Renace el Ragnarok:
Un destelló iluminó brevemente la sala, obligando a los presentes a apartar la mirada. Tres siluetas aparecieron en extremos opuestos de la habitación.
—¡¿Qué demonios...?!
Thor, dios del trueno, se dio de cabeza contra el suelo. Se encontraba desorientado tras haber sido arrancado de su cueva recreativa tan repentinamente. Su martillo reproducía en alta definición y a todo volumen un capítulo de una serie televisiva.
—¿Es ese... Doctor House?—preguntó Apolo.
Thor se puso en pie, pausando el reproductor y tosiendo para disimular la vergüenza.
—Me he estado poniendo al día con mi lista de pendientes...
—¡Esa serie terminó hace como once años!
—PerdonaME por tener que vagar por los nueve reinos defendiendo Midgard de los gigantes, señor sol.
Caos aplaudió para llamar la atención del resto.
—Creo que ya conocen a Thor. Ahora, Thor, quiero que conozcas a Thor. Di hola Thor.
Al otro lado de la habitación, un hombre de larga cabellera roja y apariencia joven encaró al creador del todo.
—¿Qué es lo que está sucediendo aquí?
—Sí... yo también quiero saber eso—añadió Thor.
Caos exhaló un suspiro.
—Presiento que debí pensar en esto antes de traerlos... va a ser molesto tener que explicar lo que sucede cada vez que llegue alguien nuevo...—se aclaró la garganta—. Sean bienvenidos al Monte Olimpo. No obstante, para dos de nuestros invitados, este no es el Olimpo de su mismo mundo. Yo, como creador del todo, los he traído en calidad de espectadores con la intención de que conozcan su futuro.
El Thor del otro mundo, tras un momento de silencio para digerir la información, examinó el lugar con la mirada hasta terminar frente a frente con su contraparte.
—¿Por qué demonios vistes con un quitón griego?—pregunto el dios nativo de esa realidad—. ¿Qué no hace frío en tu universo?
Thor S alzó una ceja, intrigado.
—¿Se supone que eres un motociclista o algo así?
—Detengamonos un minuto a hablar de tu barba... o, bueno, falta de ella.
—Tienes toda la piel llena de tatuajes.
—¿Por qué tus ojos son negros? Eso es raro.
—Te saco al menos veinte centímetros de altura...
Caos tosió para intentar recuperar la atención.
—Sí... sigan con eso en un momento. Por ahora, quisiera también presentarles a nuestro segundo invitado. Dragón entre las nubes, tigre entre los vientos: su nombre es Lǚ Bu Fengxian.
Las miradas se volvieron hacia el hombre: un bárbaro de dos metros que cargaba consigo una alabarda más alta que él mismo. Permanecía en silencio, intrigado, irradiaba una sed de sangre pocas veces vista.
—Un señor de la guerra chino aludido en la antigüedad como si fuese el mismo Yánwáng (阎 王)—murmuró Frank—. Y un dios de la guerra de Europa del norte al que todos conocen... Thor vs Lǚ Bu.
(Yánwáng: "Dios de la Muerte" o "Rey del Infierno")
—Admito que eso suena interesante—silbó Leo—. Así que... ¿quién es este señor bubulubu?
El hombre le miró fijamente, sin mostrar expresión alguna. El hijo de Hefesto se encogió en su asiento.
Frank hizo una mueca.
—Admito no saber demasiado del tema, pero Lǚ Bu fue un caudillo durante la época de los Tres Reinos de China, uno de los periodos más sangrientos de toda su historia. Se dice que era un guerrero como ningún otro, pero no precisamente el mejor estratega. Al final terminó dejándose capturar por otro señor de la guerra, Cao Cao, supuestamente, con el objetivo de...
—Llegar al cielo—interrumpió el propio Lǚ Bu—. Y desafiar a Dios.
Ares exhaló una risa.
—Puedo respetar eso.
Caos asintió con la cabeza.
—Vas por buen camino, Zhang. En efecto, en nuestro mundo Lǚ Bu fue un importante general. Servía como subordinado de Ding Yuan, pero le traicionó y asesinó para unirse al tiránico Dong Zhuo. Más tarde, instigado por Wang Yun y Shisun Rui traicionó también a Dong Zhuo, matándolo. Fue obligado a huir por el país, perseguido por los seguidores de Zhuo, aliándose con varios señores de la guerra y traicionándolos según le venía en gana hasta terminar muerto. Pero, como están a punto de averiguar, la historia de Lǚ Bu en este otro mundo es distinta a lo que conocemos en el nuestro.
El creador chasqueó los dedos, creando asientos para que los recién llegados tuviesen donde acomodarse. Acto seguido, se volvió hacia la hoguera central y proyectó una imagen directamente desde la arena del Valhalla:
(Heimdall)
El representante de los dioses
Con una fuerza que todos conocen
Grita la grada, desprende furor
Todos aclaman el nombre de...
THOR
—¿Ese es Heimdall?—preguntó Thor, sorprendido.
Thor S asintió con la cabeza, sin comprender que tenía tan contrariado a su contraparte.
—¿Hay algún problema con él?
El dios hizo una mueca.
