Quizás tú y yo no estábamos destinados,

Y éramos simplemente dos piezas de un rompecabezas. Intentamos que encajase...de mil y una formas...pero...no funcionó.

Los bordes no encajaban... quizás solo haya sido la imagen de un pedazo de cielo y tierra... que cuando los juntas dices... ¡perfecto! es así... pero si prestas atención... te das cuenta de que no...los bordes no encajan...la imagen a simple vista es hermosa... tal parece que es la original, así... y que a todos les gusta... pero al no encajar los pedazos completamente... pese a que las piezas se fundan con una perfección única...tienes que quitarla...

Y ahí es cuando descubres otra pieza... con todo lo que la otra poseía... pero mejor...

Esta pieza... no solo a simple vista es perfecta... Todo en ella lo es...como si al juntarla con la tuya se abrazaran. Luego de no verse en mucho tiempo...los bordes se anudan...el cielo y la tierra encajan...esos pedazos son hechos el uno para el otro...no hay un borde que esté fuera de su sitio...y finalmente el rompecabezas puede ser llevado a cabo y tener su final.

No permitas que las piezas de tu corazón encajen unas con otras... no a la fuerza... si no esta destinada a ser... solo quítala. Ya vendrá otra pieza que se una a la pieza tan especial que posees...y sea la faltante...

Construyendo un corazón hermoso... un corazón que sea capaz de vencer lo imposible.