Calcetas o playera ; Vernon
Hansol solía ir seguido al supermercado junto a Jun, a ambos les servia para distraerse un poco y divertirse viendo lo que había.
Muchas veces ni siquiera ocupaban comprar cosas, solo iba a distraerse y terminaban con bolsas llenas de cosas.
Esta vez si necesitaban varias cosas, en especial calcetas para ambos, también alguna que otra playera básica y mucha carne.
Jun estaba dormido en el asiento especial del carrito, así estuvo todo el camino y agradecía su sueño pesado porque así podía mirar todo con tranquilidad.
Llegó a la zona de ropa, su carrito estaba lleno y no sabía dónde poner las calcetas y la ropa para que no se ensuciara, así que agarró a Jun con cuidado de no despertarlo y lo recostó sobre las calcetas, habían muchas así que seguro era cómodo.
Movió el carrito hacia otro lado para que no estorbaba y fue a buscar algunas calcetas, pero estaba confundido porque algunos tenían la etiqueta como calcetines pero eran muy parecidos a las calcetas.
¿El nombre cambia en algo? ¿Está bien decir calcetas o calcetines?
¿Por qué calcetines y no calcetas? ¿Por qué calcetas y no calcetines?
Siguió mirando confundido los diferentes nombres y caminó mejor en busca de alguna playera para Jun, quedando nuevamente confundido porque las etiquetas llegaban a decir camiseta o playera.
¿Camiseta es importante? Playera, playera, playera. ¿Se usan en la playa?
Jun abrió sus ojos incómodo y se bajó de ahí, confundido de no ver a su padre o simplemente confundido de estar encima de muchas calcetas.
Caminó adormilado, yendo hacia los pasillos de comida, pero chocó con un pequeño niño con cara de enojado.
—Oh, Jihoon. ¿Qué haces aquí? —preguntó Jun hacia su amigo de clases.
—Me enojé.
—Normal, vamos por uvas, mi papá me deja a agarrar dos a escondidas —agarró la mano del pequeño y los dos empezaron a caminar por los pasillos.
Por otro lado, Hansol regresó con varios tipos de calcetas, calcetines, playeras y camisetas para decidir estando cerca de Jun.
Miró hacia donde estaban las calcetas, sonriendo al recordar que había puesto ahí a Jun y ya no había nada.
Rió negando con su cabeza pero volvió a mirar hacia allá, confundido con la nada.
¿Nada? ¿Por qué nada? ¿Y Jun? ¿Y su hijo? ¿Se lo tragaron las calcetas? ¿Se lo tragaron los calcetines?
Mordió su labio nervioso y movió su carrito, empezando a buscarlo.
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