Capítulo 2: nueva identidad
https://youtu.be/KPOZXBcAgdM
Louisa
Me desperté por los rayos del sol que daban directamente en mi rostro, nuevamente esas visiones, ya no se sentían como algo extraño fuera de mí, más bien, se sentían familiares, como recuerdos. Mi cuerpo estaba adolorido, no estaba lista para salir de mi escondite temporal, escondí mi varita nuevamente en la bolsa mientras cerraba los ojos meditando lo que pasaba conmigo.
Las lágrimas se derramaban por mi rostro cual torrente, estaba sola en una época desconocida, me pasaban cosas extrañas que no entendía en su totalidad, mis amigos estaban muertos, no había logrado salvar a Luna, por Morgana, mi familia cayó ante mis ojos haciendo todo lo posible por protegerme una y otra vez.
Vi mi bolso nuevamente, lo que me había dejado Hermione, junto a la capa de invisibilidad de Harry que no me atrevía a tocar, el mapa del merodeador, la carpa, todas nuestras cosas, todo lo necesario, pero seguía siendo una niña, y seguramente se reportaría el hecho de mi magia si la usaba nuevamente con una varita.
Cierto, seguramente me estarían buscando, saqué un libro en específico junto a los ingredientes que tenía en mente, necesitaba esto más que nada, si seguía con esto, encontraría mi camino a Hogwarts eventualmente sin que me consideraran una loca o en el peor de los casos, una amenaza para el mundo mágico...
||...||
Tardé exactamente tres días en lograr hacer la poción de cambio de género, era tiempo récord, pero había logrado modificarla lo suficiente como para que durara todo un mes, solo con una botellita, comencé a vaciarlo en las botellas correspondientes, tenía un total de 30 botellas, agotando casi todos mis ingredientes claro está.
Lo tomé de golpe sin chistar, sentí como pasaba ser un niño, pero las cicatrices persistían evidentemente, no podía hacer mucho con ellas dado que tenían gran cantidad de rastro de magia negra, aun así, mientras no lo vieran, no había problema ¿no? con eso en mente, trasfiguré la ropa nuevamente, tenía que huir, pero antes tenía que cambiar el color de mi cabello y ojos.
Eso era fácil, dado que Hermione me había ayudado con eso en el pasado, y aunque dejé de usar las pociones que me dejó, todavía las conservaba, tendría que ver la forma de hacer más. Me concentré en el color de ojos y cabello que deseaba, cabello negro y ojos dorados, eso daría el aire extraño necesario para evitar que me adoptaran, dado que no necesitaba cargar con el peso de padres, esto resultaría efectivo. Solo necesitaba crecer, ya me ocuparía en otro momento de la forma más adecuada de proceder en este mundo.
||...||
Después de largas horas de búsqueda, encontré exitosamente lo que estaba buscando, un orfanato. No podía ir al orfanato en el que crecí, en primer lugar todavía no existía, en segundo, pues no quería ver de nuevo a las personas que me cuidaron, ando muy sensible y me delataría fácilmente, se volverían de forma instantánea en mi debilidad.
Según el periódico que había encontrado, me encontraba en 1969, por lo que el padre de Harry tendría nueve años según los recuerdos de la chica que leía los libros de Harry Potter, pero era claro que este cuerpo tenía ocho. Ante esa información prefería quedarme en zonas conocidas en caso de problemas, pues sabría a donde ir, o eso quería creer yo, el mundo cambia mucho en treinta años.
Una vez fuera del orfanato, toqué la puerta algo dudosa ¿me aceptarían fácilmente? ¿Qué nombre les daría de mi persona? Bueno, mi nombre sería "Logan", no quería batallar, y aunque soy fan, no puedo llamarme Stephen, como Doctor Strange, Anthony era de Dolohov y no pensaba pelear por el nombre cuando estuviera en Hogwarts, no creo que Thor sea un nombre común que pueda usar, Loki tampoco, Peter está ocupado por la rata traidora, James, que es el nombre original de Wolverine estaba ocupado por el padre de Harry.
Mis opciones se veían reducidas, Bruce no es un nombre que usaría, Matt es muy corto, Steve es un nombre que suena muy adorable para un niño, y no tengo cara de Steve, Clint es decente pero solo con el apellido, Pietro suena a prieto, lo siento, pero es verdad, mientras que estoy segura de que cuando crezca esta cara podría gritar Logan a los cuatro vientos. Salí de mis divagaciones cuando abrieron la puerta. Era una mujer de expresión seria, que me miró fijamente.
