Capítulo seis
Joel se quedó en silencio analizando las últimas palabras que salieron de la boca de Susan.
Joel: No. Eso no puede ser.
Susan: Yo tampoco quiero creerlo, pero todo encaja.
Joel: De ser así tenemos que irnos. No quiero imaginar lo que ese maldito puede hacerle.
Susan: Espera. No lo hagas. Solo son conjeturas, pero no hay nada que diga que si haya vuelto. Puede ser solo una confusión.
Joel: No, ahora que lo dices. Todo tiene sentido. Gente ha desaparecido y hay algunos que han aparecido descuartizados.
Susan: ¿Y qué hay de sus amigos?
Joel: No quisiera que les pasara nada a esos niños, pero ellos me importan menos que el bienestar de mi hija.
Susan: ¿Y cómo se sentirá ella si se entera que unos de sus amigos ha sido asesinado por Pennywise? Mira, puede ser que también sus amigos lo hayan visto y de ser así pronto él los atacará en grupo que puede ser lo mejor porque estando unidos podrían vencerlo.
Joel: ¿Enfrentarse a él? Son solo unos niños. Nosotros casi no la contamos.
Susan: Bueno. Pues uno de ellos ya empezó su investigación y no dudo que el resto también lo hará, podrían llegar a las mismas conclusiones que nosotros y acabar con el de una vez por todas. Y lo que nosotros debemos hacer es ayudarlos.
Joel: ¿Ayudarlos? ¿Cómo? No podemos verlo.
Susan: Primero tendrás que hablar con ella y saber si en serio ha vuelto.
Joel: Lo siento, pero no creo que me diga: "Hola, papá. Esto sonará raro, pero un payaso que se transforma en mi mayor miedo trató de matarme". —dice haciendo la voz más aguda.
Susan: Pues no serías directo. Si vio a una niña en realidad, hay la posibilidad de que sea Sarah. Así que tendrás que hablar de ella y notar cómo se comporta así sabremos si él ha vuelto. Si ese es el caso tendremos que contarle lo que pasó y podría servirles para matarlo.
Joel: No lo sé. No quiero poner a mi hija en peligro por esto.
Susan: Lo sé, pero no hay alternativa. —los dos se quedaron callados con bastantes cosas en que pensar—. ¿Recuerdas como estábamos nosotros? ¿Lo asustados que estábamos? Es difícil volver a recordar todo eso.
Joel: Y mucho.
Susan: Sé que ella podrá con esto. Lo sé.
Unos días después los perdedores estaban en la feria de Derry. Richie estaba tocando la trompeta de uno del desfile y este trataba de quitárselo, Eddie había ido por unos helados para él y Tozier mientras que el resto veía el cartel de búsqueda de Edward Corcoran.
Stan: Dicen que encontraron su mano toda mordida cerca de la torre de agua.
Ben: Una vez le presté un lápiz. —Bill levanta la hoja revelando que abajo estaba el cartel de búsqueda de Betty.
Bill: Es como si la hubieran o-o-olvidado porque Corcoran se perdió.
Stan: ¿Se acabará algún día? —el chico del desfile ya harto le logra quitar la trompeta a Richie y este lo mira enojado.
Richie: ¿Qué te pasa, amigo?
Eddie: ¿De qué hablan?
Richie: De lo que siempre hablan. —dice acercándose y tomando su helado.
Ben: Si se va acabar, al menos por un tiempo.
Beverly: ¿De qué hablas?
Ben: Estuve revisando mi investigación, anoté los eventos importantes. La explosión en 1908, los Bradley en el 35 y el Black Spot en el 62, ahora los niños se pierden. Entendí que esto parece pasar cada...
Ben y Bill: Cada veintisiete años. —los perdedores se fueron al parque y hablaron mejor del tema.
Eddie: Entonces déjame entender. Sale de algún lado a comer niños un año. ¿Y luego qué? ¿Se pone a invernar?
Stan: Tal vez es como. ¿Cómo se llaman? Cigarras. Los bichos que salen una vez cada diecisiete años.
Mike: Mi abuelo cree que Derry está maldito. Dice que todas las cosas malas que pasan en Derry son por una cosa. Algo malvado que come personas de Derry. —explica y la castaña mira su vendaje.
Stan: Pero no es una cosa, todos vimos algo diferente.
Mike: Tal vez. O sabe que nos asusta más y eso nos enseña.
Eddie: Yo... Yo vi un leproso. Era una infección caminando.
Stan: No lo viste, porque no es real. Nada de esto. No lo es el leproso, ni... Ni que Bill viera a Georgie o la mujer que yo he visto.