—No sé si llamarlo problema, pero... bueno, ese look robótico es... digamos, interesante—explicó—. Heimdall, por aquí, es conocido por ser el más blanco de los dioses. Suele cargar una espada gigante y literalmente sus dientes son de oro. Es un poco raro mirarlo como a un duendecillo.
Hermes alzó una mano.
—Yo estoy más interesado en ese pedazo de martillo—rió—. Hermano, llevas más territorio que varias naciones soberanas allí detrás, ¿qué demonios?
Thor S alzó su Mjölnir, nuevamente sin comprender en un principio que tenía de raro. Sólo entonces reparó en el pequeño martillo que tenía su contraparte sujeta al cinturón.
Exhaló una leve risa.
—¿Y eso?
Thor se llevó una mano al martillo y sonrió divertido.
—Bueno, al lado del tuyo no parece la gran cosa. Pero no importa la magnitud del vector, sino la fuerza del empuje.
Afrodita parpadeó dos veces.
—¿Seguimos hablando de martillos?
Thor tomó el arma y le hizo girar sobre su mano.
—Fuera de bromas, este pequeño tiene una o dos características útiles. Por ejemplo, puede golpear con la fuerza exacta que yo quiera. Observa...
Balanceó el arma con todas sus fuerzas, trazando un arco descendente que tomó desprevenidos a los semidioses. Leo cerró los ojos pensando que su final había llegado, pero cuando los volvió a abrir, notó que simplemente se le había movido un cabello.
—Amigo... no hagas eso...
El dios soltó una carcajada.
—O también está esto.
Dio un leve toque al suelo, y al instante todo el Olimpo tembló y una grieta apareció a mitad de la habitación.
Zeus miró ceñudo al dios del trueno.
—Tú vas a pagar por eso.
Thor hizo una mueca.
—Mejor... mejor habla con Odín—algo avergonzado volvió a tomar asiento—. Lo relevante es que puedo ya sea levantar una leve brisa o destruir montañas con un golpe. Y, claro está, también puede hacer esto otro.
Mjönir se encogió hasta el punto de poder ser guardado en el bolsillo de su propietario.
—Parece bastante práctico—reconoció Thor S—. Pero eso sigue sin explicar su tamaño.
—Y dale con eso...—Thor miró a Atenea—. ¿Podrías...?
La diosa asintió.
—Se cuenta en el Skáldskaparmál de la Edda prosaica de Snorri Sturlson que después de que Loki cortase los cabellos de Sif, la esposa de Thor, el propio Thor enfurecido le hace prometer a Loki que los recuperaría. Para ello, Loki recurre a los hijos de Ivaldi, un par de famosos artesanos enanos. Estos crean algunos objetos como la lanza de Odín y el barco de Frey. Y...
—"El Martillo de Thor; fue Loki. Y la lanza de Odín; fue Loki. Este barco también..."—Leo se detuvo en seco al notar todas las miradas sobre él—. Ya, lo siento...
Atenea le fulminó con la mirada.
—Como decía. Loki apostó su cabeza contra otro par de enanos, Sindri (o Eitri) y Brokk, a que no serían capaces de crear objetos tan maravillosos como los de los hijos de Ivaldi. La cosa es que los hermanos de hecho estaban creando objetos bastante impresionantes, por lo que Loki, convertido en un tábano, mordió a Brokk en reiteradas ocaciones, lo que eventualmente hizo que el mango de Mjölnir quedase un poco corto. Dicho de otro modo, y fieles a la mitología, el martillo sólo debería poder usarse cómodamente a una sola mano.
Tras varios segundos de silencio, Ares emitió un gruñido.
—A mí me gusta más el martillo gigante—decidió—. ¿Qué sigue?
(Thor)
Soy yo
Todos me conocen, el dios del rayo
Nadie me baja del trono...
(Lü Bu)
¡A mí nadie me baja del caballo!
—De acuerdo, lo admito, esa es una gran entrada—admitió Hermes.
—Sí... todo ese asunto con las cintas envolviéndolo y el caballo...—apoyó Apolo—. Esto... ¿por qué estabas envuelto en cintas?
Lǚ Bu hizo una mueca, reacio a responder. Caos decidió tomar la palabra en su lugar.
—Bueno, sucede que justo antes del inicio del torneo nuestro señorito Lǚ Bu intentó buscarle pelea a otros dos de los representantes de la humanidad, por lo que las valquirias decidieron atarlo.
El señor de la guerra ni siquiera intentó mostrarse avergonzado. En su lugar, se le notaba aburrido.
Me pongo delante de ti porque puedo sentir que eres bueno
Demasiado bueno
—¿Largo tiempo sin una buena batalla?—preguntó Thor S.
Lǚ Bu asintió con la cabeza.
—Los últimos fueron Dong Zhuo y sus Siete Vasos de Uruk. Tenían planeado destruir el Imperio Han y todas las demás potencias en el mundo para hacer a Zhuo el rey de todo. Eso no me importaba, pero sí el hecho de que fuese alguien fuerte. Aún así... la pelea sólo duró unos segundos.
Thor S guardó silencio por varios segundos.
—Conozco esa sensación. Ser un guerrero, vivir sólo para luchar, pero no poder llenarte con ninguna batalla...
—Voy a detenerlos allí—decidió Atenea—. ¿Dong Zhuo? ¿Siete Vasos de Uruk? ¿De qué Hades están hablando ahora?
