Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

11. Omegaverse.

Geno a veces pensaba cómo sería su vida si fuera como aquellas personas que no tenían que vivir con aquellos aromas que lo detectaban al instante, tener que vivir incluso acosos cuando iba por la calle y no haber podido encontrar a tiempo unos supresores, eran caros, pero podía pagarlos gracias a su familia, que al menos, tenían la dicha de ser alphas o betas.

Pero lo que más detestaba es haber sido marcado, creer que todo iría bien para después recaer en la distancia, no había sido tan rápido, incluso casi no notó cuando su pareja alfa desapareció, había sido muy doloroso de su parte, la ansiedad lo había acomplejado varias veces, pero trató de no hacerlo notar, había logrado varias cosas aún siendo un omega, pero la sensación interior estaba tatuada en él. Al menos lo peor ya había pasado, y de su cuello solo podía ver ligeras marcas.

Los días pasaban con rapidez, todo volvía a la normalidad, debía seguir con su vida y no estancarse porque su pareja unida por su mágico "lazo" había dejado de sentir algo por él y decidido buscarse otra pareja, era normal, el amor no duraría para siempre, menos con alguien que tenía poco control de aquel celo y su trabajo lejos le hacía buscar mitigar sus deseos pronto.

También podía tener una segunda oportunidad en su vida, así como con aquel hombre que siempre veía en su trabajo... Y él a su propia persona.

Incluso un omega merecía tener otro intento en el amor, buscar la persona ideal.

Blard era guapo, quizás había caído ante él por su aroma que solo sintió cuando el castaño se acercó para saludarlo con un abrazo, con ello había captado que no era un Beta, su aroma podía ser imperceptible, pero era fuerte y adictivo. Detestaba un poco dejarse llevar por las feromonas, pero su personalidad solo le hizo no poder resistirse.

Lo que más hacía sus semanas más cómodas, era que el de ojos verdes también parecía interesado en él, sus sonrisas, su mirada, su amabilidad... Era un hombre perfecto. Siempre viéndole en el trabajo y nunca notando un acto impulsivo tras cinco años. 

Aunque tras un día, se le olvidó tomar de su píldora en su día de celo, horas infernales al escapar de los alfas que detectaban su aroma dulce, tener que encerrarse en el baño para poder bajar el propio calor que las hormonas le provocaban, era difícil, mucho más escapar de Blard, no lo había visto porque había huido en su momento, sabía que, tras su experiencia con su primera pareja que si ambos se gustaban... No importaba el lugar.

Grande fue su sorpresa que al toparse en un baño solitario, al verse solo sonriera, se lavara el rostro y tomara su mano con una gentil voz, no veía ninguna mirada de lujuria en su rostro, pero él mismo sufría de su corazón palpitante al sentir su tacto.

"— Creo saber por qué has estado huyendo de mí. —Rió— No te preocupes, Geno, te invito a un té para que te sientas mejor."

Su control era incluso mejor que el propio, aunque debía aceptar que hacia tiempo que no vivía un celo tan rudo como ese, Blard sin soltar su mano, la cual entrelazaron sus dedos, lo llevó a la cafetería, pidió agua caliente y un dulce para llevárselo a Geno, el albino cohibido solo miró como quien lo estaba teniendo loco en su puesto reposaba una bolsa de té en el agua, lo revolvió y se lo pasó al menor.

"— Son supresores hechos por mí. —Explicó— Encontré una manera para que incluso el aroma del día al día fuera casi inexistente."

Geno había tomado del té apenas escuchó supresores, aún fuera un principio el efecto placebo, se pudo controlar suspirando, feliz, contento, y enamorado.

"— Eso es fantástico... De verdad pensé antes que eras un..."

"— Beta. Lo sé. Mi anterior pareja no fue muy feliz con la idea de tener un Alfa como pareja.  —Suspiró sin mucha tristeza, solo se apoyó en la mesa con una mano— Sintió miedo y me dejó."

"— Eso es un poco... Racista."

"— Heh, hay personas que creen que todos los alfas les gusta andar de pareja en pareja incluso a la vez. No puedo cambiar eso."

"— Y tú... ¿Eres así?"

Dijo Geno algo apenado, recordar a su antigua pareja de ese modo le había dado un dolor en su cabeza, hasta un leve ardor en su marca, pero todo su sufrimiento desapareció apenas Blard le tomó de nuevo de la mano. No sintió escalofríos como hace un rato, sino, tranquilidad.

"—Con y sin supresores soy e intento hacer lo correcto, Geno, te quiero, y si llegásemos a algo, haría lo posible para que seas feliz y siguieras viviendo como uno debe vivir, en confianza y plenitud".

Allí solo llegaron a darse un profundo abrazo, uno donde Geno pudo sentir su aroma y sonreír como un tonto enamorado. Parecía que vivía un sueño.

Las cosas avanzaron como el albino pidió, días, semanas, meses, eran una pareja que gracias a tales supresores parecían unos Beta cualquiera, amaba su sabor, tomarlo a diario había solucionado varios de sus problemas, incluso esa necesidad de tener relaciones que lo atormentaba anteriormente. 

Tristemente sabía que la cicatriz de una marca rota por fracaso era mal visto por todos, temía que para Blard fuera igual, por eso nunca dejaba que sacara de su bufanda al besarse y tener sus momentos de caricias, por temor a que todo acabara rechazaba hasta las relaciones, era más fácil con sus supresores, y el castaño no parecía molestarse, siempre ante sus peticiones de parar, se dirigía de nuevo a su boca para seguir conversando y besarlo hasta quedar dormidos.

No hasta que por las probabilidades ambos coincidieron en su día de celo, aquel aroma entre ambos en aquella casa se les hizo muy notorios, para Geno fue difícil rechazar sus instintos para querer más mimos de su pareja, darse besos que Blard poco a poco sucumbía, era un deseo potente que el de cabellos claros solo al sentir las manos frías ajenas en su torso se dio cuenta de que su bufanda se quitaba por los movimientos y calor.

— B-Blard... —Jadeó— Debo contarte algo...

— ¿Sí?

Geno tembló al oír su voz grave, como estaba bajo él, se sentía intimidado por su mirada, tragó saliva.

— No te conté... Pero yo antes tenía una pareja que... Me marcó.

— ¿Te engañó? Si es eso... No debes preocuparte, los alfas al marcar a un segundo, el primero deja de tener esa mar-

— No es eso... —Detuvo— Blard... Mi pareja se alejó de mí por el trabajo, y era pésimo controlando su celo... Nuestro lazo... Se quebró en pedazos por fracaso y desapego, según eso, soy una deshonra para esta sociedad.

El castaño se le quedó mirando, y en silencio hizo a un lado la bufanda con el permiso previo del albino, de ahí solo se notaba una pequeña cicatriz, lo que contaba era verdad, esa era la prueba suficiente que le hizo temer al albino por ser rechazado también por Blard. No obstante, éste sonrió dulce besando su cuello con delicadeza.

— No lo eres, no es tu culpa. —Dijo, poniéndose a un lado de su amado— Cosas así no son razones para que me moleste y te aparte, te amo, incluso si aquel alfa volviera.              

— No creo que provoque algo que volviera. —Dijo Geno, más calmado y más libre de todos sus problemas, saber que el castaño igual le amaría... Hacía tonto su temor de todo ese tiempo— Blard, quiero que me marques, también te amo...

El mayor rió enternecido, y Geno se dejó llevar cuando otra vez estuvo bajo él, no llegaron a más que profundos besos y caricias, y antes de terminar caídos por la noche, darse a cabo el ritual de ese bello lazo. Uno del cual jamás se iba a romper...    

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro