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Capítulo veinticuatro

Las chicas llegaron a la piscina con impermeables para cubrirse de la lluvia. Ellas se acercaron al mostrador en el que estaban dos salvavidas.

Max: Disculpa.

Hombre: Nadie entra al agua hasta treinta minutos después de que pare la lluvia. —dijo con su vista en la revista que tenía—. Y no intenten discutir conmigo. Si quieren electrocutarse súbanse a un árbol.

(T/n): No vinimos aquí para nadar ni mucho menos a electrocutarnos. —explicó y tomó la cangurera que había encontrado en el baño—. Encontramos esto.

Max: ¿Es de alguien de aquí?

Hombre: Ah, sí. Es de Heather. Yo se la daré.

Once: Nosotras podríamos dársela.

Hombre: Podrían excepto que no está aquí. Hoy no vino. —las tres se miraron entre si—. ¿Qué pasa? ¿Quieren una recompensa chicas?

Max: No. Solo somos buenas samaritanas. —Once se acercó al pizarrón y todas miraron una foto de Heather—. ¿Creen poder encontrarla?

(T/n) tomó la fotografía de Heather. Ya en las duchas Max las encendía, Once pegaba cinta aislante en unas gafas de natación y (T/n) puso su pañuelo en sus ojos. Las dos niñas se concentraron para buscar a la chica. Al estar en el lugar las dos vieron un buzón y una puerta roja apareció de la nada.

Max: ¿Qué es lo que ven?

Once: Una puerta. Una puerta roja.

Miller se acercó a la puerta con su amiga siguiéndola, la cruzaron y vieron una bañera. Ambas se acercaron notando que la bañera estaba llena de hielo como en el baño de Billy. (T/n) se acercó un poco más, pero se alejó al ver que Heather salió de ahí.

Heather: Ayúdenme.

Algo se lleva a la chica al fondo. Las dos niñas soltaron un grito y trataron de ayudarla, pero la bañera desaparece y ellas caen al suelo empapándose de agua. Vieron que Heather se iba hasta el fondo sin que las amigas pudieran ayudarla. Las dos se quitaron lo que cubrían sus ojos mientras respiraban arrítmicamente.

Max: ¿Qué pasó? Chicas. —las tres se miraron sabiendo que había varios problemas.

La camioneta de Hopper se detiene al llegar al laboratorio y él toma el cortacadenas y algunas linternas.

Susan: Entonces... ¿Aquí se supone que hay un monstruo de otra dimensión y él podría ser el causante de que los imanes perdieran su magnetismo?

Joyce: Si...

Joel: No estamos seguros. —interrumpe a Joyce—. No sabemos si en serio son ellos.

Jim rompió las cadenas que cerraban la puerta y todos entraron iluminando con sus linternas.

Hopper: Hola, ¿Hay alguien en casa? Venimos en paz.

Joyce alumbró el lugar donde Bob había estado por última vez con vida y no pudo evitar recordar el momento que murió, el dolor que sintió y sentía en ese momento.

Susan: Joyce —la llama al notar que estaba algo distraída—. ¿Estás bien? —pregunta después de que la castaña la mire.

Joyce: Estoy bien.

Hopper: ¿Esperas en el auto?

Joyce: Dije que estoy bien.

Los cuatro adultos caminaron por los pasillos hasta llegar al lugar donde antes estaba el portal, pero ahora solo había una pared y nada más.

Hopper: No hay nadie. Llenaron todos los huecos. Los vi hacerlo, Joyce. —dice para calmarla.

Joel: ¿Lo ves? Se acabó.

Byers toma asiento mientras pone sus manos en la cara. Susan se acerca y coloca una mano es su espalda como consuelo.

Joyce: Me siento que me estoy volviendo loca.

Hopper: No te estás volviendo loca. —habla llamando la atención de todos—. No más que yo. El otro día casi le disparo al perro de Betsy Payne porque vino corriendo hacia mi desde una cerca, juro por Dios que pensé que era una de esas cosas.

Susan al saber que era algo por lo que pasaron el año pasado, decidió darles su espacio y salió de la habitación sin que ninguno se diera cuenta.

Joel: Yo aún tengo pesadillas casi todas las noches. Una vez casi me quedaba dormido y (T/n) hizo un ruido que parecía el gruñido de esos demodogos que le aventé mi taza de café, por suerte ella logró... —se quedó callado al recordar que Susan estaba ahí, o eso creía, y que no le ha dicho sobre los poderes de su hija—. Moverse antes de que la golpeara.

Hopper: Saben que sigo atento a todo lo que pasa, ¿verdad?

