando algo sorprendido de verla sin camisa -¿Tu lo golpeaste?- cuestiono al notar la gravedad de la herida

-No... bueno si... fue un accidente- se cubrió con sus brazos al darse cuenta -Tiene que ayudar a Ryoga- insistió volviendo a pensar en lo que importaba en esos momentos

-Por supuesto- quito su camisa y se la puso a la pelirroja -No te preocupes yo me ocupare- sonrió para tranquilizarla un poco

Saotome esperaba en la pequeña sala de la entrada, no soportaba ver así a su amigo y mejor dejaría trabajar al doctor, las horas pasaban y pronto comenzaría a oscurecer, los nervios no dejaban a la ojiazul y cambiaba de posición de sentar a cada momento, se sentía culpable y preocupado olvidando por completo su problema con Akane, cuando menos lo espero el doctor salió para buscar a la chica

-¿Cómo esta?- pregunto mientras se ponía de pie muy rápido

-Fuera de peligro no te preocupes pero debes saber algo...- se puso algo serio pues en ese tiempo había esperado a que despertara para poder hablar con el

-Es un alivio, quiero verlo- ignoro al doctor y corrió hasta la cama en donde estaba el Hibiki -¡Ryoga! Eres un idiota ¿Cómo es posible que no pudieras caer de pie?- regaño por haberle causado aquella preocupación, recibió como respuesta una sonrisa avergonzada e incomoda

-Disculpe señorita... ¿Quién es usted?- pregunto apenado por la situación

-¿Qué...? ¿De... de qué demonios hablas Ryoga?- quería pensar que era una broma pues una vez le paso algo parecido con Akane y no sabría qué hacer si su amigo no lo recordaba sobre todo porque no había efectos de algún Shampoo chino como con la peli azul

-¿Quién es Ryoga?- volvió a preguntar confundido, el mundo de Ranma se puso negro y se temía lo peor






Hola!!!!! Ya volví, me extrañaron? Yo si los extrañe y muchísimo, bueno aquí queda el primer capítulo modificado de esta historia son muy pocos los cambios pero con forme avance se notarán los cambios, espero que les guste y me sigan apoyando pues saben que escribo solo para ustedes, por ahora solo voy a dedicarme a corregir los capítulos pero después de eso diario habrá un capítulo nuevo, gracias por leer y espero sus opiniones en los comentarios

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