— Disculpe... ¿aquí cuidan niños? — dije mientras retorcía mis manos con ansiedad, ella asintió.
— ¿Dónde están tus padres? — preguntó y yo agaché la mirada, suspiró — ¿Cuál es tu nombre?
— Logan — respondí alzando la mirada dudoso.
— Pasa Logan, hace frío afuera — dijo y asentí entrando al orfanato. — ¿Cuántos años tienes Logan?
— Ocho... — contesté inseguro y asintió.
— Ya veo... — dijo y me miró unos instantes antes de seguir caminando — yo soy Margaret, la directora y encargada de este orfanato.
Me llevó a un comedor donde había varios niños de diferentes edades. Al entrar todos se pusieron tensos, parecían nerviosos y muy incómodos, algo era seguro, no era por mí, la mujer que me traía parecía seria, esto si era raro, aunque al ver la cara de la cocinera y las otras dos personas mayores dentro de la sala, esto era algo común, pero no era mi problema, mi mente todavía tenía mucho que asimilar como para meterme en asuntos que no me incumben.
— Él es Logan, espero que lo traten bien y se integré como es debido — dijo y asintieron; ella volvió a soltar un suspiro. — tengo que hacer más papeleo — susurró para sí misma mientras se daba vuelta y caminaba hacia otro lado.
— ¿estás bien? — dijo un niño acercándose a mí.
— Si... claro... — dije desviando la mirada.
— Vamos a comer — dijo una niña empujándome suavemente hacia donde se encontraba la comida — llegaste en buen momento, yo soy la mayor aquí, así que soy como su hermana mayor, tienes que escucharme — dijo y asentí sin ganas.
— Tú no eres la mayor, te recuerdo que te llevo un mes — dijo un niño de no más de once años — además, él me corresponde, es un niño — dijo con superioridad y ella rodó los ojos — vamos, estás muy delgado, tienes que comer — dijo y asentí mientras me pasaba mi comida correspondiente.
— Después de comer te mostraremos el lugar — dijo la niña y asentí.
— Mi nombre es David — se presentó el niño extendiendo su brazo, lo miré incrédulo señalando con la mirada mi charola que ocupaba mis manos — oh, claro. — comento con gracia.
— Yo soy Charlotte, pero puedes decirme Lotty, si gustas claro — dijo y el niño rodó los ojos.
— Nadie te dice así — dijo y la niña pareció ofendida, así que antes de que dijeran otra cosa y comenzaran a discutir, decidí hablar.
— ¿Dónde me puedo sentar? Lotty — dije y sus ojos brillaron con emoción mientras me tomaba del brazo y me guiaba.
El otro niño suspiró rendido y caminó detrás de nosotros. Justo como dijo Charlotte/Lotty, al terminar de comer me dieron un breve recorrido de todo el lugar, el patio, la sala de estar donde había juegos y una chimenea para los días de frío, y claro, libros infantiles, se ve que no la pasaban mucho aquí en días de calor, pero se veía acogedor.
Pasamos a las habitaciones compartidas, eran varias, muchas chicas, una litera, dejando claro que eran dos personas por habitación, y se entendía, era más fácil mantener el orden así que reunir a todos solo porque sí en una habitación. Me quedaría con David, ya que al parecer su compañero de cuarto, uno de los más pequeños, había sido adoptado.
Una vez cayó la noche y oficialmente tenía un lugar donde quedarme, bajé silenciosamente la escalera en dirección a la sala, me hice ovillo al lado del sofá y dejé correr mis lágrimas hasta que sentí que ya no quedaban más, estaba destrozada, había perdido todo, y mi vida a partir de aquí cambiaría mucho, estaba en el pasado y solo se sumaban más y más cosas que no podría controlar.
||...||
El tiempo comenzó a pasar, ya llevaba 4 meses desde que llegué aquí, noté que la directora de este lugar realmente era muy amable, solo que realmente no podía expresar sus emociones, estoy segura de que alguna vez escuché ese tipo de problema en algún lado, solo que ahora no lo recuerdo, aunque bueno, recordar el nombre del problema no la va a ayudar, simplemente comprendo su situación y nos llevamos bien.