Richie: ¿Y es linda? —pregunta y el judío lo mira molesto.
Stan: ¡No, Richie! ¡No es linda! Su cara está desfigurada. Nada de esto tiene sentido, son como pesadillas.
Mike: No lo creo. Conozco la diferencia entre una pesadilla y la vida real.
Eddie: ¿Qué viste? ¿Tu viste algo?
Mike: Si. Conocen la casa quemada que está en Harris, ¿Verdad? Yo estaba adentro cuando se quemó. Antes de ser rescatados mis padres estaban en la habitación junto a mí, estaban... Empujando y golpeando la puerta. Querían llegar a mí. No podían salir. Cuando los bomberos los encontraron... Se habían derretido, la piel de sus manos. Todos tenemos miedo.
Richie: Si, es cierto.
Eddie: ¿Por qué Rich? ¿A qué le tienes miedo?
Richie: A los payasos. —al levantar la mirada de su vendaje (T/n) notó que todos la miraban.
Stan: (T/n), ¿A qué le tienes miedo? —dirigió su mirada al vendaje y después negó con la cabeza.
(T/n): No lo sé, no hay algo a lo que haya sentido miedo.
Mike: Eso no es posible, debe haber algo.
(T/n): Pues no lo hay.
Ben: Deberíamos saber cuál es tu miedo, podríamos ayudarte para que no sea tan fuerte y cuando lo veas no pueda hacerte daño.
(T/n): Solo es una perdida de tiempo, mejor ayuden a Richie si solo ve a Eso estará asustado y puede hacerle daño.
Bill: T-Tu... Tú ya lo has visto, ¿No?
(T/n): No sé de qué hablas.
Bill: Lo has visto.
Beverly: ¿Lo has visto? ¿Por qué no nos has dicho nada?
(T/n): Porque no es así.
Bill: E-Estás mintiendo. T-Tratas de evadir la pregunta, p-pero debemos saber.
Stan: Oye, lo que sea que hayas visto. Tienes que decirlo, si solo no quieres por tu miedo porque crees que nos burlaremos o algo así. Quiero que sepas que no lo haremos.
(T/n): Lo vi en la cantera. Sentí que alguien me jaló y no entendía quién era porque no había nadie solo un estúpido globo rojo, se reventó y lo vi y lo que me asustó es que me sonrió, pero su boca estaba llena de colmillos.
Eddie: Fue por eso que gritaste.
(T/n): Si.
Ben: ¿Así que tu miedo son los payasos igual que Richie?
(T/n): No, creo que solo quería ver si me asustaba y podía llevarme.
Richie: Pero saliste antes de que te atrapara y nosotros nos acercamos.
(T/n): Se me hizo raro que no lo hayan visto. Pero no fue la única vez.
Stan: ¿Lo has visto dos veces? —lo miró y asintió.
Bill: ¿Cuando?
(T/n): Estaba yendo al supermercado por comida y escuché a una niña llorar. La busqué y llegué a un callejón. No olvidaré su cabello rubio o si vestido azul y ella parecía estar feliz de verme porque iba ayudarla a encontrar a sus padres, pero cuando le pregunté el nombre de ellos dijo que yo ya lo sabía. —dijo mientras sentía las lágrimas arder en sus ojos, su respiración siendo más pesada y sin poder hablar—. Me tomó del brazo con fuerza y mientras decía que nadie quiere jugar con ella, solo quieren estar conmigo se iba transformando en ese payaso. Y repitió lo mismo de antes. Su agarre había disminuido así que me solté y corrí con el persiguiéndome. Volvió a tomarme del brazo, pero de sus uñas salieron garras que se encajaron y por eso tengo el brazo vendado. Creí que iba a morir.
Bill: ¿Qué...? ¿Qué pasó después?
(T/n): Me solté, seguí corriendo y después ya no estaba.
Eddie: Hay algo que no entiendo.
(T/n): ¿Qué cosa?
Eddie: ¿Por qué la niña decía que nadie quiere jugar con ella y solo quieren estar contigo?
(T/n): Porque eso fue lo que pasó con mi hermana.
Stan: ¿Tenías una hermana?
(T/n): Si. Resulta que mi padre era de Derry y cuando era joven tuvo una hija y cuando ella tenía tres años desapareció sin dejar rastro, exactamente hace veintisiete años. Mi padre se fue de Derry y cuando nací olvidó lo que ocurrió, solo lo recordó cuando las desapariciones volvieron. Por eso decía que nadie quiere jugar con ella y que apenas todos se olvidan de Sarah se van conmigo. —(T/n) miró el suelo y soltó un sollozo que no tardó en volverse en llanto. Sin importarle que sus amigos se burlaran solo quería desahogarse, pero en lugar de burlas sintió como todos la abrazaban.
