Me he sumergido en un bucle sin salida aparente, porque estoy buscando una y por más vueltas que doy, no la encuentro. Por más intentos que haga una y otra, y otra vez.

En cada instante en que me la paso buscando, siempre chocó con una pared sólida, tanto así que, por más que me golpeo con ella, nada resulta.

Aún así sigo buscando, lo hago de día y de noche o eso creo, porque aquí en realidad no tengo noción del tiempo. No sé siquiera hace cuánto es que estoy aquí, perdida.

He ido de aquí para allá, en este bucle que no tiene principio ni fin, porque lo he recorrido hasta el cansancio y no encuentro la salida.

Este bucle me envuelve de una forma tal que, por momentos, siento que pierdo la conciencia y no puedo evitar dejarme llevar por ella.

Me despierto de unos de mis sueños envolventes y me siento más perdida que antes, y eso hace que mi cuerpo sienta un estremecimiento de pies a cabeza.

El hecho de estar más perdida que antes, hace que un miedo inexplicable se instale en mi pecho porque siento que sí sigo aquí y si este bucle sigue envolviéndome no sé qué sucederá conmigo.

Me levanto y empiezo a caminar sin rumbo y solo encuentro que todo a mi alrededor es blanco y sin sentido, es un blanco que me enceguece por momentos.

Creo que, si sigo así, me quedaré aquí y no saldré. Estoy desesperada y entrando en una espiral sin salida, además del bucle. Y de repente, ya no siento nada ni sé que es lo que estaba buscando o qué hago aquí, ya no sé nada.

Perdí la conciencia, ya no sé qué es lo que quería o qué es lo que hago en este lugar, perdí toda idea de todo. Espero que me llegue la lucidez, así sabría qué era lo que tenía que hacer. Supongo que mientras, me quedaré aquí a observar lo que sea que tengo en frente. Solo observar al vacío, al inmundo vacío.

***

Sigo aquí en este bucle y sigo pensando el motivo por el cuál estoy aquí, pero nada llega a mí para explicarlo, solo sigue el vacío y más vacío.

Creo que tenía un motivo, pero ahora no tengo idea de cuál sea, solo sé que estoy aquí sentada mirando a la nada, sintiéndome totalmente desorientada.

Hay un vacío dentro de mí, uno que se acentúa a medida que avanza el tiempo, el cual, no tengo noción de cuánto ha pasado, si es mucho o es poco.

Mi corazón late de repente de forma frenética y no entiendo el porqué, dado que no siento nada, tal vez el que lata de esa forma es un signo de que quiera decirme algo, aunque no sé el qué.

Trato de recordar algo de lo que soy o fui, pero el vacío sigue latente y rompe mi cabeza con un dolor agudo, al intentar hacer memoria. Entonces dejo de hacerlo, porque no soporto el dolor que me causa, es muy agudo.

De repente y sin siquiera saber el porqué, un llanto me invade y lloro de forma desgarradora, como si ese fuera otro intento de mi alma de decirme algo, pero sigo sin saber el qué.

El llanto no para, pareciera que es mi alma el quién llora y, quizás sea por mí, por ese algo que perdí y no sé que sea. Eso me está angustiando y no logro aún así entender el porqué.

Esa angustia está instalada en mi pecho y no entiendo por qué ha sucedido eso, ni siquiera sé lo que es a ciencia cierta lo que siento, lo único que sé es que está instalado en el medio del pecho y no me deja respirar, por momentos.

Cuando logro calmar ese sentimiento que me ha impedido respirar con normalidad, vuelvo a mi estado de quietud en la que no siento nada, solo vacío y miro a la nada de nuevo en una calma total.

Sé muy dentro de mí que tengo que hacer algo, que debo de reaccionar. Muy en el fondo es lo que siento, pero no es suficiente como para removerme de mi lugar, porque la quietud es más fuerte.

Y permanezco así, no sé por cuánto tiempo más porque como dije antes no tengo la noción del tiempo o espacio. Solo sé que estoy aquí sentada viendo a la nada y la nada me devuelve el escrutinio impasible, pero conciliador.

***

No sé que es lo que sucede, he perdido toda conciencia de lo que sea que debía tener. Ni sé quién soy o qué soy, solo sé que estoy aquí y el vacío se ha intensificado o eso es lo que creo, porque ya no siento nada de nada.