Caos inhaló profundamente.
—Bien... sucede que en este otro mundo Dong Zhuo en realidad no era Dong Zhuo, era un chico que vivía en "Las Tierras Más Allá del Emperador", una suerte de santuario en donde los refugiados de los grandes imperios de la época se ocultaban de sus malos gobiernos. Este chico, que se nombró a sí mismo como Anu, el dios sumerio del cielo, decidió librarse de todos los imperios del mundo, e inició por el Imperio Han, infiltrándose en la corte como ministro tras tomar el nombre y sello de la familia Dong matando a uno de sus integrantes.
—Aunque nunca fue formalmente un rey, era nombrado entre los reyes de la historia de China como "El Más Fuerte"—recordó Lǚ Bu—. Lo llamaban "El Demonio Dong Zhuo" y "El Emperador Tirano"
—Hasta que lo mataste—puntualizó Ares.
—Hasta que lo maté.
(Thor)
Ten cuidado, miserable humano
Porque si entras al Valhalla el campo está que tira trueno
—Así que puedes tomar mi primer golpe sin problemas—se asombró Lǚ Bu—. Hacía mucho... mucho tiempo que eso no sucedía.
Thor S asintió lentamente, maravillado.
—Puedo decir lo mismo... ese poder es un desperdicio en un humano como tú.
—Nacidos en periodos y lugares distintos—comentó Ares—. Pero de haber nacido como parte de la misma raza, ustedes podrían haber sido rivales.
—Rivales...—repitió Lǚ Bu—. Alguien fuerte con quien chocar con todo mi ser, alguien a quién poder llamar amigo...
El General Volador parecía inmerso en sus pensamientos.
—Yo quisiera comentar sobre los espectadores de la batalla—señaló Thor—. Ese pequeñín de gafas por allí... ¿se supone que es Forseti?
—El dios de la justicia, así es—confirmó Thor S.
Thor hizo una mueca.
—Paradójicamente, no creo que esa apariencia aniñada y cobarde le haga justicia. Se supone que es el más sabio y elocuente de los dioses de Asgard. Pacífico, sí, pero eso no le impide llevar una gigantesca hacha dorada a todas partes...
Levanto el martillo Mjölnir para hacerte morir
Es el primer golpe
Cuenta la leyenda que la técnica que voy a utilizar
Jamás ha sido vista por el hombre
"Martillo Electrificado del Dios del Trueno: Thor's Hammer"
—Esto se está poniendo interesante—decidió Ares—. ¿Por qué los dioses allá pueden tener súper-técnicas con nombres vistosos y nosotros no?
—No lo sé... a mí ese nombre me parece redundante—comentó Hermes—. Básicamente se llama "Martillo de Thor: Martillo de Thor".
—Oh, sólo espera un poco—sonrió Caos—. Nombres creativos habrán de sobra, se paciente.
Reconocen su nombre porque tiempo antes
Con ella quité la vida a sesenta gigantes
—Sesenta y seis gigantes de un golpe...—silbó Percy—. Hubiese sido útil tenerlo por aquí durante la segunda Gigantomaquia.
Thor rechazó la idea con un gesto de la mano.
—Mira, otro yo, te respeto y respeto el hecho de que matar a tantos gigantes de un sólo golpe te haya ganado honores por todo el cielo. Pero... señor Ginungagap, ¿le importaría por favor echarme una mano?
El creador hizo un gesto, proyectando una nueva imagen sobre la hoguera central: la ladera de una montaña de Jotunheim en medio de una tormenta de nieve. En la cima se encontraba el dios Thor, con su barba pelirroja y su pelo enmarañado salpicado de nieve, y los ojos centelleantes. Vestido con su gruesa capa de pelo y su ropa de piel cubierta de nieve, parecía el abominable pelirrojo de las nieves. Por la pendiente subían millares gigantes decididos a matarlo: un ejército de colosos exageradamente musculosos con armaduras hechas de losas de piedra y lanzas del tamaño de secuoyas.
Thor levantó su martillo con sus guanteletes: el poderoso Mjölnir. Su cabeza era un trozo de hierro moldeado toscamente como una carpa de circo aplastada, romo en los dos extremos y puntiagudo en el centro. Unos motivos rúnicos recorrían el metal. Sujeto por el dios con las dos manos, el mango de Mjolnir se veía tan corto y grueso que resultaba casi cómico, como si un niño levantase un arma demasiado pesada para él. El ejército de gigantes reía y se burlaba de él.
Entonces Thor bajó el martillo y la ladera de la montaña estalló a sus pies. Los gigantes salieron volando en un torbellino de un millón de toneladas formado por roca y nieve, entre sus filas retumbaron rayos, y voraces zarcillos de energía los redujeron a cenizas.
El caos amainó. Thor contempló amenazadoramente los miles de enemigos muertos que ahora cubrían las pendientes.
—Y eso, amigo mío, es mi trabajo a tiempo completo—concluyó Thor.
Thor S alzó una ceja y se acarició la barbilla, intrigado.
Pero mi fuerza es demasiado grande
Su tamaño sólo sirve para que llueva más sangre...
—Otra vez ese aburrimiento—comentó Piper—. Es como si ser tan fuertes fuese una maldición para ustedes.