Trataba a los chicos con cordialidad, y ayudaba en unas tareas, por las noches leía para no dormir, y si llegaba a hacerlo, lo hacía fuera en noches estrelladas, pensar que seguía sintiéndome extraña y hasta intrusiva en este tiempo donde no pertenecía no me ayudaba demasiado, logré comprar unos cuadernos, donde anotaba todo lo que recordé de las que ahora nombraba como "vidas pasadas". Quería tener un registro.
Eventualmente comprando líneas se podría decir que mi existencia fue la culpable de que perdiéramos la guerra y que el ahora futuro que viví fuera un asco. No sabía cual teoría usar, por mucho que intentara buscar justificación con "el multiverso" y sus distintos finales, no cambia el hecho de que yo fuera la única sobreviviente de la masacre que hubo y que esta grabada en mis recuerdos.
Comenzaría una rutina para mejorar mi condición física, si, eso no me ayudó cuando la muerte me reclamó después de arder en llamas, pero bueno ¿Quién iba a esperar que un bosque explotara n llamas en medio de una persecución? Bueno, aunque el olor a gas debió darme una pista. No pregunten como llegué ahí.
Hasta ahora solo había recordado dos "vidas" en las que morí miserablemente, gracias a Morgana por eso, porque no quería volver a sufrir las experiencias de muerte a flor de piel. Estaba exhausta por las pesadillas que me atormentaban, y una noche mientras leía un libro de Aritmancia, me quedé dormida mientras lo abrazaba, las pesadillas me inundaron, haciéndome caer de la cama gritando fuera del hechizo de insonorización que ponía en el área de la cama.
Al parecer sacaron conclusiones por su cuenta acerca de mis pesadillas, además del pequeño detalle, por mucho que me haya encogido y cambiado de sexo, las cicatrices más letales hechas con magia oscura no desaparecieron, entonces mi prioridad era esconderlas porque ¿Cómo rayos les explicaría que un niño de mi edad tiene tantas cicatrices de ese tipo?
Esa tarde, un hombre llegó al orfanato, todo parecía normal en él, por lo menos su vestimenta, caminaba como si fuera dueño del mundo, pero no solo eso, distinguí su varita sobresaliendo un poco de su pantalón, ¿Qué hacía un mago sangre pura estirado en un orfanato muggle? Esto era ridículo, realmente decía estar desesperado.
Un rato después, la directora nos mandó a llamar a todos los niños por lo menos arriba de la edad de seis años, todos parecían emocionados, seguramente hoy adoptarían a alguien, suspiré, mientras me encaminaba tras David, quien tropezó por los nervios, no dudé en ayudarlo, y nos formamos frente al mago que hacía temblar a varios de los niños con su mirada de asco.
Mientras los veía, parecía desesperado y frustrado ¿buscaba algo en específico? por la forma en que escudriñaba a todos, eso parecía, pero se detuvo mirándome con impresión y una sonrisa torcida se formó en su rostro, por Morgana, solo esto me faltaba. Al parecer yo era exactamente lo que buscaba.
— ¿Cuántos años tienes? — preguntó.
— Ocho años — respondí y asintió.
— Me llevo a este niño — informó a la directora quien aunque no expresaba lo que sentía, notaba que estaba molesta.
— ¿ni siquiera piensa preguntar su nombre? — cuestionó.
— No lo necesitará, después de todo, a partir de ahora, se llamará Alexander Ethan Shafiq — dijo con arrogancia mientras sostenía mi hombro con fuerza.
La directora me miró un momento, pero simplemente asentí, era mejor que causarle problemas por no querer darme en adopción. Ante eso la directora suspiró y llevó al estirado para llevar a cabo el papeleo, los niños me vieron, pero no era un rostro alegre, más bien, parecía que tenían pánico por lo acontecido.
Subí a mi cuarto, sabía que ese tipo no esperaría a que guardara mis cosas, así que lo prudente sería guardarlas rápidamente, sin olvidar mi bolsa de cuentas. David me abrazó, yo simplemente respondí a su abrazo, me había tratado como a un hermano, por muy distante que haya sido.
— Cuídate, Logan... envíanos cartas y si algo pasa, vuelve... o yo encontraré la forma de ir por ti — dijo y asentí para sonreír, era como tener a Ron de nuevo.
— Estaré bien, siempre puedo encontrar el camino de regreso — dije mientras bajábamos las escaleras y revolvió mi cabello.
