Seungkwan no sabía de dónde su hijo sacó su obsesión por los tigres, tal vez por los documentales que veía de animales pero a veces pensaba que amaba más a los tigres que a su propio padre.

Su cama era de tigres bebés animados de diferentes colores, sus almohadas eran amarillas, su cuarto lleno de peluches de tigre, tenía más juguete pero los peluches de ese animal eran sus favoritos y tenía mucha ropa característica de ese animal.

Una vez también le pidió que le diera comida que comen los tigres para ser como ellos y a veces camina en cuatro patas por la casa.

Ese día lo veía muy calmado y era extraño, pero no dijo nada porque podría haberse quedado dormido mientras jugaba, así que Seungkwan solo se concentraba en terminar el desayuno para su hijo y que tuviera demasiada energía.

De repente, Soonyoung entró a la habitación con pequeños sollozos, su pijama de cuerpo completo de tigre casi se le caía al estar abotonada y sus cabellos negros estaban todos despeinados y enredados. Sus mejillas estaban rojas y llenas de lágrimas, sus ojitos brillosos y sus labios hechos un puchero.

Seungkwan rápidamente apagó la estufa dejando el sarten al lado y se agachó acercándose a su hijo.

—¿Qué pasó, hoshi? —se acercó más para abrazarlo, pero al tocar su brazo su hijo gritó safandose del abrazo— ¿Te duele? ¿Qué te hiciste?

—Me caí del barandal de las escaleras porque me acordé que los tigres no se trepan y quise bajarme pero caí desde arriba y el hueso ahora esta salido —hizo otro puchero y ahora fue cuando lloró muy escandaloso y con más lágrimas saliendo de sus ojitos rasgados.

Seungkwan lo agarró del otro brazo y rápidamente lo cargó, caminó hacia la puerta agarrando su bolso donde tenía llaves, dinero y su teléfono y simplemente salió de la casa.

—Soonyoung, no necesitas ser un tigre, eres un niño —suspiró sentandolo en su asiento de niños y se sentó en el asiento de piloto— ¿Te duele mucho?

El niño asintió con la cabeza agarrándose de su tigre de peluche que había llevado para sentirse seguro.

Seungkwan manejó hacia el hospital más cercano, rápidamente lo sacó del carro y se lo llevó hacia adentro contándole la situación a una enfermera que estaba por ahí. Lo llevaron hacia una sala y le explicaron que tenia el codo dislocado y tenia que llevar una férula por una o dos semanas hasta que el dolor se calmara.

Soonyoung lloraba en voz baja, su voz siempre ha sido ruidosa pero su llanto muy calmado.

Al salir Soonyoung venía abrazado de su padre, tomando un jugo que el doctor le había dado por ser valiente.

—Soonyoung, ¿Cuál es nuestro trato?

—No actuar como tigre y a cambio obtengo más tiempo viendo televisión.

Seungkwan asintió con la cabeza, acariciando el cabello de su hijo quien aún tenía dolor.