Thor S se volvió hacia su contraparte.
—¿Cómo?—quiso saber—. ¿Cómo puedes ser tan poderoso y no morir del aburrimiento al no encontrar a un rival digno?
Thor se echó un pedo.
—Sí... adoro aplastar cráneos como cualquier otro, pero no es mi principal pasatiempo. Me gusta más ver series de televisión—alzó su Mjölnir—. Mi amigo aquí tiene acceso a Netflix, HBO, Hulu, Paramount+, Disney+, Prime Video, etc. ¿Tu martillo no?
El incrédulo silencio de Thor S fue la respuesta que necesitaba.
—Amigo... y encima con una pantalla tan grande... que desperdicio—suspiró.
(Lü Bu)
Deja de recordar tanto el pasado, porque en el presente te he cortado
—Hey, hey, hey, pausa—pidió Ares—. ¿Cómo demonios cortó a un dios sin un arma divina?
Caos rodó los ojos.
—Pues con un arma divina—bufó—. Te explicaré. Las trece valquirias... (y sí, sé que en este mundo hay muchas más valquirias que sólo trece...), tienen la capacidad de hacerse una con un guerrero humano. Sus espíritus se combinan, y el cuerpo de la valquiria se torna en un arma divina que se ajuste a su usuario. En el caso de Lǚ Bu, su confiable alabarda.
—Fāng tiān huà jǐ (方天画戟)—asintió el General Volador—. La Alabarda que Corta el Cielo.
—Eso es un problema—murmuró Ares—. Lǚ Bu vivió a finales de la dinastía Han, mientras que la alabarda Fāng tiān no se popularizó sino hasta después de las dinastías Sui y Tang, y no existía antes de las dinastías Wei y Jin.
Todos se le quedaron mirando al dios de la guerra.
—¿Quién eres y qué hiciste con Ares?—preguntó Hermes.
El aludido exhaló un gruñido.
—¿Qué? Sé una o dos cosas cuando se trata de armas.
Atenea suspiró.
—Aunque me desagrade decirlo, Ares tiene razón. Es cierto que en nuestro mundo Lǚ Bu también suele ser representado con dicha alabarda, pero eso se debe principalmente a la popular novela del Romance de los Tres Reinos. Los historiadores están de acuerdo que su arma principal era la lanza, aunque también se le suele representar con una espada, y se le reconoce como un extraordinario arquero.
—Puedo respetar eso—decidió Apolo.
—La narración de Romance de los Tres Reinos está demasiado... ejem, romantizada—reconoció Caos—. No obstante, hay que decir que el mundo del que provienen nuestros invitados está en un punto medio entre la novela y la realidad de este universo. Por ejemplo, la batalla de Hǔ láo guān.
—Oh, está también me la sé—sonrió Ares—. Fue una batalla entre la coalición en contra de Dong Zhuo y el ejercito del mismo en el Paso de la Trampa de Tigre. Lǚ Bu fue derrotado allí por Sūn Jiān.
—Mientras que, en el Romance de los Tres Reinos, quienes derrotaron a Lǚ Bu fueron Liú Bèi, Guān Yǔ y Zhāng Fēi en un tres contra uno—añadió Atenea—. Aunque más que una derrota, lo obligaron a retirarse, porque ni entre los tres pudieron matarlo.
Las miradas se volvieron hacia el general.
—¿Cómo fue en tu mundo la cosa?—preguntó Ares.
Lǚ Bu sonrió con cierta nostalgia.
—Detuve al ejercito entero del enemigo frente a las puertas del paso y tracé una línea en el suelo bajo la promesa de que si alguien me hacia poner un sólo pie fuera de esa raya en un combate singular, yo me retiraría—explicó—. Varios lo intentaron, pero todos murieron tras un sólo golpe... todos menos él...
—"El Feroz Tigre de Jang Dong"—sonrió Caos—. Porque si está el Dragón, estará el Tigre.
—Sūn Jiān, entonces—supuso Atenea.
Lǚ Bu asintió.
—Un hombre fuerte. Estudió mi forma de luchar y encontró la forma de vencerme. No obstante, subestimo mi fuerza. Hubiese muerto si uno de sus generales, Zu Mao, no se hubiese sacrificado y tomado mi golpe por él. Sūn Jiān logró golpearme con la fuerza suficiente para que mi talón tocase la línea que marqué en el suelo. Cumplí mi promesa y me retiré del lugar. Sūn Jiān fue el único hombre que alguna vez me derrotó en combate singular.
Los ojos de Thor S refulgieron con intensidad.
—El único hasta día de hoy.
Lǚ Bu le sostuvo la mirada.
—Eso aún queda por verse.
Me rio de un dios aunque por dentro estoy tan aburrido como para haber llorado
Porque desde que era tan joven, manchado con sangre en la cara, quería ser fuerte
No sabía que el destino pensaba para mí que nunca podría ver la muerte
Cuenta le leyenda que yo lloraba tristemente por causa de una ejecución
Pero lo que nadie conoce es que yo lloraba por no encontrar un rival mejor
—¿Por qué?—preguntó Piper—. ¿De dónde nace esta obsesión con encontrar a un guerrero poderoso?
Lǚ Bu miró a la nada por varios segundos.
