Me han contado que debo abrazar el dolor para aceptar la perdida. Pero simplemente yo no quiero aceptar tu perdida.

Me han dicho que tu "espíritu" sigue conmigo, acompañándome en mi día a día, en mis memorias... Vaya forma más cutre de intentar consolarme.

Mis memorias me están matando. Mis sentimientos me están ahogando.

Estás en todos lados, Samarí.

Sal ya de este mundo si te vas a ir. Deja de regresar en destellos del universo porque me matas contigo.

Déjame dejarte ir.

La justicia no ha llegado a por ti.

¿Por qué la muerte queda impune?

Que alguien atrape a esa maldita parca, necesito matarla yo.

Me siento pequeña en un mar de recuerdos en los que eras protagonista y ahora eres personaje secundario.

Guarda un lugar para mí, mi ángel, "mamá siempre estará a tu lado".

He cerrado la puerta. Ya no quedan más memorias.