Los dos amigos de Hopper responden con un sí.

Hopper: Porque es importante para mí. Es importante para mí que ustedes se sientan a salvo, que tú y tu familia se sientan a salvo, al igual que la familia de Joel. Quiero que confíes que este puede ser aún tu hogar. —Joyce cerró los ojos por lo que dijo—. ¿Qué? ¿Crees que no me iba a enterar? Gary me habló, dijo que está arreglando tu casa para venderla. ¿Los chicos ya saben? —Byers negó y Jim se sienta cerca de ella—. Después de Sara, tuve que huir. Tuve que salir de este lugar, ¿entienden?

Joel: Yo sí. Fue lo mismo que hice con mi primera hija.

Joyce: ¿Tenías otra hija además de (T/n)? —pregunta con clara sorpresa.

Joel: Si, la perdí en Derry y unos meses después me fui de ese lugar.

Hopper: Creo que los dos tratamos de escapar de nuestros recuerdos. ¿Tu porque crees que volví a este basurero? —le pregunta a Joyce—. Pero tú tienes algo que yo nunca tuve. A personas que saben lo que has sufrido, que se preocupan por ti. Justo aquí, en Hawkins.

Joyce: ¿Te refieres a personas como Scott Clarke? —Miller soltó una risa y Hopper solo se quedó callado—. Era una broma.

Los tres adultos oyeron un ruido, iluminaron con sus linternas a la dirección del ruido. No tardó mucho para que oyeran un grito ahogado por parte de Susan Jones.

Joyce: ¿Qué le habrá pasado?

Joel: No lo sé. Hopper vamos.

Jim camina junto a Joel con sus armas en alto para buscar a la mujer.

En el castillo Byers, Will se encontraba junto a Bill leyendo cómics.

Will: ¿Por qué? —pregunta haciendo que Denbrough lo mire.

Bill: ¿Qué?

Will: ¿Por qué me defendiste?

Bill: P-Porque solo querías pasar tiempo con tus amigos y n-no estuvo bien la f-forma en la que te t-trataron.

Will: Pues a ellos no les importó.

El tartaja se quedó callado recordando cómo trataron al chico haciendo que su enojo fuera aún más.

Bill: No debería ser así. ¿S-Sabes? C-Cuando Max m-me dijo si p-podía irme a casa p-para que ella, (T/n) y Jane fueran a S-Starcourt accedí p-porque también tiene que pasar tiempo con sus a-amigas.

Will: Pero tu acababas de llegar.

Bill: ¿Y qué? U-Una pareja puede t-terminar contigo, pero los a-amigos son para siempre, por eso n-no entiendo el por qué Mike se c-comportó así. No debería.

Will se quedó en silencio pensando en lo que dijo Bill hasta que vio el juego de mesa de calabozos y dragones, un dibujo de Will como el sabio y un par de fotos del club AV, los recuerdos inundaron su mente cuando tomó la fotografía en la que estaban vestidos como cazafantasmas.

Will: Estúpido. —murmuró—. Que estúpido.

Byers rompió la foto al igual que el dibujo mientras murmura "Que estúpido" Bill al ver que el chico tomó un bate se levantó de su asiento.

Bill: ¿Q-Qué haces? S-Suelta eso. —dice mientras salen del castillo Byers.

Will hizo caso omiso de lo que dijo su acompañante y con el bate golpeó el castillo. El tartaja se acercó y trató de quitarle el bat al chico.

Bill: W-Will mira lo que estás h-haciendo. Solo porque estás e-enojado no tienes p-p-porque destruir todo esto, tal vez d-después te arrepientas.

El castaño dejó caer el bate y después él se dejó caer empezando a sollozar.

Por parte de Hopper y Joel estos se habían separado para encontrar más rápido a la persona que hizo ruido y a Susan Jones. Miller entró a una habitación apuntando con su arma y linterna por el lugar. El hombre logra ver un par de piernas que sobresalían detrás de un escritorio y al acercarse encuentra a la mujer que buscaban con una herida en la frente la cuál soltaba un poco de sangre.

Joel: Oh, Dios. —bajó su arma y se acercó a Jones—. Susan. Susan.

Un ruido resonó detrás del hombre y este rápidamente tomó su arma para apuntar al causante del ruido encontrándose con Joyce que levanta las manos.

Joyce: Soy yo. No dispares.

Joel: Diablos, Joyce. —maldice bajando el arma—. Pude haberte disparado. ¿Qué haces aquí?

Joyce: Me preocupe por ustedes y Susan.

Joel: Pues ya no te preocupes más.