—Jamás conocí a mis padres biológicos—reveló—. Fui encontrado en medio de una masacre perpetuada por bandidos, bajo la luz de la luna de sangre. Los nómadas que me hallaron pensaron en matarme, a pesar de ser sólo un bebé. Aún recuerdo la leyenda: "Si carga la luz de luna roja será un niño del mal, trayendo rojas catástrofes que vendrán del sur".
—¿Planeaban matarte sólo por una superstición?—cuestionó Piper.
—Bueno, los griegos adoraban intentar matar niños en base a profecías poco claras—repuso Jason—. Supongo que aquí nadie es quién para juzgar.
Lǚ Bu se encogió de hombros.
—Fui salvado y acogido por ese buen hombre... mi padre... Lǚ Shang.
Leo parpadeó dos veces.
—Espera... ¿Lǚ es tu apellido?
—En China no existe el concepto de "last name" como tal—explicó Frank—. Sino que se trata de un nombre de familia, es por eso que llevan el apellido al inicio del nombre.
El hijo de Hefesto le dedicó una sonrisa ladina.
—Como usted diga, Zhang Frank.
—No empieces...
—Volviendo al tema...—murmuró Caos—. ¿Qué es lo que solía decir tu padre, Lǚ Bu? ¿"Proteger la sonrisa de un niño es el deber de un adulto"?
Lǚ Bu asintió.
—Juró que si la leyenda algún día se cumplía, sería él mismo quien lo compensaría con su vida: "el pecado de un niño lo cargará el padre"—confirmó—. Me crió como a su hijo, fue el único entre los nómadas que no me temió... siempre estuve sólo, temido por mi fuerza, hasta ese día...
—El ministro Li Tang incrementó los impuestos para los nómadas a niveles inhumanos—continuó Caos—. Lǚ Shang enfermó gravemente al sobreesforzarse en el trabajo para cumplir con la cuota, de modo de que Lǚ Bu irrumpió en la mansión del propio Li Tang, mató a los guardias y se hizo con el medicamento que necesitaba...
—Cuando se los llevé a mi padre... me dijo que si seguía usando mi fuerza de forma incorrecta, pronto terminaría completamente solo. Me dijo que usase mi fuerza para mis compañeros, para los demás...—sonrió tristemente—. Yo le dije que no necesitaba compañeros, porque todos en el mundo eran más débiles que yo, y yo no tengo interés en tipos débiles.
Thor S se puso de pie, comprendiendo hacia dónde llevaba la historia de quien sería su oponente.
—Te dijo que en ese caso me buscaras, ¿no es así?—preguntó—. Que por el resto de tu vida buscases a un hombre poderoso con quien pudieras chocar con todas tus fuerzas.
—Buscar a quien se pudiese volver mi verdadero amigo—concluyó el general—. Es por eso que busqué por Asia y Europa. Derroté a los grandes héroes de China y combatí en el coliseo de Roma. Encontré hombres fuertes, pero nunca a mi nivel.
—Sobra decir, que sin Lǚ Shang, Lǚ Bu Fengxiang no sería la persona que es ahora—concluyó Caos—. Tristemente, Lǚ Shang murió a manos de los hombres de Li Tang, cuando este se enteró del robo de los medicamentos. Lǚ Bu masacró a los mercenarios, soldados y al propio Li Tang. Cientos de hombres contra un niño, y jamás pudieron ponerle un dedo encima.
—Es por eso que mi misión en la vida es una—bramó Lǚ Bu—. Y... finalmente... parece que llegará a su ansiado destino.
Pero nunca mejor dicho: gracias al cielo eres mi enemigo Thor
Por eso mi lanza contra tu martillo y mi cuerpo tiembla de emoción.
Ahora no soy tan mortal como siempre
Tengo una valquiria para atacarte de frente
¡LÜ BU!
Cómo...
¡LÜ BU!
Siempre...
¡LÜ BU!
Dicen que soy el más fuerte
—¿Qué acaba de suceder?—cuestionó Atenea.
—Destruyó los guantes de Thor—señaló Hermes—. ¿Por qué la alabarda brilla?
Caos sonrió levemente.
—Thor, serías tan amable de explicarnos la leyenda detrás de tus guantes.
Thor S asintió con la cabeza.
—Se cuenta que, como el poder de Mjönir es tan grande, podría matar a su portador. Es por eso que llevo los guantes de hierro Járngreipr. Son el mejor tesoro divino defensivo de los cielos.
Thor hizo una mueca.
—Bueno, por aquí es un poco distinto—comentó—. Utilizo los Járngreipr precisamente porque el martillo de Mjölnir es muy corto. Me ayudan a manipular mejor el arma, pero no son lo que llamarías una herramienta defensiva.
Caos se encogió de hombros.
—Sea como sea. Recordarán que antes mencioné el poder especial de las valquiroas. Bueno, estas armas divinas cuentan con habilidades únicas que dependen de las runas tras el nombre de la propia valquiria. En el caso de la compañera de Lǚ Bu, se trata de Randgriz.
—"Rompe-escudos"—tradujo Thor—. Suena apropiado.
—De hecho—murmuró Atenea—. Sin esos guantes, Thor ya no puede usar su martillo cómodamente. ¿No es así?
—Bueno...—los ojos de Caos refulgieron—. Puede que haya habido una pequeña confusión al respecto...
(Thor)
¿Entonces ese es motivo suficiente como para que despierte?
¿Crees que puedes vencerme?
Esas ganas de luchar no son lo único latente
—¿Qué demonios está pasando allí?—murmuró Ares.
—Eso se ve asqueroso—convino Afrodita.
—En lo personal, me gusta cuando mi martillo no tiene venas y corazón—decidió Thor.
Yo soy un dios
No debes olvidar que soy tu superior
Debería explicarte...
Que estos guantes no son para proteger mis manos cuando empuño a Mjölnir
Sólo que el martillo necesita tiempo para que despierte, los guantes protegen su sueño de mí.
Pero ya no quiere dormir.
—Primero, eso fue épico—reconoció Leo—. Segundo, eso fue asqueroso.
Atenea se palmeó la cabeza.
—¿Me están diciendo que toda la estrategia de la batalla se basaba en una mención mitológica que para colmo era incorrecta?
—No me agrada cómo se ve eso para Lǚ Bu desde un punto de vista táctico—apoyó Frank—. Pero mirándolo por otro lado, Lǚ Bu ha estado en la delantera durante toda la batalla hasta ahora.
—Recordando el previó intercambio de golpes—señaló Annabeth—. Lǚ Bu detuvo el martillo de Thor, expuso su guardia y le abrió un corte en el hombro antes de destruir el guante. Es decir, Lǚ Bu parece poseer mayor maestría y habilidad en el combate y mejor dominio de su arma. El problema, claro está... es que Thor no tenía disponible toda su fuerza hasta ese momento.
(Lü Bu)
¡Yo sigo luchando!
(Thor)
Lo voy a lanzar y te va a matar girando
(Lü Bu)
¿Crees que no soy hábil pa' esquivarlo?
(Thor)
Creo que eres muy tonto pa' notarlo?
Viene detrás, y tu quieres entrar, no tengo la guardia baja lo tengo que cargar
Con la potencia del giro se aproxima tu final
¡¡GEIRRÖD!!
No vas a volver a reírte jamás.
"Martillo Despierto del Dios del Trueno: Geirröd Thor's Hammer"
—Ese nombre sigue sin convencerme del todo, aunque es un poco mejor—comentó Hermes.
Thor soltó una flatulencia.
—Geirröd... un estúpido gigante que me odiaba. Una vez secuestró a Loki y lo obligó a llevarme a su castillo sin mi cinturón ni martillo. Por suerte, de camino al castillo la giganta Gríðr me contó lo que sucedía y me entregó mis guantes y cinturón—explicó—. Al final, maté a Geirröd y a todos los gigantes de su castillo, incluyendo a sus hijas.
—Y... casualmente, Geirröd es también el nombre de un rey jotun que Odín mató como castigo a su crueldad—añadió Atenea—. Los gigantes suelen tener todos los mismos nombres, por alguna razón.
—Quisiera preguntar que tiene de especial tu cinturón—dijo Thor S—. Por lo que dijiste antes, parece igual de importante que los Járngreipr.
Thor asintió con la cabeza.
—Mi cinturón, Megingjörð, es capaz de literalmente duplicar la fuerza de quien lo lleve puesto—explicó—. Comprendo que no tengas uno, ya bastante sufres por ser demasiado fuerte, no necesitas más de eso mismo.
(Lü Bu)
Lo paré...
Crees que no, pero sí lo paré.
—¿Detuviste el golpe con el que maté a Jörmungandr?—preguntó Thor S—. Humano... no dejas de impresionarme.
Thor se atragantó con su propia saliva.
—¿El golpe con el que hiciste qué a quién?
—¿Sucede algo?
El dios del trueno hizo una mueca.
—Jörmungandr... la serpiente del mundo—explicó—. Está profetizado que cuando llegue el Ragnarök, mataré al monstruo con un sólo golpe. Pero a cambio, me veré cubierto de su veneno y moriré tras sólo dar nueve pasos... digamos que esa serpiente y yo tenemos historia.
Thor S frunció el ceño.
—Tengo entendido que el Rangaök por aquí no es igual al de mi mundo.
—Sí así fuese, tú ya estarías muerto—respondió su contraparte—. No a todos les gusta, pero el destino es inevitable. Tarde o temprano los dioses nórdicos moriremos y dejaremos el mundo a una nueva generación. Pero... digamos que nos gusta retrasar el fin del mundo todo lo que sea posible.
La grada gritando mi nombre recuerda el gran camino por el que un día pasé
Ese golpe ha sido bueno, como un guerrero lo debo de reconocer
El camino del que hablaba no me lo esperaba, ya no lo podría recorrer...
Porque has partido mis huesos
¿Quieres terminar con esto?
Entonces no hay otra opción
—Las dos piernas rotas—Percy hizo una mueca—. Eso no se ve para nada bien...
—Hasta el momento, la superioridad de Lǚ Bu había estado en su mejor manejo del cuerpo a cuerpo—señaló Annabeth—. Sin sus piernas, ya no tiene cómo seguir el ritmo a la batalla.
—Y miren allí, en las gradas—dijo Atenea—. Asumiré que ellos son Liú Bèi, Guān Yǔ y Zhāng Fēi.
Caos asintió con la cabeza.
—¿Por qué Guān Yǔ parece un robot gigante?—quizo saber Ares.
El creador se encogió de hombros.
—¿Por qué no?
Frank hizo una mueca.
—Son humanos... ¿correcto?
—Así es—confirmó Caos—. Aunque comprendo que pueda llagar a existir cierta confusión. En nuestro mundo son adorados como dioses en la actualidad en varias partes de China y Taiwán, los altares a ellos son muy comunes.
—Y el ejercito que siempre te apoya...—Ares miró a Lǚ Bu a los ojos—. Tienes buenos hombres.
El General Volador sonrió levemente.
—Buenos hombres... sí...
Un compañero que es parte de mí
El mejor corcel para el mejor
—Es como ese viejo dicho—recordó Frank—: "Rén zhōng Lǚ Bù, mǎ zhōng Chì Tù" (人中呂布,馬中赤兔).
—Lǚ Bu entre los hombres, Liebre Roja entre los caballos—tradujo Caos.
Lǚ Bu asintió con la cabeza.
—Un gran corcel—confirmó—. El más fuerte y poderoso de todos los caballos en la historia. Una de las Tres Joyas de China, capaz de recorrer mil li en un día, cruza ríos y sube montañas como si se moviera en tierra plana...
—Es de rojo ceniza informe, sin pelo de otro color—continúo Caos—. Mide un Zhang de la cabeza a la cola y ocho chi de la pezuña a la cabeza; relincha como si tuviera la ambición de volar hacia el cielo o sumergirse en el mar.
Leo soltó un silbido.
—¿Un Zhang de la cabeza a la cola? A ver, Frank, ponte de pie, ¿cuánto mides?
El hijo de Marte lo fulminó con la mirada.
—Un Zhang es una antigua unidad de medida—explicó.
—Aproximadamente 3,58 metros—añadió Atenea—. Mientras que un chi serían unos 24.3 centímetros. Además, esos mil li de antes equivaldrían a unos 500 kilómetros, lo que, teniendo en cuenta de que en promedio los caballos sólo pueden viajar de entre diez a treinta y dos kilómetros en un día, es increíblemente impresionante.
Lǚ Bu se cruzó de brazos.
—Dong Zhuo lo encerró en una jaula de hierro bajo la promesa de que sería para aquel a quien reconociese su valor. Yo competí contra él en una carrera, y aunque pasado un tiempo no logré seguirle el paso, le salvé la vida cuando fue herido por mercenarios. Desde entonces, Liebre Roja ha sido mi compañero.
—Espera—pidió Leo—. ¿Competiste contra el caballo en una carrera a pie?
—¿Y le seguiste el ritmo por un buen tiempo?—añadió Percy.
Los ojos dorados de Hazel relucieron.
—Me encantaría conocer a ese caballo.
Frank hizo una mueca.
—Mala idea, Arión se pondría celoso.
Lǚ Bu alzó una ceja, mirando a la hija de Plutón.
—¿Ese ese el nombre de tu caballo?
Hazel asintió.
—Arión, un caballo inmortal hijo del señor Poseidón y la señora Deméter. Puede correr sobre cualquier superficie y romper la barrera del sonido sin problemas. ¿Cuánto tiempo nos tomó llegar desde Alaska hasta el Campamento Júpiter?
—Cuatro horas—recordó Percy—. Cuatro horas, siendo tres sobre el caballo, quien cargaba un carro de guerra lleno a reventar con armas y armaduras de oro imperial, y después de escalar un iceberg, luchar contra un gigante y correr desde el Glaciar Hubbard hasta Canadá dos veces arrastrando a dicho Gigante y a dos semidioses consigo.
Atenea hizo un rápido cálculo.
—El Glaciar Hubbard está aproximadamente a 2,772.396 kilómetros del Túnel de Caldecott. Lo que significa que, más o menos, Arión estuvo corriendo a una velocidad promedio de 693 kilómetros por hora. Bastante lento, si consideramos que su velocidad usual rebasa los 1235.52 kilómetros por hora.
Lǚ Bu se mostró intrigado.
—Ese suena como un gran caballo—reconoció.
—Créeme que lo es—confirmó Hazel—. Créeme que lo es.
Recuerdo aquel árbol, prendido fuego
No sentí miedo, sentí admiración
Pensé que en el cielo debía vivir alguien tan fuerte como tú, Thor
—Una infancia dura y solitaria que al final se vio recompensada—comentó Hermes—. Sigue apuntando hacia arriba, pequeño Lǚ Bu.
El General Volador hizo una mueca.
—Es como dijo Dong Zhuo justo antes de morir... tengo que devorar también a Dios.
Entonces yo seguí entrenando
La lanza cada día partiendo
Aunque mi cuerpo fuera sangrando
Mi fuerza sólo iba subiendo
Aunque el sol me estuviera quemando
Aunque me congelara el invierno
Aunque la noche cayera
Aunque ya no pudiera
Aunque estuviera lloviendo
—Okey... eso definitivamente fue algo—murmuró Leo.
—Creo que ya entendí porque la llaman "La Alabarda que Corta el Cielo"—asintió Frank.