El estirado salió rápidamente de la oficina con los papeles correspondientes, me miró de reojo y me dirigió a paso rápido a la calle, donde apenas estuvimos lejos de la vista de curiosos, nos apareció a las afueras de una mansión. La mansión por muy lujosa que fuera, era lúgubre estilo gótico, si bien era elegante, no le quitaba la vibra del dueño.
— Aunque no tengan registros tuyos y aparentemente seas un muggle, puedo ver que hay sangre mágica que corre por tus venas — dijo alzando una joya extraña — y esto me lo dijo — procedió a guardarla en su bolsillo — mi hijo ha muerto, así que tú que naciste privilegiado de los rasgos de mi esposa y posees magia, te harás pasar por él, por eso te traje — dijo sin más, me limite a asentir, tenía pinta de que si no tuviera problemas se uniría a los mortífagos sin chistar.
— ¿es él? — dijo la voz indiferente de una mujer vestida de negro — ¿enserio piensas que un niño de su clase puede hacerse pasar por mi Alexander?
— No has podido tener a un niño después de él, necesitamos un primogénito por lo menos temporalmente, sino nuestro linaje y prestigio caerá — dijo mordaz — ¿o prefieres que traiga a alguien más para que haga tu trabajo?
— Eres despreciable — siseo la mujer sumamente dolida, pero era claro que si me parecía a ella en ciertos rasgos, aún con una expresión tan vacía y demacrada, era hermosa.
— Y tú una inútil, pero no soy un bárbaro así que te corresponde instruirlo antes de poder presentarlo ante la sociedad — indicó mientras salía de la mansión a paso rápido.
— ¿Cuál es tu verdadero nombre? — preguntó la mujer mirándome de cerca, pero al ver sus ojos, miré el alma de una madre destrozada por la perdida de su único hijo... lo que ocasionó que una pregunta resonara en mi interior ¿mi madre pudo haberme amado con esa intensidad?
— Soy Logan — respondí inclinándome como muchas veces vi a Draco hacerlo — un placer conocerla — ante eso desvió la mirada.
— No pareces necesitar mucha ayuda — dijo mientras se daba vuelta — limítate a leer los libros de la biblioteca y no te acerques a mi dormitorio, Rory — llamó y un elfo domestico apareció — lleva al niño a su habitación en el anexo — ordenó y la vi flaquear un poco — y tráeme algo para los mareos — terminó de decir y el elfo desapareció rápidamente.
Ella caminó débilmente hasta desaparecer por uno de los pasillos del segundo piso. Su situación me hizo pensar de más, un veneno seguramente, no, no podía ver amenazas en todos lados, además, ya tenía suficiente con mis problemas, y agreguemos el hecho de que fui adoptada por unos puristas en una situación desesperada, algo era seguro, y esa que el el patriarca no me la dejaría fácil.
El elfo volvió para mostrarme el lugar donde dormiría, para ser una habitación para un adoptado, estaba decente, una cama, un closet, y un par de muebles pequeños con un escritorio para estudiar y claro, un sillón. No era una habitación principal, pero esta daba una clara vista hacia un bosque, lo que me daba paz. El elfo desapareció rápidamente de ahí, parecía sumamente nervioso.
Coloqué mi poca ropa en el closet, algunas pendas me las había obsequiado David, ropa que ya no me quedaba, pero que era funcional, por lo menos podría estudiar a mis anchas, debo admitir que la biblioteca llamaba mi atención, digo, por mucho que tuviera cientos de libros en las bolsas de cuentas, no quería decir que no pudiera encontrar cosas originales, el mundo mágico era amplio en varias áreas.
Y siendo que esta familia se perdió junto a su biblioteca, aprendería todo lo que pudiera, así que me encaminé hacia el ala de la biblioteca que había visto unas puertas atrás, era agradable saber que tenía más libros para leer, algo que me diera un escape de todo esto, pero ¿Qué puedo hacer yo atrapada en el cuerpo de un niño?
Y así comenzó mi vida en esa mansión, dejando de ser Logan, para ser el primogénito Alexander Ethan Shafiq, "sangre pura" pero ¿Cuánto duraría esto? Por mucho que tuviera los rasgos, no permitirían que me quedara como cabeza de la familia, pero dudo que hagan movimientos en mi contra en estos momentos.
Bueno, por lo mientras leeré tanto como pueda y ahorraré lo que sea posible, después escaparé de este lugar y listo. Solo espero que no quieran matarme antes de mis 17, que sería mi mayoría de edad y mi boleto a usar magia libremente sin vigilancia.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro