¿Son todos malos?
Espero que les guste~
MK recuerda haber estado alguna vez en la playa, cantando para si mismo mientras daba algunas vueltas y disfrutaba de ver el sol salir, cuando voces que se acercaban lo alertaron. Se escondió rápidamente, demasiado asustado al ver humanos caminando por la arena como para irse, aunque sus acciones fue lo que más llamo su atención. Tenían bolsas negras en mano, inclinándose para revolver la arena y juntar la basura que un grupo de humanos había tirado por allí el día anterior, todos ellos sonriendo y limpiando sin queja alguna. Era extraño, por sus encuentros con los cazadores, creía que los humanos eran asesinos a sangre fría y egoístas pero estos no lo parecían, limpiando de buena gana lo que otros habían ensuciado.
Y desde entonces, la pregunta siguió rondando por su cabeza: ¿Todos los humanos eran tan malos como pensaban? Porque incluso si los cazadores eran los humanos que más veía, había podido ver a unos pocos, algunos sentados tranquilamente en botes y pescando peces, a otros tantos descansando en la playa, a unos cuantos humanos más pequeños jugando y riendo entre ellos. No lo entendía, así que decidió ir con el único que conocía que tenía interacción con los humanos.
-¿Disculpa?- Macaque se veía confundido, la pregunta del niño lo había tomado con la guardia baja si tenía que ser sincero.
-¿Son todos los humanos malos?- repitió, curioso y ansioso por la respuesta.
-Bueno...- el mono se aclaró la garganta, pensando en cómo expresar sus pensamientos. Tenía que ser cuidadoso. -Hay muchos humanos malos, de esos que deberían pudrirse y nunca ser salvados porque rompen todo lo que tocan y no les importa nada...- el niño jadeo ante su expresión pero no dijo nada. -...pero también hay buenos, del tipo que intentan solucionar los problemas que dejaron los otros y quieren arreglar lo que esos otros rompieron- lo había visto con sus propios ojos. Humanos malditos y que pateaban a todo aquel que estuviera en el suelo, los que debían arder vivos en el infierno en su opinión pero también había visto a los humanos buenos que ofrecían su mano sin pedir nada a cambio y que le sonreían al mundo incluso si este era un desastre. - Así que no...- se agachó para estar a la altura del niño, mostrando una pequeña y suave sonrisa. -...no todos los humanos son malos-
-¿Y cómo se cuáles son los buenos?- preguntó. La respuesta del mayor lo hacía sentir un poco más a gusto con todo lo que había visto hasta el momento.
-No siempre puedes saber a primera vista...- fue sincero. -...pero para eso, existe el instinto- coloco dos de sus dedos contra la frente ajena, divertido al verlo luchar para ver sus dedos, incluso si era imposible en esa posición. -Confía en tu cabeza y no dudes en alejarte si alguien te da una mala sensación de algún tipo-
-Oh...- MK parpadeo lentamente, procesando la información recibida. -¿Crees que algún día pueda ir contigo a ese lugar que llamas "ciudad"?- preguntó después de un pequeño silencio. Incluso si la sola idea de estar cerca de los humanos lo llenaba de miedo puro, no pudo negar que siempre había tenido una cierta curiosidad sobre su extraña y llamativa especie. Debía enfrentarlos, no dejar que su miedo nublara su mente y domine su vida, como siempre le decían sus padres.
-No lo sé, Kid...- se rasco la nuca, algo nervioso ante la pregunta. Llevar a un tritón disfrazado de humano y traumatizado no parecía la mejor idea del mundo. -...pero lo pensaré, ¿si?-
-Esta bien- sonrió, enorme y feliz de haberse sacado una duda que había tenido por mucho tiempo. -¿Quieres nadar conmigo?- extendió su mano, había estado aprendiendo a controlar esa pequeña trasformación de piernas a aleta y viceversa, aunque usualmente prefería dormir en el agua con su aleta.
-Claro, chico- tomo la pequeña mano que le ofrecían y se levanto. -Guía el camino- lo siguió a paso tranquilo.
Más tarde, cuando el niño estaba cómodamente dormido en el fondo de la bañera y abrazando a su patito naranja, Macaque le contó lo que había sucedido al dueño del lugar.
-No- Wukong se mantuvo firme y serio, cruzado de brazos pero aunque no lo expresaba completamente, el pelaje de su cola estaba erizado en signo de incomodidad y molestia.
-No puedes mantenerlo aquí para siempre- bufo, aunque entendía al dios de cierta manera. MK había reaccionado muy mal a alguien que se veía como humano, no querían ni imaginar cómo reaccionaria ante un humano real. -Mira, sé que suena como la peor idea del mundo pero en algún momento, ese niño va a tener que enfrentar su miedo-
-¿Y qué rayos se supone que vamos a hacer si vuelve a entrar en pánico?- gruñó, aunque sabía que su contraparte tenía un punto. No podía mantener al niño encerrado para siempre.
-Lo mismo que la última vez: llevarlo lejos y calmarlo- Macaque se encogió de hombros, aunque no estaba muy emocionado por enfrentar ese grito y el llanto otra vez, estaba dispuesto.
-Supongo- Wukong dejó escapar un largo suspiro, cansado repentinamente. No quería volver a tener que escuchar ese llanto desesperado porque se le rompía el corazón ver al pequeño tan triste pero él tenía que enfrentar su miedo tarde o temprano. Lo mejor que podían hacer era estar ahí.
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