—Una técnica demasiado poderosa como para ser usada en combate—explicó Lǚ Bu—. Al menos no si lo que estaba buscando era un desafío. Usé una versión incompleta de la misma contra Sūn Jiān y a duras penas sobrevivió. Se cree que fue la herida causada en nuestra batalla la que le terminó matando tiempo después. Sea como fuese, comprendí que nadie bajo el cielo podría tomar ese golpe...
—Pero ya no estás bajo el cielo, sino en él—sonrió Thor S.
(Thor)
Te respeto, como guerrero me has demostrado que eres fiel
(Lü Bu)
De tanto mirar al cielo, me volví fuerte y lo devoré
"Devorador del Cielo"
—Siguen sin terminar de convencerme estos nombres...—bufó Hermes.
Mi lanza contra tu martillo
Siento la felicidad en mi ser
—Oh... demonios—Leo contuvo las nauseas.
—Sus brazos... dioses...—asintió Piper.
—La alabarda también voló en pedazos—murmuró Frank.
—Pero... al menos Liebre Roja está bien—señaló Hazel.
La mirada de Lǚ Bu se tornó sombría.
—Así que ese es el final... el verdadero final...—una sonrisa de tiburón se apoderó de su rostro—. ¡Así que esa es la felicidad!
Thor S miró a quien sería su oponente, anonadado por su reacción ante la que sería su muerte.
(Thor)
¿Cómo es que puedes morir y sentirte feliz a la vez?
Qué humano tan honorable
Sin brazos pero no le importa
Pierde la cabeza de un golpe
Con fuerza, mi Mjölnir la corta
Te dije que el trono era mío,
Pero Lü Bu te recordaré
Y aunque no quiera lo haré
Me llevo una marca en la piel
Por más que hayas tenido mi honor, la victoria soy yo quien proclamo
Primera batalla del Ragnarök, primer humano asesinado
—Eso fue salvaje—murmuró Ares—. ¡Me encanta!
—¡Muerte gloriosa!—apoyó Lǚ Bu.
Thor S se mostró triste.
—Si hubiésemos nacido en el mismo tiempo y lugar... como parte de la misma especie... hubiésemos sido amigos inseparables...
—Pero como no es el caso—repuso Lǚ Bu—. ¡Sólo nos queda disfrutar al máximo nuestro corto tiempo en la batalla!
El Berserker del Trueno no pudo evitar reír ante la emoción del humano.
—Y al final, el ejercito de Lǚ Bu salta a la batalla para unirse a su señor—murmuró Reyna—. Realmente son buenos hombres.
El General Volador observó como Thor destruía al ejercito de un golpe, dedicando sus vidas como sacrificio a su propio nombre, Lǚ Bu. Una muestra de respeto para quien consideraba su amigo.
—Chen Gong...—murmuró—. Siempre dispuesto a seguirme a donde sea... al igual que Liebre Roja y todos los demás...
—Eso es interesante—comentó Atenea—. En nuestro mundo, Cheng Gong intentó matar a Lǚ Bu, pero falló. Lǚ Bu le perdonó la vida porque lo valoraba como estratega, pero en definitiva es una muestra de que hay cosas en las que otros mundos son mejores.
Leo alzó una mano para pedir la palabra.
—Pero... ¿no fue un poco dispar la cosa?—preguntó—. Quiero decir, Lǚ Bu acabó sin brazos, piernas y cabeza. A Thor sólo le rompieron la camisa, un guante y le hicieron dos cortes.
—No olvides de que se le murió Lǚ Bu—señaló Afrodita.
Thor S negó con la cabeza.
—Ustedes mismos lo vieron, ese último choque fue el golpe más fuerte de nuestras vidas. Usé todo lo que tenía y más para ganar.
Atenea asintió.
—Desde un punto de vista táctico, la pelea pudo haber ido hacia cualquier lado. En velocidad y resistencia estaban bastante igualados, y aunque claramente Thor era más fuerte, Lǚ Bu era mejor luchador. Si las valquirias no hubiesen basado toda su estrategia en la idea de destruir los guantes de Thor, Lǚ Bu podría haber ganado el combate ya sea teniendo a otra compañera que le hubiese sido más de ayuda o atacando el brazo de Thor en otro punto.
Annabeth frunció el ceño.
—De hecho, eso tiene sentido. De haber herido a Thor en algún brazo, le hubiese restado mucho poder al golpe final, y quizá entonces Lǚ Bu hubiese ganado el choque. En ese caso, Lǚ Bu sólo hubiese terminado con las piernas algo dañadas, pero por lo demás intacto—comprendió—. Esta no era una pelea para ver quien podía soportar más daño, porque la fuerza de ambos era tan monstruosa que el primero en golpear directamente ganaría.
—Y esa sólo fue la primera batalla...—silbó Ares—. Esta cosa promete.
Thor S miró a su contraparte.
—Entonces... ¿series de televisión?
Thor levantó su martillo.
—Dales una oportunidad, quizá te ayuden con esa depresión que tienes.
Lǚ Bu también se puso en pie.
—Muerte gloriosa, aquí vamos—sonrió—. Te veré en el campo, poderoso hombre.
Thor S asintió con la cabeza, despidiéndose del resto con un gesto de la mano.
Ambos hombres abandonaron el salón con un destello.
Caos se volvió hacia la multitud.
—Damas y caballeros, la función acaba de comenzar.
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