Mike: Siento mucho tu perdida.
Stan: Estamos contigo, (T/n). Si quieres hablar de algo puedes decirnos.
Ben: No estás sola.
Bill: Los perdedores siempre estamos juntos.
(T/n): Gracias, chicos. De verdad.
Richie: Creo que deberíamos dejar esta charla para después.
Bill: N-Nos vemos en mi casa mañana, ahí seguiremos hablando. —todos estuvieron de acuerdo y (T/n) se acercó a Beverly antes de que se fuera.
(T/n): Oye, ¿Podemos hablar?
Beverly: SI, ¿Qué ocurre? —Miller miró a su alrededor y al no ver a ninguno de los perdedores cerca removió un poco de su venda mostrando un tatuaje con el numero "012"—. Wow. ¿Cuándo te lo hiciste? Siempre he querido hacerme uno, ¿Cómo hiciste para que tu papá te dejara tenerlo o lo hiciste sin su consentimiento? Aunque yo hubiera elegido algo mejor que un número.
(T/n): Beverly, yo no me hice este tatuaje.
Beverly: ¿Cómo?
(T/n): Apareció de la nada.
Beverly: Eso no puede ser posible.
(T/n): Lo es y hay algo más que debo mostrarte, pero no aquí. —las dos chicas van a la casa de (T/n) y ella primero se asegura de que su padre no esté en casa.
Beverly: Bien, estamos en tu casa. ¿Qué querías mostrarme? —la castaña fue a la cocina y tomó una lata vacía de refresco—. Si sabes que no hay nada, ¿Verdad? —la ignoró y miró la lata—. ¿Qué estás haciendo? —siguió mirando la lata, pero nada.
(T/n): No funciona.
Beverly: ¿Qué no funciona?
(T/n): Bev, hay algo que no dije de cuando vi a Eso y es que cuando me tomó y me rasguñó, algo paso y lo lanzó lejos.
Beverly: ¿Y eso...?
(T/n): Creo que yo hice eso.
Beverly: ¿Estás diciendo que tienes poderes? —rápidamente asintió—. Eso no tiene sentido.
(T/n): ¿Qué suena más descabellado esto o que un payaso se transforma en nuestros peores miedos está tratando de comernos?
Beverly: Pero al menos el payaso ya lo hemos visto, yo no...
(T/n): Yo no mentiría sobre algo así, te estoy diciendo la verdad.
Beverly: Mira, entiendo que no nos hayas dicho sobre que viste al payaso porque creíste que eras la única, pero esto es otro nivel.
(T/n): ¿Sabes qué? Olvídalo fue una mala idea decirte, es claro que nadie me creerá. —dijo elevando su voz—. ¡Porque! ¡Solo! ¡Soy! ¡Una! ¡Maldita! ¡Mentirosa! —al decir esa última palabra cinco cuchillos pasan a un lado de las dos chicas y se quedan clavados en la pared.
Beverly: Oh, mierda. Estabas diciendo la verdad. —dice mirando los cuchillos sorprendida mientras Miller se limpiaba la sangre que salió de su nariz.
(T/n): Te lo dije.
Beverly: ¿Estás bien? ¿Por qué tu nariz sangra?
(T/n): Creo que es algo que sucede cuando uso mi poder. Sucedió lo mismo la otra vez.
Beverly: Entonces, ¿Estás bien?
(T/n): Si. Que extraño. —dijo mirando la pared.
Beverly: ¿Qué?
(T/n): Eran seis cuchillos, cinco están en la pared y no hay ninguno en el porta cuchillos.
Beverly: Ya lo encontré, está en tu hombro. —miró sobre su hombro y pudo ver una parte del cuchillo—. Deberíamos llevarte al hospital.
(T/n): No. Solo sácalo.
Beverly: Te vas a desangrar.
(T/n): Solo hazlo. —ella dudosa hace lo que dijo y quita el cuchillo.
Beverly: Lo siento. ¿Cómo sientes el hombro?
(T/n): Duele un poco.
Beverly: ¿Qué demonios? Se está curando. Lento, pero lo hace.
(T/n): Lo sé. Los rasguños también. Eran profundos, debería sanar en una o dos semanas no en un par de días.
Beverly: ¿Y por qué usas la venda?
(T/n): El tatuaje, pienso usar un pañuelo después para cubrirlo.
Beverly: Entiendo.
(T/n): Por favor, no se lo digas a los perdedores. Son mis amigos, pero no sé si puedo contarles sobre eso.
Beverly: No te preocupes, no diré nada
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