De repente me levanté, porque siento mi cuerpo entumecido o creo que eso el porqué de mi necesidad de moverme, aunque en realidad he llegado a perder poder sobre mi cuerpo y éste se mueve por si solo, por pura inercia.

Camino y camino, creo que, si pudiera expresarlo de una manera concreta, es como si hubiera hecho una maratón completa sin cesar, pero sin sentido y una que no me lleva a nada, porque el color blanco que me rodea no ha cambiado en ningún momento.

Mi cuerpo de repente se detiene y me siento de nuevo, supongo que se ha cansado y ha decidido descansar o eso quiero creer, porque como dije antes, no siento más que vacío y mi cuerpo actúa por pura inercia, por pura voluntad.

Me mantengo estática en el lugar dónde me senté, y de repente mi boca se mueve, pero no sé qué es lo que está diciendo, no me oigo a mi misma, solo la siento moverse y gritar algo que no sé, no capto, no siento.

De repente callo, como si mi boca se hubiera cansado de gritar, sea lo que fuera que dijese. No entiendo las acciones de mi cuerpo ¿querrá decirme algo y yo no logro entenderlo? No lo sé, no tengo respuesta a eso porque sigo sin sentir nada, ni frío ni calor, nada.

Y ahora mis ojos se cierran y abren de forma intermitente, como si con esa acción quisiera lograr algo, pero ¡maldita sea! Me estoy exasperando, no entiendo a mi maldito cuerpo, quiero que deje de moverse por sí solo, quiero que me deje ser.

Trato de tomar el control para que pare sea lo que sea que intenta, pero nada resulta, porque he perdido poder sobre él y no me responde. De repente la bruma llega y sin pensarlo, me dejo llevar por ella para ver si así mi cuerpo deja de actuar por su cuenta y se quede quieto, así como me siento yo.

De repente siento una suavidad que no había estado ahí antes, lo siento en mi rostro, como si quisiera con esa acción despertarme, aunque no estoy durmiendo, tengo los ojos abiertos. Pero la forma en que siento la caricia en mi rostro da la sensación de que debo despertar, aunque no entiendo el porqué si estoy despierta.

***

Ese gesto me llena de angustia, una que desgarra mi pecho otra vez y no sé qué es lo que me pasa, no entiendo nada. Solo sé que sea lo que fuere ese toque, removió algo que se supone estaba dormido.

Cierro mis ojos tratando de sentir de dónde viene, pero nada sucede, solo está ahí molestándome. Trato de apartar la sensación, pero no puedo, debido a que es solo eso, una maldita sensación que me está quemando por dentro y quiero arrancarlo. ¡No lo quiero sentir!

Quiero gritar, está vez dominando a mi boca y mi voz. No entiendo de dónde ha salido todo esto, no entiendo nada de estás sensaciones. Es como si tuviera que reaccionar a ellos, pero es como si de alguna manera lo haya perdido; el poder de sentir cualquier sensación o sentimiento.

¿Será que estar aquí, en este lugar, lo haya causado? Si tan solo supiera que es lo que debería de sentir o que es lo que debería de hacer, pero no logro hacerlo porque no siento nada, solo un vacío, removido un poco, pero sigue latiendo en mi cuerpo y alma.

Siento punzadas en mi cabeza, la caricia se ha transportado a mis labios, lo siento, pero no sé qué significa. Solo sé que la angustia se ha acentuado y no quiero eso, quiero que la sensación se vaya y se corra de mi cuerpo. ¡No lo quiero sentir!

Entonces comienzo a caminar tratando de alejar esa sensación y funciona. Pero de repente veo que una grieta se ha abierto en mi espacio blanco; una por la que se filtra calidez, una que no sabía que podía sentir. Ya no me reconozco, porque sé que eso que se filtró lo sentí alguna vez, pero se ve que en algún momento lo perdí, no sé cuándo, pero lo hice.

Quiero acercarme a la grieta, pero la bruma quiere invadirme de nuevo para llevarme con ella y sé que, si lo permito, esa poca calidez que llegué a sentir se irá y no quiero eso. ¡No lo quiero!

***

Comienzo a gritar como una loca desaforada, sin entender que es lo que quiero lograr con ello a ciencia cierta, pero al menos, algo logro al ver que la grieta se abre un poco más y siento que va envolviéndome de a poco sacándome de mi adormecimiento.

Estoy tan conmocionada que siento que yo también me agrieto por dentro. De a poco voy sintiendo que estoy volviendo en mí, que de a poco me recupero a mi misma, a mi alma perdida en el vacío.

Y de repente siento que todo me llega como un balde de agua fría. Ahora sé que es lo que tenía que haber hecho y, que por perderme en el bucle y dejarme llevar por la bruma, me perdí a mi misma. Pero por suerte, ahora de a poco voy tomando conciencia de ello y por la misma, la angustia se acentúa aun más haciéndome sentir que me estoy partiendo en dos, literalmente.

El dolor es muy profundo, es como si mi alma adormecida todo este tiempo que estuve en standby, me estuviera reclamando el haber permitido al bucle envolverme y perderme a mi misma en el proceso. Pero yo no fui consciente del momento en que eso sucedió ni siquiera entiendo que fue lo que me pasó en realidad.

Entonces aprovecho la grieta que se había formado y logro salir de ahí. Encuentro al fin la puerta que se supone debería de haber buscado antes de que el bucle me hubiera envuelto en él. Pero cuando tengo el picaporte en mis manos, el miedo me invade y me impide abrirlo, ya que no sé que es lo que encontraré del otro lado y dudo en sí hacerlo o no.

Entonces, mi mano al sentirme titubear actúa de nuevo por si misma, como si mi cuerpo también quisiera salir de ese lugar de una vez por todas. Y cuando abro la puerta y salgo por ella, una luz me enceguece los ojos, tanto así que, tengo que cerrarla de nuevo por acto reflejo.

Cuando me acostumbro a la luz y puedo articular palabra, una persona se acerca a mí y con lágrimas en los ojos que resbalan sin contemplaciones por su rostro y me dice: "Bienvenida de nuevo bella flor". Pero yo no entiendo nada de lo que pasa, solo lo observo. Entonces él como, al parecer, tiene una necesidad de tocarme o esa es la sensación que me transmite por la forma en que me mira, me toma el rostro entre sus manos y deposita un suave beso sobre mis labios. Y solo eso basta para que el entendimiento llegue a mí y que las lágrimas junto con un llanto desgarrador no tardarán en aparecer.

Es como si con ese beso, mi alma hubiera despertado del todo y volviera a la vida, dejando del todo al vacío que todavía la envolvía para llenarla de otros sentimientos que había olvidado al encontrarme en ese bucle, del cual, pensó que nunca saldríamos, pero que gracias a esa persona lo había logrado al fin.

Aunque mi alma hubiera despertado del todo y sentido lo que había olvidado no impidió que todo el dolor que había acumulado no quisiera salir y gritar de una forma tal que, pudiera liberarse de todo eso, pero aún siendo consciente de eso, decidió que ya habría tiempo para eso, ahora que estábamos libres.

Aunque, además de eso, no me siento del todo bien por no haber salido sola del bucle; necesité la ayuda de él y, aún sin agradarme del todo eso, es suficiente con verlo a los ojos para saber que fue necesario, que sin su ayuda no hubiera podido hacerlo, porque tenía que volver y al perderme, su actuar me dio el clic que me permitió despertar.

Pero siento la necesidad de cerrar los ojos para descansar, ya que el cansancio me invade, es como si hubiera estado luchando contra viento y marea, y está me hubiera vencido al fin. Aunque no lo hizo, porque logré salir antes de que eso sucediera y me venciera del todo, y soltando un último suspiro, me desvanezco y pierdo la conciencia. Olvidándome de todo, absolutamente todo.

Cuando abro de nuevo los ojos, después de no sé cuánto tiempo, siento que soy una persona distinta de la que traspasó el bucle. Sé que me costará reconocerme al principio, pero con la que lidiaría hasta aceptarme de nuevo en mi nuevo ser.

Aunque siento que una parte importante de mi se quedó en ese bucle y por más que intentara recuperarla en este momento, no lo lograría. Pero sabía que debía luchar para recuperarla, porque la necesito para sentirme completa de nuevo y para que se complemente con mi nuevo ser. Es algo necesario, demasiado diría. Solo espero que la parte que se quedó siga luchando por salir y que no se rinda, ni que dude que la buscaré, aunque sea lo último que haga.