maridie98 y CMBronte pidieron segunda parte ^^

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Observó los movimientos de su hermano durante unos días. Todo parecía estar en su sitio.

—Ahora vuelvo —le dijo saliendo por la puerta—. He quedado.

Era su oportunidad. Esperó a que cerrase la puerta y, sin pender ni un segundo, corrió hasta su habitación. Todo estaba en su sitio. Su hermano siempre había sido una persona ordenada y perfeccionista, así que no le sorprendió encontrar todo en orden. Dio un par de vueltas por el cuarto buscando algo raro. Abrió el armario de par en par, no sabía exactamente qué quería encontrar, pero cualquier pista valdría. Nada. Revolvió la ropa, abrió cajones. Nada.

Bufó. Pasó a buscar por la cama, en la mesita de noche, entre la estantería de libros, pero lo único que hacía era perder el tiempo. Se acercó a la ventana e inspeccionó el marco, tocó todas las paredes y palpó el suelo.

Pensaba en darse por vencida cuando se apoyó en el armario que ocupaba gran parte de la habitación. Se escuchó un ruido en el interior, como si algo hubiese caído. Se giró lentamente, era imposible, ya había registrado aquel mueble. Lo abrió temiendo encontrar algo peligroso dentro, pero solo descubrió, con sorpresa, que una de las maderas que recubría el interior se había soltado, dejando un agujero enorme.

Se oyó a alguien en la puerta de entrada, pero siguió con lo que hacía. Metió la mano en el hueco y sacó un aparato extraño parecido a un... ¿móvil? Le dio un par de vueltas, pero no sabía cómo funcionaba.

De repente, escuchó que la puerta de esa misma habitación se abría. Su hermano la miró, y al ver el aparato su expresión cambió.

—¿Qué es esto? —le preguntó ella alzando la especie de teléfono, pero no habló—. Contesta.

—Bueno, parece que ya lo sabes —Suspiró y al momento sonrió—. Dámelo.

—¿Para qué sirve?

—¿Lo quieres descubrir?

—Obviamente —dijo ella agarrándolo con fuerza.

—¿Me lo das y te enseño cómo funciona o te limitas a hacer tonterías?

Dudó un momento, pero al final se lo tendió.

—Bien, enséñame entonces.

Lo cogió y se lo acercó a la cara. El aparato se encendió.

—Manden refuerzos, lo sabe —susurró.

La pantalla del movil se volvió morada, y cuando ella la miró, fue demasiado tarde para darse cuenta de que la estaba hipnotizando...

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Siento mi desaparición. ¿Qué os parece? =)