Joel le hizo una seña a la mujer y ambos se acercaron a la figura inconsciente de Jones.

Joel: Alguien debió atacarla.

Joyce: ¿Quién podría haberlo hecho?

Ruidos parecidos a personas peleando alarmaron a los dos adultos que se van en busca de Hopper. No tardan en encontrarlo en el suelo, con unas heridas en el rostro. Miller oyó una motocicleta y al salir ve a un hombre escapando del lugar.

Once, Max y (T/n) ya habían llegado a la casa con la puerta roja. Las tres niñas se acercaron al hogar y Once usó sus poderes para quitarle el seguro a la entrada principal. Ya adentro encuentran una foto en la pared de Heather junto a sus padres.

(T/n): Aquí vive.

Las tres chicas oyeron un par de risas y sin dudarlo se acercaron al lugar que provenían encontrando a los padres de Heather y Billy cenando, ellos al ver a las niñas ponen una postura seria.

Billy: ¿Max?

Max: No queríamos interrumpir... Intentamos tocar, pero tal vez no nos oyeron por la tormenta.

Los seis se quedaron en silencio hasta que el señor Holloway rompe el silencio formado.

Sr. Holloway: Perdón. Pero ¿quiénes son estás personas que están mojando mi alfombra? —Billy suelta una pequeña risa mientras deja su tenedor en su plato.

Billy: Lo siento. Janeth, Tom. Ella es mi hermana Maxine. —presenta. Él se levanta de su asiento y se acerca a las chicas—. ¿Qué demonios haces aquí? ¿Pasa algo?

(T/n): Queríamos asegurarnos de que todo estuviera bien.

Billy: ¿Bien? ¿Por qué no estaría bien?

Billy parecía no entender nada de lo que hablaban, pero tanto Once como (T/n) sabían que algo andaba mal.

Once: ¿Dónde está? —pregunta mirándolo fijamente.

Billy: Lo siento. ¿Dónde está quién?

Alguien más entra al comedor llamando la atención de todos.

Heather: Están un poco quemadas. Lo siento. —dice llegando con una bandeja de galletas recién horneadas.

Billy: Heather. Ella es mi hermana Maxine, su mejor amiga (T/n) y... —mira a Once—. Lo siento, no sé cuál es tu nombre.

Once: C... —se quedó callada al recordar lo que (T/n) había dicho el año pasado.

Si un día conocen a Bill pues enfrente de él le hablarán por el nombre de Jane.

¿Y si no solo debía usar ese nombre para cuando hablara con Bill? ¿Y si debiera ser con todas las personas para que jamás sepan lo que en realidad es? Cuando la niña llegó a esa conclusión miró a Billy.

Once: Soy Jane.

Billy: Jane. —murmuró—. Ahora que estabas diciendo Jane... ¿Estabas buscando a alguien?

La niña miró a Billy y después a Heather sospechando de todo lo que ocurría.

Once: (T/n) y yo vimos... Nosotras vimos.

Max: A tu jefe. —interrumpe—. En la piscina. Dijo que no fueron a trabajar hoy así que nos preocupamos.

Billy: Heather no se sentía muy bien así que decidimos tomarnos el día para cuidar su salud. Pero te sientes mejor ahora, ¿o no Heather?

Heather: Me siento mucho mejor. —responde muy convencida.

La castaña miró a Once y viceversa. Ambas sabiendo que algo no estaba bien, pero ninguna sabía que era exactamente.

Heather: ¿Quieren una galleta, chicas? —pregunta y hace que las dos niñas salgan de sus pensamientos.

(T/n): No, gracias... De hecho, ya nos íbamos, ¿verdad? —les pregunta a sus amigas y ellas asienten—. No les molestamos.

Las tres niñas salieron de la casa, se subieron a sus bicicletas y se fueron del lugar.

En el castillo Byers, el chico había dejado de llorar y junto a Bill iban a ir a su hogar, pero sintió una especie de brisa detrás de su cuello que hizo que le erizara la piel.

Bill: ¿E-Estás bien?

Will no respondió, estaba en shock. No era la primera vez que lo sentía, solo que le atemorizaba saber lo que era, pero no podía ignorarlo. Sabía que el desuellamentes había vuelto.

Lucas: ¡Will! ¡Bill! —oyeron los mencionados.

Mike y Lucas no tardaron en llegar a dónde estaban los dos chicos y Byers miró con seriedad y preocupación por lo que iba a decirles.

Will: Volvió.

Lo que dijo preocupó a Mike y Lucas mientras que Denbrough estaba confundido, pero al ver el rostro de todos se dio cuenta que algo malo estaba a punto de suceder.

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